CAPÍTULO XXXIX Esta vez no

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Solo la perfección es aceptable...

Pero la perfección no es suficiente.

==================

Ya dije esa frase antes pero fue en la versión original, así que no cuenta.
Aunque creo que no fue así realmente.

<><><><><><><><><><><>

Narra Rockin

(07:53 AM)

No sé cómo soy capaz de despertar cada mañana si ni siquiera tiene sentido para mí, no creo poder seguir soportándolo por más tiempo.
Últimamente no pude dormir bien por la desaparición de mi hijo, no lo vi en días y con solo pensar en lo que pudo haberle pasado, mi impotencia no tarda en exteriorizarse por medio de lágrimas.
Cada que despertaba siempre esperaba con todo el corazón que todo haya sido un sueño para poder abrazar a mi hijo durmiendo al lado de mí mientras le digo que lo amo y que no dejaré que nada le pase.
Cada día que salía a buscarlo siempre llevaba conmigo la esperanza de encontrarlo y pedirle perdón por no haber cumplido mi promesa por mantenerlo a salvo, pero nunca no tenía éxito por no ser capaz de captar su agradable aroma otra vez.
Cada noche antes de dormir, siempre lo hacía abrazando la bufanda, que mi hijo tejió, como si de algún modo fuera él pero me dolía saber que eso jamás pasaría; ahora lo único que me acompañaba  dormir era mi preciada bufanda.

Y pensar que todo pasó justo cuando éramos felices.

Pero me di cuenta de algo que debí saber desde hace mucho; al parecer Alfred si es un buen amigo para mi hijo, estuvo conmigo todos los días en los que salí a buscarlo, tal vez no debí tratarlo con tanta indiferencia antes.

Me levanté una vez más con la esperanza de encontrar a mi hijo hoy, no quiero que esta bufanda sea lo único que me quede para recordarlo.

Narra Alfred

La última vez que dormí tranquilamente bien fue hace días, por lo que la preocupación y la falta de sueño me impedían concentrarme en clase, y como me veía tan triste y mal no pude evitar llamar la atención y algunas miradas de los demás aunque trataba de evadirlas.
Pero también unas cosas buenas, Sebastián ya no se me acerca ni para hablar y Rockin dejó de ser "malo" conmigo, creo que al fin se dió cuenta que aprecio a su hijo y que quiero volver a verlo tanto como él.

En medio de mis pensamientos, oí el rutinario sonido del timbre, el cual me sacó por un momento de mi cabeza.

Gonar:Es hora del receso, no olviden volver.

Todos salieron excepto hablando entre ellos, algunos salieron deprisa mientras que otros se tomaban su tiempo hasta que al final quedé solo yo, estaba demasiado desanimado como para salir y por ser el único en el salón fue muy fácil llamar la atención de mi maestro, quien vino hasta mi lugar para hablar conmigo.

Gonar:Alfred, lamento lo que pasó con Rass.

Intenté no sonar tan mal con la única palabra que diría, pero quizá no lo lograría.

Alfred:Gracias...

Gonar:¿Por qué no sales un rato?

Alfred:Para qué, de todos modos volveré a entrar, además no llevo bien con nadie.

Gonar:Hay alguien que quiere hablar contigo, está esperándote.

¿Alguien?
No socializo con nadie además de Rass.

Pero me dió curiosidad saber quién quería hablar conmigo, así que salí de mi salón para buscar a quien tenía que hablar conmigo, con muy poca emoción sinceramente, pero me encontré con el que menos esperaría volver a hablar.

Sebastián:Hola Alfred.

Iba a decirme algo pero lo ignoré antes de que lo dijera y, aunque me decía que me detuviera, no estaba de humor para hablar con él y fui a una banca del patio a sentarme.
Pero como lo suponía, Sebastián me siguió y se sentó a mi lado sin siquiera preguntar.

Alfred:¿Qué es lo que quieres, Sebastián?

Sebastián:Antes que nada que me escuches.

Alfred:Eso depende de lo que quieras decirme.

Sebastián:Puede que no me creas pero lamento lo sucedido con Rass.

