08: far from normal

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┏━━━━━━━━━━━━━┓
CAPÍTULO OCHO

❝ʏᴏᴜ ᴀsᴋ ᴀʙᴏᴜᴛ ᴍʏ ᴄᴏɴsɪᴇɴᴄᴇ ᴀɴᴅ ɪ ᴏғғᴇʀ ʏᴏᴜ ᴍʏ sᴏᴜʟ
ʏᴏᴜ ᴀsᴋ ɪғ ɪ'ʟʟ ɢʀᴏᴡ ᴛᴏ ʙᴇ ᴀ ᴡɪsᴇ ᴍᴀɴ
ᴡᴇʟʟ ɪ ᴀsᴋ ɪғ ɪ'ʟʟ ɢʀᴏᴡ ᴏʟᴅ❞
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IMPORTANTE poner play a la música en multimedia cuando vean este símbolo: ►

📌 Hawkins High School.
🗓 1 de abril de 1986

Hawkins siempre había sido una ciudad pequeña y provinciana desde sus inicios, con un total de quince mil habitantes en la actualidad (o al menos eso afirmaba en su último senso), aburrida, poco frecuentada, y sin mucha actividad recreativa más que los diez restaurantes del centro, cuatro bares, el desgastado arcade o las matineés de los sábados en el viejo Teatro de la ciudad.

Rara vez, y resalto la palabra rara en negritas, se podría decir que ocurría una desgracia que afectara a su comunidad de habitantes al punto del horror. Porque era obvio que nada impactante podría llegar a suceder en su pequeño espacio del fin del mundo, o al menos, nada que fuera a recordarse por los próximos años...

O nada que la policía no pudiera ocultar para que no fuese recordado.

En Hawkins, eso de olvidar la tragedia y el desastre era casi un arte, tal como sus ciudadanos llegarían a descubrir con el tiempo. Primero con la desaparición de Helen Tate en el verano de 1923, prosiguiendo treinta y seis años después con la tragedia de la familia Creel en el 59, y culminando con la desaparición de Will Byers en noviembre de 1983.

A partir de entonces, el mal se cerniría sobre la ciudad de forma permanente, desatando una serie de eventos desafortunados que terminó en la catástrofe del terremoto. Una de la que muchos no lograrían recuperarse.

Mientras ayudaba con el cargamento de nuevas donaciones al interior del Instituto, Steve Harrington asumió que, a raíz de tales hechos, nadie volvería a sentirse seguro cuando mencionaran la palabra Hawkins en una conversación. Así como de seguro se lo pensarían más de dos veces antes de siquiera pasar por sus alrededores. No obstante, resultaba curioso que, luego de varios días, los propios pueblerinos se atrevieran a hacer chistes nerviosos al respecto, casi como si se rieran de sus propias desgracias para poder sobrellevar la situación sin deprimirse en el proceso.

El Departamento de Obras Públicas se las había arreglado para mantener abierta la ciudad para todo aquel que decidiera marcharse, y también para los grupos de médicos voluntarios que venían a atender a los afectados en los refugios designados. Todos estaban de acuerdo, sin embargo, en que lo peor había pasado.

No podían estar más equivocados.

En esos momentos, un grupo de hombres ━entre ellos Wayne Munson, el tío de Eddie━ estaba retirando los sacos de arena destinados a la reconstrucción con aterrorizada prisa. La desesperación por hacer que las cosas volvieran a la normalidad era ridícula y Steve lo sabía, pero claramente podían haber sinsentidos peores que otros.

El antiguamente nombrado "Rey Steve" terminó de trasladar la última caja de la camioneta y se la pasó a la chica que se encargaba de repartir los bultos de ropa a las personas que se habían quedado sin hogar. Una sonrisa graciosa bailó por entre las comisuras de sus labios bajo el peso de una mirada nerviosa, casi efímera, apenas antes de desaparecer nuevamente entre el mar de refugiados que se movían de un lado a otro.

