XI

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Baratie

Después de un rato, ella sale de la habitación, dejando descansar a los hermanos lobo. Apareciendo en la cocina.

—Daiyu, ¿cómo se encuentran Koa y Yara? —pregunta Nami.

Se sienta. —Yara se encuentra bien, afortunadamente sus heridas no fueron tan profundas —suelta un suspiro—. No puedo decir lo mismo de Koa, se llevó lo peor, y algunas heridas son más profunda.

—Se va a recuperar, Koa se ve que es fuerte —comenta la pelinaranja.

Entra Usopp. —Oigan. ¿Qué creen?

—¿Encontraste bombones cubiertos de chocolate? —comenta Kai.

—¿Qué? No. Usando mi incomparable talento artístico, hice una bandera pirata nuevecita. Y está lista, miren —se los muestra.

Nadie decía nada, y vieron a un Luffy indignado.

Daiyu solo suspira. —Y se va a armar una pelea.

—Bueno, ¿por qué a todos les gusta la calavera? —suelta Kai—. El rojo le va mejor.

—Ninguna de esas banderas va a asustar a la gente, créanme —comenta Zoro.

—Si, pero la bandera pirata debe reflejar al capitán —confiesa Usopp.

—El sombrero de paja —recalca Luffy—. Así nos llamamos.

—Me llaman capitán Usopp.

—Yo soy el capitán.

Usopp y Luffy empezaron a discutir, provocando que Nami se ría. Daiyu golpea la mesa con su arma. —Ni uno ni otro, por amor al mar, mejor que se quede así por el momento.

—Ya se enojo —susurra su hermano.

—Y tú guarda silencio que no ayudas —mira al mayor. Nami, ante la escena, se empieza a reír más de lo que ya era, captando la atención de todos.

—Genial, ya le dió el ataque de risa —se cruza de brazos.

Usopp se rinde, dejando como ganador a Luffy.

—Ya ves, de eso se trata ser pirata. Y el viento está a nuestro favor a partir de ahora —confiesa el del sombrero.

En eso se empiezan a escuchar disparos de cañones, atacando así el barco en el que están.

—¿Qué fue eso? —pregunta el moreno.

—Tenías que abrir la bocota —dice con molestia Nami.

Nami y el resto salen para ver qué sucedía, dejando a Kai en la sala por lo mismo de sus heridas.

—Marinos. ¡Nos están atacando! —dice alarmada.

—Genial, lo que faltaba —susurra la pelinegra.

—¿Abuelo? —suelta Luffy después de ver por el catalejo.

—¿Abuelo? —preguntan al unísono Nami, Zoro y Usopp.

—Tenía que ser el viejo cascarrabias —bufa Daiyu.

—Entonces, ¿ese señor es tu abuelo? —pregunta Zoro.

—Lamentablemente, si —responde Daiyu.

Luffy se notaba serio, pues recordaba aquello momentos no tan gratos de su infancia, infancia que Kai y Daiyu sabían muy bien.

Una bala de cañón atraviesa sobre el barco, habiendo solo daños materiales.

—¡Usopp, dispárales inmediatamente! —ordena.

—¿Y si mejor nos vamos tan rápido como podamos?

—¿Escapar de la marina? Jamás —responde muy decidido—. Hay que hundirlos.

—Jamás lo había visto así —susurra Nami a Daiyu.

—Y es peor cuando se pone de terco y no entiende razones. Trata de alejarnos lo más rápido de ellos —pide la pelinegra.

—¡Zoro! ¡Despliega la vela y todo a babor! —ordena Nami.

—¿Hacia dónde es babor? —pregunta Zoro.

—¡A la izquierda! —responde Nami.

—Sip, definitivamente estamos perdidos —sentencia Daiyu.

—Ussop, carga el cañón desde el barril, enciende la mecha y quítate enseguida —indica Nami.

Ussop tira las balas al momento de hacer lo que Nami ordenó.