Él tiene razón, no lo creo y se lo hice saber sin ser nada sutil.

Alfred:Sí, apuesto a que sí, Rass y tú se llevaban tan bien.

Cómo sabía que sucedería, Sebastián se molestó por lo que dije o como lo dije pero no lo dijo directamente, solo siguió con el tema principal.

Sebastián:Lo digo en serio Alfred, siento mucho lo que pasó.

Alfred:Gracias... supongo.

Es algo difícil de creer viniendo de alguien como Sebastián.

Sebastián:Si quieres puedo traerte algo para comer o beber.

Demasiado difícil.

Alfred:No es necesario Sebastián...

Aunque lo intenté, no pude evitar ser totalmente directo con él y preguntar si realmente era sincero.

Alfred:¿Por qué estás haciendo ésto? ¿Nuestro maestro te envío para animarme? ¿Es por lástima?

Mi objetivo solo era saber al menos si de verdad estaba hablando sin mentir pero logré más que eso.

Sebastián:Escúchame, Alfred, me siento mal por los problemas que les causé a ambos en el pasado y al enterarme lo que le pasó a Rass, el remordimiento no me dejaba en paz.

No supe que decir ante eso, a lo que solo solté un suspiro.

Sebastián:Ya no volveré a molestarte, tampoco a tu amigo, en serio lo siento, estás demasiado afectado como para tener más preocupaciones.

Si seguía insistiendo con lo mismo, quizá sí hablaba en serio y, en cierta forma, se sintió bien oírlo, entonces únicamente le di las gracias.

Alfred:Gracias, Sebastián.

Sebastián:No estoy seguro de que si esto te ayude, pero ten.

Vi que en sus garras sostenía un lápiz, no era nuevo y se veía que ya tenía un tiempo en uso, cosa que me confundió.

Alfred:¿Qué es eso?

Sebastián:Juraría que es un lápiz, pero vi que no tenías uno en clase y ahora te servirá.

Le hacía algo de ilusión que aceptara su pequeño regalo, lo que me sería útil y no lo rechacé.

Alfred:Gracias, Sebastián.

Lo tomé después de decir que se lo agradecía pero como no tenía donde guardarlo, simplemente lo tenía entre las manos.

Sebastián:No es nuevo porque lo encontré, me cayó en la cabeza cuando pasaba cerca de un edificio pequeño, creo que era una casa o algo así, pero parecía ser más grande que una mansión.

Entonces Sebastián se levantó de mi lado para después marcharse, no sin antes decírmelo.

Sebastián:Voy a dejarte solo.

Esto es bueno para mí, un problema menos para pensar, espero que Sebastián haya sido realmente sincero, aunque dudo que haya mentido, lo conozco un poco por lo que antes fuimos.
Pero, aunque Sebastián me haya hecho un gran y considerable favor, aún sigo como antes, creo que estoy muy afectado por la ausencia de Rass, fue demasiado repentino y no pude hacer nada.
Qué mierda, debí haberme quedado con él, sabía que el exnovio de su padre se veía extraño, pero cuando se lo dije a Rockin, él me dijo que ni siquiera está en su mansión, nadie contesta cuando toca la puerta, lo intentamos por horas pero no dió salió bien.

No sé si podré decirle a Rass lo que quería contarle, quería decírselo para que me aconsejara o que si quiera me de su opinión... básicamente necesito su ayuda.

Narra Rockin

(12:13 AM)

Lastimosamente hoy tampoco tuve éxito en lo absoluto, lo cual me deprime bastante y sinceramente me quita las ganas de continuar, pero no quiero rendirme, siento que si lo hago será la peor desición que tomaría por mí y por los demás.

Cómo el mediodía estaba cerca de llegar, estaba de camino hacia el colegio de mi hijo para encontrarme con Alfred, siempre venía conmigo después de clases y siento como sí nos lleváramos un poco mejor.
Cuando llegué pude observar que varios estudiantes y pocos maestros salían del colegio y se iban hacia sus casas, pero como aún no veía a quien buscaba decidí esperar un rato.
Al momento en el que la puerta principal se despejó, pude ver a Alfred caminando hacia la puerta y mirando a varios lugares, quizá buscándome con la mirada como hace minutos lo hacía yo.
Hasta que logró verme y caminó hacia mí para saludarme al llegar a estar frente a mí.

