Capítulo 1

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Nota del autor: El Capítulo también se publica como Capítulo 46 del Libro 1. En respuesta a la solicitud de que comience una nueva historia, dejaré 46 y 47 como preestreno de Capítulos, pero continuaré la historia aquí. El libro 1 será designado como completo. El Libro 2 no será tan largo como el Libro 1.

—¿Profesor?—Preguntó Harry vacilante. —¿Está bien?—.

Snape frunció el ceño. Su furia era tan grande que estaba en peligro de explotar y lastimar a todos a su alrededor. Ataco su sándwich vorazmente y no respondió de inmediato.

Habría preferido disfrutar en paz de unos de sus últimos almuerzos antes que volvieran los demás estudiantes. La intimidad de la única mesa desaparecería, y todos volverían a la rígida separación de profesores y estudiantes, de casa contra casa.

Pero Harry lo estaba mirando con preocupación así que Snape trago e intentó recobrar la compostura.

—El Profesor Quirrell será incapaz de seguir enseñando este año. Necesitará bastante tiempo para descansar y recuperarse. El Director ha encontrado un instructor sustituto para Defensa—.

—Hmmm..—Comentó Harry pensativo—Y, es alguien que a usted no le agrada—Sonrió de medio lado—Se está comiendo ese sándwich como si quisiera morder a alguien—.

Snape murmuró—Probablemente no seré yo el que muerda—.

Dumbledore al menos le había advertido antes de la reunión de profesores. O si no, cosas muy desagradables habrían sucedido. Tuvo cuatro horas para componerse antes que la explosión de su pasado estuviera en su cara y espacio personal.

Charity llegó y se sentó a su lado. Después de una breve mirada ella le pregunto—¿Severus? ¿Estás bien?—.

La reunión de profesores resultó sin problemas. Remus Lupin se había puesto un poco gris, Snape sonrió de medio lado. Un verdadero color de hombre lobo en vez del disfraz de juvenil humanidad que había usado cuando era un adolescente.

Minerva estaba parada al lado de Lupin como apadrinándolo, o protegiéndolo de Snape. Él la miró. ¿Acaso ella esperaba que él estuviera feliz por esto? Comprendía la dificultad de encontrar un sustituto con tan poco tiempo, ¿pero Lupin?

Una vez más, ¿los estudiantes serian puestos en peligro innecesario? O si no estaban en peligro, ¿sería porque Snape se tomaría como un deber adicional el protegerlos?

El resto del personal fue muy acogedor. ¿Quién más conocía su secreto?

Ni Sprout o Flitwick, que recordaban a Lupin como un alumno aplicado. Ni Kettleburn, Sinistra o Vector. De seguro no Trelawney, que no estaba tan despistada como siempre, pero ya había bebido tres copas del jerez del director.

Y no Charity, que miró a Snape con una sonrisa después de las presentaciones.

—¡Qué bien! Habrá alguien de nuestra edad en el personal—.

Snape gruño y puso con casualidad su mano en la cintura de Charity. Pillo los ojos de Lupin y entrecerró lo suyos.

"Para que no haya ningún error, lobo".

Él pudo haber jurado guardar silencio, pero Harry de seguro tomaría sus propias conclusiones cuando comenzaran a trabajar juntos en la Poción Matalobos. Aún más, cuando el niño se diera cuenta que la harían cada mes.

Otra cosa más que hacer. Ya habían estado ocupados los últimos días, entre revisar los regalos en la habitación de al lado de la lechucería y el dragón de Hagrid.

¿Acaso Hagrid había perdido la cabeza? Claro que después de traer un Cerbero a Hogwarts, sin duda pensó que un dragón guardián sería igual de bienvenido. Harry de repente había recordado el huevo de dragón y le había dicho a Snape y Snape le había contado a Dumbledore.

Y de hecho, este era el nuevo tema de la reunión de profesores.

Dumbledore puso la mejor cara posible para esto.

—Nuestro Hagrid ha conseguido un huevo de dragón y ha logrado mantenerlo viable. El Profesor Kettleburn ha determinado que la eclosión no es inminente. Por eso, el huevo será una maravillosa oportunidad educacional, incluso para los más pequeños—.

Hubo un murmullo de interés.

—...¿Cómo consiguió un huevo?—.

—...¿Qué tipo de dragón?—.

—...¿Lo mantendremos hasta después del nacimiento?—.

Dumbledore les dio una gran sonrisa.

—Por supuesto que sí. Nuestro Ridgeback Noruego nacerá aquí en Hogwarts. He conseguido permiso del Ministerio, ya que el Profesor Kettleburn supervisará el proceso. Todos los estudiantes tendrán la oportunidad de ver el huevo y a la cría, algo que me atrevería a decir será muy bien recibido. Después de eso, un exalumno de Hogwarts, Charles Weasley, se llevará a la cría a la reserva de dragones en Rumania donde trabaja. ¡En realidad será un gran evento! —.

—¡No puedo esperar a contarles a mi clase de EXTASIS!—añadió Kettleburn—¡Un dragón! ¡Todos van a querer ayudar! —.

—Si, bien..—La sonrisa de Dumbledore se volvió un poco forzada—Asegúrate que tu clase de los EXTASIS termine este proyecto con la misma cantidad de dedos con la que empezaron—.

—¡Que así sea!—Añadió McGonagall dándole a Kettleburn una mirada molesta.

Algo había cambiado entre Snape y los Malfoy. Estaba disfrutando en su fiesta de año nuevo.

Se encontraba a gusto y sin estar intimidado en medio de su autoproclamada grandeza. Y en parte, admitía, porque los propios Malfoys estaban más a gusto de lo que los hubiera visto en su vida.

¿Era la amistad no contaminada entre Draco y Harry? Era sorprendente lo que los chicos habían logrado juntos en tan pocos meses. Habían unido en gran medida a sus compañeros de curso, desafiando años de malas tradiciones escolares y habían derrotado a un señor oscuro, no una si varias veces. Y lo habían derrotado de manera convincente. El Señor Oscuro se había ido, para siempre, o al menos tanto como una criatura como esa podía.

Snape no se sorprendió de que su Marca Tenebrosa permaneciera, aunque ahora era casi invisible. Y claro, aún estaba el horrocrux en Harry, y el hecho de que Tom Ryddle no había precisamente dejado de existir. Él existía, aunque en una dimensión diferente. Snape sintió más confianza en la prisión del espejo cuando supo por Nicholas Flamel que el alquimista se encargaría del espejo.

La Marca de Lucius también debía seguir en su piel, un reproche secreto para él por el resto de sus días o hasta que el horrocrux fuera removido de Harry. Eso desaparecería lo nada que quedaba de la marca de Ryddle en los lacayos que le quedaban.

Debería decirle a Harry que nunca se hiciera un tatuaje. Uno crece y cambia de ideas pero entonces queda un recuerdo de un tiempo en que uno era tonto y estudioso y carente de buen gusto...

Ya no sentía que Lucius tuviera algún poder sobre él. Mejor dicho, ya no sentía que Lucius deseara tener poder sobre él. Sin el temeroso favor de un Señor Oscuro por el que competir, no quedaba nada más que ser... amigos. Si: suponía que de verdad eran amigos, después de todo, habían compartido experiencias únicas y comprendían los errores del otro de manera que nadie más podía.

Y Narcissa, también se veía más relajada. Su sonrisa era más cálida, menos medida. Snape sospechaba que ella siempre había temido que algún día el Señor Oscuro regresaría y con él su temida hermana Bellatrix. Suponía que Narcissa quizás amaba a Bellatrix, de alguna manera; pero era amor mezclado con terror, aprehensión y dolor. Bellatrix había amado a Draco cuando era un bebé, mucho al parecer, pero ella había sido un peligro para él, incluso entonces, loca como ella estaba. Era una de esas inexplicables misericordias que ella no hubiera tenido hijos propios. Envenenamiento por magia oscura, suponía. Ella había hecho más que incursionar y mientras que su apariencia exterior no había cambiado como la de Ryddle, Snape sabía que para cualquiera que usara la magia para torturar niños por gusto habría consecuencias. Ella se había jactado de eso, una y otra vez y la magia se había cobrado su propio castigo.

No era que los Malfoy hubieran cambiado por completo. Eso sería esperar demasiado. La lista de invitados era igual a la de años anteriores, aunque Snape se preguntaba si era porque las invitaciones habían sido enviadas hace semanas. El próximo año podría haber un diferente elenco, en especial entre los más jóvenes.

