La llegada de un amigo

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Pasaron un par de días más luego de que Lincoln tuviera en su casa a una pareja que quería una de las habitaciones que él tiene en alquiler, en donde su idea de poner en renta los cuartos vacíos que eran antes las habitaciones de sus hermanas incrementaba. Ahora vemos a Lincoln quien estaba en el patio de la escuela en la hora del recreo.

Los chicos se divertían mucho y más que aparte que ya llega el final de las clases, por lo que todos los alumnos estaban alegres de saber que no falta mucho para que acabe las clases. Pero vayamos a lo que están haciendo nuestros amigos, vemos a Lincoln quien estaba en las bancas sentado luego de pasar un rato jugando.

_ ¿Cómo van las cosas con el alquiler de las habitaciones, Lincoln?._ preguntó Stella a su amigo albino.

_ Pues todo bien, hace unos días llegaron una pareja en donde solo querían una habitación para una noche, y que salió todo bien, y cobré un precio razonable para ellos._ respondió Lincoln la pregunta de su amiga.

_ No está mal, es genial ver qué poco a poco van llegando gente que quieren una habitación para quedarse unos días. Por lo que dices esto de alquilar cuartos no es una mala idea._ comentó Zach opinando al respecto.

_ Nos alegra que de a poco la idea de alquilar cuartos va bien, pero aún así toma en cuenta nuestro consejo de que tengas cuidado cuando alguien llegue a pedirte una habitación. Ya como sabes, nunca se sabe cuándo puede aparecer un maldito loco a esconderse en tu casa._ decía Clyde aún preocupado por su amigo.

_ Lo tengo muy claro eso, y aparte de eso no me preocupo, ya que me acordé de que Lisa instaló un sistema de seguridad en la casa tiempo atrás. Por lo que puedo meterme en su sistema para así tener acceso a todas las cámaras y verlas por medio de las pantallas que debe de haber en esa habitación._ comentaba Lincoln una idea que se le ocurrió.

_ Vaya, aún me sigo preguntando el como le hacía tu hermanita genio para hacer ese tipo de cosas. Pero en parte esa es una buena idea la que contaste, así nadie sospecharía que los estás vigilando._ dijo Liam dando su comentario.

_ No por nada me dicen el hombre del plan, como dije, solo debo de meterme en el sistema para así tener el acceso a las cámaras, no será fácil pero vale la pena intentar. Por ahora disfrutemos del recreo y también del tiempo que nos queda para el final de las clases, ya que no se sabe si estarán aquí para pasar las fiestas navideñas._ dijo el albino a sus amigos.

_ Es verdad, yo no sé si mi familia estará en el pueblo para esos días, lo mejor sería disfrutar al máximo estos días juntos._ afirmó Rusty a sus amigos.

Así el grupo de seis amigos continuaron divirtiéndose hasta que la campana sonó en donde ellos tuvieron que regresar a sus salones. Las horas continuaron en donde Lincoln y compañía prestaban atención a lo que decía los maestros. Ya para cuando no se dieron cuenta, las clases habían acabado, todos salieron de sus salones con rumbo a la salida.

En el camino los amigos caminaban contentos y platicando, cuando llegaron a la salida cada quien se despidió, tomaron rumbos diferentes para irse a sus hogares. Por su parte, Lincoln y Clyde caminaban tranquilamente, ambos chicos llegaron al cruce en donde tomarían caminos diferentes.

_ Adiós Lincoln, que te vaya bien en tu trabajo._ se despedía Clyde de Lincoln.

_ Gracias, te veré mañana Clyde, nos vemos._ dijo Lincoln a su amigo moreno.

Así ambos tomaron sus caminos en donde Lincoln fue directo a su hogar para prepararse para ir a trabajar. Llegando a la ex casa Loud, el albino entró a su casa en donde fue a su habitación en donde dejó su mochila ahí. Luego de eso fue a la que era la habitación de Lisa y Lily, ya que Lincoln intentaría en poder acceder al sistema de seguridad que la genio había instalado hace un tiempo.

_ ¡Rayos! Esto tomara un buen tiempo, al menos algo bueno hizo Lisa al instalar esas cámaras, pero debo de saber en qué lado está la cámara que puso en el baño. Luego lo averiguaré, por ahora mejor me preparo para el trabajo o sino se me hará tarde._ decía Lincoln al frente del computador que era de Lisa.

