La madre empieza a escuchar. -parece una voz- dice ella- seguiré escuchando- la madre escucha, y de repente comprende. Es el teléfono. - Quédate aquí- le dice a Isaac- yo contesto. La madre se levanta, camina, abre la puerta y contesta. - hola? Quién es? - dice ella - soy yo, atenta, tu hijo no debe escuchar. - dice la voz en el teléfono - tranquilo, el es muy ingenuo. Nunca se acercará a escuchar. - bien, escucha: creo que a llegado el momento. Es hora. Has lo que acordamos. - no estoy lista todavía! - dice la madre con voz temblorosa - bueno, entonces, te daré un día más. Pero mañana tendrás que estar lista, y sin excepción. - dice "él" con una voz severa - tienes que prepararte. - okey. Tiene que ser mañana? A juro? - si. A juro. - bueno, está bien. Será mañana. - la madre, colgando el teléfono, regresa a la sala, a ver TV como si nada hubiera pasado. Lo que ella no sabía es que.... Isaac había escuchado.