EPISODIO 406 - ACTO DOS

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Episodio #406 – "THE HIDDEN WELL IN THE DESERT" (EL POZO ESCONDIDO DEL DESIERTO)

ACTO DOS

9 EXT. ZONA MUERTA – CAMPO MINAS / LAGO – DÍA

Raven da un último paso e inspira aliviada. Mira hacia atrás y observa el terreno que acaba de recorrer, el campo minado. Los cuatro están sanos y salvos al otro lado.

CORTE A:

Unos metros más adelante se extiende una inmensa masa de agua. Todos se detienen al verla.

MONTY
¿Y ahora qué?

Raven pone los brazos en jarras y mira a Jaha.

RAVEN
Espero que no tengamos que nadar.

Jaha sonríe.

JAHA
No.

Y señala con la cabeza hacia una barca varada en la playa, a unas decenas de metros de distancia.

10 INT. ZONA MUERTA – CABAÑA IGOR – DÍA

Tras escuchar su extraña oferta, el comerciante sonríe irónicamente a Clarke.

IGOR
¿Una pierna? ¿Wanheda puede hacer magia?

CLARKE
No es magia, es medicina avanzada del pueblo del cielo.

Igor la mira ahora con curiosidad.

CLARKE (CONT'D)
Te podemos hacer una buena prótesis. Te doy mi palabra.

El comerciante abandona su media sonrisa de autosuficiencia, señal de que, quizá, esté planteándose la oferta.

IGOR
Thalia puede ser buscada, pero sólo depende de ella que sea encontrada...

Ante tan críptico mensaje, Clarke eleva las cejas con un gesto irónico.

11 EXT. MANSIÓN ALIE – EXTERIOR – DÍA

Jaha, Monty y Harper tienen ante sus ojos la fachada de la inmensa mansión de ALIE.

HARPER
Si cabía en una mochila para qué quería tanta casa.

MONTY
O una ciudad entera...

JAHA
Era la casa de Becca.

Raven llega desde atrás, cojeando levemente, y les apremia para que sigan avanzando.

RAVEN
Vamos, no podemos perder el tiempo en admirar la arquitectura.

12 INT. MANSIÓN ALIE – SALA DE ORDENADORES – DÍA

Jaha les dirige hacia la sala donde está el gran ordenador: una sala inmensa con torres de procesadores, discos duros y una pared llena de monitores. Raven observa extasiada tal despliegue informático.

JAHA
No te emociones, todo está borrado.

Raven le ignora y empieza a encenderlo todo.

RAVEN
Quizá los datos de las centrales no.

Los tres se quedan ahí parados, mirando a la ingeniera, hasta que a Monty recuerda algo.

MONTY
¿Y los drones?

JAHA
Por aquí.

Harper y Monty le siguen, mientras que Raven se queda enfrascada en su tecleo incesante.

13 EXT. TERRITORIO CLAN DEL DESIERTO – DESFILADERO – DÍA

El grupo de ocho jinetes, que continúa avanzando con la misma distribución, ahora atraviesa un estrecho cañón. En el centro del rombo, Lexa mira hacia arriba sin mover la cabeza, hacia la parte alta del desfiladero, y así ve cómo unas cuantas figuras humanas se esconden tras las rocas. Clarke se da cuenta de su mirada y la interroga.

CLARKE
¿Qué pasa?

LEXA
Nos están observando.

Clarke mira en todas direcciones.

LEXA (CONT'D)
Ya se han escondido.

Lexa ve una sombra de temor en el rostro de Clarke.

LEXA (CONT'D)
No te preocupes, no van a atacarnos.

CLARKE
¿Cómo puedes estar tan segura?

LEXA
No estoy segura... simplemente es que no hay ninguna razón para que nos ataque Sankru. Los terrestres no atacamos sin más, sin provocación.

CLARKE
Perdona. Estaba pensando en Uzac.

LEXA
Sus espías nos vieron cuando cruzamos su territorio. No hay razón para que sepa dónde nos encontramos ahora, tan lejos de sus dominios.

Lexa le sonríe para transmitirle confianza y alarga su brazo para que Clarke le estreche su mano.

LEXA (CONT'D)
Estás a salvo.

Clarke toma su mano y la estrecha con fuerza. Le habla con cierto tono de dulce reproche.

CLARKE
Cariño... estaba pensando en tu seguridad, no en la mía.

Indra y Octavia, que van detrás de ellas, observan sus manos entrelazadas y se giran a la vez para mirarse entre ellas y poner los ojos en blanco. En sus rostros se intuye que ya están acostumbradas a este tipo de expresión de afecto entre ellas, y es como "ya están otra vez...".

Lexa no puede sonreír más dulcemente.

LEXA
Pues entonces las dos estamos a salvo.

La excomandante enfatiza ese "las dos".

CORTE A:

14 EXT. TERRITORIO CLAN DEL DESIERTO – POZO – DÍA

El grupo de ocho jinetes llega cerca de la salida del desfiladero.

Murphy y Emori continúan en la cabeza del grupo.

MURPHY
Así que... Igor sabe dónde puede ser buscada Thalia, pero sólo depende de ella que sea encontrada...

El chico mira a Emori con el ceño fruncido y esta asiente.

MURPHY (CONT'D)
¿Es un acertijo? ¿Tu gente no podría hablar más claro?

EMORI
Yo lo veo muy claro.

MURPHY
Ilumíname.

EMORI
Pues que Thalia aparecerá si le da la gana, y si no, pues no.

MURPHY
¿Y de qué depende?

EMORI
Y yo qué sé. Yo no lo sé todo.

MURPHY
Vaya, qué decepción, creía que sí.

EMORI
Pues no.

La chica le sonríe. Murphy le sonríe de vuelta. Entonces, Lexa levanta la mano para que se detengan.

LEXA
Dejaremos aquí los caballos.

Desmontan de sus caballos y los atan a los troncos de un grupo de famélicos árboles. Y continúan avanzando a pie unos metros hasta la salida del cañón.

MILLER
No me gusta esto.

EMORI
Confía en mi gente.

Miller tuerce el gesto, mira a Bryan, y encuentra su complicidad.

INDRA
Silencio.

Una llanura infinita de arena y dunas se extiende ante ellos. Lexa mira a su izquierda y ve una gran roca que emerge de la arena, justo a los pies de la gran pared en forma de arco del cañón.

LEXA
Ese debe de ser el pozo.

El grupo se acerca y rodea la gran piedra. Indra coge una pequeña roca del suelo y la tira por la boca que se abre en la parte superior. Al segundo les llega el sonido de su impacto con el agua.

Todos miran a su alrededor, pero no ven a nadie. El grupo se encuentra encajonado entre la gran pared curva del final del desfiladero y la inmensidad del desierto.

MURPHY
Aquí no hay nadie.

EMORI
Calla.

La chica agudiza su oído. No hay nadie a la visa, pero puede que no estén solos.

Lexa proyecta su voz hacia las dunas y habla en trigedasleng.

LEXA
Soy Lexa kom Trikru, la última Heda portadora de la llama. Traigo un mensaje para Thalia kom Sankru.

Nada se mueve, nada se oye, nadie aparece. Clarke mira a Emori.

CLARKE
Tu comerciante se va a quedar sin pierna.

Entonces, Lexa alza su brazo para desenvainar la espada a su espalda y la tira al suelo.

LEXA
Arrojad vuestras armas.

Emori tira su largo cuchillo al instante, pero el resto duda.

LEXA
¡Vamos!

Clarke y Murphy tiran sus pistolas, Miller y Bryan sus rifles, y Octavia e Indra sus espadas.

Tras varios largos segundos, de pronto, de debajo de la arena, dispersos hasta unos treinta metros frente a ellos, aparecen casi veinte hombres y mujeres tapados hasta la cabeza con ligeras telas de color beis.

15 INT. MANSIÓN ALIE – SALA DE ORDENADORES – DÍA

Raven no quita ojo de la pantalla que tiene delante, en la que aparece un interminable listado de jerga informática que sólo ella entiende. Harper está sentada a su lado.

HARPER
¿Qué es eso?

Raven sonríe levemente.

RAVEN
Archivos de hace cuatro meses y medio...

Entonces entran Jaha y Monty con las manos vacías, sin drones. Harper se levanta y va hacia su encuentro, pero antes de que pregunte algo, Monty niega con la cabeza.

JAHA
Los drones no tienen tarjeta de memoria, lo emitían todo vía radio. Si hay algo está ahí.

Jaha señala con la cabeza el ordenador.

RAVEN
Y está.

Raven teclea y una imagen aérea aparece en la pantalla: es un incendio en una central nuclear.

JAHA
Esa es una de las centrales que me mostró ALIE.

El excanciller se acerca y se sienta en la silla antes ocupada por Harper. Esta y Monty se quedan mirando de pie.

RAVEN
Esa central está a unas cien millas de aquí.

Raven reproduce seis vídeos más, que aparecen simultáneamente en otras tantas pantallas. Todas son imágenes de centrales nucleares ardiendo.

Los cuatro observan con temor la virulencia de los incendios.

JAHA
Y esas también.

Raven está hipnotizada por las imágenes, así que se sacude la cabeza para reaccionar.

RAVEN
No he encontrado nada de los cálculos que hizo sobre el resto del mundo... Me pongo con ello.

La chica mira seria a sus compañeros y teclea algo. Entonces todas las imágenes de los incendios desaparecen, y tan sólo queda la pantalla con datos informáticos frente a Raven.

16 EXT. DESIERTO – JAIMA – DÍA

Lejos del pozo, entre dunas, los hombres del desierto han montado una jaima. Bajo ella están sus invitados esperando de pie, pero protegidos del intenso sol.

A lo lejos aparece un grupo de jinetes acercándose rápidamente al lugar.

Cuando llegan a la jaima, el primer jinete desmonta del caballo y se acerca con paso firme hacia Lexa, que ha salido a recibirlo: es una figura alta y robusta, con la cabeza cubierta por la misma tela que tapa su cuerpo, la cual, a diferencia de la beis del resto, es de color negro. Descubre su cabeza ante la excomandante, y aparece el rostro de una mujer de rasgos fuertes, de pelo rojizo y ojos color miel. Hablan en trigedasleng.

THALIA
Tú debes de ser Lexa.

LEXA
Tú debes de ser Thalia.

CORTE A:

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