Mientras caminaba con dirección a la salida del gimnasio, la vaga idea de retornar a casa pasó como un cometa fugaz por su cabeza, pues sentía los músculos tan débiles que dolía de solo imaginar las horas sin dormir que llevaba ya. Una siesta no le vendría nada mal, pero la posibilidad de tener que enfrentarse a sus padres y a sus insistentes súplicas por marcharse a solo Dios sabe donde lo seguían manteniendo con los pies fuera de casa.

Así que aguantaría, sí, por el bien de su estabilidad mental. Muy a pesar de que esta se estremecía a cada segundo que pasaba con la molesta cháchara de Robin Buckley revoloteando en sus oídos.

━Déjame adivinar... ━meditó por unos segundos que le dieron tiempo suficiente al castaño de ir y abrir la puerta del coche━ Si tomamos el porcentaje de todas las películas que en verdad te has visto sin incluir pechos, Brooke Shields y los sumamos con el otro porcentaje de citas que terminaron como el hoyo debido a tu encanto oxidado que, si me permites opinar, está por los suelos. Mmmm... me atrevería a decir que "Taxi Driver"

Ante su comentario, el apellidado Harrington le dedicó una mirada de absoluta extrañeza:

━¿Para qué invitaría a una chica a ver Taxi Driver?

━No lo sé. Dijiste que a Ivonne le gusta De Niro ━arguyó, siendo secundada por un suspiro y una negación.

━En primer lugar, es Imogen, no Ivonne. Y en segundo, nadie dijo que fuera una cita.

━¿Me estás tomando el pelo no? Una chica se te acerca mientras estás doblando ropa para niños, ambos hablan por media hora y luego te dice que deberían quedar en algún momento. Duh, no sé cómo lo llamareis vosotros en Tontolandia, pero eso para mí es una cita.

Steve agachó la cabeza y, por decimocuarta vez consecutiva en lo que llevaba de día, resopló.

━Tampoco es como si pudiera ir ahora y decirle "Hey Imogen, ya sé que todo esto del fin del mundo apesta. Pero ya que estamos, deberíamos aprovechar nuestras últimas horas haciendo algo divertido. Tu, yo, mi sofá, y una peli de De Niro. No lo sé, piénsalo".

Robin tuvo que observarlo detenidamente para asegurarse que toda la basura que había acabado de escuchar era realmente cierta, y no una mala broma de su cabeza. Deseando internamente que fuese lo segundo a pesar de los hechos.

━Realmente haz perdido tu toque, Harrington.

Él solo la ignoró, poniendo las manos sobre el volante y desviando su vista hacia algún punto invisible del parabrisas como si con ello pudiese aliviar la ansiedad que lo consumía. Afuera habían grupos de personas haciendo fila para ir hacia el comedor de la secundaria. No faltaba mucho para la hora del almuerzo.

━Ahora mismo no tengo cabeza para ese tipo de cosas, Robin ━dijo, y las palabras se le escaparon sin pensarlas mucho━ ¿Sabes? Acabamos de salir por los pelos de una guerra contra este loco monstruo telequinético y al parecer todavía nos queda más. Créeme que en lo que menos pienso ahora es en mujeres.

━¿Y qué hay de Nancy?

Aquella pregunta lo tomó por sorpresa.

━¿Qué con ella? ━carraspeó bajito.

━Bueno, sé que Jonathan está de vuelta, pero también sé que ambos estaban teniendo problem...

Alto. Cualquier cosa que estuviera a punto de decir, cualquier argumento que estuviera dispuesta a formular, cualquier suposición, todo, quedó atrás cuando el muchacho se volteó para advertirle que no siguiera.

━Conozco a Nance de antes. No importa lo confundida que haya podido estar o lo mucho que esto me trajo esperanzas de nuevo. Al final fue todo una tontería ━le dijo, con sus hombros caídos en abatimiento━ Y no intentes alegar lo contrario porque no voy a creerte ¿Vale? Tu no estuviste ahí cuando sucedió, pero yo sí. La manera que lo miraba era... distinta. Y sé que a mí jamás me mirará de la misma forma.

Puede que se estuviera dando por vencido muy rápidamente, sin siquiera luchar, o atreverse a reconquistarla como cierto chico rockero le aconsejó hacer antes de que las cosas se les salieran de control en el Upside Down. Pero ¿Realmente tenía chance alguno ahora que Jonathan estaba de vuelta? ¿Cuántas eran las posibilidades? La verdad, ya ni siquiera quería saberlo.

━Es una mierda que lo diga, pero es como si la vida siempre se encargara de restregarme a la cara que están hechos el uno para el otro.

━Tienes razón. Cuando los vi me parecieron bastante tiernos ━agregó Robin, recibiendo automáticamente una mirada amargada por su parte━ ¿¡Qué!? Creí que querías sinceridad.

Él no respondió, simplemente puso en marcha el motor del automóvil.

━¿A dónde vamos ahora? ━preguntó Robin, a lo que su compañero se encogió de hombros.

━A cualquier otro lugar menos a mi casa. No tengo ánimos de escuchar a mis padres discutir sobre por qué no quiero marcharme de este pueblo del demonio.

━Los míos lo harían si tuvieran otro lugar a donde ir. A veces creo que preferirían ser tragados por un agujero gusano que poner sus pies en Florida ━dijo la apellidada Buckley sin mucha convicción, pero su amigo estaba tan exhausto que la sola idea de una playa delante de sus ojos lo hizo suspirar con anhelo.

━Yo daría lo que fuera por un viaje a Florida ahora mismo.

━¿Nos vamos juntos?

━Solo si es para no regresar.

━Trato hecho.

En ese momento, alguien afuera empezó a gritar a todo pulmón. Eran como esos gritos que alertan a media comunidad de que algo horroroso está sucediendo, y por ende, termina atrayendo toda la atención.

Ambos amigos se giraron en sus asientos para observar la escena que se desarrollaba en la calle, frente a la acera del instituto. Una señora que chillaba histérica y pedía ayuda dando carreritas alrededor de un hombre cuyo rostro comenzaba a adoptar un color azul arándano.

━¡AYUDA! ¡QUE ALGUIEN ME AYUDE! ━eran las frases que repetía, dirigiéndose a todos y a nadie a la vez ¿Pues cómo iba a serle posible si ninguna de las personas que salieron del edificio se atrevía a acercársele?

Para el tiempo que tanto Robin como Steve llegaron al lugar, el rostro del mayor había pasado de azul arándano a morado ciruela, y la mujer le pedía que intentara respirar, a pesar de que claramente esa era una tarea que le estaba resultando un tanto compleja.

━¿Qué le sucede?

━¡N-No lo sé! ¡Me dijo que necesitaba un poco de aire y cuando lo saqué se puso así! ━habló rápidamente, con palabras temblorosas y atropelladas que al resto les resultaron difíciles de entender. Pues su desesperación no le permitía expresarse como habría deseado.

El aspecto del mayor, en cambio, no hacía más que empeorar y empeorar con cada segundo. Su rostro lejos de enrojecerse debido a la falta de oxígeno en el cerebro, se tornaba cada vez más azul en medio de una palidez fantasmal que despertó el terror en las personas que lo rodeaban. Steve Harrington entre ellos.

Él y Robin intercambiaron miradas en un milisegundo, uno nervioso y la otra empujándolo a que hiciera algo, lo que fuera.

━Veamos, sepárense un momento... ━ordenó el Rey Steve para que le dieran espacio y poder colocarse detrás del hombre. Rápidamente evaluó, por los sonidos ininteligibles que salían por su boca, que su vía respiratoria debía de estar completamente bloqueada.

Vale, no quedaba de otra que aplicar la maniobra de aquel señor de apellido extraño.

━¿Sabes de primeros auxilios? ━cuestionó Robin con los ojos muy abiertos, y su amigo hizo una mueca.

━Una que otra cosa de la clase de Educación Física.

Llevó un puño por encima del ombligo, rodeándole la amplia barriga con ambos brazos y comenzando a presionar repetidamente y hacia arriba, esperando que algo saliera de allí dentro antes de cometer una falta que pudiera costarle una costilla al pobre viejo.

La verdad es que tendría que haber prestado más atención a las instrucciones de la señorita Gibson, pero ya ni modo, sólo quedaba esperar a que funcionase. Así que continuó con las compresiones, con la mirada expectante de todos sobre su nuca y los nervios a flor de piel.

━Venga, viejito. Tosa más fuerte ━lo animó Steve, y en menos de dos segundos el anciano escupió un objeto pequeño que salió disparado de su boca como un proyectil.

Alrededor se escuchó un suspiro de alivio colectivo, y fue entonces cuando el joven pudo alejarse para darle espacio al mayor, quien fue rápidamente socorrido por su esposa. Pero antes de que pudiera ir demasiado lejos, y justo en el instante que se agachó para preguntar si todo estaba bien, el hombre de cara azul abrió la boca desmesuradamente para escupirle todo el contenido de su estómago.

Robin tuvo que cubrirse los labios con ambas manos para no gritar, casi al mismo tiempo que Steve caía al suelo dando traspiés, completamente bañado en aquel extraño líquido oscuro que ahora cubría todo el pavimento y desprendía un olor desagradable a podrido.

━¡Joder, Robin, me ha vomitado encima! ━chilló con el rostro enfurruñado y al punto de romper en un ataque de histeria━ ¡Me ha vomitado, Robin! ¡¡ME HA VOMITADO!!

━Harrington ya deja de lloriquear.

━¡Tengo vómito hasta en las partes donde se supone que no debía haber llegado!

La castaña exhaló, tratando de no acercarse demasiado. Su compañero ahora apestaba a ratón de alcantarilla, por no decir a algo mucho peor que eso.

━Primero llevamos a este hombre al hospital y luego te quejas ¿Vale? ━espetó, y qué remedio. A ambos les tocó ofrecerse para trasladar al anciano porque, ignorando que eran los únicos con un medio de transporte disponible en ese lugar, necesitaban asegurarse de que lo que sea que le hubiese arrojado encima no resultara contagioso.

Porque vaya que tenía mala pinta.

Consistía en una sustancia viscosa y maloliente, de un sospechoso color negro similar al petróleo, pero con ligeros puntos rojos que fácilmente podían pasar como coágulos de sangre. Y el olor... iugh, era horrible. Como si alguien acabara de destapar una fosa llena de mierda y cadáveres putrefactos.

La de apellido Buckley no perdió oportunidad para comprobar cuan líquida era su composición, mientras su amigo se encargaba de hacer función de paramédico, ella tomó una ramita de la acera y la extendió para tocar el desecho con la punta, que resultó siendo tan pegajoso como el pegamento o la goma de mascar.

Realmente asqueroso.

━¡Robin!

Aquella voz la hizo casi que pegar un brinco automático. Sus piernas ya habían empezado a temblar, incluso antes de darse cuenta que Vickie había echado a correr en su dirección.

━¿Qué es lo que ha pasado? ━preguntó la pelirroja━ He visto el alboroto en la puerta del gimnasio y a tu amigo Steve llorando. Parecía mal.

━Oh, un anciano le vomitó encima. No es nada realmente grave. Lo superará ━hizo un gesto con la mano para restarle importancia, al tiempo que las dos se volteaban para ver como el aludido intentaba quitarse los restos de su ropa con el trapo de limpiar el parabrisas━ Debe ser solo otro caso de una revoltura de estómago pasajera, pero ahora vamos a llevarlo al hospital.

━¿Necesitáis ayuda?

━¡No! ━saltó━ E-Es decir que... no tienes que preocuparte. En serio, continúa ayudando aquí y ya nos veremos más tarde ¿Está bien?

Con una expresión confusa (y tal vez un poco decepcionada), la graciosa pelirroja se vio obligada a asentir ligeramente y despedirse diciendo que todo estaba bien. Aunque Robin, para su pesar, sabía que nada realmente lo estaría.

Mucho menos cuando al llegar a Urgencias nadie supo darles una explicación que saciara sus dudas.

━Disculpe, somos familiares del paciente que llevaron arriba y nos gustaría saber cuanto tiempo lo dejarán aquí. Su nombre es Emmett Carter ━cuestionó en cuanto pudo detener a uno de los paramédicos.

Este les dedicó una expresión neutra.

━Por ahora no puedo decir mucho sin un exámen completo, pero basándonos en mi experiencia podría ser cualquier cosa. Desde una insuficiencia cardíaca hasta una reacción alérgica severa. Mi consejo es que esperen aquí hasta que el resto de los médicos lleguen a una conclusión.

━¿Y qué puede decirnos de esto? ━Steve se señaló a sí mismo y el desastre de líquido baboso que traía en la ropa.

━Bueno... hay un baño al final del pasillo por si desea quitarse la suciedad. Estaré con vosotros en un rato.

Y se marchó, así sin más, dándoles la espalda sin darles ninguna otra explicación.

Al final, Robin tuvo que resignarse a perder el poco trasero que tenía sentada en una de las bancas de la sala de espera. Aquella situación fue suficiente para que Steve empezase a resoplar.

━Fenomenal. Realmente fenomenal ━se estiró la camisa para olerla━ Wakala... ya empieza a ponerse pegajoso.

━¿Steve? ¿Robin? ━preguntó una voz nueva━ ¿Qué estáis haciendo aquí?

Era el único e inigualable Dustin Henderson, como siempre, pequeño, un poquito ganado en peso y preternaturalmente escaso de dientes para sus catorce años de edad. Con su camisa estampada veraniega, desabotonada por fuera de los vaqueros bien lavados, el pelo peinado bajo la gorra y las punteras de sus zapatillas gastadas parecía el adulto más enano del mundo.

━Es bueno verte, Henderson ━exclamó Steve, sin mostrar mucha emoción. Y cuando Dustin abrió los brazos para saludarlo, Robin lo detuvo levantando un dedo en advertencia.

━Yo no lo haría si fuera tu.

Esto provocó que el entrecejo del menor se frunciera confusamente, pero nada más percibir el nuevo aroma que impregnaba el aire, su rostro se desfiguró en una mueca de desagrado.

━Jesús...

━Es espantoso lo sé ━lo apoyó la de apellido Buckley, a la vez que ambos agitaban una mano delante del rostro para espantar la peste.

━Hueles como si un gatito se hubiera cagado encima de otro gatito.

━Ni yo lo habría descrito mejor.

━¡Oigan ya está bien! ━protestó el castaño disgustado. A él sí que no le daba gracia nada de eso, pero al parecer, sus amigos se seguirían aprovechando para continuar tomándole el pelo por un rato más.

━Una vez hice una bomba fétida en el Campamento de Ciencias que dejó el Laboratorio apestando a heces por una semana. Yo que tú empezaría desde ya a rasparme la piel.

━Claro. Eres un gran apoyo, Henderson. Gracias por eso ━Steve le dedicó una sonrisa falsa━ Además ¿De qué mierdas estás hablando?

━Oh, es un mezcla de azufre con otros compuestos orgánicos volátiles de menor peso molecular: metanotiol, butanetiol, ácido capróico para simular el aroma a queso podrido, trietilamina...

━En conclusión, Harrington en estos momentos ━concluyó Robin, recibiendo un asentimiento por parte del menor━ ¿A dónde vas tú de todas formas?

El rostro del chico pareció pasmarse en el instante que recordó la razón del por qué se iba del hospital tan a prisa.

━A la casa de los Byers. Tenemos un código rojo. Han perdido a Once otra vez.

