¿Qué es lo que ven en él?

Esa era la pregunta que Yoongi se hacía una y otra vez, ¿la razón? No podía entender porque los omegas decían que el alfa más atractivo de toda la maldita institución es Park Jimin, ¿por qué él? ¿Acaso no había más alfas atractivos? ¿Los omegas estaban lo suficientemente cegados por él que no se percataban de los demás? Y no es como si Yoongi le gustase pasarse la mayor parte del tiempo mirando alfas, es sólo que no alcanzaba a comprender la razón de que les gustase tanto Park Jimin.

Las palabras eran las mismas en las bocas de los omegas;

"¿Por qué es tan guapo?"

"Park Jimin es el alfa que todo omega sueña tener como pareja destinada."

"El alfa más guapo y encantador de toda la universidad es Park Jimin."

Jimin esto, Jimin aquello ¿acaso no había más alfas? Que Yoongi sepa los hay, pero esto era totalmente ridículo, era como si Jimin fuera la ultima gota de agua en un desierto lleno de animales sedientos, tan deseado que le daba repulsión, quizás Yoongi estaba considerando demasiado a Jimin, pero es que era inevitable no ignorar los comentarios, y más porque muchos de esos comentarios lo involucraban a él.

Había ciertos rumores que circulaban de boca en boca como el mejor y más grande secreto para preparar una sopa instantánea, y el mayor de ellos era que Park Jimin estaba tratando de ligar con Min Yoongi porque le gusta, pero claro que eso solamente era una estupidez.

—Buenos días, gatito —la fastidiosa voz detrás de él lo hizo rodar los ojos—. ¿Cómo amaneció el amor de mi vida? Espero que bien y que tu buen humor sea porque soñaste toda la noche conmigo.

—Sí eso pasará sería más una pesadilla —Yoongi se giro sobre sus talones para encarar al alfa—, ¿no tienes algo mejor que hacer?

—Un 'buenos días' era más que suficiente, ¿no crees? —Yoongi rodo los ojos—. Deja de hacer eso, se te saldrán los ojos de las orbitas un día de estos, gatito, y sí eso pasa no podrás mirarme de nuevo.

—Seguiré haciéndolo entonces —Jimin soltó una risa y Yoongi simplemente volvió a darle la espalda para continuar avanzando, necesitaba ir a la biblioteca, tenía que estudiar, los exámenes estaban casi frente a la puerta, así que debía concentrarse.

El alfa en cuanto miro a Yoongi alejarse no dudo en tomar la iniciativa e ir detrás de él, quería seguir conversando, al menos con ese omega podía tener una conversación relativamente normal, pues no había ni siquiera la necesidad de actuar de otra forma o de tan siquiera mostrarse reacio a su conducta, le agrada su persona y su aroma por supuesto, Yoongi usa neutralizadores, pero eso no evita que pueda percibir su fragancia natural, ¿acaso eso sería normal? Para él lo es, aunque no ha podido sentir los aromas de sus demás admiradores omegas.

—¿Vas a estudiar en el almuerzo? —Yoongi sabía que Jimin lo seguiría, pero por un momento pensó que lo dejaría tranquilo, claro que no fue así.

—Los exámenes cada vez están más cerca, así que debo esforzarme.

—Deberías esforzarte mejor en otras cosas, omega —Yoongi ignoro al alfa—, por cierto, ¿tienes tiempo libre después de clases? Me gustaría invitarte a comer.

—No, gracias, tengo que estudiar.

—Podemos ir al cine, o por un helado, o por crepas, quizás al parque de diversiones.

—Gracias, pero no.

—O a un club nocturno a bailar, beber un par de tragos y quien sabe, quizás me dejes probar tus labios.

Yoongi detuvo sus pasos y miro detrás de su hombro izquierdo, encontrándose con esa sonrisa tan socarrona que le fastidiaba en demasía en esos momentos y quizás desde que lo conoció.

—¿En verdad crees que dejaría que un alfa con instinto de playboy, ego alterado y mediocre forma de coquetear me bese?

—Woa... ¿tan malo soy? —Jimin relamió sus labios—. Deberías dejar de disimular ese odio que me tienes, sé que te gusto.

—¿Qué? —Yoongi volvió a encararlo.

—Te gusto, solo admítelo, no tienes que hacer todos estos dramas para llamar mi atención, lo lograste desde el primer día, así que dejaré que me beses, y por supuesto sino tienes la iniciativa porque seguramente eres muy tímido para hacerlo, entonces seré yo quien te bese, omeguita.

El omega no podía creer toda la estupidez que había terminado saliendo por la boca de Park, ¿acaso estaba loco? Por supuesto que no tenía ninguna clase de sentimiento romántico por ese tonto, él solamente pensaba en una sola cosa, estudiar, porque eso era lo valioso, las relaciones románticas quedaban fuera de su contexto social, cultural y económico, no necesitaba sentirse abrumado y azotado por una tonta relación afectiva que lo único que le provocaría era bajar sus notas y hacerlo perder el tiempo en algo totalmente innecesario, pero claro, esto Park Jimin no lo comprendería, ¿por qué? ¡Porque no aceptaría algo como eso! Y Yoongi lo sabe, porque por más que lo rechace en todas sus tontas y absurdas invitaciones, el alfa lo sigue como mosca al pastel sobre la mesa.

—Escúchame bien, Park —mascullo por lo bajo Yoongi mientras apretaba sus manos en puños, ya había tenido suficiente—, llevo semanas soportando tus tonterías y estúpidos apodos que no me causan la mayor gracia, te lo he dicho miles de veces, me he comportado reacio y tosco contigo porque no quiero que me involucren contigo y mucho menos que estés a mi alrededor como idiota —su ceño estaba fruncido, el semblante de Jimin dejo de ser tan alegre al escucharlo—, ¡no me gustas! Ni me gustarás, así que deja de joder.

El silencio se hizo presente en ese preciso momento, Yoongi y Jimin se miraban directamente a los ojos, uno con llamas de ira en su interior a punto de salir y otro con indiferencia y curiosidad, quizás las miradas podían hablar mucho por ellos, pero ninguno comprendía las razones del otro, así que era un sinfín de disputas.

—¿Eso es todo? —la voz de Jimin salió levemente grave—. Pensé que incluso te atreverías a hablar más, pero me equivoque —Yoongi elevo una ceja al escucharlo, Jimin sonrió ladino—, me encanta molestarte porque explotas muy rápido, tus emociones te dominan en verdad, pero no creas que me creeré eso de que no te gusto, te he visto mirándome, hablas y escuchas conversaciones sobre mí, no tengo que ser un experto para saberlo, así que no finjas, te gusto, pero tu pequeño cerebro de estudio no tiene la menor idea de lo que es amar a alguien, ¿verdad?

—Pero ¿qué?

—Guarda silencio, omega —el cuerpo de Yoongi se paralizo al escuchar ese tono, la voz de mando había resurgido desde lo más profundo de la garganta del alfa, provocando en su piel un escalofrió, los ojos de Jimin adquirieron un ligero color rojizo—, estoy furioso, ¿cómo puedes hablarle a tu alfa de esa manera y negarlo? No deberías hacerlo, los destinados no se niegan, Min Yoongi.

¿Destinados?

—No me mires como sino lo supieras —gruño por lo bajo Jimin, haciendo que la piel de Yoongi se erizará en temor—, deberías estar ya consciente de esto.

Pero claro, Yoongi no lo estaba, así que la sorpresa fue más que evidente, pero debía ser otra broma de mal gusto, ¿él? ¿Destinado de Park? ¡Ni loco!