Alfred:Hola, señor Rockin.

Rockin:Hola Alfred, gracias.

Yo tomé su mochila para ponerla sobre mi hombro, aún cuando era bastante pequeña pero lo hacía para evitar que Alfred la cargara, y empezamos a caminar sin rumbo y en silencio por las calles de la ciudad, recorriendo los lugares silenciosos o cualquier otro en el que fuéramos a encontrar al menos una pista.

Pero al pasar de los minutos y unas cuántas horas, ambos estábamos tan desanimados como lo estábamos estos últimos días, además de que pude darme cuenta de que Alfred empezaba a cansarse y paré de caminar.

Rockin:Creo que no está aquí, hay que descansar un poco.

Alfred:Gracias señor Rockin, pero puedo continuar.

Rockin:Ven, voy a comprarte algo, hace calor.

Qué bien, no pensé que el padre de Rass me compraría algo a mí, tal vez deba disimular.

Alfred:No gracias, estoy bien.

Pero, aunque era lo que quería, Rockin me ignoró y empezó a buscar cualquier cosa para comer o beber, a los pocos segundos encontró algo y me lo ofreció.

Rockin:¿Quieres un refresco?

Alfred:Sí, entonces sí.

Nos dirigimos a una tienda cerca de nosotros para pedir un refresco, no sin antes preguntar por el sabor que queríamos al encargado.

Rockin:¿Qué sabor quieres?

Vi los sabores que habían antes de contestar pero dejé de mirar al ver mi sabor preferido.

Alfred:De naranja, me gusta ese.

Rockin:El mío de limón.

El encargado nos escuchó y enseguida nos dió lo que pedimos, y al momento de tomar los refrescos, Rockin los pagó con un billete.

Rockin:Aquí está.

Luego de hacer esa compra, nos alejamos caminando y buscamos un lugar donde sentarnos, uno en el que hubiera sombra si es que se podía.

Y luego de buscar por un poco de tiempo, logramos hallar un banco cerca de una plaza, en el que había la estatua de un Kangaskhan con una cara feliz cargando a un niño igualmente feliz, lo que, según la descripción de la estatua, simbolizaba la crianza de niños humanos por Pokémons y viceversa pero más que todo una ley que estaba escrita en la descripción de la estatua, la cual les daba a Pokémons el derecho de adoptar y criar niños humanos.
Pero hay rumores que dicen que la estatua conmemora más que la aprobación de una ley, dicen que el Kangaskhan y el niño no son una representación de Pokémons y humanos y que ellos realmente existieron, pero nadie sabe lo sabe con seguridad.
Seguía pareciéndome curioso aunque lo vi muchas veces.

Rockin:Hay que sentarnos allí.

Nos dirigimos hacia el asiento convenientemente situado en la sombra y bebimos nuestros refrescos.

Alfred:Gracias por el refresco, señor Rockin.

Rockin:No te preocupes.

Luego de esa simple conversación, ambos nos quedamos sin decirnos nada, mirando hacia lugares diferentes hasta que pasó el tiempo suficiente para dejar vacíos los envases de nuestros refrescos, entonces los arrojamos a un basurero que se encontraba al lado de donde nos sentábamos para luego volver a cómo estábamos antes, suponía que aún no retomaríamos lo que estamos haciendo antes.

Rockin:Lamento haberme comportado mal contigo antes.

Seguramente se disculpaba porque se sentía culpable por eso, aunque jamás lo di a entender directamente.

Alfred:No importa.

Rockin:Sí importa, actué mal contigo antes y no tenía razón para portarme así.

Puede que este sea un buen momento para preguntar algo.

Alfred:Siendo honesto, no entendía por qué, en el fondo pensaba que le caía mal.

Rockin:Tardaria en explicarte la razón, lo que quiero que sepas ahora es que ya no voy a actuar mal contigo, eres un gran amigo para mi hijo y el mejor que podría tener.

No pensé que oiría esa frase viniendo de él, que lo diría como si estuviera orgulloso de mí, me hacía feliz saberlo y no pude ocultarlo, aunque tampoco lo intenté, quería que supiera que me encantaba saberlo.

Alfred:Gracias señor Rockin, su hijo es afortunado en tener un padre como usted.

Bastante afortunado... sí.

Rockin:Ya me lo han dicho antes, pero sigue sintiéndose bien oírlo.

Este es un gran paso entre nosotros.

Rockin:¿Puedes darme tu dirección? Siempre se me olvidaba pedírtelo pero ahora lo recordé a tiempo.

Alfred:De acuerdo.

Tomé mi mochila, la cual Rockin puso entre nosotros, busqué en su interior para sacar o mejor dicho arrancar una hoja y cualquier cosa para escribir.
Lo primero pude tomar fue el lápiz que me dió Sebastián, aquello me serviría para escribir y lo usé para tratar de dibujar un mapa que ayudaría a Rockin a reconocer el lugar donde vivía.
Cuando pasaron unos cuantos segundos, terminé mi “mapa” y se lo entregué a Rockin.

Alfred:Aquí tiene.

Pero el parecía estar concentrado en otra cosa, como si ignorara lo que me pidió.

Rockin:Dame ese lápiz.

Su petición me sorprendió porque no tenía nada que ver con lo que hablábamos, pero tampoco me negaría a esa pequeña y repentina petición.

Alfred:De... acuerdo, aquí está.

Él lo tomó con cierta rapidez y... comenzó a olfatearlo con esfuerzo, el suficiente como para pensar ciertas cosas.
Cuando al fin se detuvo de “examinar” el lápiz, lo alejó un poco mirándolo con extrañeza.

Rockin:Ésto... es de Rass.

Inmediatamente después de decirme a quien le pertenecía, Rockin dirigió su mirada hacia mí para preguntame casi desesperadamente.

Rockin:¿De dónde lo sacaste? ¿Quién te lo dió?

Alfred:Fue un compañero, me lo regaló cuando estuvimos en clase.

Las respuestas que le dí no serían las últimas ya que aquellas solo eran simples, razón por la cual Rockin continuó preguntando.

Rockin:¿No te dijo dónde lo consiguió?

Trataba de recordar lo mejor que podía porque el poco nerviosismo de Rockin empezaba a afectarme.

Alfred:Creo que... estuvo cerca de un edificio grande, pero no tan grande como para que fuera una casa, como una... mansión.

Rockin no respondió con absolutamente nada, solo puso su mirada en el lápiz por unos momentos más para luego levantarse y empezar a caminar sin decirme nada, lo que me confundió aún más.

Alfred:¿Rockin?

Pero pareció que no se inmutó y siguió caminando, entonces me apresuré en tomar mi mochila para seguirlo a donde fuera que tenía pensado ir, y como estaba detrás de él no podía ver su cara para nada.

Pero  tan pronto como comenzó a caminar, él paró por un momento y, al igual que al inicio, tampoco entendía porque hacía... lo que hacía.
Hasta que empezó a correr a una rapidez tan veloz que me dejó atrás en apenas unos segundos y solo pude gritar para que si quiera me esperara ya que no tenía más opciones que seguirlo.

Alfred:¡Oiga! ¡Espere!

Daba la impresión que Rockin corría lo más rápido, como si no pensara con claridad o si tuviera algo en mente en concreto.

.
.
.

Narra Rass

Me es muy difícil mantenerme consciente, tal vez sea porque no he comido ni bebido absolutamente nada en días, no recuerdo cuántos y quizá el hambre y la falta de sueño hacen que agonize y vea cosas raras... tal vez así se siente estar drogado, pero eso se sentiría mejor, creo.

Cómo es que llegué aquí...
Apenas puedo ver a mi alrededor y que estoy dentro de una especie de sótano, sintiendo que no puedo mover los brazos ni las piernas, como si estuviera atado a una silla... y aún llevo el uniforme del colegio, qué irónico, mi mochila está justo a mi lado.

Puedo sentir que... la cuerda con la que estoy atado está algo floja, quien la ató lo hizo hace días y, quizá, con algo de esfuerzo podría aflojarla más de lo que ya está para que se caiga... pero tengo muy poca energía y el esfuerzo que acabo de hacer no fue suficiente, de hecho estoy tan débil que fue como si no hubiera hecho nada.

Ahora recuerdo algo, a alguien en especial a quien amo, a mi querido papi inci... qué puta mierda, creo que ya no volveré a verlo ni abrazarlo, eso me entristece.
Pero me hace un poco feliz que lo último que le dije fue "Te quiero", qué bien se siente reforzarlo ahora.

Traté de hacer un último esfuerzo forzando la cuerda haciendo movimientos mucho más bruscos para liberarme.
Y cuando sentí que mis brazos y piernas podían moverse supe que logré... pero hice demasiado esfuerzo y las cosas... se volvieron más raras o eso creo... no lo sé con seguridad.

.
.
.

Narra Rockin

El cansancio físico en mí se hacía gradualmente más difícil de ignorar, pero no podía permitir que deje de correr en un momento como el que pasaba, por suerte para mí, el lugar al que me dirigía ya no se encontraba muy lejos y, con todo lo que pude pensar con respecto a lo que me dijo Alfred, no sabía si estaba asustado o enfadado.

Al llegar al lugar que Alfred describió, golpeé repetidamente la puerta tan fuerte, como los gritos que daba, que parecía que si lo hacía con un poco más de fuerza podría derrumbarla, aunque sería capaz de hacerlo si mi primera opción no funcionara.

Rockin:¡Abre la puerta ahora!

Alfred:¿Está... seguro de esto? Ya lo intentamos antes.

Rockin:¡Abre la jodida puerta ahora!

Dejé en golpear y de gritar para tratar de escuchar si es que se aproximaba alguien, pero solo hubo silencio y entonces mi poca paciencia desapareció, lo que provocó que retrocediera un poco para embestir, con el hombro, la puerta tan fuerte que logré tirarla.

Rockin:¡Rass, hijo!

Cómo lo sospechaba, el sonido de la puerta rompiéndose fue suficiente para que ese remedo de dragón saliera como una rata escondiéndose, él vino hacia mí para gritarme sin dudarlo.

Chris:¡¿Qué carajos te pasa?! ¡Por qué destruiste mi puerta!

Alfred:También quisiera saberlo, señor Rockin.

La presencia de Alfred fue algo que Chris preguntó.

Chris:¿Y quién eres tú?

Pero no quería perder nada de tiempo en nada innecesario.

Rockin:¡Apártate!

Lo hice a un lado empujándolo con rudeza y entre empecé a olfatear para intentar buscar o sentir algo alentador, además de gritar ya que quizá sería de ayuda.

Rockin:¡Rass! ¡Soy yo!

No hubo respuesta que pudiera oír, pero poco a poco empecé a percibir algo peculiar...

Rockin:Alfred, por aquí.

Esa sensación se hacía cada vez más intensa y alentadora y la seguía sin importar a donde me llevara, hasta que me llevó a... una... ¿alfombra?
Me ilusioné tanto que sentí que había fracasado otra vez.

Rockin:Esto no tiene sentido.

Alfred se agachó y miró más de cerca al objeto de tela que parecía ser más que eso.

Alfred:Creo que...

Retiró la alfombra haciéndola a un lado y vi la que debajo habían extrañas hendiduras... podrían ser una puerta escondida.

Alfred:Ahora tiene sentido.

Me agaché para abrirla, tomé la parte más fácil de sostener pero antes de que pudiera levantarla, Chris me detuvo pronunciando mi nombre extrañamente calmado y preocupado.

Chris:Rockin.