—Por Zeus, voy a matarlos después —sentencia Daiyu—. Usopp, ve abajo y pásame por lo menos tres balas entre tú y Luffy.

—S...sí —ambos bajan. Usopp le va dando las balas a Luffy y él a Daiyu.

—Barco pirata, por orden de la Marina, arríen sus velas y sométanse a mi autoridad —suena la voz del capitán.

—¡Nunca! —grita con molestia Luffy.

—Tú lo pediste mocoso.

—Antes muerta, que hacerle caso —comenta Daiyu, preparando el cañón y apuntando a su objetivo. Muestra una sonrisa burlona—. Fuego.

Dispara, dando a uno de los mástiles del barco enemigo. Ellos igual responden, pero el disparo no llega porque Luffy lo bloquea con su elasticidad; regresándole el disparo y dañando otro mástil.

—Ups, parece que ya hicimos de enojar al abuelito —se burla la pelinegra—. No me va dar regalo en la próxima reunión... Ni quería.

—Eso fue... impresionante! —suelta Usopp—. ¡Nos salvaste! —celebra.

—No me dijiste que podías hacer eso —comenta Nami.

—Ni yo lo sabía —admite el pelinegro.

—Nami, sácanos de aquí.

—Claro,hay que desaparecer.

Se meten a la espesa niebla, para perderlos de vista. Daiyu fue con su hermano para ver si no se había lastimado más durante el ataque, al igual que sus canes.

—¿Entonces el abuelo de Luffy vino? —pregunta incrédulamente.

—¿Qué acabo de decir?

—¿Y él cómo está?

—Pues bien no creo.

—Daiyu, hablo en serio.

—Pues yo igual. Dime, ¿quién en su sano juicio estaría bien por volverse a encontrar con la persona que casi te hace miserable?

Kai no dice nada, y admitía que su hermana tenía razón. Más porque ellos entendían ese sentimiento. Por otro lado, el trio hablaba de lo mismo.

—Eres su primer oficial, esto recae en la descripción de tu trabajo —opina la pelinaranja.

—Oh que vaya Daiyu, es como su hermana, ella sabrá que decirle y cómo decirle —comenta Usopp.

—Yo creo que él necesita a alguien diferente para hablar de eso, y no es pecado hacerlo. Por los comentarios de Daiyu, sabemos que si sabe su historia —ambos miran a Zoro.

—Está bien —va en busca de él.

Aparece la pelinegra. —¿Qué pasó?

—Que Zoro va a hablar con Luffy acerca de eso —responde Nami.

—Ah, es algo difícil de explicar su relación —comenta.

—¿Por?

—Eso no me corresponde decirles, cuando Luff esté preparado, se los dirá. Por el momento esperemos a que ambos terminen de platicar —se retira a su habitación, aunque tenía curiosidad de saber que hablaban, pero eran más sus ganas de dormir.

Zoro se acerca a Luffy. No sabía cómo iniciar la conversación.

—¿Cómo estás?

—Bien, pero se maltrató mi sombrero en la batalla.

—¿Quieres hablar sobre eso?

—Nop.

—Okey, gracias —se va sin pena—. Me parece que está bien —le dice a Nami.

—¿Sí le preguntaste?

—Oigan —se levanta Luffy de su lugar—. ¿También huelen eso?

—¿Oler qué? —pregunta la chica.

—Hay algo en la brisa.

—Pues no huelo a nada, pero al parecer una de las mascotas de Daiyu si —dice Usopp mientras se escuchan un aullidos que provienen de las habitaciones.

—Eso confirma que no estoy loco —afirma Luffy.

—A veces me pregunto si no es un lobo convertido en un humano —comenta el moreno.

De pronto aparece Yara y empieza a aullar hacia una dirección. Después aparece su dueña.