Pero basta de reflexionar, decidió al fin. Charity lo estaba observando, cejas levantadas, esperando que él se le uniera mientras ella hablaba con el Embajador Australiano de Magia. Quizás simplemente estaba disfrutando este año porque tenía una cita.

Draco bebió otro vaso de vino de jengibre entre bailes. Los adultos habían decidido que observar bailar a los "niños" era la cosa más tierna. Luego tuvieron que realizar el Circulo del Solsticio y Harry se estremeció, se preguntó si iba hacer tropezar con algunas de las chicas que llevaban largos pañuelos. Quizás si se escondían en el rincón detrás de las plantas, las niñas tendrían que hacer el baile sin ellos...

—¿Iras en el Expreso de Hogwarts mañana, Harry? —.

—Supongo. Sera divertido. No tendré equipaje, aunque podría llevar una cesta de picnic..—.

—¡No es necesario! ¡Ahora es mi turno! Busquemos compartimentos cerca de los miembros del club y podemos tener una fiesta. Podría llevar montañas de comida y podemos jugar juegos y conversar sobre las vacaciones. Le enviaré a Hermione una lechuza para que lleve ese juego sobre Robar las Joyas de la Corona. Es divertido—Susurro—Me gustaría que pudiéramos contarles a todos lo que hicimos. ¡Derrotar a un Señor Oscuro! ¡Sería Ministro de Magia apenas saliera de Hogwarts! —.

—¡Chicos!—Chilló Pansy,—¡Los veo disimulando tras esas plantas! ¡Los necesitamos aquí, ahora! —.

Harry le preguntó a Draco—Así que derrotamos a un Señor Oscuro. ¿Qué haremos con la Bruja Oscura del Baile, me preguntó? —.

—Obedecerla por ahora—Aconsejo Draco—Su poder es demasiado grande—.

Aunque toda la historia de Voldemort debía permanecer en secreto, Snape accedió a que Harry tendría que decirle a sus amigos Hufflepuff algo. Harry les había advertido que Quirrell era peligroso. Ahora que Quirrell ya no lo era, debía darles una explicación.

Un hombre inocente bajo la maldición Imperius era la solución obvia. Un malvado mago extranjero había querido causar problemas en Hogwarts. Quirrell había sido su víctima, pero al fin había logrado escapar de su influencia. La situación se mantendría en privado para mantener la reputación del hombre a salvo al igual que su carrera.

Y Quirrell tuvo que ser informado de la decisión de sus colegas. Dumbledore y los Jefes de Casa lo visitaron el día de Año Nuevo. Charity también fue, ya que ella sabía de los acontecimientos. Poppy Pomfrey estuvo atenta, lista para retirar a cualquiera que alterara a su paciente.

—Debo decir—Comentó Quirinus—Que están siendo demasiado generosos con todo esto. No es solo que hiciera un tonto de mí mismo. Si no que me convertí en un monstruo. Intente matar estudiantes. Lo habría hecho. Fue pura suerte el que no lo hiciera. Si me despides, Albus, o haces que me arresten, no sería más de lo que merezco—.

—Quirinus—Dumbledore respondió en tono amable—Siempre he creído en las segundas oportunidades. Me quedo claro que la posesión no fue tu culpa. Cabezas más sabias que la mía prevalecieron, gracias al cielo, y tu vida ha sido salvada. Quiero que saques el máximo provecho de ella—.

Quirrell suspiro y estudió sus manos pálidas—Sabes que mi magia ha sido dañada—.

Poppy estaba asintiendo con pesar. Los profesores se miraron con tristeza.

—Sí—Dijo Dumbledore—Estamos conscientes de que será algo... limitada, en el futuro. Pero tendrás unas largas vacaciones con tu familia. Toma fuerza de eso, y de ellos. Encontraré una solución. Estoy seguro de que habremos llegado a algún acuerdo para el próximo septiembre—.

Con gran atrevimiento, Charity hablo—Quizás Quirinus podría hacerse cargo del puesto de Historia. Nos sería muy útil tener un profesor mucho más motivado en esa posición—.

—¡Mi querida chica! —Respondió Dumbledore un poco escandalizado—¿Me pides que despida al pobre de Binns? —.

