CAPÍTULO VIII Tal vez ya me olvidó

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Uf, diez capítulos, parece que será una larga historia.
Prosigamos.

==================

Otra frase cronológicamente sin sentido pero es más fácil de explicar ya que ahí lo dice y es más fácil de deducir.

<><><><><><><><><><><>


Narra Lano

Le hice un favor a Rockin, me dejó encargado a su hijo hasta el medio día y no sinceramente no parece que sea mucho tiempo para que llegue el medio día pero la verdad... no sé que hacer para entretenerlo o distraerlo para que no se aburra, jamás he atendido a un niño y apenas son las ocho y cuarenta y uno de la mañana.

Dejé a Rass mirando la televisión hasta que yo me sacara la ropa del trabajo y la guardarla en mi ropero porque no me gustaba usarla fuera del trabajo salvo en ciertas ocasiones.

Al momento de colgar mi camisa para que no se arrugue, verla me recordó a Rockin, específicamente a la camisa que tenía puesta ésta mañana, le quedaba demasiado bien y un tanto apretada, tanto que no pude evitar tener ligeras fantasías "sugerentes" con él y con intenciones sexuales, no lo negaré...
Pero no duró mucho y tuve que parar por varias razones, sí, Rockin se veía sensual y todo eso pero él no es alguien con quien quisiera pasar el resto de mi vida excepto siendo su amigo, eso sería lo único que sería.

¡Ya sé!

Recordé que tenía una consola de videojuegos en mi cuarto, la había guardado porque me aburrió hace muchísimo tiempo además de que no tenía a nadie con quien compartirla y jugar con o contra alguien.
Esa sería una excelente forma de pasar el tiempo para Rass, así que la saqué de la caja en la que estaba para luego instalarla, me tardé un poco en ello porque como ya no jugaba con ella también había olvidado eso.
Pero al final recordé lo importante y finalmente la encendí.

Espero que a Rass le gusten los videojuegos, pero creo que cualquier niño los adora.

Lano:¡Rass, apaga la televisión y ven a mi cuarto! ¡Tengo una sorpresa!

Rass:Ya voy.

Vino caminando, creí que se emocionaría por ser una sorpresa para él.

Rass:¿Cuál es la sorpresa señor Lano?

Pero se veía un poco interesado en lo que sea que fuera la sorpresa.

Lano:Ésto, mira.

Cuando se la mostré, noté un poco de emoción en él como sabía que pasaría, vino a sentarse a mi cama debido a que la consola y el monitor estaban frente a ella y le di uno de los controles para que jugara usándolos.

Rass:Hay que jugar ambos, señor Lano.

Sospeché que me haría esa propuesta.

Lano:No lo creo, Rass, hace años no utilizo esta cosa.

Aún recuerdo que cuando me regalaron esa consola, me desvelaba jugando con ella porque siempre me fascinaron los videojuegos, encantaban, pero como todas las cosas que le gustan a quien sea, con el tiempo empezó a aburrirme poco a poco hasta que dejé de usarla y terminé guardándola aunque eso no le quitaba el valor sentimental que tenía para mí.

Rass:Vamos señor Lano.

Pero supongo que será entretenido, no tanto como antes pero solo para pasar el rato.

Lano:Bien, creo que tardaré un poco en recordar algunas cosas sobre ésto.

Comenzamos a jugar un videojuego, al que más recordaba, lógicamente tardé un poco en recordar como hacerlo ya que el tiempo me desgastó en ese sentido, aquella fue desventaja que Rass aprovechó y usó va su favor y para ganar ventaja sobre mí pero poco a poco, yo iba cada vez mejor, tanto que a Rass le costaba mantener el ritmo.
Ambos jugamos por horas, horas emocionantes, no recordaba la última vez que me divertí tanto con algo, vi el reloj por un momento para saber si al menos habían pasado diez minutos pero para mí sorpresa, eran las diez y cuarenta y nueve de la mañana, aún teníamos tiempo para seguir jugando.

Con cada momento que pasaba recordaba con más facilidad varias cosas sobre mi vida, cosas que había olvidado y que pasaron poco después y antes de que me regalaran la consola, pero por desgraciadamente, al recordar esas cosas, también pude recordar a quien me la dió como regalo, alguien a quien no quería recordar y que ahora solo era un mal recuerdo de un mal momento que viví por su culpa.

Acabábamos de terminar la última partida cuando ese estúpido momento de mi vida pasó por mi mente y la proyectó inconscientemente.

Rass:Ah, pensé que perdería.

Lo que pasó en mi mente también afectó el buen ánimo que tenía tornándolo más desanimado.

Lano:Ya es suficiente, hay que dejarlo aquí Rass, vamos por tu helado.

Me levanté de la cama para dirigirme hacia la consola para apagarla ya que ya no la usaríamos.

Rass:¿Está así por que le gané?

Qué mente más inocente.

Lano:No es eso Rass, solo recordé algo que no quería, o más bien a alguien tonto.

Rass:¿A quién señor Lano?

No creo que deba contarle sobre eso siendo un niño, tal vez no lo entendería o lo haría desfavorablemente, lo diré de manera “simple” para facilitar su comprensión.

Lano:Pues a alguien que fue especial en mi vida.

Rass:¿A un amigo?

Ni un amigo hubiera sido así.

Lano:Digamos que sí, pero al final resultó que yo no era tan especial para él y... se fue.

