Después del ataque de crisis que sufrió Yoongi ese día, sus horas de dormir se redujeron a quince minutos a lo sumo, habló con los directivos nuevamente, está vez fue directo y les pidió que retuvieran al general ya que el informe del hada lo iba a entregar en su propio plazo, pero en realidad estaba ideando un plan para sacar al hada del laboratorio, podía abrir las ventanas y listo, es más, lo había hecho una vez, pero el hada se rehusaba a irse sin él por más que lo convenciera, tal vez el pequeño ser entendía que al irse ponía la vida de Yoongi en riesgo, pero en esos momentos Yoongi sentía que su vida no valía lo que la libertad del hada, entre terquedad y terquedad de ambos seres decidieron esperar el momento ideal para escapar ambos, Yoongi decidió no volver a meter a Jimin en la jaula, nadie entraba a su laboratorio desde que había hablado con los directivos, el hada en su total libertad de pasear por el laboratorio, había restaurado sus plantas muertas producto de la invasión de la cuál fue víctima, al hada se le notaba más animada.

Era una noche de tres cuartos de luna creciente, Jimin se columpiaba en un columpio que creó con las plantas de Yoongi, sabía que era tarde, pero no podía dejar que el pelinegro se siguiera desvelando, intento idear un plan para hacer descansar al pelinegro, miró sus flores y tuvo una idea, el hada ya confiaba lo suficiente en el humano.

Sobrevoló a Yoongi para captar su atención de lo que escribía con su tinta, cuándo captó su atención se fijo en las ojeras producto de la falta de sueño del pelinegro, posó una manito en la nariz del pelinegro y le empezó a señalar las flores, el pelinegro fijo su vista en su área de plantas sin entender muy bien.

-¿Quieres más flores? -miro al hada para confirmar y está asentía con mucho entusiasmo, Yoongi le sonrió y se paró haciendo su bata a un lado para ocultarlo, el hada se escondió en el bolsillo de la camisa del pelinegro y pego su oreja al pecho para oir su corazón -Vamos al invernadero -Yoongi le regaló al hada una caricia sutil en su delicada mata de pelos, se veía tan frágil.

Saliendo de su laboratorio fué rumbo al invernadero pero mirando siempre a sus espaldas sólo por si acaso, una vez llegó al invernadero cerro la puerta con seguro después de cerciorarse que nadie les seguía, cuando se sintió un poco seguro dejo salir al hada, pensó que iba a revolotear por las flores, pero está quedó frente a él volando con una sonrisa.

-¿Jimin? -el hada le pidió mediante señas que tapara sus ojos y éste así lo hizo.

Sintió una luz muy brillante a través de sus palmas, por más que quiso destapar sus ojos para ver decidió confiar en Jimin, hasta que sintió que la luz se iba y unas manos que no eran las de su hada lo tocaban y se asustó, al abrir sus ojos se encontró con algo inexplicable, una persona de su tamaño con las características de Jimin le regalaba una sonrisa, pelo rubio revuelto, ojos azules brillantes, labios rosados y una túnica verde semi transparente.

-Es Jimin, Yoongi -el ser frente a él habló pero él seguía sin poder salir de su shock.

Su pequeña hadita tenía la facultad de manipular su tamaño, iba a acariciar su mejilla pero vió que su mano tenía rastro de tinta y no quiso dañar la etérea imagen frente a él.

-No -pero los planes del hada eran los contrarios, sostuvo la mano con las suyas e hizo que tocara su mejilla y se giró al toqué.

Yoongi simplemente no lo creía posible, era un sueño, su vista se estaba nublando y no entendía porque, hasta que sintió la mano de Jimin empujarlo a su cuerpo y abrazarlo, supo que estaba llorando, tantas emociones y sentimientos, no sabía cómo reaccionar, se afianzó al abrazo de su hada, ocultándose en su cuello, porque fuera del tamaño que fuera, siempre sería su hada.

-Suéltalo Yoongi, yo te sostengo -le reconfortaba la voz de Jimin mientras le acariciaba la cabeza.

Sin darse cuenta cayó en un sueño profundo entre los brazos de Jimin, después de tanto tiempo sin poder dormir por culpa de la ansiedad, insomnio, miedo y preocupaciones, logró conciliar un sueño tranquilo.

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Yoongi se encontraba de pie frente al general Chae, esté lo miraba con ojos penetrantes, cuándo lo habían llamado había sentido nerviosismo, le había pedido a Jimin que se escondiera, luego de esa noche había vuelto a su tamaño normal, por lo cuál sería más fácil para él esconderse, había prometido volver con él cuándo terminará con una sonrisa.

-¿Dónde está el informe, doctor Min? -toda la pregunta estaba cubierta de odio, pero Yoongi no se dejaría amedrentar.

-Dije que lo entregaría a mi propio plazo, en cuestión de tres días no podría hacer una buena investigación del ser -intentó transmitir la seguridad que no sentía.

-Déjelo así, doctor Min -lo miró con una sonrisa socarrona el general y Yoongi sintió un miedo que ni su fuerza de voluntad pudo ocultar -Desde ahora usted está fuera de la investigación, pasará a manos de Park y usted se irá del laboratorio, no es bienvenido nuevamente.

Yoongi no entendía las palabras del general, estaba confirmando todos sus miedos y preocupaciones, mientras esté sonreía victorioso, iba a replicar pero la alarma contra incendios empezó a sonar dejando desconcertando a los presentes en la habitación.

-¡General, el laboratorio del doctor Min..! -un soldado entró apresurado a informar la situación.

Yoongi hizo "click" rápido y sin importarle nada más que Jimin se apresuró a correr a su laboratorio, intentaba apresurarse pero sentía que cada curva lo hacía perder tiempo valioso, cuando giro en la última esquina para llegar a su laboratorio vió a la conglomeración de gente observando su peor pesadilla, su laboratorio en llamas.

El pelinegro corrió esquivando a las personas y empujando a otras, sólo había un nombre en su mente: "Jimin", a él no podía pasarle nada, hubo manos que intentaron sostenerlo para evitar que entrará mientras el gritaba a todo pulmón el nombre de su hada, golpeó y golpeó hasta liberarse de las manos que impedían ir con el pequeño ser y cubriendo su cara saltó a su laboratorio en llamas.

El calor era sofocante, pero no le impidió seguir gritando para llamar a Jimin, escombros iban cayendo a su lado y su bata ya había sufrido quemaduras, sus pulmones rogaban descanso ya que al gritar inhalaba más humo y sus órganos se sentían asfixiados, pero no paró hasta sentir a su hada en su cuello, fué un borrón pero lo vió y después lo sintió, con una mano tapó a su hada y se sintió aliviado.

-¡Jimin, tienes que salir! -en su cuello pudo sentir cómo está se negaba pero él no estaba para pensar más que en la seguridad de Jimin.

Busco entre sus escombros y las llamas su palanca, cuando la encontró está estaba caliente y soltó un grito de dolor al agarrarla pero resistió porque era lo único que podía romper la ventana para que Jimin escapará, esté seguía refugiado en su cuello así que siguió con su plan improvisado, agarró su silla y la ubicó cerca de la ventana, se subió en ella y empezó a golpear la ventana, uno, dos, tres y cuatro golpes que dolieron a sus manos fueron los necesarios para romperla, enseguida soltó la palanca y con sus manos que sentían más que lo que deberían agarró con fuerza a Jimin ya que esté no se quería soltar.

-¡¡Jimin, por favor, sobrevive!! -Yoongi intentaba que el hada soltara su mano pero este se aferraba con sus fuerzas mientras lloraba.

Yoongi no estaba dispuesto a dejar morir al hada y Jimin no estaba dispuesto a irse sin el humano.

Escombros fueron cayendo mientras el laboratorio se quemaba por completo, y uno golpeó a Yoongi haciendo que se cayera, su espalda protestó por el calor y dolor, pero su mente seguía insistiendo en que Jimin sobreviviera, una luz brillante pasó a través de sus ojos y lo siguiente que supo fue que Jimin tamaño humano le devolvía la mirada llorosa, ahí su fuerza de voluntad pidió un descanso y con mano temblorosa se guío para agarrar del cuello a Jimin y jalarlo para unir sus frentes.

-Te dije que te fueras -dijo somnoliento Yoongi.

-No sin tí -le respondió altanero Jimin mientras más lágrimas se escapaban de sus ojos.

Yoongi sonrió a su hada y también lloró, había hecho lo posible para salvar al hada y había fallado, Jimin adivinó sus pensamientos y lo abrazó cómo cuándo estaban en el invernadero.

-No, no, tranquilo, yo te sostengo -Jimin intentó sonar fuerte pero a lo último soltó un sollozó.

Yoongi fue cerrando sus ojos, sus últimos recuerdos mientras caía en la inconsciencia fueron un "Te amo", no supo si fue una alucinación o en realidad pasó, pero su cuerpo, mente y alma no podían más, se sumió en la oscuridad.

El general golpeaba la mesa con sus dedos, era un mal hábito que había dejado, pero en vista de la situación era comprensible que volviera a ella.

El doctor Park que se encontraba sentado frente a su escritorio no entendía la actitud del general Chae.

—¿General? —lo sacó de su ensoñación el doctor.

—¿Entonces no encontraron nada? —pregunto por milésima vez el general.

El doctor lo miró con fastidio.

—No, ni rastro del hada ni Yoongi, pero tampoco se les vió escapar, por lo menos a Yoongi no —explico el doctor Park.

—¿Por qué se te ocurrió quemar el laboratorio de Min? —el general Chae miraba al doctor cómo si le hubiera salido una segunda cabeza.

—Quemar sus investigaciones, no se llevará nada, qué más daba, el hada no estaba cuándo forzamos la entrada, ya la había dejado en libertad —habló con altaneria el doctor mientras el general negaba.

—El hada seguía ahí, si no, Yoongi no hubiera entrado...

—Da igual, lo había despedido —lo interrumpió el doctor.

—No entiendes, los altos mandos están molestos y buscando culpables —el general desvío su mirada del doctor.

—¿Por un hada?, No era única en su especie, podemos encontrar más.

—No, Yoongi era el sujeto de estudió —fue sincero el genera dejando en shock al doctor.

—Pero... Él no tenía nada de especial —se paro de su silla al verse incapaz de seguir sentado.

—Lo era —el general se veía melancólico —Y ahora tú y yo vamos a pagar el precio de nuestros pecados.

El doctor no comprendía sus palabras hasta que irrumpieron en la oficina militares del gobierno y lo agarraron para esposarlo, gritaba que era un error, que era inocente, pero el general ya lo había vendido, ambos cumplirían condena por haber matado el experimento del gobierno: Min Yoongi, un mitad humano, mitad hada.

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Jimin miraba la luna llena y las estrellas que las rodeaban, nombraba las constelaciones mientras esperaba a su amado en la punta del árbol en el cuál vivían, había pasado un mes completo de aquella noche trágica, a veces escuchaba los gritos de Yoongi en sus pesadillas mientras intentaba salvarlo, pero días mejores habían venido y no quería estropearlos con recuerdos pasados.

Sintió la soga tensarse y supo quién había llegado.

—¡¡En la copa!! —grito para que no se tomará la molestia de ir a su hogar dentro del árbol y lo espero.

Sus pies mostraban lo ansioso que estaba por ver a su amado y sus alas cubrían sus manos nerviosas, no podría adaptarse a la idea de que estaba viviendo su sueño de ser amado y por él, sus mejillas se sonrojaban de la idea.

—Aqui estás —volteo a la voz a sus espaldas y mostró su linda sonrisa a Yoongi.

—Tardaste en llegar —Yoongi observaba cómo su pareja se acercaba a él los cubría a ambos con sus alas.

Porque había resultado que Yoongi era un hada, esa noche que resultó ser de luna llena, después de que el pelinegro hubiera caído desmayado, Jimin rogó a la luna por un milagro, cuál fuera, no podía irse sin Yoongi, estaba aferrado a él mientras el calor del fuego y la estructura colapsaba, de repente sintió que los rayos de la luna los iluminaban más y que Yoongi dejaba de pesar.

Sin embargo, dónde antes estaba Yoongi ahora sólo quedaban ropas y un pequeño cuerpo sobresalía de está, Jimin no lo pensó mucho y se aferro al milagro, transformándose en hada puso a sus alas al vuelo para salir del incendió, gracias al humo de esté fué fácil ocultar el rastro brillante que soltaba Jimin y así logró llevar tanto  a Yoongi cómo a él hasta unos arbustos dónde se escondió bien, camufló su aroma con hierbas y frutas que encontró y arropo con sus alas a un herido Yoongi antes de sumirse en la oscuridad.

Al despertar, Yoongi seguía inconsciente pero Jimin admiraba asombrado que su milagro era un Yoongi hada, Jimin juraba que era único en su especie, pero que Yoongi fuera cómo él lo alegraba tanto, sin mucha dilación fué curando sus heridas que eran muchas.

Y así pasaron los días, cuándo Yoongi logró despertar estaba aún más estupefacto que Jimin, no tenía explicaciones para lo que había pasado, aún cuando Jimin le contó sus hechos seguia sin poder explicarlo.

—No lo pienses tanto, por favor, disfrútalo conmigo —había dicho Jimin y Yoongi se dejó ser.

Intentaba practicar con sus alas, pero era difícil, prefería escalar y trepar, varías veces se había caído al intentar volar y Yoongi no era caracteristico por su gran paciencia.

Junto con Jimin fueron migrando de árbol en árbol, adentrándose al bosque y saliendo del radar humano y conectando con la naturaleza, Yoongi tenía un corazón amable y cada que veía un animal herido hacía lo posible para curarlo, a veces Jimin se preocupaba ya que iba sin él a explorar el bosque, pero siempre volvía y se acordó de la promesa que le hizo antes de el laboratorio fuera incendiado, que volvería por él, y así fué.

—Siempre volveré a tí, pequeño —Yoongi acariciaba con su cabeza la contraria.

—Lo sé —Jimin dejó que Yoongi hiciera lo que quisiera, se sentía seguro en sus alas —Siéntate conmigo.

Yoongi hizo caso y se sentó a su lado, Jimin agarró sus manos y las acarició.

—¿Todavía no sientes? —Jimin miró con amor y preocupación al pelinegro y éste le respondió con una negación de su cabeza, sus manos habían quedado afectadas después del incidente y no hubo manera de recuperar la sensibilidad de las manos de Yoongi.

—No fué tú culpa —Yoongi acariciaba de vuelta las manos de Jimin provocándole cosquillas.

Jimin dejó de pensar en el asunto y se dejó mimar por su pareja, porque nadie podía decir lo contrario, sus sentimientos eran muy fuertes y más de una vez habían salido de los labios de ambos la palabra "te amo", era innegable su amor por el otro.

Jimin miró a Yoongi antes de sonreír por su pensamiento travieso, el pelinegro lo miró sin entender hasta que vió que esté se acomodaba a horcajadas de él y se sostenía de su cuello,  con sus alas cubría ambos cuerpos y se fué acercando a los labios de Yoongi.

No era la primera vez que se besaban, eran piquitos, pero si era la primera vez en una situación tan íntima, no iba a negar que estaba nervioso, pero los dejo a un lado y saltó a los labios del rubio.

Su beso fue dulce, lleno de amor y comprensión, ambos habían atravesado la misma situación y habían salido de ella juntos, sin prisa, fueron uno en ese beso, que describía lo que cada uno sentía por el otro, agradecimiento por haberse conocido, mediante caricias sutiles en el cuello y cosquillas también amaron sus cuerpos.

Pronto ambos se quedaban sin aire y se tuvieron que separar, sus ojos estaban brillantes mientras sus risas nerviosas delataban lo íntima de la situación y cuán apenados estaban, sin embargo era la primera vez para ambos por lo cual decidieron seguir en la misma posición, Jimin ocultando su cara en el cuello de Yoongi permitiéndole a éste ver la luna llena.

Con una sonrisa y apretando el cuerpo de Jimin le dió las gracias por su milagro, mientras está los bañaba con su brilló.

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¡Lo logré!
Espero haber cumplido las expectativas y que disfruten este YoonMin hecho con amor.
Mil gracias _colorfultears y al grupo de jueces.
Gracias por leer💕

Ate: Hyejoon.