—Binns necesita irse, Albus—Declaró Snape. Charity jamás lo perdonaría si no la apoyaba. Además, ella tenía toda la razón—Está muerto, Albus. Es incapaz de adaptar su material a las necesidades de los estudiantes. Ellos necesitan conocer el pasado, si esperamos que no se repita—.

—Al Profesor Binns podríamos darle la posición de Profesor Emérito, Albus—Sugirió Minerva—Él sería bienvenido a darnos consejos en las reuniones de profesores, si así lo desea. En verdad es su hora. ¡Nuestros puntajes en Historia en TIMOS y EXTASIS se han vuelto un escándalo! —.

—Yo soy... bastante aficionado, a la historia—Comentó Quirrell con timidez. Se aferró a la idea como un hombre que se ahoga se aferra a un trozo de madera flotante—No lo lamentarías. Hay mucho allí que yo podría hacer..—.

—Sin duda, sin duda—Dumbledore miro los rostros a su alrededor y vio su determinación—Quizás el puesto necesita de alguien que le dé nueva vida..—.

—...o cualquier vida—murmuro Snape.

—¿Dónde está Sally?—Pregunto Harry mirando alrededor del compartimento. El tren ya estaba partiendo y estaba listo a disfrutar unas cuantas horas con sus amigos.

Estaban tan apretados como sardinas enlatadas: Justin, Ernie, Susan, Hannah, Hermione, Neville, Draco y Harry. En el compartimiento de al lado estaban Greg, Vince, Theo y Blaise con los chicos Ravenclaw. Pansy y Daphne estaban amigablemente sentadas con Lavender Brown y las gemelas Patil. Lisa Turpin también estaba allí y había animado a Millicent Bulstrode a unírseles. El padre de Lisa conocía al de Millie por el trabajo y él le había pedido que hiciera un esfuerzo con ella. Dean Thomas y Seamus Finnigan estaban en el pasillo, haciendo un tremendo alboroto mientras actuaban la parte de una película que habían visto en el verano.

Justin se removió incómodo ante la pregunta de Harry y de pronto todos los ojos se posaron en él.

Al fin dijo—Sally no volverá a Hogwarts—.

Hubo un momento de aturdido asombro, seguido de media docena de "¿Qué?" y dos miradas de incredulidad.

Justin respiro profundo y les contó toda la historia—Ustedes saben que mi familia se reuniría con Sally y su madre para ver El Cascanueces. Así que... allí estábamos todos y la pasamos muy bien. Me hubiera gustado que todos estuvieran allí. El ballet estuvo precioso. La madre de Sally había sido bailarina, saben, y ella y mi madre conocían casi a la misma gente. Y mi madre le echó una mirada a Sally y se interesó mucho en ella. Ella invitó a Sally y a su madre a tomar el té, y Sally bailó para ella. Y mi madre comenzó a llamar gente. Ustedes tienen que comprender, a mi madre no solo le gusta el ballet, ella dona dinero a varias compañías y conoce gente—.

Draco estaba asintiendo sabiamente, comprendiendo mejor que los demás el concepto de influencia personal.

>> Bueno—Continuo Justin—Ella consiguió una audición especial para Sally en la Escuela de Ballet Real. Y había un cupo. Y Sally lo consiguió. Así que ella estudiara allí de ahora en adelante—.

Hermione estaba horrorizada—¿Pero y qué pasará con su educación mágica? ¡Eso también es muy importante! —.

Hubo una avalancha de chicos de acuerdo con su declaración. Harry no sabía qué decir. Si él fuera tan bueno en algo que no fuera la magia como lo era Sally bailando, ¿qué escogería?

Justin se encogió de hombros—Sally será estudiante diurna y vivirá en casa. Su madre le iba a escribir al Profesor Dumbledore para que le recomiende un tutor para su magia. Quizás no de inmediato, porque necesita ajustarse primero a la Escuela de Ballet Real, pero quizás para el verano. Sally sabe que necesita aprobar sus TIMOS para calificar como una bruja y poder tener derecho a usar su varita de manera independiente. Quizás la Profesora Sprout irá a hablar con su madre. No lo sé. Todo lo que sé, es que Sally estaba fascinada por ir a la Escuela de Ballet Real. Eso es lo que ella quería y prometí que le enviaría una lechuza diciéndole como estamos y por si necesita ayuda en algo—.