Solo lo miré con ira, esperando a que dijera cualquier cosa listo para responder con palabras... o acciones.
Pero quizá mi mirada fue demasiado intimidante para él ya que no dijo nada al igual que yo, entonces proseguí con la puerta y la elevé hacia arriba para poder bajar por las gradas que presentaba.
Esas gradas terminaban en una especie de sótano con muchas cajas grandes y pequeñas, había poca iluminación pero lo único que quería sentir era muchísimo más intenso que antes, lo sentía muy cerca de mí.
Seguí deprisa ese aroma recorriendo el sótano con mucha ilusión y felicidad, esquivando las cajas y demás cosas que tenía Chris en su sótano.
Parecía que ya estaba tan cerca, solo di unos cuantos pasos más, el olor era más fuerte que nunca y, al buscar con la mirada y encontrar de inmediato mi único objetivo, pude ver a mi hijo boca abajo en el suelo.

Rockin:¡Rass!

Me acerqué corriendo hacia él, con el rostro cubierto de lágrimas por la felicidad de haberlo encontrado al fin pero también con la tristeza por haber roto mi promesa una vez más y haberle fallado a Rass.
Me arrodillé estando al lado de él para que me fuera más fácil darle la vuelta suave y delicadamente para luego elevar su cabeza, levantarlo y tratar de hacer que reaccione sintiéndome tal mal como el día que...

Rockin:Por favor respóndeme, Rassi, dime que esta vez no te fallé, dime que no llegué tarde.

No sabía qué hacer en esa situación, ya había encontrado mi hijo y esa era lo que más me importaba, pero ya no podía hacer nada más por él, lo que me provocaba tristeza y llanto, sentía que podía rogar que me dijera algo.

Rockin:Hijo...

Pude ver que mis lágrimas empezaban a caer sobre el inmóvil e inexpresivo rostro de mi hijo, yo esperaba con todo mi corazón que despertara y me viera, sabía que eso lo consolaría y mucho más a mí.
Pero parecía que no importaba cuanto tiempo esperara, que nada cambiaría ni que mejoraría.

Rockin:No.

Sin embargo, justo cuando estuve a punto de rendirme y de estallar en llanto, percibí ligeros y débiles movimientos en Rass, acompañados de unas palabras muchísimo más débiles, todo eso mientras abría los ojos muy lentamente.

Rass:¿Papi... inci?

Aquello fue algo verdaderamente hermoso de ver, me llenó de tanta alegría que las ganas que sentía de llorar me superaron y terminé haciéndolo.

Rockin:¡Rassi!

Lo abracé como si fuera la última vez que pudiera hacerlo por el resto de mi vida, estaba tan feliz como el día en el llegó a mi vida, pero la alegría no era la única emoción que era abundante en mí, también lo era su contraparte, la tristeza, me sentía mal por haberle fallado y no cumplir con mi promesa.

Rockin:Perdón por fallarte, hijo, no pude protegerte.

Cómo lo abrazaba rodeándolo totalmente, oí perfectamente lo que me dijo a continuación.

Rass:Me siento débil... papi inci.

Dejé de abrazarlo sin dejar de sostenerlo y lo cargaría después de decirle algo.

Rockin:Yo me encargaré de todo, Rassi.

Lo sujeté con fuerza pero también con suavidad para poder levantarlo del suelo junto a su mochila, que estaba cerca de él, y lo sostuve firmemente en mis brazos para subir por las mismas gradas que utilicé al bajar.
Cuando subí y Alfred me vió con su amigo en mis brazos, también exclamó su nombre con felicidad.

Alfred:¡Rass!

Pero mi alegría no seguiría durando al recordar la razón y el motivo de todo mi sufrimiento; entonces, necesitaría mis manos/patas para lo que haría y le pedí a Alfred que me ayudara con eso.

Rockin:Sostenlo un momento, Alfred.

Como Rass estaba débilmente consiente mientras pasaba de mí a los brazos de su amigo lo único que hizo fue mirarme permaneciendo mudo.

Una vez que tuve libres ambas extremidades, volteé para ver a Chris, quien solo me miraba con seriedad pero con una extraña combinación de enojo y preocupación aunque yo, a diferencia de él, la ira era lo único que podía sentir en mí, sin embargo, aún estando así, intenté no dejar que mis emociones me dominaran, por lo que solo hablé de manera seria y clara.

Rockin:¿Por qué lo hiciste, Chris?

Él tardó poco en darme una respuesta que parecía ser improvisada.

Chris:Quería vengarme de ti.

Pero al oír lo y analizar lo simple que fue su razón, me fue imposible mantenerme firme y el enojo no tardó en salir lentamente.

Rockin:¿Vengarte? ¡¿Vengarte?! ¿De quién, de mí o de quien no tuvo nada que ver?

Chris tampoco podía aguantar sus emociones, por lo que también empezaba a enfadarse gradualmente.

Chris:¡De ti! ¡Rompiste mi corazón y quería que tú sintieras lo mismo! Quería hacer que sufras y no sabes cuánto hubiera querido verte llorar.

Mi paciencia se agotaba con cada palabra que me decía.

Rockin:¡¿Y por qué jodida razón lastimaste a alguien que alguna vez fue también tu hijo?! ¡Rass jamás te hizo daño!

Chris:Siempre vi a Rass como a un hijo, pero él lo arruinó todo, de no ser por él y su “amor” nosotros hubiéramos sido felices, ¡Él tuvo la culpa de todo!

Todo eso fue demasiado para mí y no pude seguir conteniéndome; en un rápido y veloz movimiento, tomé su cuello usando las dos manos/patas para estrangularlo por haberse atrevido a culpar a mi hijo sin que él hiciera nada en contra de él, y Chris  solo se ponía tenso mientras ambos nos mirábamos, yo lo hacía con peligrosas intenciones sin pensar ni considerar las posibles consecuencias que tendría.
Pero quería hacer más que solo estrangularlo por toda la ira que sentía y lo que hacía solo sería el inicio, mi enfado no paraba de crecer y pasé a ahorcarlo con tanta fuera que levanté a Chris del suelo, podía ver a Chris empezando a actuar raro, indicando que no podría seguir resistiendo, pero ni siquiera podía detenerme al verlo así y seguía presionando su cuello con mis manos e intenciones asesinas.

Estuve a punto de ahorcarlo por todo lo que se atrevió a decir... pero oí algo que ablando mi corazón.

Rass:Espera...

La suave voz de mi hijo provocó que no presionara tanto con mis manos/patas y por esa una razón, la bajé al suelo sin dejar de sostenerlo para ver a mi hijo al rostro.

Rass:No le hagas daño.

Estaba más consiente que antes y pude ver en su débil mirada que sentía miedo, no sabía porque podría estar asustado o si era hacia mí.

Rockin:Él fue quien nos hizo daño.

Pero lo único que podía hacer que pare era Rass y empezaba a dudar si debía continuar hiriendo a Chris.

Rass:Por favor... papi inci.

No hay nada que no haría por Rass, incluso perdonarle la vida a alguien que no la merece.

Liberé su cuello de mis manos/patas sin decir ni una sola palabra para que Chris pudiera respirar se nuevo y cuando lo hice, inmediatamente después, él empezó a toser con fuerza y sujetando su cuello mientras respiraba con dificultad por momentos.

Alfred:Hay que llevar a Rass a un hospital.

Rockin:Vámonos, Alfred.

Rass era lo único que me importaba y por eso, haría lo que Alfred me dijo.

Chris:Si de algo sirve... perdón.

Chris tiene suerte, quizá hubiera hecho muchísimo más que estrangularlo si mi hijo no hubiera intervenido... y me alegra que lo haya hecho, tampoco hubiera querido lastimar a quien traté de amar alguna vez.

Pero ahora solo puedo pensar en el bienestar de mi hijo, necesita atención médica inmediata y tiempo para recuperarse completamente y quizá tarde más en reponerse mentalmente... espero que la situación no empeore.

===================

Un largo capítulo como lo prometido.

Adiós.

<><><><><><><><><><><>

Un capítulo aún más largo como lo prometido.

Adiós.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro