chapter x of the death season :
" IT WILL BE THE NOBLEST ENDING IN HISTORY "

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" I'm with you 'til the end of the line. "

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11 de enero, 2018

wakanda

—SI SALIMOS VIVOS DE ESTO, te la devolveré.

Natasha levanta la vista desde donde ha estado retorciendo sus bastones eléctricos en sus manos, hacia donde Bucky se encuentra a casi un pie de distancia. El hombre con el brazo de metal sostiene la misma arma que usó hace dos años en Siberia, la que una vez le perteneció a ella antes de que la robara del quinjet. Svet mira torpemente desde su bota anudada que se extiende hasta la mitad de la espinilla, con el flequillo rojo cayendo de sus ojos mientras observa la interacción frente a ella.

Natasha mira al hombre, con una ceja rubia levantada y sus labios curvados en una sonrisa.

—Nah, quédatelo, James. Considéralo un regalo de mí... para ti —ella apoya una mano en su pecho y lo señala—. Además —la ex asesina se encoge de hombros y se pega descuidadamente sus bastones eléctricos a la espalda, girándose para mirar directamente sus ojos oceánicos—. La necesitas más que yo.

La mujer rubia le hace un guiño antes de que se dé vuelta y salga por las puertas del palacio.

Y todo lo que le queda a Bucky es el arma y una pequeña sonrisa tonta moviendo sus labios.

Svetlana mira entre la espalda de Natasha y el rostro de Bucky con los ojos muy abiertos.

Y luego la joven se estremece con su suave acento ruso.

—¡Egh! No estoy segura de qué fue eso, ¡pero fue aterrador!

—¿Qué? —Bucky parece recordar ahora que está parada allí, por lo que se endereza—. ¿Te refieres a flirtear, Sveta?

—Flirtear —repite Svetlana en voz baja, tratando de sonar como su padre todo el tiempo mientras saborea la palabra en su boca y saca la lengua con disgusto—. Ewww.

Bucky solo levanta las cejas hacia ella, sosteniendo la nueva pistola contra su hombro.

—¡Oo, oo! —la chica jadea y salta un poco—. Esto es lo que Sam me enseñó. Te lo enseñaré, espera un momento —aclarando su garganta, Svet retrocede un poco y luego señala con un dedo en su boca para imitar que va a vomitar.

Bucky se encoge un poco ante la expresión de la cara de su hija, retrocede y le arruga la nariz.

Con un suspiro de satisfacción, la chica se endereza y da una sonrisa orgullosa y asiente.

—Así.

El hombre pone los ojos en blanco y asiente.

—Que alegría haber dejado a mi hija en manos de un gamberro.

—¡El tío Sam me ha enseñado todo tipo de cosas maravillosas!

—Genial. El hombre pájaro y yo tendremos unas palabras —se queja Bucky antes de mirarla confundida—. Además, pensé que querías que Natalia y yo estuviéramos juntos.

—Ahora es Natasha, papa. Y bueno, sí quiero... —Svet extiende la palabra, empujando el suelo con el pie, luego estecha los ojos y sacude la cabeza hacia él—. ¡Pero es muy desagradable presenciarlo!

Con una leve sonrisa, Bucky asiente un poco antes de que se desvanezca lentamente y sus ojos se encuentren con los de ella.

—Lana, no quiero que salgas.

Svetlana lo mira lentamente, la suya la imita al comprender.

—Lo sé...

Los labios de Bucky se tensan en una línea delgada y preocupada. Podía decir mucho. Podía dar el mismo discurso que solía darle a Steve hace años. Esto no es un callejón, es la guerra. Guerra brutal y sangrienta donde el amigo que está a tu lado es derribado y no puedes dejar de pelear. Svet era una asesina, no una soldado. Pero de alguna forma, Bucky sabe que eso es exactamente lo que su hija es ahora. Nunca pudo detener a Steve en ese entonces, y sabe que no podrá detener a Svetlana ahora. Ella se parará en primera línea con o sin él. Y no está dispuesto a dejar que se enfrente a una guerra sola.

Respirando hondo, el hombre alto finalmente se aclara la garganta y asiente.

—Muy bien.

Su hija le da una sonrisa triste y reconfortante.

—Vamos, papa, los demás estarán esperando.

Svet se voltea para alejarse, pero Bucky la agarra rápidamente, tirando de ella hacia atrás. Él ignora su mirada inquisitiva y se acerca, poniendo sus manos en la parte posterior de su cuello y mirándola a los ojos para asegurarse de que ella lo comprende.

—¿Recuerdas lo que te enseñé? —su voz es baja y preocupada, sus ojos buscan los de ella—. Eres buena en cuerpo a cuerpo, pero no sé qué vamos a enfrentar allí afuera. Mantén la distancia tanto como puedas. Las cabezas y los pechos son geniales, pero las rodillas funcionan también, ¿verdad? —la chica le da una pequeña sonrisa, Bucky asiente firme y muy seriamente—. Los derribarás, Svetka; sean lo que sean, no dejes que se acerquen demasiado. ¿Entendido?

La cara de la chica es dura como una piedra cuando asiente,.

—Entendido.

—Bien —Bucky da un pequeño suspiro de aprensión.

Apretando los ojos oceánicos, Bucky envuelve un brazo alrededor de los hombros de Svet y la acerca a su pecho, dándole un último beso antes de que se vuelvan y caminen hacia una guerra de la que no están seguros de volver a salir.

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—¿CÓMO VA, BRUCE?

—¡Creo que le estoy cogiendo el tranquillo! —Bruce le grita a Natasha mientras ella se para en una nave wakandiana, el cuerpo de él despega y aterriza con fuerza en el traje gigante del Hulkbuster—. ¡Whoa, whoa, esto es flipante, tío! Wow, es como ser Hulk sin tener que... —y justo en ese preciso momento, el hombre tropieza y cae de bruces.

Okoye simplemente le da una mirada de repugnancia cuando su nave, Falcon y Máquina de Guerra pasan volando rápidamente por el traje caído.

—¡Estoy bien! ¡Estoy bien! —tranquiliza Bruce, apenas capaz de tomar un descanso mientras el Hulkbuster lucha de nuevo, apartando la tierra y la hierba de su cara.

—Capto dos señales térmicas en la arboleda —la voz de Rhodey avisa de repente por los comunicadores.

Muy por delante, en la arboleda ardiente y humeante, Proxima Midnight y Cull Obsidian se mueven hacia el borde de la cúpula con sonrisas en sus rostros viciosos. Las grandes e intrincadas naves wakandianas se empujan bruscamente hacia el lado, donde el resto de las tropas esperan, permitiendo que una pelirroja salte y se deslice rápidamente por el borde de metal. Las botas de Svet aterrizan en la hierba alta con un ruido sordo y sus labios se fruncen al ver a los extraterrestres que esperan al otro lado de la barrera de energía.

Bien, ahora quieren hablar.

Svet avanza lentamente tras Bucky y Natasha, deslizándose fácilmente entre ellos cuando se detienen en la primera línea junto a Steve y T'Challa.

—¿Ya te diviertes? —pregunta Bucky en voz baja, dándole a la pelirroja una sonrisa a medias.

—Sí —Svet sonríe antes de mirar a Natasha—. ¿Tú te diviertes?

La rubia rompe su expresión estoica para responder inteligentemente con:

—He estado peor.

Bucky y Svet hacen una pausa antes de asentir de acuerdo.

—¡Bayeza! —una voz alta y orgullosa suena de repente, otro ejército de las montañas, el Jabari, camina junto al rey, el capitán y los otros combatientes—. ¡Bayeza!

T'Challa asiente respetuosamente y le da la mano al otro gran hombre.

—Gracias por darnos apoyo.

—Claro, hermano —M'Baku sonríe y asiente, hablando en su lengua materna—. Desearía que mi hermana estuviera aquí para luchar a nuestro lado.

—Cómo yo —responde T'Challa referente a su esposa, con el corazón apretado, antes de girarse para mirar a las dos figuras alienígenas que aparecen a través del campo.

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CUATRO ESTÁN FRENTE A DOS en medio de un campo de batalla que tardará mucho en llegar: alienígenas contra humanos con una alta barrera que es lo único que los separa.

El mundo ha cambiado y no hay marcha atrás. Todo lo que pueden hacer es seguir avanzando. Y eso es exactamente lo que han hecho en los dos años que han pasado desde que huyeron. Éstos han sido difíciles, pero los ex-Vengadores se mantuvieron juntos, y aún permanecen juntos, mientras se acerca la guerra que cambiará absolutamente todo.

La chica de casi diecisiete años con ojos azules y pelo rojo cortado se interpone entre su madre y su tío, el rey wakandiano se para al otro lado.

Un silencio pesa sobre ellos, extendiéndose de un lado de la lucha al otro, creando una fuerte tensión entre los héroes y los villanos.

Natasha es la primera en hablar con una burla en su voz y una sonrisa en sus labios.

—¿Y tu otro amigo?

La criatura femenina, Proxima, mira directamente a la rubia, hablando profundamente y sin emoción.

—Pagarás por su vida con la tuya.

—Y yo te mataré antes que ella —contesta Svetlana con una voz amenazadora, terriblemente similar a la de su madre.

El aire parece haberse detenido cuando Steve Rogers apenas mira a su sobrina, pero la chica y la criatura no se quitan los ojos de encima.

Proxima simplemente tararea por un momento, asimilando las palabras de Svetlana antes de silbar:

—Una niña no resistirá la ira de Thanos.

Steve entrecierra los ojos ante la amenaza enviada hacia su sobrina, mientras que Natasha mantiene su expresión inquebrantable y dura.

Pero la pelirroja adolescente ni siquiera se inmuta.

—Una niña es tan buena como cualquiera para matarte, y tendré el honor de hacerlo yo misma.

—Dices palabras de las que pronto te arrepentirás —Proxima se desliza humildemente hacia atrás con su lengua retorcida—. Me aseguraré de que te arrepientas cuando empuje mi lanza a través de tu corazón latiente.

La expresión de la madre se oscurece, pero su hija habla antes de que pueda tener la oportunidad de hacer sus propias amenazas.

—¿Quieres jugar conmigo? —le dice con voz suave que la chica es capaz de hacer que sea aterradora y fuerte.

Proxima se acerca a la barrera azul que separa a los hijos de Thanos y a la hija de Bucky Barnes y Natasha Romanoff. La chica sigue su ejemplo, dando un paso adelante para poder enfrentar mejor a la criatura. El mundo sigue siendo pesado, la tensión continúa aumentando, el destino de todos pesa en la balanza.

Y así, antes de que comience la guerra, antes de que el mundo termine, Svetlana Barnes simplemente sacude la cabeza y responde suavemente:

—Creo que necesitarás un palo más grande para eso.

Los labios de Natasha se contraen en una sonrisa un poco más grande.

Proxima se aleja de la niña.

—Thanos conseguirá esa Gema.

—Eso no va a pasar —responde Steve sin ningún indicio de cumplimiento dentro de su voz.

—Ahora estáis en Wakanda —habla T'Challa—. Thanos no conseguirá más que polvo y sangre.

—Tenemos... sangre de sobra —gruñe Proxima, empujando su lanza en el aire.

Las grandes naves que se encuentran muy atrás comienzan a aterrizar lentamente y algo dentro de ellas empieza a surgir, algo que parecen puertas, lo que deja en claro que el momento de la negociación ha llegado a su fin. Steve aprieta los dientes y se encuentra con la mirada de T'Challa. Los dos asienten y luego los cuatro se alejan de los alienígenas amenazadores, dirigiéndose hacia aquellos que los esperan en primera línea.

—¿Por qué hiciste eso? —Natasha mira a Svet mientras cruzan la hierba alta hacia Bucky.

—Sam dice que nunca te metas con la madre de alguien —Svetlana la mira con ojos grandes—. ¿No es así?

Natasha sonríe y pone los ojos en blanco.

—Suena bien.

Caminando de regreso para unirse a las tropas, Bucky entrecierra los ojos con una expresión en blanco.

—¿Se han rendido?

Steve suspira un poco, volviendo a su lugar entre él y Natasha.