Rass:¿Y adónde se fue?

Eso siempre fue algo que nunca investigué por varias razones, cada una de ellas siendo suficientes para mí.
Bueno, la verdad no era tanto así pero no sé lo contaría a Rass por varias razones.

Lano:No lo sé, ni tampoco quisiera saberlo, ya no vale la pena.

Rass:¿Por qué? ¿Le hizo algo malo?

¿Malo? Sí, malo, lo suficiente para que aún siga considerándolo como un asco de ser.

Lano:Sí, él fue un cobarde y me abandonó cuando más lo necesitaba.

Rass:¿Usted lo odia?

Lano:Sí, claro... pero... ha pasado tanto tiempo que ciertas cosas cambiaron.

Rass:Entonces aún es especial para usted.

Desearía que fuera así de fácil.

Lano:No hay que hablar de eso, Rass, perdemos el tiempo, solo vamos por tu helado, ¿De acuerdo?

(11:10 AM)

Salimos de mi casa y tomamos rumbo a la heladería en la que lo conocí junto a su padre, "Copo feliz".
El lugar no estaba tan lejos de mi casa, era ventajoso porque podía ir allí las veces que quería a comer algo cuando no cocinaba algo, si quiera el desayuno o algún postre.
Nada más llegar, Rass fue él primero que fue a sentarse, también lo hubiera hecho yo pero no lo hice porque tenía que ir a comprar los helados.

Lano:¿De qué sabor quieres el tuyo?

Cualquiera olvidaría algo como eso.

Rass:De fresa.

Lano:Bien, en seguida vengo.

Ya en el mostrador ordené lo que tenía que comprar, un helado de fresa para Rass y el mío de cualquier sabor.

Lano:Un helado de fresa y el otro... mejor dos de esos, sí, dame dos de ese sabor.

Ludicolo:Entendido.

Tardo un poco en prepararlos pero que fueran del mismo sabor le facilitó el trabajo.

Ludicolo:Aquí tiene.

Me entregó ambos pero antes de tomarlos, los pagué.

Lano:Gracias.

Una vez que tenía ambos helados sosteniéndolos en las patas, volví con Rass para darle uno mientras que a la vez me sentaba frente a él.

Lano:Toma Rass.

Rass:Gracias señor Lano.

No pasó tanto tiempo para que terminaramos nuestros helados, luego de eso hablaríamos sobre algunas cosas para así esperar a que fuera la hora en la que Rockin vendría por su hijo.

(11:51 AM)

Faltaba poco para que Rockin viniera por Rass y no había nada que hacer para acelerar el tiempo, lo único sería esperar y también seguir conversando.

Rass:¿Cómo era su amigo, señor Lano?

Lano:¿Quién?

Rass:El que se fue, ¿Sigue vivo?

Tenía que preguntar cómo estaba.

Lano:No lo sé, creo que sí, hace mucho que no sé nada de él... aunque... si soy sincero conmigo mismo, los dos pasamos buenos momentos y recordarlos se siente bien.

Rass:Si al recordarlo se pone contento debería buscarlo para ser feliz.

Vaya que los niños creen que ser feliz es algo simple.

No le respondí nada, solo quedé en silencio y pensando...

No estoy seguro si tenga razón pero cuando pienso en buscarlo recuerdo lo que el idiota me hizo y pierdo las ganas de volver a verlo, además, él tiene la obligación de reparar su “error” si me extraña.

El sonido de la puerta abriéndose me sacó de mi cabeza, al girar mi cabeza para ver quién entraba resultó ser Rockin e instintivamente vi reloj, doce y nueve minutos.

Rockin:¡Ya llegué Rass!

Sí que le gustó ver a su padre otra vez.

Rass:Papi inci.

Rass se levantó de la silla y fue feliz a abrazar a quien era su padre y como resultado las personas y Pokémons que estaban en la  heladería los miraban enternecidos por la escena, también yo.

Rockin:¿Me extrañaste?

Rass:Claro que sí, papi inci.

Creo que debió llegar a la hora que acordamos.

LanoNada de atrasos, ¿Eh?

Rockin:Perdón, no calculé bien el tiempo para llegar aquí.

Ya no había nada que hacer dentro por hoy.

Lano:Al menos volviste.

Rockin:Vamos a comer algo Rass, estoy hambriento.

Los tres salimos de la heladería para despedirnos en la entrada antes de irnos a nuestros hogares.

Rockin:Gracias por cuidarlo amigo, nos vemos mañana.

Lano:Adiós Rockin y Rass...

Los dos se fueron tomados de la mano como padre e hijo y se perdieron poco a poco al caminar entre los edificios...

Creo que Rass me dejó un poco en que pensar, tal vez ir a buscarlo para arreglar las cosas haga que dejé de odiarlo tanto como lo hago, después de todo aún no lo he olvidado por completo y hasta me arriesgaría a decir que lo extraño un poco pero si él no vino a buscarme en todo este tiempo entonces...
Tal vez ya me olvidó.

==================

Ya era hora de que Lano tenga su propio capítulo ¿Verdad? (o al menos en parte).
¿Quién crees que haya sido ese alguien de quién Lano alguna vez estuvo locamente enamorado?

Lo sabrás mucho después...

Adiós.

<><><><><><><><><><><>

Sí, todos los personajes merecen sus propios capítulos y soluciones a sus problemas.

Y ya habiendo sido tan obvio con lo de arriba, adiós.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro