¿Quien es más injusto?

¿La vida o la muerte?

La vida te regala la oportunidad de ser quien eres, te da el alma. Pero a un precio....

Poco a poco la va apagando, y la muerte solo es parte del proceso.

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—Clark...— lo llamaba una peli negra con tristeza —Clark... querido— volvió a llamar con ternura.

—Déjame... déjame por favor....— la alejaba con dolor en su corazón.

—Amigo, por favor, abre— esta vez era Hal, quien era acompañado por su novio, Barry, junto a dos más.

Ya habían pasado semanas, cuatro para ser exactos. Habían pasado cuatro semanas desde aquel trágico día.

—¿Que haremos?— preguntó preocupado Flash.

—No lo sé. Mejor deberíamos irnos y volver mañana— sugirió Oliver.

—¿Que pasara con Clark?— preguntó Arthur.

—Yo estaré al pendiente de el— hablo el mayordomo desde atrás de ellos.

—Está bien— asintió la amazona —Vendremos lo más pronto posible a ver cómo está.

Y así es como marcharon los integrantes de la liga de la justicia. Habían ido constantemente desde aquel día, pues sabían que el alienígena no se encontraba para nada bien. No iba al trabajo, tampoco a las misiones como héroe. Solo se quedaba en la habitación que compartía con su pareja.

—Bruce...— lloraba como todos los días al recodar a su adorada pareja —Bruce.... mi amor— sollozaba de dolor y tristeza. Como deseaba ser humano para haberse ido con el.

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—Te amo. Te amo tanto..— podía escuchar esa hermosa voz desde lejos.

—...¿amor?— trataba de formular palabra alguna—¿Que está pasando?

—Tengo que irme.— le dijo delicadamente, acariciando el rostro ajeno con una triste sonrisa.

—...espera— trataba de pararlo pero no servía de nada.

—Adiós, cielo— le regalo un gentil beso en la frente y poco a poco empezó a alejarse.

—¡E-Espera!— volvió a hablar más fuerte.

No paro, siguió caminando como si nada, haciendo caso omiso a las súplicas del kriptoniano.

—¡ESPERA!

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—¡NO!— se levantó de su cama precipitosamente, sudado y jadeando. Al mirar a su alrededor recordó su realidad. Tomó su cabeza entre manos y comenzó a sollozara, de nuevo.

—Papi...— lloraba en silencio un niño en su habitación, abrazando una foto como si su vida dependiera de ello —Mi papá...

El mayordomo de la familia se encontraba en la sala, acomodando algunas cosas; como libros y muebles. A cada momento suspiraba de melancolía, pues cada cosa le recordaba a él.
Lo amaba como a un hijo, le prometió a su padre que cuidaría de él.... hizo todo lo que pudo.

—Amo Clark— tocaba la puerta —¿Se encuentra despierto?

No recibió respuesta.

—¿Puedo pasar?— preguntó. Tan solo escuchó la cerradura de la puerta la abrían, pero tan solo eso. Suspiro —Voy a entrar.

Por lo menos la habitación no era gran desastre, aún. El kriptniano estaba sentado en la orilla de la cama, cubriendo su rostro con ambas manos, rodeado de álbumes y fotos por todos lados. La cama desarreglada y la almohada levemente empapada de lágrimas. Algunas ropas en el suelo y una camisa negra que sostenía el devastado hombre entre sus manos.

—¿Como está mi niño?— preguntó al mayordomo entre cortado.

—El pequeño se ha dormido, se canso de llorar— respondió tristemente —Debería ir a verlo.

—Eso quisiera, consolar a mi pequeño, pero..— suspiro —No quiero que vea a su padre así. ¿De que serviría ir si no soy fuerte para ayudarlo?

—Señor...— lo llamó tristemente.

—Fue mi culpa, mi maldita culpa...— murmuraba —Si hubiera estado ahí, el seguirá aquí. Junto a ti y al pequeño.... aún seguiría a mi lado— comenzó a llorar.

—No es culpa de nadie...— trataba de consolarlo —El trataba de protegerlo...

—No debió ir...¡¿POR QUÉ LO DEJÉ IR?!— gritó entre sollozos —Dios... ¿por qué me haces esto? Mi Bruce...mi querido y único amor...

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—Entonces, ¿cual es el problema?— preguntó el líder de la liga a sus compañeros.

—Lex Luthor ha diseñado una nueva arma nuclear, no sabemos con quien trabajo para hacerla, pero es posible que esté planeando venderla a terroristas activos— dio la información Diana.

—¿Posible calculó de destrucción?

Martian suspiro —Veinte veces más destructiva que la de Hiroshima, probablemente más. Mucho más.

—¿Eso tan siquiera es posible?

—Con minerales de otros planetas, no veo porque no— hablo Arthur.

—Si ya tenemos todos los datos de su ubicación, iremos mañana al anochecer. Ahí lo atraparemos antes de entregar esa arma— planeo.

—Está bien— todos acataron las órdenes del líder. El único humano que manejaba a los "dioses".

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—No..no...— estaba en la terraza de su hogar, con el una botella de vino. Ya hacía más de una hora que estaba en el mismo lugar. ¿Razón? Solo para recordar y seguir torturándose.

A cada sollozo un trago de vino, tratando de ahogar el llanto y olvidar los recuerdos.
Todos le pedían que se restableciera y olvidara.

"¿Restablecer? ¿Olvidar?", rió con ironía, "¿Como podría olvidarte en tan poco tiempo, mi amor?". Pensaba mientras gruesas lágrimas caían por sus mejillas, mirando al cielo nocturno.

—No importa cuánto tiempo pase, jamás podría olvidarte, mi vida— sonrió forzosamente.

Continuará....

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Nueva historia, nuevo yo.

Es un poco corto, pero haré los siguientes un más largos ;)

Espero les haya gustado.

Voten y comenten que les pareció..

Estuvo un poquito sad.

Bye~