—No exactamente.

—¡Yibambe!

—¡Yibambe!

La gente de Wakanda canta su grito de guerra.

—¡Yibambe!

—¡Yibambe!

Steve mira a su pequeña familia y sus amigos, sabiendo que probablemente no van a salir de esto.

—¡Yibambe!

—¡Yibambe!

Svet respira hondo, preparándose para lo que venga después.

—¡Yibambe!

—¡Yibambe!

Y luego, de repente, Proxima deja caer su brazo.

Luego, desde el vientre de las monstruosas naves, seres repugnantes con dientes largos y duros, carne negra escamosa, y seis extremidades con garras afiladas, comienzan a salir hacia la arboleda.

—¿Pero qué...? —Bucky se susurra a sí mismo, sus ojos oceánicos estudian a los de afuera con horror.

—¿Qué son esas cosas? —murmura Svet.

—Creo que la hemos cabreado —dice Natasha, sus pies preparándose en posición.

Entonces, justo cuando los outriders llegan a la frontera, Svet casi espera que se detengan. Pero no. Siguen golpeando sus cuerpos contra el borde alto y azul, lo que les permite quemar y desgarrar su carne.

—¡Se están matando! —Okoye observa a las bestias con una expresión horrorizada, T'Challa la apoya con una expresión rígida y firme.

Svet lanza una respiración lenta y Proxima sonríe a través del campo de batalla.

Y después, los que sobreviven comienzan a abrirse camino, con la piel desteñida a medida que corren por la tierra hacia ellos. Los escudos están levantados. Se disparan balas.

Sam y Rhodey vuelan por lo alto, tratando de acabar con los que pueden más cerca de la barrera. Pero siguen entrando.

—Cap —Bruce de repente habla, observando a los escurridizos comenzar a correr alrededor del borde de la cúpula—, si estos bichos rodean el perímetro y entran por detrás, no habrá nada entre ellos y Visión.

—Pues mantengámoslos delante —dice Steveen voz baja.

—¿Cómo hacemos eso?

—Abriendo la barrera —T'Challa se da cuenta lentamente antes de mover un dedo a su enlace de comunicación—. A mi señal, abrid la sección 17 noroeste.

—Solicitando confirmación, mi rey —habla Shuri, incapaz de ocultar un poco de conmoción en su voz—. ¿Has dicho 'abrir la barrera'?

—A mi señal.

—Será el fin de Wakanda —murmura M'Baku al notarlo.

—Pues será el final más noble de la historia —termina Okoye con firmeza, sus ojos valientes e implacables.

—¿Tienes miedo? —pregunta Natasha en voz baja a su hija, sus ojos verdes muy abiertos y listos, mirando la guerra que se avecina.

Svet deja escapar un suspiro bajo e inquebrantable, negando.

—Ya no.

Steve no se molesta en mirar por encima de su hombro, porque ya sabe quién está allí.

—¿Estás conmigo?

Bucky solo asiente decididamente.

—Hasta el final, amigo.

Svetlana entrelaza cuidadosamente sus dedos con los nuevos de vibranium de Bucky, dándole una pequeña sonrisa y un asentimiento seguro.

Y luego ella repite las palabras que él le dijo tantas otras veces:

—Irá bien, papa.

Aun así, ambos saben que ninguno de ellos puede saberlo.

T'Challa sale lentamente al frente y mira al cielo, sus labios presionando en una línea por un breve momento. Luego sus ojos oscuros caen y su expresión se oscurece.

Se lleva los puños al pecho en un último recuerdo de su familia y de su país, y luego grita:

—¡Wakanda por siempre!

Antes de que el reino y aquellos ahora llamados 'los Vengadores Secretos' se sumerjan en la guerra, los guerreros gritan en respuesta:

—¡Wakanda por siempre!

Sin pensarlo dos veces, Svetlana se lanza a toda velocidad junto a su familia y amigos, entre su padre y su madre.

Y así, comienza la batalla.

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[ Silent prayers and whispered ends

I hear 'em calling from within

When all the heroes fall,

The world plays its wicked games

And I am left defenseless ]

x. heroes fall hidden citizens