━¿Que acaso esa niña no sabe hacer otra cosa que meterse en problemas?━cuestionó Steve, siendo ignorado olímpicamente, pues Dustin ya había echado a caminar rumbo a la salida con pasos apresurados.

━Lucas y Erica se quedarán acompañando a la señora Hargrove. Y yo ya tengo que irme porque Mike ya va en camino y está realmente histérico ━se detuvo a medio camino, dándose cuenta que ninguno de los dos se había movido para seguirlo━ ¿Pero qué hacen ahí parados? ¡Andando!

Incapaz de pasar más tiempo dentro de aquella sala del demonio, Robin se encogió de hombros y echó a correr junto al adolescente, dejando a un Steve de brazos cruzados justo detrás.

━¡Chicos que ni siquiera me he quitado esta cosa de encima! ━se quejó, negando para sí mismo seguidamente cuando se dio cuenta de que no le habían hecho caso.

Al final, no estaba dispuesto a permanecer allí esperando por un resultado que no les sería informado tan pronto como los doctores se dieran cuenta de que los habían engañado y que no guardaban parentesco alguno con el hombre de cara morada. Así que mejor aprovechar su tiempo ayudando en la búsqueda, y ya luego cuando regresara a casa se encargaría de desechar aquella ropa maloliente.

►Ninguno de ellos se detuvo a pensar en la razón por la cual terminaron allí, o si acaso había algo más que pasaron por alto... y ese fue su primer error.

Porque mientras ellos le daban la espalda a los pequeños detalles, el hilo de una araña iba surgiendo de los rincones más oscuros, deslizándose, entrelazándose con la vida hasta fundirse y crear una maldición más siniestra que las anteriores. Aferrándose con garras y colmillos a la realidad. Porque cuando las fuerzas del mal actúan, el mundo guarda silencio y desaparece.

Porque los demonios existen, y a veces, estos vienen disfrazados en forma de milagros. Y fue ese mismo día, 1 de abril de 1986, cuando Lucas Sinclair sintió que le devolvían la vida a través de uno.

Yacía él recostado sobre el borde de la cama de hospital, habiendo terminado de leer otro capítulo de su novela, con la mano entrelazada a la de su amada cuando, de repente, percibió lo imposible.

Un movimiento leve de dedos, frágil, como el batir de las alas de una mariposa.

━¿Qué...? ━su semblante se elevó tan rápido como un relámpago, fijando sus ojos instantáneamente en el nudo de sus manos.

Tic tac, tic tac, tic tac.

Pasaron otros tres segundos, cada uno más desesperante que el anterior. Hubo otro roce. Esta vez siendo seguido por la sorpresa de una ligera presión, la cual se fue intensificando, hasta rodear su mano en un agarre certero...

Fue como si el tiempo comenzara a correr a partir de ese instante.

━¡SEÑORA HARGROVE, DESPIERTE! ¡SEÑORA HARGROVE!

Llegando a los límites de Mirkwood, a kilómetros del centro, en la cabaña de los Byers se estaba desarrollando una pequeña reunión en el salón desamueblado. Algunos de los miembros de la pandilla aún no hacían acto de presencia, pero era de suponer que si los habían llamado apenas unos minutos atrás, todos ellos estarían llegando a diversas horas.

El único que había atravesado la puerta hecho un mar de nervios era Mike, tan desesperado como podía estarlo, con las manos temblando ansiosamente como si acabara de sacarlas de un cubo de agua con hielo.

A su alrededor, el resto de los presentes se esforzaron en tratar de entender su lenguaje atropellado mientras les contaba lo que había sucedido. La noche anterior todos se habían ido a la cama más temprano que de costumbre en el hogar de los Wheeler, pues dado al estado de conmoción en el que se encontraba Karen y el silencio absoluto de Ted (algo que no era para nada sorprendente) luego de haber recibido toda aquella información que incluía temas que llegaron a horrorizarlos, el ambiente se les hizo demasiado pesado como para tratar de entender las cosas esa misma noche. Además, Once estaba igual o más exhausta que cualquiera de ellos luego de viajar casi medio país desde Nevada hasta Indiana, por lo que cuando le ofrecieron el cuarto de Nancy para pasar la noche, no les extrañó que cayera rendida nada más pegar la cabeza a la almohada.