—¿Pero qué hará después de la escuela de baile? —Pregunto Hannah un poco asustada—¿Cómo podrá vivir? ¿Cómo ganará dinero bailando?—.

—Por supuesto que puede—Le aseguro Justin—Si ella lo hace bien, entrara al Ballet Real y ella bailara todo el tiempo. Esperen—Dijo, pensando—Porque no vamos todo juntos al ballet un día ¿cómo un viaje de estudio? Podríamos conseguir un palco juntos. En la primavera presentarán Giselle. Quizá si ven como es, se sentirán mejor al respecto—.

—No todas en la escuela se vuelven una ballerina—Hermione señaló con sabiduría, sabiendo más del mundo muggle que los demás.

—Eso es cierto—Accedió Justin—Pero Sally tiene mucho talento y si ellos creyeran que el baile no es lo suyo, se lo dirían. Ella puede conseguir un tutor y estudiar magia además de estudiar otra cosa. He oído de magos y brujas que nunca fueron a Hogwarts y aún se calificaron—.

—Ella jamás trabajará para el Ministerio—Comento con pena Susan.

Harry lo considero—Probablemente eso es lo que ella quiere. Quizás ella pude aprender todo sobre la danza y luego enseñar ballet a lo magos y brujas. O enseñar una clase en ese teatro mágico. Podría ser algo nuevo y diferente. Imaginen un teatro en el Callejón Diagon donde presentarán obras, películas, música y baile también ¿Por qué no? —.

—¡Es una gran idea, Harry!—Neville estaba fascinado—¡Me encanto ese show que ustedes hicieron! ¡Me gustaría poder ver algo así todo el tiempo! —.

Draco considero mencionar el teatro mágico en París, pero decidió que eso no sería adecuado. Después de todo, no todos eran fluidos en francés. El baile de Sally había sido muy lindo y todo un entretenimiento nuevo con bailes, lindos disfraces y música podría ser novedoso y divertido. Podría ser una aventura. Y un palco, como los Malfoy tenían en Paris, significaría que no tendrían que mezclarse tanto con los muggles.

—Quizás tendríamos que ver que tiene que decir la Profesora Burbage—Sugirió con su mejor aire de autoridad Malfoy. Apenas noto como Hermione y Harry rodaban los ojos—Quizás se puede arreglar algo. Sé que extrañaremos a Sally, ella es tan buena en los bailes mágicos, ¡pero no es como si ella pudiera recibir sus lecciones de ballet en Hogwarts! —.

Harry sabía que extrañaría a Sally. Ella había sido con quien se había juntado más de los Hufflepuff, ya que Ernie siempre andaba con Justin y Susan con Hannah. Estaría un poco solo ahora, pero Sally amaría todo lo que aprendería sobre baile...

Y de seguro no hay nada sobre gustos. Él preferiría enterrarse agujas en los ojos que ir a una escuela de baile, pero mirándolo de manera realista, sabía que Sally no era la bruja más poderosa o talentosa de su año. Ella era, sin embargo, de seguro una excelente bailarina.

La conversación se movió hacia otros temas, sobre todo al excelente almuerzo en la cesta de picnic sin fondo que Draco produjo. Hubo un maravilloso chocolate blanco caliente para beber y algunos pastelitos de Summerisle's como regalo especial. Hermione pensó que eran casi demasiado hermosos para comérselos. Casi.

—Qué mal lo de Sally—Comentó Draco después, mientras se limpiaba los dedos—Una niña tan linda. Hasta mi padre lo creía. Bueno, aún tenemos a la mayoría de los chicos de nuestro año en el club. Millie asistirá de manera regular ahora, por lo que me han dicho—.

—Y también Ron Weasley—Dijo Harry—Pase tiempo con él las últimas semanas. Él de verdad quiere amigos y es muy bueno jugando al ajedrez—.

—A Smith no le gustara eso—Dijo Draco con una sonrisa de medio lado.

—Para nada. ¿Me pregunto qué hará ahora que todos estemos en las reuniones del club? —.

—¡Nada de interés, estoy seguro! —.

El tren llegó a la estación de Hogsmeade y los estudiantes se arremolinaron para salir. Nadie noto que uno de ellos aún estaba en su asiento escribiendo de manera furiosa en un diario usado.

Traductor: Fadamaja

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