—Al parecer hay un lugar por aquí en dónde cocinan —comenta Daiyu—. Porque para que Yara aulle, es porque ya tiene mucha hambre. Así que sigan a esa loba y a ese chico hambrientos y me despiertan cuando lleguemos —se sienta en un banco que encontró.

Luffy se pone en la punta del barco y de la nada le salen sus dotes de navegante.

—Le agregas comida a la ecuación y ya sabe navegar así de la nada —comenta Nami.

—¿Qué es eso? —pregunta Zoro.

—¿Qué es un Baratie? —pregunta Usopp.

—Un lugar de comida y bebida —responde Daiyu aún con los ojos cerrados.

—Se ve que sabes de lugares —Zoro la mira.

—Hay cosas que no sabes de mi cabellos de césped.

—Huele bien —acepta Nami.

—Entonces ya sé que vamos a hacer —dice Luffy.

—Déjame adivinar, ir a comer —comenta como si nada la pelinegra.

—Espero que ese pez tenga un bar —comenta Zoro.

—Y no lo dudes, voy a ver a Kai.

***

Al entrar, ven el lugar y se ve muy lujoso. Luffy y los demás se sorprenden, menos los hermanos.

—Bienvenidos a Baratie. ¿En qué puedo ayudar?

—¿Dónde comemos? —pregunta con entusiasmo el de sombrero.

—¿Tiene una reservación señor? —pregunta el mesero.

—¿Necesitamos una?

—Tenemos lleno total hoy. Podría ponerlo en la lista de espera, es en tres semanas.

—Oye, ¿les decimos? —susurra Kai a su hermana, quienes se encontraban atrás del grupo.

—Nah, que se las ingenien —sonríe su hermana.

—Tal vez necesite revisar su libro otra vez —comenta Usopp—. No quiere rechazar al futuro rey de los piratas.

—Me río para no llorar —susurra la pelinegra.

—¿Y quién es él, señor?

—Monkey D. Luffy.

Nami solo podía poner cara de desesperación y que la tragara la tierra al ver el momento vergonzoso que le hacían pasar Usopp y Luffy.

—Pues en ese caso, encontraré una mesa.

—De milagro les funcionó —comenta Daiyu.

Encontraron una mesa, pero al momento de que Zoro se iba a sentar, sus espadas le impedían tal acción.

—Será todo un placer guardar sus espadas, señor.

—No, gracias —se sienta del otro lado.

—Una disculpa, es que es un insulto hacia su persona el que le quiten las espadas —dice la pelinegra.

Nami, Luffy y Usopp se ríen ante el comentario de Daiyu. Zoro solo se quedó pensando al escuchar esa frase, eso le recordó algo de su juventud.

—Sean bienvenidos, su mesero vendrá en unos momentos —se retira.

—¿Será que todavía siga trabajando ese viejo amargado? —habla bajo Kai.

—Obvio, es su restaurante, dah —responde.

De pronto ven una discusión y como el rubio interviene ante tal situación.

—Uff, que elegancia para pelear. ¿Dónde me consigo uno así? —pregunta Daiyu. Provocando que Kai se muera de vergüenza, que Usopp, Luffy y Nami se rían ante su comentario.

Y que cierto peliverde permanezca más serio que de costumbre.

—Por favor, disfruten de su comida —se acerca a la mesa de los chicos—. Bienvenidos a nuestro restaurante de mierda, dónde lo único peor que la ambiente es la comida. Me llamo Sanji. ¿Qué puedo ofrecerles?

—¿Normalmente así presentas los lugares? —cuestiona Kai.

—Uno de cada uno porfi —dice Luffy.

—Te he dicho que no hables con la boca llena —Daiyu lo regaña.

—¿Bebida? ¿Uno de nuestros cócteles para pasar el atracón?

—¿Esta es tu atención al cliente? —cuestiona Nami.

—Déjalo, si esa es su atención al cliente, debe tener mucha demanda, y no los culpo —cruza la piernas.

