Un día cualquiera estaba Taehyung recorriendo los pasillos con fastidio y buscando a Jimin.

El mayor le había dicho que todos los días lo esperase a la misma hora en la puerta para poder irse juntos luego de terminar los ensayos, - sobretodo desde que sus ensayos son por separado debido al nuevo proyecto de Irene y Jinki - debido a que Kim era nuevo en la ciudad y todavía no se acostumbraba a las diferentes calles.

De la misma forma, aún no conocía a la perfección todos los rincones de la escuela en la que estaba. ¿Pero qué es un simple edificio contra un inquieto e impaciente pianista?

¿Nada? No, para Taehyung era un complicado laberinto.

- ¡Hey, Taehyung-ssi! - llama Hoseok al menor. Hacía ya varios minutos que lo veía dar vueltas por las instalaciones pero no se animaba a preguntarle qué le sucedía. - ¿Sucede algo?

El menor abre los ojos con grata sorpresa al encontrar alguien conocido a quien preguntarle dónde diablos podía encontrar a su hyung.

- ¡Hoseok hyung, que alegría verlo! - se acerca a él con una gran sonrisa. - ¿Sabe usted dónde está Jimin? Hace un buen rato que se pasó la hora en la que tenía que encontrarme en la entrada.

Y aquí es donde el tema iba a empezar a ponerse feo... ¿Cómo le iba a decir Hoseok al desesperado Taehyung que su mejor amigo lo había olvidado?

Mejor dicho: ¿cómo diría qué lo dejó plantado porque Yoongi lo invitó a salir?

- Uhm, Tae... - Jung se rasca la nuca. - No sé cómo te vayas a tomar esto pero Jimin se fue.

Kim se ríe sin poder creerlo.

- Enserio, hyung. ¿Dónde está Jimin? No creo que se haya ido... - el mayor lo interrumpe.

- Con Yoongi hyung. - dice. Pronto reformula la oración para que el menor entienda. - Jimin se fue con Yoongi hyung...

Por favor, Tae, no mates al mensajero.

- ¡Maldito traicionero! - exclama indignado. - ¡Ahora entiendo porqué ni siquiera me avisó! Le hubiera pedido a Siyeon que me guíe pero no me dijo nada.

Aunque el de sonrisa cuadrada sabía que su mejor amigo no lo había hecho adrede. ¡Claro que no! Lo que sucede es que a aquél muchacho de labios abultados se le nubla la mente cuando se trata de Yoongi, cómo si no existiera nadie más que él.

Ni siquiera sus mejores amigos existían en esa burbuja, pero no le molestaba.

- Lo siento mucho, Taehyung. - dice con sinceridad pero algo preocupado por la seguridad del menor. - ¿Quieres qué te acompañe yo hasta dónde sea que vayas?  - Kim no contesta. - Si no quieres está bien, yo sólo decía pero...

- Me encantaría, Hobi hyung. - sonríe.

Taehyung se coloca a un costado de Hoseok y ambos caminan hasta la salida.

- Oh, Tae... - se detienen y el menor observa a su hyung anotar algo en un pequeño papel y luego extenderselo. - Mi número de teléfono, en caso de que Jimin vuelva a dejarte plantado. - dice con humor.

Kim guarda el papel con una gran sonrisa que escondía los desbocados latidos que su corazón estaba dando.

¡Hoseok es el ser humano más dulce de esta tierra!

- ¿Y si Jimin no se olvida de mi, aún puedo hablarle? - se atreve.

Esa pregunta era algo que simplemente no esperaba, pero que le daba alegría escuchar.

- Claro, pequeño. - revuelve sus cabellos. - Puedes hablarme cuando quieras...