22. Scott McCall

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No debería de estar haciendo esto, pero tampoco me importaba mucho lo que pensaran de mi. En verdad, no me importaba un comino. No soy la típica chica obsesionada con causar buena impresión, es más, cuanta menos gente a la que le caiga bien, mejor para mi y para ellos. En verdad soy como una bomba, siempre esperando el momento oportuno para estallar.

Me debatí internamente entre si hacerlo o no, pero cuando me quise dar cuenta ya tenía el cigarro en mi boca. Suspiré y dejé que el humo llenara mis pulmones. Lo eché por la boca, lentamente, ya que me gustaba el sabor. Si, soy consciente de que esto me mata poco a poco, pero en verdad no me importa. Es más, me haría un gran favor si me matara, pronto a poder ser.

Unas señoras se me quedaron mirando, a lo que yo volví a repetir mi acción anterior, alzando una ceja. Se murmuraron entre ellas que era una pena que una chica tan joven y guapa se matara de esa manera. Odié mi sentido superdesarrollado, pero no le dije ni mu, no estaba de humor.

Me miré en un charco cerca de mí y quise romper algo. Pese a mi rápida curación, los cardenales de mi cara estaban tardando en sanar, aunque quizás era porque a mi me daba igual. Nunca sabía como funcionaba.

Volví a darle una calada, suspirando, notando como cada célula de mi ser se relajaba.

—Sava...

Hice una mueca con los labios al oír su voz, pero lo ignoré, volviendo a darle una calada.

—No estoy de humor—murmuré—Así que no vengas a reñirme

Alcé la vista, para encontrarme con esos ojos de cachorro que hacían que se me revolviera el estómago. Él me miró sin decir nada, hasta que se dio cuenta de los cardenales de mi cara, abriendo mucho los ojos. Volví a hacer una mueca, para volver a darle una calada.

—¿Por que no has curado?—preguntó preocupado

—No lo sé—dije sincera—Igual es porque me dan igual

Me arrepentí al momento, al ver la cara de preocupación de Scott.

—Estoy bien—le aseguré

—¿Por qué no me contaste nada?—preguntó, luciendo dolido

Tiré el cigarro, dándome cuenta de que Scott tenía intención de quitármelo. Lo vi sonreír fugazmente al ver mi acción, a lo que evité poner los ojos en blanco.

—Porque ya hay suficientes problemas en este pueblo al que tratamos de proteger—murmuré—No quería añadir ninguno más

La mueca que puso me hizo saber que le daban igual los demás problemas.

—Por si te consuela, Derek se encargó—añadí, encogiendo los hombros

Eso hizo que alzara las cejas

—¿Se lo dijiste a Derek y no a mi?—parecía sorprendido

Negué.—Derek lo vio. No me dio tiempo a reaccionar

—¿Y?

—Vino el sheriff y...—suspiré—Descubrió que no era mi padre biológico

—Por eso estás aquí—adivinó—Por que lo aguantaste sin ser tu padre

Tragué saliva al notar como de bien me conocía Scott. Este sonrió, haciendo que una oleada de tranquilidad me azotara.

—¿Qué opina Malia sobre el que estés aquí y no con ella?—pregunté, cambiando de tema.

Su sonrisa se borró y fue sustituida por el ceño fruncido.

—¿Que?—parecía sorprendido—Malia y yo no somos nada

Alcé una ceja. —Pues ella fue bastante clara cuando me dijo que me alejara de ti

Abrió los ojos como platos, como cuando unes las piezas de un puzzle y pareces sorprendido del resultado.

—Por eso llevas esta semana esquivándome—murmuró, sorprendiéndome de lo avispado que estaba—Stiles tenía razón

—¿Stiles o Lydia?

Se rio. —Bien, Lydia

Puse los ojos en blanco, divertida.

Pese a mi carácter de mierda, la rubiofresa había conseguido que fuera su amiga y de Kira, incluso de Allison antes de....Pero no había sido capaz de que la tensión entre Malia y yo se calmara, aunque era solo por la parte de ella, ya que a mi como ya he dicho, me importaba bien poco lo que pensaran.

—Quizás Malia tiene razón—murmuré a la nada

Scott me miró raro. —¿Que?

Lo miré, haciendo una mueca.

—No soy buena para ti, Scott—hablé, ignorando la mirada que me dio—Soy descuidada y puedo hacerte daño—suspiré—Y jamás me perdonaría hacerte daño. No a ti.

Me sobresalté al sentir sus manos sobre las mías.

—No me importa—dijo, sorprendiéndome su tono serio—Estuviste conmigo cuando fue lo de Allison. Me has dicho siempre las cosas como son, directas, sin dar mil vueltas—suspiró—Me has parado cuando quería hacer estupideces.

Evité la sonrisa que quería salir

—Savannah, me da igual lo que diga la gente—me aseguró—No eres como ellos dicen. Eres valiente, leal, pasional y atrevida—sonrió—Y no cambiaría nada de ti

Me dejé llevar por la impulsividad, haciendo que Scott soltara un sonido de sorpresa cuando mis brazos lo rodearon en un abrazo. Luego de unos instantes reaccionó y me rodeó, mientras yo apoyaba mi cabeza en su pecho, escuchando los latidos.

—¿Y esto?—preguntó sin tratar de ocultar la sorpresa en su voz

—Por siempre estar para mi y defenderme

—Siempre

Casi oí como mi corazón daba un brinco.

—¿Me oyes?—dijo, haciendo que alzara la cabeza para mirarlo— Siempre voy a estar para ti

Sonreí, una sonrisa pequeña, pero la primera sincera en mucho tiempo.

—Te quiero Scotty

Sonrió como un niño pequeño—Te quiero, Sava

Y luego sus labios se juntaron con los míos, sellando su promesa.

PRÓXIMO SHOT: DEREK HALE

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