—Disculpe mesdemoiselles, que distraído. ¿Les puedo traer algún aperitivo? Tenemos varios Micqueot vintage raros o tal vez quisiera una copa de Umeshu. Una bebida dulce para alguien dulce —les guiña el ojo de manera coqueta.

Nami se le queda viendo de manera incrédula.

—¿Le pasa algo a tu ojo? —pregunta.

—Solo me pegó la belleza de las dos.

On vous a dit que vous aviez un talent inné pour parler aux femmes? (¿Te han dicho que tienes un talento innato para hablar con las mujeres?) —habla Daiyu en francés.

Je ne savais pas qu'il parlait la langue (No sabía que hablara el idioma) —le sigue la plática.

—Je n'en ai pas parlé depuis un moment (Tiene tiempo que no lo hablaba) —le sonríe.

Zoro solo los miraba, teniendo los ojos clavados en la pelinegra, acción que todos los presentes notaron, todos menos los dos que hablaban.

—Très belle conversation, mais j'ai déjà faim (Muy bonita la plática, pero ya tengo hambre) —interviene Kai al hablar el mismo idioma.

—¿Sabes hablar el idioma también? —Nami mira al pelinegro mayor.

—Claro, lo hablo mejor que mi hermana —dice con orgullo.

—Pero sigo siendo mejor que tú —Daiyu se cruza de brazos.

Interrumpe el peliverde. —¿Me traes una cerveza y algo para mis amigos?

—Vaya, como te gusta incluir a los demás —se burla la pelinegra.

—Dos cervezas, siempre pido tres, pero... —Luffy interrumpe a Usopp.

—Y una lechita —los pelinegros mayores se aguantaban las ganas de reírse por como lo dpidió su hermanito.

—Leche y tres cervezas. ¿Y usted madame? —Sanji mira a Nami.

—Agua.

—¿Simple, gaseosa, mineral? ¿Con hielo, sin hielo, cubos o triturado?

—Agua regular en un vaso regular. Gracias.

—Por su puesto.

Et vous, belle dame? (¿Y usted bella dama?) —mira a Daiyu.

Apportez-moi le meilleur vin que vous ayez. S'il est vieilli, c'est bien mieux (Tráeme el mejor vino que tengas. Si es añejado, mucho mejor) —le guiña coquetamente.

Je veux la meilleure liqueur que tu aies. Alors va-t'en et arrête de flirter avec ma sœur. Merci. (Yo quiero el mejor licor que tengas. Así que esfumate y deja de coquetear con mi hermana. Gracias) —Kai muestra una sonrisa socarrona.

Sanji se retira. Y Daiyu mira a su hermano.

—Était-il nécessaire de faire fuir la pauvre blonde? (¿Era necesario espantar al pobre rubio?) —sigue hablando en francés.

Je l'ai fait parce qu'une certaine personne vous tue avec son regard, sans parler de la façon dont il regardait la blonde. Si les regards pouvaient tuer, il se trouverait déjà à trois mètres sous terre (Lo hice porque cierta persona te anda matando con la mirada, y ni se diga como miraba al rubio. Si las miradas mataran, él ya estaría tres metros bajo tierra) —hace un gesto refiriéndose a Zoro.

—¿Qué? —pregunta de la nada la pelinaranja. Haciendo que los hermanos interrumpan su conversación.

—Nada —responde Zoro—. Madame. Disculpe mi comportamiento, madame. ¿La madame prefiere su agua en un vaso de cristal o una copa de oro es más el estilo de la madame?

Daiyu se tapa la boca para no morirse de risa ante los comentarios del espadachín.

—Nami tiene novio —se burla ahora Usopp.

Lo que no se percató la pelinegra es que las burlas de Zoro eran para darle celos, cosa que no resultó en ella, pero si con el pelinegro mayor. Haciendo que se quedara serio.

—Son de lo peor —confiesa Nami.

Jaloux? (¿Celoso?) —susurra su hermana.

—Para nada —responde.

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