Capítulo 13

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“ Cada fin de semana hacemos autostop hasta el infierno. Y solo piensas en ti mismo.
Ella Vos



Jungkook no pudo evitar mirar alrededor cuando llegaron hasta el establo, habían pasado dos años desde que estuvo ahí por última vez. Si bien había visitado la mansión en algunas ocasiones, esos jardines repletos de naturaleza y los propios caballos se quedaron congelados en el tiempo para él. Había pocas cosas distintas, Taehyung había añadido maquinaria más moderna todavía de la que ya tenía antes, para mantener la seguridad de los caballos, y cambiado la madera de la verjas, las cuales mostraban un color más oscuro ahora.

—Todo lo que te pido es que no repitas lo del primer paseo en caballo que diste, no corras hacia el monte y te quedes atrapado en el barro con uno de mis caballos otra vez. No quiero tener que rescatar a uno de mis caballos de nuevo. Estará bien si me escuchas y no te pones nervioso. Hoseok y Yoongi no están aquí así que no los verás besándose ni nada similar, no hay nada aquí que pueda quitarte la tranquilidad .

Jungkook suspiró obviando lo que el chico le decía y caminó hacia uno de los caballos para acariciarlo con curiosidad, había montado en alguna ocasión siguiendo las directrices de Tae pero nunca había admitido lo mucho que le gustaba hacerlo. Los animales le gustaban, siempre le habían proporcionado tranquilidad y cariño, a pesar de que desde muchos años atrás ni él ni Yoongi tenían mascotas en casa todavía lo ilusionaba la idea de poder estar en contacto con estés.

—Deja que te ayude a sacarla, es una gran yegua. Será perfecta para ti, orgullosa pero a la par amable.

Jungkook dio varios pasos atrás dejando que Taehyung preparase a la yegua para él, había ciertas cosas en las que el hermano de Hoseok era realmente bueno y sin duda una de ellas eran los caballos. Cuando lo veía mostrar su pasión por estos nunca podía evitar sonreír.

—Lista, ven, te ayudaré a subir.

—Puedo hacerlo por mí mismo - protestó Jungkook acercándose con cierta timidez. No sabía qué le ocurría en esos instantes, la figura de Tae mostrándose completamente seguro de sí mismo le resultaba tan sorprendente como curiosa.

Taehyung asintió, sin embargo sus manos se posaron sobre la cintura de Jungkook para ayudarlo a subir cuando este puso su pie sobre los estribos de la silla. Kook simplemente se dejó hacer, tal vez porque no se encontraba en un territorio que lo hiciese sentirse seguro.

—¿Recuerdas cómo montar? - las manos de Taehyung se movieron a través del cabello negro de la crin de la yegua.

—Levemente - la fría voz que Jungkook siempre intentaba mantener había desaparecido de cierta forma. Estaba tratando de contener sus nervios e ilusión por poder volver a ver los largos prados que formaban parte de la mansión, necesitaba sentir la naturaleza a su alrededor y el viento fresco de invierno calarlo hasta los huesos. Ese lugar había formado parte de su vida durante tan sólo un año, mientras vivía con Yoongi y se enamoraba del novio de este, pero había sido un período en el que gran cantidad de cosas sucedieron. Días que seguían en su memoria y en muchos aspectos habían influenciado sus decisiones.

Taehyung se quedó callado unos segundos mientras miraba a la yegua y la acariciaba.

—Échate un poco hacia adelante, subiré contigo.

Jungkook frunció el ceño al instante, Taehyung pretendía quitarle la libertad que tanto ansiaba experimentar de nuevo al obligarlo a compartir un momento que prefería mantener para él mismo.

—Prefiero hacerlo por mí mismo, sé que te gusto pero no es bueno que…

—No lo hago porque me gustes Jungkook, solo voy a enseñarte durante unos minutos, después vendré a por un caballo para mí mismo. Intenta tranquilizarte, ella notará tus nervios si no lo haces.

Pasaron unos minutos hasta que Jungkook se acostumbró a la sensación de calor que le producía el cuerpo de Taehyung tras él, a pesar del aire fresco ese abrigo que portaba parecía comenzar a molestarle. Mientras el caballo se movía lentamente podía sentir la manera en la que el torso del chico rozaba su espalda así como la manera en la que la cadera de este encajaba contra sí mismo casi con total perfección, los movimientos y roces, aunque inocentes, tomaban una connotación erótica en su necesitada mente provocándole sensaciones que ni quería ni pretendía mostrar abiertamente antes Jung Taehyung. Jungkook suspiró sintiendo un escalofrío atravesarlo en el instante en que Tae se acercó y pasó la mano alrededor de su torso bajo para ayudarle a corregir la postura antes de empezar a galopar. Las caderas del chico seguían chocando y rozando partes de su cuerpo que lo encendían de la manera más absurda posible, Kook comenzaba a sentir sus pantalones extremadamente apretados. Sus mejillas ardían con la sensación de estar siendo provocado sin vergüenza, era imposible que pudiese disimular ese bulto que los roces así como las masculinas manos de Jung le causaban, hacía demasiado tiempo que no sentía a alguien tocarlo e incluso si se trataba de algo tan absurdo y leve como aquello eso le afectaba.

Si hubiese sido otra persona quizás el efecto erótico jamás se hubiese dado pero era Taehyung, y aunque no le gustase de forma romántica Jungkook no era idiota. Sabía apreciar la belleza de su piel levemente tostada, sus ojos verdes y ese cabello largo que por alguna razón siempre le sentaba bien. Tae era precioso, físicamente podía causarle a él y su libido todas esas cosas que no lograba causarle a su corazón.

—Parece que lo controlas - el aire desprendido de la sonrisa de Taehyung dejó una sensación de calidez en su nuca - Quédate por aquí, iré a por mi propio caballo.

Las manos de Jungkook le impidieron a Tae moverse, en su mente había demasiadas cosas e ideas removiendose. Podría ser tan sencillo como decirle que estaba necesitado y necesitaba uno de esos favores que años atrás se hacían el uno al otro, sin embargo sabía que para Taehyung no se quedaría en una simple jornada de sexo. Este tenía más sentimientos en su corazón por él, usarlo para acabar con su necesidad sería cometer de nuevo el mismo error y en cierta manera implicaría usar o jugar con este.

—Sigamos así, no estoy del todo seguro todavía - Jungkook pudo escuchar un sonido sorprendido por parte de Taehyung pero se relajo cuando este tomó de nuevo las riendas de la yegua para animarla a galopar.

Jungkook estaba a punto de relajarse cuando la voz de Taehyung, ronca y al parecer también afectada, se coló en sus oídos.

—En realidad necesito a mi caballo, no puedo seguir con esto.

Basto una mirada de ambos para que los dos comprendiesen que se encontraban en la misma y exacta situación que aquella noche de hace dos años. A Jungkook tampoco le gustaba de un modo romántico Tae cuando aquella vez le dejó tomarlo, perdió su virginidad con alguien a quien no amaba pero en su mente todavía quemaba el pensar en la gran fuerza con la que la atracción por todo lo que envolvía el físico de Taehyung lo golpeó. Sus ojos verdes, similares a los de Hoseok, lo habían transformado pero ahora era mucho más maduro y sabía que hacerlo de nuevo solo derivaría en un gran daño para ambos.

Fue el sonido de un relámpago lo que rompió esa mirada entre los dos chicos. Ninguno parecía querer sumergirse en un error como el que habían cometido hace dos años, no importaba la atracción que de forma obvia e inevitable existía. Los remordimientos por parte de Jungkook y el miedo a seguir cayendo en el enamoramiento de Taehyung los mantenían con los pies en el suelo.

—Será mejor que entremos, podemos volver cada uno con un caballo cuando pase la tormenta.

Jungkook suspiró levemente y asintió. Tras eso se limitaron en volver en silencio hasta el establo. Ninguno dijo nada tampoco mientras caminaban hacia la mansión bajo la lluvia que levemente comenzaba a caer.

—Hagámoslo - fue Taehyung el primero en romper el silencio - Sé que la primera vez supuso algo bastante doloroso para mí pero he avanzado desde entonces. Ambos sentimos atracción Jungkook, si no puedes amarme al menos déjame tenerte de esa forma. Suena enfermo pero no lo es, no voy a perseguirte ni a buscarte salvo que tú me busques a mi.

Jungkook negó y miró a Taehyung, a pesar de la atracción entre ambos debían mantener la cordura. Los dos eran lo suficientemente mayores como para anteponer la razón a la necesidad.

—No Taehyung, recuerda que te dije que seriamos tan solo compañeros de piso. Hemos pasado esa línea viniendo hasta aquí pero no lo haremos de nuevo, realmente no puedo tener contigo sexo de una noche porque sé que acabarás mal y lo harás cerca de mí desde que vivimos juntos.

—Es mi decisión, por supuesto puedes decir que no quieres y lo aceptaré pero no pienses en mí como el Taehyung de hace dos años. Sigo sufriendo pero ni de lejos como antes lo hacía.

Las peticiones de Taehyung parecían no tener efecto, daba igual la excitación o la necesidad porque después de todo Jungkook había llegado a conocer a aquel chico durante el año que convivieron juntos y sin querer también había aprendido acerca de su forma de ser.

—Eso significa que te importo más de lo que pensaba - mencionó Taehyung revolviendose el cabello. Las gotas del agua de la lluvia resbalaban por su mandíbula y se perdían bajo su sweater, al igual que la vez en que compartieron su primer beso Jungkook se vió envuelto por la sensación de calor de nuevo.

Cuando su mirada y la de Tae se cruzaron supo que tal vez había perdido la batalla.

—No me importas - respondió antes de acercarse - Te demostrare lo poco que me importas tú y todo lo que te pase.

Taehyung sonrió mientras tiraba de la cintura de Jungkook hasta él, sus labios eran suaves, casi tanto como su piel. Sus piernas se envolvieron en un camino del que ninguno de los dos era consciente y cuando chocaron contra la mesa de la cocina medio desnudos no pudieron evitar compartir una sonrisa traviesa. La razón había perdido ante la desdichada necesidad de los roces, convertir la sensualidad y el sexo vacío en un espejismo de posible cariño era su mayor error y virtud. Ambos sabían que nada de eso era romántico o tan siquiera tendría un efecto positivo en su vida pero aún así no podían ni sabían como frenar la intensa calor que quemaba sus manos cuando se encontraban juntos.

Jungkook echó su cabeza hacia atrás sin poder evitarlo, sus labios estaban rojos mientras algunos suspiros se escapaban de su boca abierta. Era un desastre, desde su cabello revuelto a sus piernas temblando o incluso esas marcas que Taehyung inesperadamente había dejado en su cuello. Estaba completamente desnudo y abierto para él sin ningún tipo de vergüenza, demasiado concentrado en la forma en la que las yemas de los dedos de las manos del otro acariciaban sus músculos.

De todas las cosas que podría decir en ese instante la primera que se pasaba por su cabeza era la de lo mucho que agradecía tener los ojos cerrados o de lo contrario la mínima gota de control que le quedaba se perdería por completo. Abrir los ojos podría suponer muchas cosas, la imagen de Hoseok podría desaparecer de su imaginación para devolverle a Tae pero lo cierto es que inesperadamente Taehyung se colaba por sí mismo en esa imaginación sin que hiciese falta que sus ojos se mantuviese abiertos.

Un grave gemido abandonó de nuevo sus labios y se movió gustoso al sentir como uno de los dedos de Tae comenzaba a dilatarlo con gran cuidado. Aceite de coco, podía oler la fragancia sin problema, Tae estaba usando uno de sus olores favoritos para dilatarlo, quizás porque no habían encontrado nada mejor… sin embargo al ego de Kook le gustaba pensar que en realidad Taehyung conocía de él hasta sus gustos más absurdos. Por alguna razón su cuerpo temblaba al pensar en ello, la sensación de tener a alguien que de veras se había molestado en comprender su personalidad era como una daga envenenada que lo volvía masoquista.