Pero todo eso había sido delante de lo ojos del mediano de los hermanos Wheeler, quien se encargó de acomodar a su novia en medio de un ambiente lleno de desconocidos. Pues muy a pesar de que ya hubiese estado en su sótano un par de veces, resultaba difícil tener que tratar con adultos que la veían más como un peligro potencial para sus hijos que como lo que realmente era: Una adolescente asustada.

━Te di una sola tarea, Wheeler. Una sola, y ni siquiera eso haz podido hacer.

Joyce, quien parecía mucho más en calma que el antiguo sheriff de la ciudad, se le acercó por el hombro y susurró:

━¿No crees que estás siendo un poco duro con el muchacho, Hopper? Tan solo míralo... Parece estar a punto de tener un colapso.

Y en efecto, el jovencito podría haber abierto un agujero en el suelo de madera de tantas veces que llevaba golpeándolo con el pie. A pocos metros, Will tan solo podía verlo y suplicar interiormente porque nada realmente grave hubiera sucedido.

Ante esto, Nancy Wheeler dio un paso al frente y salió en defensa de su hermano menor.

━Tampoco pueden echarle toda la culpa. Estaban en habitaciones separadas ¿Cómo iba a saber que Ce escaparía?

━Porque ella nunca haría eso ━la interrumpió Jonathan, para su asombro. El haber convivido con la pre adolescente por tantos meses le daba todo el derecho de opinar con respecto a su comportamiento, y sabía de antemano que algo no andaba bien━ Y en todo caso si lo hiciera ¿Por qué razón?

━Tal vez la secuestraron.

━¿Tu crees? ━cuestionó un preocupado Will, a quien la sola idea de pasar por esa situación nuevamente le ponía los pelos de punta.

Hopper negó en desacuerdo.

━Tonterías. Las milicias no actúan así. Si hubieran sabido que estaba en la casa habrían irrumpido con todo un pelotón de soldados armados. Ese es su estilo, y ellos saben que para ellos sigue siendo una amenaza.

━¡¿Podrían dejar de hablar como si yo no estuviera aquí?! ━Mike alzó la voz, poniéndose de pie con los ojos desorbitados y terminando de perder los estribos━ ¡Y sí, Hopper tiene razón! ¡Es todo mi culpa! Tendría que haber estado más al pendiente de ella.

━No lo es, Mike.

Ante el comentario de apoyo por parte de su mejor amigo, el pelinegro le dedicó una mirada agradecida, pero que contenía aún cierta rabia hacia sí mismo.

━No necesito que seas condescendiente conmigo, en serio. Lo sé ━le dijo, a la vez que se volteaba hacia los demás━ Pero en lugar de estar afuera buscándola nos encontramos aquí, discutiendo todos con todos.

━Él tiene razón ━agregó Joyce, y ante la mirada asesina que le dedicaron su novio y su primogénito, ella simplemente alzó ambas manos en señal de tregua━ ¿Qué? Solo estoy guiándome por la razón, y si todos estamos de acuerdo en algo, es que debemos ir a buscar a Ce cuanto antes en lugar de estar perdiendo más tiempo ¿Me han entendido?

Todos asintieron automáticamente y sin rechistar.

━Señora. Sí, señora.

━Cariño, ve a por las linternas ━dijo a Jonatahan, quien acató su orden rápidamente━ Bien. Empezaremos organizando los posibles lugares a los que haya podido ir. El Instituto, la Cabaña...

━El Laboratorio ━agregó su hijo menor, y ella asintió.

━Will ayuda a Mike con eso. Nancy...

━Prepararé mi revólver ━respondió la chica antes de que pudiera decir cualquier otra cosa, haciéndola pestañear repetidas veces.

