Capítulo e x t r a

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La semana empezó con buen pie para Jade.

No habían dejado ninguna tarea en el instituto, tenía toda la tarde libre y podía seguir avanzando con la lista de besos.

Ya llevaba varios progresos hechos con aquel rubio.

Ahora se encontraba en clase de Historia, mordiendo un bolígrafo, pérdida en algún punto astral y a punto de cerrar los ojos para dormir algún rato.

- ¿Está ocupada?

La morena se giró a la izquierda y sonrió negando.

- No, puedes sentarte.

Retiró sus libros de la mesa y los dejó en la suya. Corbyn sonrió sin mostrar los dientes y tomó asiento.

Emma, al entrar al aula y ver la escena, le lanzó una mirada interrogante a la chica.

Ese era su sitio.

- Lo siento. - gesticuló Jade a su amiga y puso un puchero rogando que no se enfadara.

Luego señaló la mesa vacía al lado de Jonah Marais. El crush de Emma y mejor amigo de Corbyn.

La chica negó con rapidez, avergonzada y el timbre sonó, dando paso al inicio de la clase.

- O'brien... ¿Qué hace aún de pie? - exclamó el profesor enfadado - Siéntese si no pretende meterse en problemas.

Emma gruñó, dijo entre quejas algo inaudible y (agarrando bien los libros contra su pecho) anduvo con determinación hasta la antigua mesa de Corbyn, al lado de Jonah.

- Es un capullo. - comentó el moreno a su lado con una sonrisa - Si hubiera sido tú, me hubiera largado de clase al instante.

Ella sonrió agradecida por su comentario.

- Soy Jonah Marais. - se presentó estrechando su mano - Y tú eres Emma O'brien ¿No es así?

- Estás en lo cierto. - contestó ganando algo más de confianza, algo que había aprendido a hacer gracias a Jade - Pero puedes llamarme Em.

- Está bien, Em. - recalcó lo último y sonrió amablemente.

La clase siguió su curso, aburrida como siempre. Estaban dando algo sobre la segunda guerra Mundial, pero Emma no podía prestar atención gracias a que el chico a su lado se había acercado mucho más a ella y curioseaba entre su estuche con un descaro que a la chica no le importó.

-¿Sabes? Creo que tu amiga y mi amigo están intentando ligar el uno con el otro.

Y estaba en lo cierto. Al menos eso aparentaban los dos adolescentes.

Corbyn tenía el brazo posado en el respaldo de la silla de Jade, dejando caer (sin ningún estupor) su mano por encima de la clavícula de la chica, cerca de sus pechos.

Pero ella no se quedaba atrás. Su mano estaba entrelazada con la del rubio y estaba apoyada cerca de la entrepierna de Corbyn.

Hablaban en susurros, muy cerca el uno del otro y con sonrisas juguetonas.

Iban rápido, pero todo aquello era mejor para los dos si terminaba rápido.

Emma rió nerviosa recordando la lista de besos de Jade en la que estaba apuntado el rubio.

"Es solo una farsa, ella no está interesada en él de esa forma" pensó y asintió hacia Jonah.

-¿Quién crees que lo conseguirá primero?

La rubia casi se atraganta con su propia saliva pensando que el castaño se refería a ganar el reto de la lista de besos.

-¿Qué? -preguntó en un hilo de voz y Jonah rió débilmente, haciéndole recordar a Emma el porqué era su crush.

Aquel chico era simplemente hermoso.

-¿Quién crees que va a conseguir conquistar al otro del todo? -especificó más el ojiverde y ella suspiró aliviada.

-Jade -respondió sin ninguna duda-. Estoy segura.

Jonah volvió a reír y el estómago de Emma sintió unas fuertes y agradables cosquillitas.

-¿Enserio? -el apretó los labios y desvío su mirada al techo, fingiendo pensar-. Yo creo que Corbyn.

Emma alzó ambas cejas y sonrió juguetona, algo que calentó levemente al castaño.

-¿Apostamos?

Jonah pasó la lengua por sus labios y sonrió.

-Claro, ¿pero qué apostamos?

-¿Qué quieres apostar?

Se habían acercado con cada pequeño dialogo un poco más, y ahora se encontraban frente a frente.

-¿Una cita?

La rubia se sintió desvanecer y asintió débilmente.

-Eso si tú ganas -aclaró-. Pero si yo gano... Quiero tu chaqueta del equipo de baloncesto.

Él alzó una ceja pero sonrió conforme y los dos cerraron el trato con un apretón de manos.

-Ganaré -finalizó el chico en un tono demasiado alto.

- Señor Marais, fuera de mi clase, otra vez. - dijo el profesor sin mirarle.

Corbyn y Jade se giraron hacia atrás.

- Será un placer. - respondió cogiendo su mochila y sonrió a Emma despidiéndose - Nos vemos luego, Em.

- Adiós - susurró ella sonrojada.

Jade le alzó los pulgares con el rostro orgulloso de una madre.

(...)

En la hora del recreo, las dos amigas se sentaron en su habitual mesa con la bandeja de comida entre sus manos.

- Así que... Em. - rió la morena y su amiga rodó los ojos.

- Cállate Jadey. ¿O así no es como te llama ese rubio?

Jade enrojeció aclarando su garganta y removiendo la comida de su plato.

- Lo mío es solo por el reto. - argumentó sin mirarla - Lo vuestro parece algo más.

- Nos acabamos de presentar oficialmente, no seas exagerada.

- ¡Emma y Jonah se van a casar, y mil cien hijos van a criar! - cantó Jade en alto.

- Para. - susurró Emma avergonzada - Te está oyendo todo el mundo...

- Bonita melodía. - comentó alguien a sus espaldas.

Las dos se giraron lentamente y al encontrarse con él, la rubia deseó que la tierra se la tragara.

- Lo sé. - sonrió Jade - Es una linda canción.

Corbyn rió asintiendo y se sentó a su lado. Los demás chicos detrás de él le acompañaron.

- Jade. - la susodicha le miró - Estos son mis amigos.

- Daniel. - se presentó un muchacho de ojos azules y linda sonrisa.

- Zach. - le siguió otro castaño con las mejillas rosadas.

- Jonah. - Jade le sonrió al igual que a todos y miró de reojo a su amiga.

- Jack, pero creo que ya lo sabes ¿No es verdad? - sonrió juguetón el chico de rizos - Lo gemías repetidas veces hace semanas.

Corbyn se tensó en su sitio y jugó con la comida de su plato.

- Tendrías los oídos taponados, porque solo pedía que acabaras de una vez. Era horrible. - los demás chicos rieron y Jack rodó los ojos bufando.

El sexo que esos dos habían compartido había sido normal, Jade incluso podría decir que estuvo bien, pero debía bajar el autoestima a ese ruloso egocéntrico.

- Y decirme... ¿Vosotros sois el problema de Besson con los estudios?

Jade observó a cada chico de la mesa con detenimiento y el rostro neutro.

- No, no, no, no... - negó Zach - Bueno, sí.

- Quizás. - murmuró Jack.

Los demás comentaron algo a la vez que nadie pudo atender y luego asintieron.

- ¿Lo ves? - rió Corbyn - Son un mal ejemplo, pero una buena compañía.

- Eso lo puedo deducir. - sonrió ella.

- Bien Clifford, Porque de hoy en adelante seremos tú mal ejemplo. - dijo Daniel y cerró el libro que ojeaba durante la anterior conversación.

- Un muy mal ejemplo. - agregó Jonah observando a la pequeña Emma.

Ella sonrió sonrojada y Jade asintió divertida.

Le gustaban esos chicos.

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