Capítulo 2

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Severus cumplió las instrucciones de Harry y regresó al año siguiente. En unos meses cumpliría los 57 años y se sentía más vivo que nunca, sabiendo que aunque fuera por esos 2 días, vería a su Harry. Minerva no sabía nada, aunque sospechaba que algo importante pasó con Severus durante ese viaje hace dos años. Y algo demasiado importante hace uno.

Lo que fuera, no había visto ese brillo en los ojos de su amigo desde que Harry falleció y Minerva sospechaba que quizás, solo quizás, Severus se había vuelto a enamorar. Si ese era el caso, era una realización agridulce, porque, por un lado, Severus volvía a estar vivo, y por el otro, era triste que Harry pasara a un segundo plano en el corazón del hombre.

Minerva no podía estar más equivocada, pero Severus no había hablado del extraño fenómeno que solo sucedía en México. Harry estaba muerto, Severus lo sabía y más porque toco su cuerpo antes que cualquier persona. No había vida en él. Pero el Harry que él toco, se sentía vivo y a la vez no. Lo que sea que sucediera en México, solo sucedía ahí. Así que Severus sospecho que se debía a una confluencia de eventos.

Severus no solo investigo las Reliquias de la Muerte (luego de haber amenazado a Albus con usar el disolvente de pintura mágica si no le decía todo lo que sabía sobre ellas), sino también en qué consistía el Día de Muertos.

Era mucho más complejo de lo que había investigado, así que busco también sobre los ritos celtas y Samhain. En lo que todos los ritos coincidían es que el día 31 de octubre, el velo entre los dos mundos era más delgado y los espíritus cruzaban más libremente. Pero en México, esa línea se eliminaba prácticamente durante 2 días.

La ofrenda era más como una invocación necromántica según los conceptos de la Bretaña Mágica, y Severus no dudaba que cualquier otro mago del Reino Unido consideraría estas festividades como Magia Oscura. Pero todo eso estaba más alejado de la realidad que nada.

Esto era una llamada al otro lado, tan fuerte y luminosa como fuegos artificiales. Se trataba de una reunión familiar donde no existía la división de vida y muerte. Era algo tan hermoso de comprender, que el velo permitiera una reunión así, al menos por un breve momento.

Cuando se veía así, Severus encontró una de las razones de por qué Harry podía ser visto y tocado durante esas fechas en específico. Sumando eso a su conocimiento de artes oscuras, infería que la magia del ritual, en este caso las ofrendas, estaba limitado a su esfera de creyentes. Samhain, por mucho que el mundo mágico paso la festividad a la clandestinidad y se seguía practicando, no llegaba al nivel de pasión y fervor que exudaba México.

En ningún otro lugar del mundo, Harry podría atravesar el velo tan fácilmente como aquí. Sabiendo lo que sabía ahora sobre el Maestro de la Muerte, era evidente que Harry tuvo que llegar a algún tipo de trató con el Maestro anterior. Severus sospechaba fuertemente que su "milagrosa" salvación tuvo mucho que ver con ese hipotético trato.

Sin embargo, todo eso tendría que esperar porque hoy era el día en que vería nuevamente a Harry. Había rentado por unos días una casa en medio de la nada, sabiendo que Harry podría encontrarlo donde fuera y está vez, él sería quien vendría. Severus no se preguntaba cómo lo sabía. Solo lo sabía.

No tardo mucho tiempo luego de haber sonado las campanas de la iglesia del pueblo cercano, cuando una sombra oscura apareció y fue detallándose conforme se acercaba. Harry Potter, sin haber envejecido un solo día desde el día que falleció, había llegado hasta Severus y Severus se paró de su cómodo sillón para recibir a su amante.

Sus labios de ambos se unieron en febril comunión, ansiosos por probarse el uno al otro. A pesar del vació subyacente en Harry, Severus no podía sentirse mejor. Incluso esos besos que sabían incompletos, eran tan satisfactorios que su corazón cantaba de alegría por ese poco de Harry que aún persistía en este mundo.

Instantes después, se separaron. Para Harry, los besos de Severus eran abrumadores. Severus era cálido como un fuego rugiente, de ese que sirve para fundir metales. Cada beso de Severus era tan delicioso como doloroso para un alma cuya existencia ya no estaba en el mismo plano, pero no importaba. Ese vacío que sentía desde que cruzó el velo, se atenuaba ferozmente con cada momento que pasaba junto a Severus.

Durante el tiempo que estuvieron separados desde su último encuentro, Harry también había estado investigando en la biblioteca del inframundo. Había muchas cosas que dilucidar pero la principal era porque Severus sentía el vacío interior que él mismo sentía y fue la personificación de Amor, Priya (Mejor conocida como Cupido) quién desvelo el misterio.

Almas gemelas.

Eran tan raras que su existencia era puesta en duda incluso por las personificaciones de las emociones y Vida y Muerte. Las distintas deidades que habitaban el inframundo casi no habían oído de almas gemelas y por ese hecho, poco había en la biblioteca. Priya era una romántica cuando vivía, así que ella creía en las almas gemelas y cuando recibió su cargo de Cupido del anterior depositario, este le legó el conocimiento de que tales almas existían y cuando eran separadas, vivían en agonía hasta que volvieran a reunirse.

Eso dejaba un gran, enorme problema, para Harry y Severus. Severus solo viviría lo que durara su vida mortal, mientras Harry viviría como Muerte hasta que las reliquias eligieran a un nuevo sucesor. Podía ser unos pocos años, o varios siglos, incluso milenios. Hades tardo poco más de 3 milenios en encontrarlo a él. ¿Cuánto tiempo podría esperarlo Severus?

Incluso cuando Severus cruzara el velo, su alma solo podría permanecer en el inframundo por un tiempo. Tarde o temprano tendría que regresar al mundo mortal. ¿Podría soportar ver a Severus enamorarse de alguien más, casarse, tener hijos? No lo sabía, pero la sola idea lo ponía enfermo, si es que eso era posible en alguien muerto.

Harry no podía regresar al mundo mortal hasta que las reliquias de Muerte encontraran a su sucesor y Severus no podía vivir sin Harry o siempre sentiría que algo faltaba en su vida. Cada reencarnación también sería una agonía para Severus.

Hades, ya enterado del problema, se disculpó profusamente con Harry, diciéndole que si hubiera sabido que ambos eran almas gemelas, hubiera buscado alguna manera de ponerlos a ambos como sucesores o que compartieran el trabajo.

Cuando dijo eso, algo pareció iluminar la mente del antecesor de Harry y Hades dijo que buscaría alguna forma de que Severus pudiera compartir su trabajo y salió corriendo del que hasta ese entonces, había sido su palacio.

Harry no se preocupó mucho por Hades, él ya estaba planeando volver a reencarnar luego de tomarse unas largas vacaciones recorriendo el inframundo y los palacios de sus compañeros de trabajo.

Locura siempre hacia muy buenas fiestas y Fred Weasley había encontrado muy acogedor aquel palacio. Valor acogió a sus dos padres y de vez en cuando iba a visitarlos. Sabiduría había recogido bajo sus alas a Remus y Regulus, mientras Sirius deambulaba entre los palacios de Valor, Locura, Amor y Alegría, quién tenía un pequeño palacete cerca de Amor y a medio camino del hogar de Locura.

Némesis, la depositaria del trabajo de Venganza, tenía el peor trabajo al tener que trabajar con lo que solo podía ser descrito como Maldad, o en palabras mortales, Satanás. Sin embargo, Lucifer era un tipo muy simpático fuera del trabajo, que junto con Venganza trataban de equilibrar a esas almas rotas y corrompidas que llegaban a sus palacios. Harry los visitaba con frecuencia y sería hipócrita si no aceptara que le daba un poco de satisfacción escuchar los gritos de dolor de Riddle y Bellatrix.

Nada de eso importaba ahora. Harry estaba devuelta con su amante y tendrían tiempo de hablar después. Por ahora, Harry solo quería sentir a Severus junto a él. No se atrevía a cruzar la línea por temor a que pasaría si sus cuerpos de diferentes planos llegaban a ese extremo. Solo un beso de Severus lo alteraba mucho, y su cuerpo "inmortal" se tambaleaba. Si tenían sexo, quién sabe lo que podría pasar. Tenía que investigar mucho más antes de llegar a ese punto.

Varios besos después, ambos pudieron acurrucarse en el sillón e intercambiar información. Harry le contó todo. Como Hades y él habían llegado a un arreglo cuando Severus había casi cruzado el velo y devolvieron su alma a su cuerpo, pero a cambio, en cuanto Harry venció a Voldemort, debía entregarse al inframundo y tomar su rol como Maestro de la Muerte. Es decir, se convirtió en su nueva encarnación.

Severus quería enojarse con Harry pero no podía. Si la situación hubiera sido al contrario, él hubiera hecho lo mismo. ¿Cómo podría seguir a Harry al inframundo? La manera más sencilla era simplemente morir, pero eso solo les daría unos años juntos. Según Harry, las reglas del inframundo eran estrictas con las almas que no estaban atadas a una encarnación de un dios, emoción o lo que fueran en realidad. Severus tendría que reencarnar y tendría que ser sin Harry. Podrían pasar siglos, milenios, antes de poder estar juntos.

Hades había esperado más de 3 milenios en poder regresar al mundo mortal con su esposa...

—Harry ¿Qué sucedería si nos casamos? —Preguntó Severus llenó de esperanzas, pero Harry negó con la cabeza mientras se pegaba más a Severus en el sillón.

—Creo que estabas pensando en Hades y Perséfone, pero Perséfone ya era una "diosa" cuando Hades la convenció de fugarse. Deméter no pudo evitar el matrimonio y lo más que logró negociar con su hija fue pasar la mitad del año en el mundo mortal. Deméter amaba mucho ser adorada por los mortales, pero conforme avanzo el tiempo, Deméter también volvió al inframundo. Deméter reencarnó hace mucho y le encargo las Estaciones a 4 almas nuevas que amaban cada estación tanto como ella—.

—¿Estás diciendo que Perséfone solo estaba esperando a Hades? —.

—Si y no. Perséfone había encontrado a su sucesor hace un par de siglos pero era terriblemente tímido y con poca autoestima. Hades le sugirió que antes de entregarle el puesto, lo entrenara. Eso le dio tiempo a Hades de encontrarme y el sucesor de Perséfone ya está mejor y se desenvuelve muy bien en su trabajo—.

—Supongo que Hades te entreno ¿No? —.

Harry rió a carcajadas por lo que había dicho Severus—Te sorprendería saber que Hades es un desastre. Tiene papeleo atrasado desde la era cretácica. Si no fuera porque Hermione me había pre-entrenado en organización cuando nos hacía estudiar, y con lo que aprendí de mis parientes, el papeleo finalmente quedo hecho. Por eso puedo moverme más libremente que otras encarnaciones. Deberías ver a Locura y Amor, su papeleo es una pesadilla—.

Esa noche, luego de esa conversación, Harry y Severus prefirieron pasar el resto de los dos días, besándose y recordando sus viejos momentos, sus besos robados entre misiones y sobre todo, su mayor secreto compartido. La razón del porque nadie más que ciertas personas, sabían lo que había sucedido entre ellos.

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