25 | time travel test #1

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chapter xxv of the death season :
" YOU KNOW BOI'S GOT HIS FREE TACO— "

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" That shield doesn't belong to you. You don't deserve it. "

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25 de enero, 2023

base de los vengadores

VAMOS ALLÁ: VIEJA EN EL TIEMPO, PRUEBA NÚMERO 1.

Un pequeño equipo de los Vengadores restantes y un par de extras se encuentran en el hangar aéreo del complejo.

El profesor Hulk, como Laurie ha decidido llamar a la versión algo corta pero mucho más digna de Bruce Banner y Hulk, se encuentra cerca de la mesa de control.

—¡Scott! —dice el profesor Hulk—. Dispara el chisme, uh, de la furgoneta.

La mujer de veintitrés años se burla, ladeando la cadera y apoyando la mano sobre ella.

—El chisme se llama Hércules.

—Oh, um, te pido perdón.

Los ojos de Laurie se abren de sorpresa por lo bien que el hombre se lo toma. Esperaba... bueno, las reacciones habituales que tiene ante su tontería. Molestia. Enfado. Aversión general. Pero no de Bruce Banner.

Ella sonríe un poco, ahora avergonzada.

—Perdón aceptado.

Bruce se ríe un poco, sacudiendo la cabeza.

—Disyuntores listos. Generadores de emergencia en espera.

—¡Bien! Porque si fundimos los plomos, no quiero perder, eh —su voz baja un par de octavas y murmura lo suficientemente fuerte como para que todos escuchen—, al diminuto en los años cincuenta.

Laurie dice, "¿cómo dices qué dijiste?" cuándo Scott, "¿perdona?"

—¡Es una broma! —se apresura Natasha, y le sonríe despreocupadamente a Bruce—. ¡No puedes decir esas cosas!

—Ha sido... un chiste malo —Hulk-Bruce tropieza con sus palabras, mirando a su alrededor un poco vacilante.

El padre y la hija se miran lentamente.

—Suena falso pero, vale —Laurie entrecierra los ojos mientras giran lentamente y caminan hacia Hércules.

Tan pronto como están lo suficientemente lejos, la voz de Natasha se cae y murmura:

—Es una broma, ¿no?

—¡No tengo ni idea! —responde el extra grande y verde Bruce—. Estamos hablando de viajar en el tiempo, ¡o todo es una broma o nada lo es! —luego, gira con una gran sonrisa y un pulgar hacia arriba—. ¡Todo listo! ¡Ponte el casco!

Laurie sonríe y deja caer el casco sobre la cabeza de su viejo, golpeando ruidosamente cada lado con las palmas de sus manos.

—¡Buena suerte, amigo! Tráeme algo guay y no olvides volver al futuro, ¿entendido?

—Entendido, monito —él asiente con firmeza hacia atrás.

—Scott, te voy a mandar una semana atrás, te dejaré por ahí una hora y te traeré de vuelta a los diez segundos. ¿Tiene sentido?

Scott descarta la preocupación.

—¡Absolutamente nada confuso!

—Buena suerte, Scott —Steve asiente, luciendo muy serio—. Tú puedes.

—Es verdad —Scott esboza una gran sonrisa—. ¡Yo puedo, Capitán América!

Y después, con la ayuda de Bruce, Hércules cobra vida y el cuerpo de Scott se encoge hasta que desaparece en lo desconocido.

Saltando, Laurie grita de emoción:

—¡Gran Scott, lo has logrado!

Bruce le guiña un ojo a la joven vertiginosa antes de girar un dial y hacer una cuenta regresiva.

—Cuento desde tres, dos, uno...

Un cuerpo resurge de lo desconocido. Pero esta vez es mucho más pequeño y joven.

—Uh... ¿chicos? —el niño moreno delante de ellos mira su cuerpo—. Esto... esto no va bien.

—¡¿Pero qué cojines?! ¡No, claro que no! —los ojos helados de Laurie están muy abiertos—. ¡¿Quién diablos es ese?!

—¿Qué es esto? —los ojos de Steve se dirigen a Bruce.

—¿Quién es ese? —señalando al niño, Natasha luce horrorizada—. ¿Ese es Scott?

—¡Sí, soy Scott!

—¿Papá...? —le pregunta Laurie al niño—. Tienes como doce.

En pánico, Hulk-Bruce gira apresuradamente los diales una vez más y alguien vuelve, pero esta vez es viejo y arrugado y pegado contra el cristal.

—Oh —la mandíbula de Laurie cae cuando Dinosaur Scott gime y deja caer una mano sobre su espalda—, ¡mi espalda!

—¡Haz que pare! —su hija se golpea los ojos con horror.

Steve apoya una mano sobre el hombro rígido de Laurie, las luces parpadean una vez más. Y luego el capitán levanta una ceja e inclina la cabeza por el último estado del viajero en el tiempo.

—Es un bebé —da a notar Steve.

—Esto le da un significado completamente diferente a 'baby daddy' —Laurie se frota los dedos con pánico en la frente y se estremece ante su propia broma.

—¡Es Scott! —Bruce intenta defenderse.

—¡De bebé! —Steve argumenta de nuevo.

—¡Ya crecerá!

El rubio se enoja.

—Trae a Scott de vuelta.

—Cuando te diga que lo apagues —grita Hulk-Bruce—, ¡apágalo!

Natasha se apresura a alejarse para hacer lo que se le indica, murmurando para sí misma.

Ay, madre...

Poniendo las manos los controles retorcidos y ajustados, Bruce cuenta para sí mismo y luego grita:

—¡Y apágalo!

Otro cuerpo es arrojado a través del tiempo y el espacio y luego Scott, su Scott, queda delante de ellos. Laurie está congelada mientras lo mira boquiabierta. Con las rodillas dobladas y los brazos estirados, Lang mira al grupo con los ojos muy abiertos y aterrorizados.

—¡Alguien se ha meado en mis pantalones! —anuncia en voz alta—. Pero... no sé si he sido yo bebé o yo anciano, o yo yo.

Se plantan en un incómodo silencio.

Con una gran sonrisa, Bruce exclama:

—¡Viaje en el tiempo!

Cuando Laurie se lanza hacia su padre, Steve suspira y mira hacia otro lado con total incredulidad ante su enorme fracaso.

—¿Qué? —el profesor mira aturdido a su alrededor—. Y-yo lo veo como un auténtico triunfo.

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STEVE SE DIRIGE DIRECTAMENTE AL EXTERIOR.

Necesita un poco de aire, tratar de separarse del desastre que acaba de ocurrir, seguir su propio consejo y mantener la cabeza en alto. Pero no puede ignorar esa terrible sensación de hundimiento en la boca del estómago. Su única oportunidad, su última oportunidad de llevar a todos a casa, ya no es una opción.

No perderé aún la esperanza.

Su expresión se estremece ligeramente ante el recuerdo que regresa.

No lo haré. Mi padre sigue ahí afuera. Lo sé. Lo siento.

Los días sin escuchar el sonido de esa pequeña voz ronca eran días que dolían. Después de su tiempo en el hielo, y de perder a Peggy, aceptó el hecho de que probablemente nunca tendría hijos propios, pero Svet se había metido en su corazón y tomó ese lugar por él. Se había acostumbrado tanto a tener a esa niña caminando a su lado, disfrutando de sus tontas preguntas, riéndose de sus bromas accidentales, ayudándola a aprender lo bueno de lo malo.

Y ahora ella estaba lejos de estar en lo cierto, y él no pudo evitar sentir que le había fallado. Falló a Natasha. A Buck. Por no vigilarla mejor, por no asegurarse de mantenerla a salvo.

Pero entonces un sonido casi ensordecedor rompe el silencio a su alrededor. Mirando hacia arriba, ve a este brillante deportivo plateado por el largo camino del complejo, con los neumáticos chirriando mientras pasa las esquinas y acelera hacia donde él está parado. Luego se detiene un poco más adelante y retrocede lentamente, la ventana se baja y Tony Stark mira por completo al capitán favorito de los Vengadores.

Ninguno habla durante un largo momento incómodo.

Y, de repente, aparece una cabeza de color marrón oscuro junto a Tony.

—¡Disculpe, amable señor! —dice Lisa Stark con rapidez—. Estamos buscando a un amigo nuestro, ¡tal vez lo haya visto! Es alto, de hombros anchos, ocasionalmente vestido como una bandera...

Tony sonríe y Steve esconde su diversión detrás de su mirada confusa y vacilante.

Cuando el capitán no responde, Tony niega con la cabeza.

—Ya ves que solo intentaba ser graciosa, así que, ¿por qué esa cara? Déjame adivinar: se ha convertido en un bebé.

—Entre otras cosas, sí, ¿qué hacéis aquí?

Tony suelta un gran suspiro de cansancio, saliendo del coche plateado.

—Es la paradoja EPR. En vez de impulsar a Lang a través del tiempo, quizá impulsásteis el tiempo a través de Lang. Es complicado. Peligroso. Alguien debió advertiros.

Los ojos de Steve se mantienen firmes.

—Tú lo hiciste.

—¿Ah, sí? —Tony finge estar sorprendido antes de sonreír—. ¡Pues gracias a Dios que estoy aquí!

—Ahí está el Tony Stark que conocemos —dice Lisa juguetonamente, saliendo y apoyando sus brazos en la parte superior del deportivo plateado—. Enséñale eso.

Siguiendo las instrucciones, el hombre levanta inteligentemente lo que parece un reloj de alta tecnología.

—En cualquier caso, lo he arreglado.

—Lo hemos arreglado —corrige Lisa.

—Vale, vale, lo hemos arreglado —acepta apresuradamente—. Un GPS espacio-temporal operativo.

Steve sonríe.

—Solo quiero paz —Tony arroja un signo de paz, suspirando y apoyándose contra el costado del automóvil—. El resentimiento es corrosivo, y lo odio.

La chica que había sido rota entre ambos, un puente partido por la mitad, sonríe un poco.

Steve asiente lentamente.

—Yo también.

—Podemos conseguir esas Gemas, pero tengo que decirte mis prioridades. Recuperar lo que perdimos, eso espero, sí. Conservar lo que encontré (Maria, Morgan, Kwezi), debo hacerlo a toda costa. Y no morir en el intento, estaría guay.

—Eso estaría bien —Lisa acepta desde un lado, cruzando los brazos sobre su pecho.

Mirando entre los dos, Steve extiende la mano.

—Eso suena a trato.

Tony asiente y le da la mano, mirando a la distancia.

Y luego los dos hombres se quedan allí en silencio, sin moverse.

Lisa finalmente gime:

—Oh, ¡abrazaos y besaos de una vez! ¡Dios!

Steve se ríe entre dientes, dándole a la chica que ha visto convertirse en una mujer una cálida sonrisa.

—Me alegra verte, Lisa.

Ella le devuelve el guiño.

—Lo mismo digo, Capitán Rog.

Él se ríe por el nombre.

Mientras tanto, Tony se mueve hacia la parte trasera del coche, abriendo el maletero y empujando lentamente algunos artículos a un lado. Luego, revela el viejo escudo familiar de vibranium rojo, blanco y azul, y la cara de Lisa se ilumina en una sonrisa.

Pero Steve duda.

—Tony... no sé.

—¿Por qué? Él lo hizo para ti —Stark lo gira en sus manos, extendiéndolo para que el capitán lo maneje—. Además, tengo que sacarlo del garaje antes de que Maria y Morgan lo usen como trineo. Esas niñas son unas salvajes.

Tony mira a su hija mayor en lo que parece casi culpa, pero ella se encoge de hombros. Hace todo lo posible para controlar a esas niñas, pero ¿qué puede hacer? Son como ella.

Steve ajusta el escudo a su brazo, sonriéndole como un viejo amigo.

Finalmente, levanta la vista y dice:

—Gracias, Tony.

—¿Puedes ser discreto con esto? —Tony bromea mientras camina hacia donde están la reina y el capitán—. Lisa y yo no hemos traído uno para todo el equipo.

Pero Tony vacila.

Vamos a recuperar a todo el equipo... ¿no?

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Y MIENTRAS EL EQUIPO EMPIEZA A REUNIRSE, Laurie decide almorzar.

Los Lang se mueve hacia el exterior del complejo, encontrando un banco tranquilo y apacible para comer algo de comida fresca de la cocina.

Con las dos manos llenas de tacos, la chica salta y canta alegremente, moviéndose para sentarse al lado de su padre.

¿Conoces al chico que consiguió un taco gratis...?

Y luego una nave espacial real procede a aterrizar justo al lado.

Y todo el contenido de los tacos sale volando por todo el pavimento, sin dejar nada más que la torta rota y decrépita. Justo como Laurie.

Con un gran suspiro, la chica mira su lechuga, tomate, queso y carne.

—Que irónico.

Pero la tristeza de la chica se desvanece rápidamente al ver a dos extraterrestres que descienden del interior de la nave espacial.

—¡Eh, humanos! —el mucho más bajo, y con más pelo de los dos, grita en su dirección—. ¡¿Y el Gigantón Verde?!

Laurie casi se cae del banco.

—¡¿Es eso un panda que habla?!

Dicho panda no parece satisfecho.

—Uh... —Scott solo entrecierra los ojos—, en la cocina. Creo.

El hombre asiente y golpea su mano en la rodilla de Laurie, tratando de parecer casual por el hecho de que hay extraterrestres y naves espaciales.

Nada más la dama alienígena azul camina junto a ellos, Scott la señala y sonríe cortésmente.

—¡Es alucinante!

—Um, quiero ser grosera... —Laurie se desliza hasta el borde de su asiento—, pero una vez que retrocedamos en el tiempo para golpear a Thanos en la entrepierna, ¿puedo ir al espacio contigo, señorita azul del grupo?

La mujer llamada Nébula ni siquiera les hace caso, solo hablan por el dispositivo de comunicación de su muñeca.

—Rhodey, cuidado con la reentrada. Hay dos idiotas en la zona de aterrizaje.

Alguien con un traje de metal grueso se precipita desde arriba, aterriza con fuerza en el concreto y hace que los Lang se asusten y rompan los tacos en sus manos.

—¡Ay, Dios! —Scott jadea, tocándose el pecho con una mano y agarrando la muñeca de Laurie en pánico.

—¿Qué pasa hay, hombre de tamaño normal? —Rhodey aparentemente todavía está un poco amargado por los eventos de la guerra civil de los Vengadores—. Y chica al azar cuyo nombre desconozco.

—Soy Stinger —Laurie tristemente intenta presentarse—, ¡para tu información!

Bruce camina lentamente, deteniéndose ante los Lang. Mira hacia sus tacos rotos y luego los diez que tiene en su propio plato. El gigantesco científico verde solo da una amplia sonrisa amistosa, dando cuatro tacos a los dos de aspecto triste antes de asentir y alejarse casualmente.

Laurie suspira y sacude la cabeza, hablando con la boca llena de comida.

—Esta ha sido la semana más rara de mi vida.

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[ Tomorrow is another day

And when the night fades away

You'll be a man, boy!

But for now it's time to run ]

xxv. run boy run woodkid

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