—Realmente pareces necesitar esto casi tanto como yo - Taehyung sonrió llevando la otra de sus manos hasta el torso de Jungkook para acariciar sus abdominales marcados sin ningún tipo de vergüenza. De nuevo el chico se dejó hacer, le era inevitable suspirar ante el modo en el que lo tocaba. Tae había cambiado en muchos aspectos incluyendo el ámbito sexual. Ahora sus movimientos ya no eran dudosos y desesperados como lo eran durante su primera vez, la inseguridad había dado paso a la experiencia después de todo ese tiempo.

—Hazlo de una maldita vez TaeTae - los ojos de Jungkook ya se encontraban brillantes como consecuencia de las lágrimas que el placer siempre le proporcionaba. Era algo que él consideraba como un defecto pero que en general a los chicos con los que había estado les gustaba. Sin embargo Taehyung no parecía impresionado, él ya lo había visto de esa forma antes.

Con cuidado se colocó entre sus piernas y comenzó a moverse, la apretada entrada de Jungkook lo envolvió sin problemas dejando que ahora fuesen ambos los que gimieran. La atracción existía por un motivo, encajaban, realmente eran perfectos el uno para el otro en cuestiones de cama. Tae sabía dónde tocar, morder, chupar o pellizcar para arrancarle los más agudos sollozos de excitación como si llevasen años encontrándose de ese modo. Kook lo comprobó cuando los besos del hermano de Hoseok se posaron sobre sus clavículas mientras que con una de sus manos le acariciaba la espalda y la otra aliviada su miembro.

Su cabeza parecía a punto de explotar ante las sensaciones que habían comenzado a cubrir su cuerpo.

—Mirate, no queda nada de ese chico serio - Taehyung atacó los labios de Jungkook, no había piedad en la forma en la que sus lenguas se envolvían hasta dejarlos sin respiración.

Los ojos llorosos de Jungkook volvieron a fijarse en Taehyung quien al igual que él estaba despeinado. En ese instante todo lo que ansiaba era pegarlo de nuevo a su boca. Sus manos lo buscaron con desesperación y cuando un nuevo beso llegó, dejó que un suspiró de placer resonase sobre los labios de Tae provocandolo, le gustaba sentirse así, sostenido, deseado y lleno de placer. Su cintura estaba totalmente pegada al torso de Taehyung causandose a sí mismo la tortuosa sensación de sentir su miembros atrapado entre los movimientos que ejercía el chico de ojos verdes. La cercanía era incluso así poca, lo necesitaba completamente pegado y nuevamente este lo entendió al instante.

Taehyung se relamió los labios notando lo que Kook parecía pedirle con esa desesperación que hacía que sus ojos se cristalizasen y atrapandolo contra la mesa sobre la que se apoyaban, comenzó a moverse con profundas estocadas a la vez que pegaba su torso al de Jungkook.

La calor de nuevo cubriendo los cuerpos de ambos hasta volverlos completamente adeptos a esa unión placentera. No importó el mucho tiempo que se dedicaron el uno al otro pues cuando alcanzaron el clímax decidieron repetir la acción.

Desesperado Jungkook comenzó a lamer el cuello de Taehyung a la vez que envolvía sus piernas alrededor de la cadera de este. No le importaba olvidarse de su faceta de chico serio, en ese instante no había nada más que diversión y necesidad. Lejos quedaban ya de su mente las preocupaciones sobre los exámenes. Todo en lo que podía pensar era la ardiente sensación del miembro de Jung Taehyung saliendo y entrando de él sin ningún tipo de piedad mientras sus torsos se pegaban por el sudor.

—Mierda Jungkook, ¿qué estamos haciendo?





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Siento la mala narración en este capítulo, lo he escrito algo deprisa porque se me hacía tarde para publicar. Espero que me podáis comprender.

Cómo siempre :

Un beso, Mel 😘

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