━Oh... bueno sí, eso puede ser de gran ayuda.

De esa forma todos fueron ocupándose con sus respectivas tareas, preparándose a sí mismos para iniciar otra búsqueda lo más pronto posible.

Ante esto, Hopper no pudo evitar admirar la fortaleza de la mujer de la que se había enamorado una vez más. Siendo el pilar de aquella familia, resultaba impresionante cómo las dificultades y la experiencia la habían convertido en toda una líder, capaz de guiar a su escuadrón incluso a través de la desesperación.

━¿Cómo puedes estar tan calmada? ━dijo en apenas un susurro, asombrado por su actitud tan ecuánime. Sin embargo, la mujer negó ante sus palabras, demostrándole que estaba equivocado.

━No lo estoy. Mis manos tiemblan incluso más que cuando estábamos en Rusia, de hecho. Pero si no lo hago yo, entonces ¿Quién lo hará contigo así de furioso? Si la haz tomado con el pobre chico.

Tenía razón. Ella siempre la tenía. Pero le resultaba difícil actuar con la cabeza fría, sobretodo tratándose de la persona que más amaba en el mundo.

━En estos momentos no puedo pensar con claridad. Ya tendré tiempo para disculparme luego.

Joyce le acarició la barbilla con la yema de los dedos, obligándole a elevar el semblante para que pudiera atenderla mientras le hablaba con voz dulce.

━Creo que ha quedado más que demostrado que Mike se preocupa por el bienestar de Ce tanto como nosotros. Deberías, al menos, tenerle más fe.

Jim dejó que el aire que había estado reteniendo escapara por sus fosas nasales. Se sentía tenso, inquieto, no como usualmente se mostraba ante todos. Sus manos dolían de solo moverlas y sus pies luchaban por no perder el control y salir de aquel sitio a buscar a su hija él mismo.

Pensó que había sido muy poco tiempo, que recién la había recuperado. El destino no podía ser tan hijo de puta para darles otro golpe en tan poco tiempo.

━No me gusta esto, Joyce. Si algo le sucede...

━Vamos a encontrarla ━le cortó, muy segura de lo que decía━ Tal vez ni siquiera haya ido tan lejos, Hopper. Tal vez esté más cerca de lo que imaginamos...

►Y no se equivocó.

De pronto, y para sorpresa de todos, se escuchó el ruido inconfundible de un auto siendo aparcado en los terrenos por fuera de la casa. Lo que provocó que todos los que se encontraban en su interior fueran hacia las ventanas para ver de qué se trataba.

━¡Mamá! ━fue el grito de Jonathan lo que los alertó, aumentando su sentido de urgencia y llevándolos hacia la puerta de entrada para salir al porche con el corazón latiendo azoradamente dentro de sus cuerpos.

Un vehículo desconocido aparcó a solo unos metros, en medio del campo, apagando los reflectores destinados a ver a través de la niebla que cubría la carretera.

De la camioneta emergió una chica pelirroja, cuyo pecho subía y bajaba rápidamente mientras corría hacia ellos agitando los brazos. Detrás le siguieron otras dos figuras, una de ellas la de una joven con un evidente vientre de embarazo, que cargaba a un muchacho inconsciente sobre su hombro, cuyo rostro ensangrentado le había manchado el vestido y que también estaba siendo ayudado por... ¡¿Once?!

━Necesitamos su ayuda, por favor ━les suplicó la rubia, con el rostro ligeramente salpicado en lágrimas.

Desde la distancia, las miradas de Hopper y Joyce conectaron alarmantemente con la de su hija adoptiva, cuestionando sin necesidad de palabras cual era el origen de tal desconcierto.

E intuyeron, aún reconociendo la desesperación en el brillo de sus ojos, que aquella sería una historia larga de explicar.

Capítulo dedicado a -BarbsBrekker-, quien diseñó y editó la nueva portada de esta historia 💥🖤🎸

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