El lobo Hale miraba la escena apretando levemente la mandíbula. Su lobo estaba sumamente molesto y estaba requiriendo todo su autocontrol no correr hacia allí y empezar a hacer que rodaran cabezas. Soltó un gruñido enfadado mientras se apoyaba en su Camaro y comenzaba a contar los segundos que faltaban para que su tortura acabara.

Se subió al asiento del piloto y se quedó esperando, sintiendo como su nula paciencia era más de lo que él pensaba.

Evitó soltar un gruñido de aviso cuando vio al joven acercarse con ella. En el fondo, quería saltar sobre el y rajarle la garganta. Con sus dientes.

La quimera olió su molestia, por lo que le sonrió abiertamente, haciéndole ver que le divertía la situación. La loba puso los ojos en blanco al darse cuenta de la razón de la batalla de miradas entre ambos seres sobrenaturales.

Soltando un bufido bajo, se despidió sin muchas ganas de la joven quimera, quien hizo un puchero que fue totalmente ignorado, causando una pequeña sonrisa en Derek. La rubia se sentó en el asiento del copiloto, mientras el lobo Hale seguía mirando a la quimera con su sonrisa de suficiencia.

—Adiós, Theo—dijo el lobo, bajando sus gafas de sol y subiendo la ventanilla tintada del Camaro

La loba esperó a que el coche arrancara y se alejara, para girarse a mirar a Derek con una ceja alzada. Aunque el lobo Hale miraba la carretera, pudo oler las emociones de la joven, haciendo que soltara un bufido.

—No voy a decir que lo siento

—Eso ya lo sabía, Derek

El mayor encogió los hombros, manteniendo la vista en la carretera y notando que la loba seguía mirándolo.

—Creía que ya habíamos hablado de esto—murmuró la chica—Es una tontería tener que volver a repetirlo

Derek aprovechó un semáforo en rojo para quitarse las gafas y mirar mal a la joven. Luego volvió a prestar atención en la carretera.

—Lo creas o no, mi parte animal necesita que lo recuerdes con frecuencia

—Yo también tengo mi parte animal, Derek

La única respuesta que la joven obtuvo a eso fue un gruñido seco, mostrando que el lobo Hale no estaba de humor en ese momento. Aunque ella creía que para él nunca era un buen momento, ya que siempre parecía enfadado con el mundo.

Dejó de mirarlo y giró la cabeza hacia la ventanilla, para observar como el bosque pasaba rápidamente debido a la velocidad del automóvil.

Frunció los labios al darse cuenta de que el coche se había parado delante del loft de Derek, por lo que bajó sin mirar al lobo, quien soltó un bufido. No se dirigieron la mirada en el camino hacia el edificio ni cuando ambos entraron. Derek subió al piso de arriba, por lo que la joven aprovechó para tirarse dramáticamente en el sofá. Lo oyó discutir con alguien, por lo que supuso que Peter lo había vacilado, algo que sacaba de quicio a Derek.

Suspiró cuando notó como el lobo se sentaba a su lado y la miraba. Dudó unos segundos, para luego girar la cabeza y que su mirada marrón se encontrara con la verdosa de Derek.

—Deja de mirarme así, maldita sea—se quejó—Ambos sabemos que eres un celoso compulsivo

—Sabes que odio que esté de cerca de ti, Mara

La mencionada puso los ojos en blanco, un gesto que hacía muchas veces cuando Derek estaba en modo lobo celoso.

—¿Otra vez, Derek?—bufó exasperada

El lobo se cruzó de brazos y la miró lo más serio que pudo, por lo que la joven evitó poner de nuevo los ojos en blanco. Se limitó a bufar.

—Mi loba solo te quiere a ti, Derek

—¿Y tú?

Mara volvió a bufar

—Maldita sea, Derek, sabes perfectamente que solo te quiero a ti, deja de ser un jodido celoso

Derek esbozó una pequeña sonrisa, ya que le encantaba desquiciar a su compañera.

—No soy celoso, sólo no confío en él

—¿Tú también? Pensaba que el desconfiado era mi hermano

—Pocas veces le doy la razón a tu hermano, Mara—comentó Derek—Pero en esta ocasión Stiles tiene razón

Mara meneó la cabeza, sabiendo lo difícil que era sacar al lobo de una idea cuando se emperraba en ella. En eso era igual que su hermano y ella.

—¿Le has explicado a Raeken lo que somos—aventuró Derek

—Se supone que lo intuye. Scott dice que la marca huele bastante

El lobo Hale frunció los labios

—Pues que no lo intuya. Porque si no se lo dices tu, lo haré yo—manifestó—Y no precisamente por las buenas

Mara soltó un bufido bajo

—Eres insoportable, Derek

—Si, pero para tu desgracia, es para siempre. Así que lo siento mucho por ti

—¡Derek!

—¿Qué? Solo he dicho la verdad. Después el insufrible soy yo

—Oh, cierra el pico

PRÓXIMO SHOT: ISAAC LAHEY