Dejó eso para más tarde y se alistó para el trabajo. Fue a la cocina en donde se hizo un almuerzo rápido y después de eso salió de casa dejando todo cerrado. Lincoln caminó por una zona en donde pudo ver una tienda en donde venden varios equipos para acróbatas, en donde pudo ver ahí una bicicleta tipo BMX, una de color naranja combinado con rojo.

_ ¡Wow pero que hermosa bicicleta! Tengo chance para llegar al trabajo, preguntaré a ver cuánto vale._ exclamó Lincoln mirando esa bici.

Entró a esa tienda en donde vio más de cerca la bici, en verdad se había enamorado locamente, en eso aparece un encargado que atendía a los clientes que llegan al lugar.

_ Buenos días niño, ¿En qué puedo ayudarte?._ preguntó el encargado a Lincoln.

_ Vine a ver cuánto vale esta bicicleta, en verdad me encanta, es bellísima._ contestó Lincoln a lo que vino.

_ Ya veo, esa bici te cuesta 500 dólares, además que viene incluido un casco, guantes sin dedos, coderas y rodilleras._ dio el precio de la bici a Lincoln.

_ ¿500 dólares? No está mal, vendré luego, ¿Hasta que hora estará abierto?._ preguntó Lincoln al encargado.

_ Estamos abiertos hasta las 7:00 de la noche, o en ocasiones cerramos a las 6:00 de la noche._ contestó el encargado.

_ Okey, vendré antes de que cierren, pero me haría un favor, ¿Me podría dejar apartada la bicicleta hasta que venga?._ dijo Lincoln al chico.

_ Lo siento, pero no puedo hacer eso, si tienes suerte puede que nadie venga por ella y será toda tuya._ decía el encargado que no podía hacer lo que dijo Lincoln.

_ Está bien, volveré más tarde, ya me tengo que ir._ exclamó Lincoln retirándose de ahí.

Salió de esa tienda en donde retomó su camino al restaurante Aloha Camarada. Llegando al lugar fue a su zona de trabajo, saludó a su jefe y se puso el delantal para así comenzar a lavar los platos que estaban en el fregadero. Mientras lavaba estaba pensando en la bicicleta que vio momentos atrás, en verdad le había gustado, solo esperaba a que nadie la fuera a comprar antes que él.

Estuvo así Lincoln lavando los platos hasta que su jefe le llama para una orden especial.

_ Lincoln, alguien pidió de tu Lincsaña, ven a prepararla._ llamaba Sergei al peliblanco.

_ Ahora mismo voy señor Sergei._ acató la orden Lincoln.

Puso los platos que lavó a un lado y fue a preparar la Lincsaña, la cual días atrás su jefe le había prometido que la pondría en el menú como platillo especial. Ahora la gente pedía de su platillo que "le pertenece" a Lincoln, esto le alegraba, ya que como dijo su jefe, con esto podría ganar más dinero de lo que le están pagando de momento, y el ver qué más gente pedía de su lasaña, pues las cosas para él irán mejorando a cada segundo.

Preparó una gran bandeja de lasaña en donde la cortó en varios pedazos y las puso en varios platos. Después el camarero tomó las órdenes y las llevó a los clientes que la habían pedido. Por la puerta Lincoln miraba a los clientes que pidieron de su lasaña, podía ver las expresiones que hacían al probarla, eso le daba mucha satisfacción, el ver cómo la gente le gusta lo que prepara.

Horas después.

El tiempo de trabajo de Lincoln había acabado, por lo que debía de regresar a casa. Terminó de lavar y acomodar los platos y cubiertos en sus lugares. Una vez terminado le avisó a su jefe que tendría que regresar a casa.

_ Nos vemos señor Sergei, ya me tengo que ir._ dijo Lincoln a su jefe.

_ Okey, nos vemos mañana Lincoln, que descanses._ se despidió de su empleado el hombre.

Lincoln salió de su trabajo y luego se fue rumbo a su hogar, iba caminando un poco rápido, debido a que quería ir a la tienda en donde vio la bicicleta que le gustó, por lo que debía de llegar lo más pronto a casa y tomar el dinero que necesitaba. Llegando a casa Lincoln no perdió el tiempo y subió a su habitación, fue y encontró el dinero, no contó cuánto se había llevado, lo importante era el ir a la tienda, vio que eran las 6:46 de la noche, tenía que llegar rápido.

Ya afuera corrió lo que podía dar sus piernas, este era uno de esos momentos en donde le dio igual el cansancio, o el ejercicio, de todos modos ya comenzaría a buscar el modo como ejercitarse. No sabía cómo, pero había llegado a su destino, notó que aún no cerraban, le dio las gracias al cielo por haber llegado a tiempo, entró al local y vio que la bici seguía ahí, fue a donde estaba el empleado que lo atendió horas atrás.

_ Veo que volviste, ¿Vienes por la bicicleta, no?._ preguntó el empleado que atendió a Lincoln horas atrás.

_ Así... Es... Vine por... La bicicleta._ contestó Lincoln recuperando el aire.

_ Tranquilo amiguito, respira un poco, parece que fueras a fallecer, solo respira._ calmaba el empleado a Lincoln.

Lincoln hizo caso y se calmó, respiró hondo y así ya había descansado. Luego procede a hablar con el empleado, para que así le diera la bicicleta con los accesorios que viene en ella.

_ Quiero la bicicleta por favor._ pedía Lincoln lo que quería.

_ Oki Doki, son 500 dólares, si que tienes suerte amigo, ya que otra persona la hubiera comprado, pero vale más que eso no pasó._ dijo el empleado.

_ Si... Solo "suerte" nada más._ decía Lincoln haciendo énfasis en "suerte"

Con eso Lincoln saca el dinero que había traído, notó que sacó más dinero de lo que debía, ya que pudo ver qué tenía unos 800 dólares, no se fijó ya que tenía prisa. Guardó el dinero restante y le dio al empleado el dinero que costaba la bicicleta. Ya había hecho la compra, Lincoln fue a qué recibiera su bici, y aparte también los accesorios, los cuales eran el casco, guantes sin dedos, las coderas y rodilleras, se puso el casco y los guantes, los cuales le quedaban bien, lo demás lo dejó en la bolsa que venía.

Salió de ahí montando su nueva bicicleta, sin duda estaba feliz de haberla comprado. Por unos instantes le llegó a la mente lo que había dicho el empleado, de que tuvo "suerte" de que alguien más no se haya fijado en la bici, no creía para nada en la suerte, quizás si lo sea. Pero también pudo ser nada más que coincidencia de que nadie se fijó en la bicicleta, puede que el color no sea del gusto de muchos, pero para Lincoln era una belleza.

Ya había llegado a su casa, fue al garaje en donde metió ahí su nueva bici, ya que la que tenía antes fue vendida con el resto de sus cosas tiempo atrás. La dejó y cerró la puerta del garaje, fue a la casa en donde subió a su cuarto y dejó las cosas que venían incluida con la bicicleta, fue a darse una ducha y después se hizo de cenar, al acabar fue a continuar con lo que estaba haciendo en el medio día, y eso era el poder entrar en el sistema de la computadora de Lisa.

Tras varios intentos había podido entrar, realmente era difícil, pero nada como para detener al hombre del plan. Una vez adentro buscó en donde puede estar las grabaciones de las cámaras, las encontró y por medio de la pantalla pudo ver todas las cámaras que había en la casa. La de la cocina, la sala, el comedor, de todas las habitaciones, de la entrada, y de la puerta trasera, pero más que nada, vio la que estaba en el baño, aún se preguntaba el por qué Lisa puso una cámara ahí.

_ Ahora que sé dónde está podré quitarla de ahí. Aún me pregunto el por qué Lisa puso esa cámara ahí, sea como sea ella ya no está aquí para espiarnos, mejor la quito ahora y ya no me preocupo por eso._ decía Lincoln para si mismo.

Salió del cuarto y fue al baño, se guió desde la ubicación de dónde grababa la cámara, al hacer eso la pudo ver, estaba bien oculta, a modo de que nadie la pudiera ver. La alcanzó y una vez que la tomó la arrancó importándole poco de que si la cámara se arruine, ya en sus manos el artefacto salió del baño en donde fue a tirar esa pieza vieja a la basura.

_ Bien, ahora de que me deshice de esa cámara ahora puedo ver lo que pueden llegar a hacer los inquilinos que llegue a alojar aquí. Con esto será suficiente, me iré a dormir para así prepararme para mañana, a ver qué me espera mañana._ decía Lincoln dando un pequeño bostezo.

Al día siguiente.

Ya es de mañana y vemos a nuestro albino quien se prepara para su día. Sale de la cama y se prepara bien, se cambia, hace su desayuno, toma su mochila y sale de la casa cérrandola con llave. Al salir va al garaje en donde ahí tiene su nueva bicicleta, entró y la sacó de ahí, ya con su bici y con el casco puesto y sus guantes fue que comienza a andar por la calle hacia su escuela.

En el trayecto hacia la escuela Lincoln sentía el aire rozando su cara, le gustaba mucho esta bicicleta y más que podía ver el color de la misma se reflejaba por el sol. Sin duda era una belleza por dónde la quieran ver. Minutos después el albino había llegado a su escuela, en donde en la entrada vio a sus amigos afuera.

Los chicos vieron a Lincoln y se sorprendieron al ver a su amigo albino montando una bicicleta de la cual los chicos estaban maravillados del cómo luce. Se acercaron para apreciarla mejor y preguntarle a Lincoln en donde la consiguió.

_ ¡Wow hermano, está hermosa esa bicicleta!._ exclamó Clyde muy asombrado.

_ Es cierto, es una belleza la que tienes ahí, está bien padre._ opinó Liam.

_ Me gusta el color, la combinación de naranja y rojo son muy buena, y más que es del estilo BMX, lo cual nadie podría negar que le gusta._ dijo Zach dando también su opinión.

_ Es una preciosura, con este bebé fijo que atraerás a muchas chicas amigo._ dijo Rusty a su amigo albino.

_ Gracias chicos, en verdad que cuando la ví me enamoré de ella, me costó 500 dólares y más que viene acompañada con un casco, guantes sin dedos, coderas y rodilleras, las cuales dejé en casa._ decía Lincoln a sus amigos.

_ Valió la pena cada centavo que gastaste en este bebé, otro día veré si me consigo una de estas._ dijo Zach.

En eso aparece Stella, quien bajó del auto en donde su padre la fue a dejar. La morena fue a donde estaba los chicos, los vio y también pudo ver qué Lincoln estaba montado en una bicicleta, la cual le pareció hermosa, fue para así preguntarle a Lincoln el como la consiguió.

_ Hola chicos, vaya Lincoln, linda bicicleta, me gusta el color que tiene._ saludaba Stella y dando un cumplido a Lincoln por la bici.

_ Hola Stella, y gracias por las palabras, y de verdad me gusta esta bici, pero dejemos de hablar de eso y vayamos adentro que ya empiezan las clases._ dijo Lincoln a sus amigos presentes.

Todos hicieron caso y fueron al interior del centro educativo, Lincoln fue a dejar su bici en un puesto exclusivo para bicicletas, la puso ahí y también le colocó una cadena con un candado que tomó del garaje, una vez que se fijó que estaba bien segura fue con los chicos a su salón.

Más tarde.

Adelantemónos unas cuantas horas después, las clases acabaron y cada quien se tuvo que ir, los chicos se despidieron y tomaron sus caminos, por su lado Lincoln fue a donde estaba su bicicleta y se fue en ella, no sin antes despedirse de Clyde, quien se subió en el auto de su padre Howard. En el camino Lincoln iba tranquilo mirando a que no apareciera alguien de la nada.

Estuvo así hasta que llegó a un semáforo que estaba en rojo. En eso mira que aparece una persona que él conoce. Se trataba de nada menos que Polly, la chica con patines ve a Lincoln quien esperaba el cambio de luz, la chica se acerca para así saludarlo.

_ Hola Lincoln, linda bicicleta que tienes ahí._ saludaba Polly al peliblanco.

_ Hola Polly, y gracias por el cumplido._ devolvía el saludo Lincoln.

_ Oye Lincoln, ¿Te podría pedirte un favor?._ preguntó Polly.

_ Claro, no hay problema, solo déjame subirme a la acera para así hablar más tranquilos._ comentó el albino.

Así Lincoln se sube a la acera para hablar con la ex amiga de su hermana Lynn. Al ya estar con la castaña fue ella la que comenzó a hablar.

_ Bueno, a lo que te estaba diciendo, quería pedirte un favor, y es que me podrías ayudarme para una competencia que habrá en unos días aquí en Royal Woods. Se trata de una competencia parecida a los X Games, la cual tratará de varias categorías, y como sabes, lo mío son los patines, por lo que me gustaría que me ayudes a practicar y perfeccionar mis habilidades._ pedía ayuda Polly a Lincoln.

_ ¿Una competencia aquí en Royal Woods? Podría ayudarte, pero sería este sábado y domingo, ya que en días de semana luego de la escuela voy a trabajar, por lo cual no dispongo de mucho tiempo, ¿Que te parece?._ dio su respuesta Lincoln.

_ No está mal, y entiendo que pasas ocupado, te esperaré este sábado en mi casa para practicar, te daré la dirección de dónde vivo para que así vayas._ replicó Polly muy contenta.

Así la castaña saca un cuaderno y un lápiz de su mochila que traía consigo y anotó la dirección de dónde queda su casa y se la da a Lincoln, este lo toma y lee el contenido del mismo.

_ Okey, ahí estaré este sábado, bueno, me tengo que ir, adiós Polly._ se despidió Lincoln de la castaña.

_ Vale, te espero el sábado Lincoln, que no se te vaya olvidar._ decía Polly al hermano de su ex amiga.

Lincoln pedaleaba hasta llegar a su casa, en donde había llegado en pocos minutos, con esto podría llegar más pronto a su casa para cuando tenga que ir a trabajar. Dejó su bici en el garaje y entró a su casa, ahí se quedó un rato en el sofá de la sala, estuvo ahí mientras pensaba en lo que haría este sábado y domingo ayudando a la ex amiga de su hermana mayor.

_ No será para nada difícil el poder ayudar a Polly, aunque lo mío no sea los patines aún así le ayudaré a Polly, pero por ahora me prepararé para el trabajo, al menos hoy es viernes, así puedo pasar parte del día de mañana ayudándola con sus prácticas, no habrá problemas con eso._ decía Lincoln estando en el sofá.

Pasó un rato y Lincoln tuvo que ir al trabajo, dejó su mochila en el sofá y luego salió de la casa cerrando la puerta y luego fue por su bici y condujo hasta el restaurante. En donde todo pasó normalmente para Lincoln, nada más por el hecho de que algunos clientes pedían de su Lincsaña, de la cual veía que más gente empezaba a pedirla, a este paso ese platillo pasará a ser parte del menú y no solo un platillo especial.

Sábado.

Ya es sábado y el cuerpo lo sabe, y para Lincoln parte del día lo pasaría ayudando a una amiga, por cual sería mejor empezar desde temprano. Se preparó bien e hizo todo lo que tenía que hacer, ya luego fue por su medio de transporte que estaba en el garaje y comenzó a pedalear con rumbo a la casa de Polly.

Minutos pasaron y Lincoln había llegado, fue hasta la entrada en donde tocó el timbre, esperó unos segundos hasta que la puerta se abre dejando ver a una mujer de cabello castaño, era claro que era la mamá de Polly, por lo cual Lincoln al ver a la mujer se presenta como debe ser.

_ Buenos días señora, me llamo Lincoln, ¿Está su hija Polly en casa?._ se presentaba Lincoln con la mujer.

_ Oh si, mi hija está en casa, puedes pasar un momento por mientras la llamo a su habitación._ contestó la madre de Polly a Lincoln.

_ Está bien, muchas gracias._ agradeció Lincoln.

Así Lincoln entró a la casa de Polly y fue a sentarse en el sofá que había en la sala, mientras que la mujer iría a buscar a su hija. Pasó un par de minutos hasta que pudo escuchar que alguien llegaba a donde estaba él.

_ Que hay Lincoln, ¿Listo para las prácticas?._ saludó Polly a Lincoln.

_ Más que preparado, por eso vine temprano para así no desperdiciar cada segundo._ contestó Lincoln.

_ Esa es la actitud, pues vamos afuera, para así empezar con las prácticas._ dijo la castaña.

Ambos salieron de la casa en donde Polly llevaba puesto sus patines, por su lado Lincoln la seguía detrás, en eso la chica de mentón grande le dice al peliblanco.

_ Para esta práctica será importante que me sigas el ritmo, ya que me ayudarás a mejorar mis reflejos, ya que en esa competencia habrá una parte en donde habrá obstáculos que debo esquivar, así que en esa parte me ayudarás._ decía Polly al peliblanco.

_ Entiendo, no te preocupes, que este tipo de cosas solía hacer cuando ayudaba a Lynn, esto no será nada para mí._ comentó el albino.

_ Vale, comencemos con las prácticas, lo primero lo primero, debo de mejorar mi destreza a la hora de empezar a rodar, así que toma tu bici y comencemos con esto._ le dijo la castaña al peliblanco.

Con eso Lincoln hizo lo que Polly le pidió y tomó su bicicleta y comenzó a ayudar a Polly con sus prácticas. Por ahora no vamos a entrar en muchos detalles sobre esto. Se los voy a resumir para que no se traguen mucho texto innecesario, Lincoln siguió ayudando a Polly parte del día sábado y también parte del domingo.

En esos dos días le ayudó en lo que más pudo, en cada una Polly mejoró bastante, en donde se podría decir que estaba lista para la competencia. Luego de esos dos días en donde Lincoln la pasó ayudando a la castaña, ya era el inicio de una nueva semana. Y en la escuela vemos a Lincoln quien estaba en el salón de clase con sus amigos.

_ ¿Y que hicieron el fin de semana chicos?._ preguntó Stella a los chicos.

_ No mucho la verdad, la pasé ayudando a una amiga para una competencia que tendrá en unos días. Ya luego de eso, no mucho, aún estoy a la espera de que venga gente a pedir una habitación para así dejar que se alojen ahí._ contó Lincoln lo de su fin de semana.

La plática siguió en donde pasaron varios minutos hasta que las clases dieron inicio. Aquí no hay mucho de que resaltar, por lo que adelantemónos hasta el final de las clases. En donde de nueva cuenta, Lincoln fue hasta su casa para prepararse para el trabajo. Hizo todo lo que tenía que hacer en casa y partió a su trabajo.

Llegó y saludó a su jefe, fue a su puesto de trabajo en donde vio la pila de platos que debía de lavar, no puso queja alguna y comenzó a lavar. Media hora después fue cuando Sergei se acercó a Lincoln para avisarle de que alguien había pedido de su lasaña.

_ Lincoln, hay una orden de Lincsaña, y es una familia entera de 13 integrantes, ven a hacerla._ decía Sergei llamando a Lincoln.

_ Ahora mismo voy señor Sergei, enseguida sale la Lincsaña._ dijo Lincoln acatando la orden.

Dejó lo que estaba haciendo y se puso a preparar su Lincsaña, mientras la preparaba se le hizo curioso de que quien había pedido la lasaña era en una mesa donde había 13 integrantes, le recordó los momentos que pasaba con su familia, en donde eran 13 en total, sacudió su cabeza y dejó de pensar en eso, ya no valía la pena el recordar a esas personas.

Ya había pasado varios minutos y tenía ya lista la lasaña, la empezó a cortar en varios trozos para los 13 miembros de esa familia, las dejó en una gran bandeja para que el mesero la lleve a su mesa. Terminando fue a dejar lo que había utilizado en el fregadero para luego lavarlo todo. Luego de eso Lincoln recibió una nueva orden de Lincsaña, por lo cual fue a prepararla.

Días después.

había pasado unos días y vemos a Lincoln, quien se encontraba en una de las mesas en el patio de la escuela en la hora del recreo. Todos estaban hablando de varias cosas triviales, nada que ver, fue ahí en donde Lincoln les cuenta lo que ha pasado en estos días en su trabajo.

_ Les quiero contar chicos que las cosas en mi trabajo van de mejor a mejor, ya que han llegado clientes que han pedido de mi Lincsaña. En verdad les gusta como la preparo, se podría decir que la hago mejor de lo que podría hacerlo mi "padre"._ contaba Lincoln lo que ha pasado.

_ Es estupendo, puede que en estos días vayamos a ese restaurante y pidamos de esa Lincsaña, espera que sea muy buena como dices._ comentó Rusty.

_ Créeme, es muy buena, se podría decir que el aprendiz superó al maestro, no es por ser engreído, pero me considero un buen cocinero en estos momentos._ decía Lincoln con un pequeño toque de orgullo.

_ Okey calma Gordon Ramsey, no es para tanto, pero nos alegra que empieces a ser más conocido por tu lasaña, a este paso te podrían dejar participar en un concurso de cocina y ver quién es el mejor._ dijo Clyde.

_ Eso sería genial que pase, por el momento mejor me centro en mi trabajo y de estar pendiente de que alguien venga a buscar cuartos a mi casa. Aunque si eso de que sea participante en un concurso de cocina lo aceptaría si el premio sea bueno._ dijo bromeando Lincoln.

Siguieron con su plática el grupo de seis chicos donde seguían hablando y bromeando de varias cosas. Más tarde todos tenían que irse, Lincoln andaba en su bicicleta camino a casa, en el camino Lincoln notó a Polly, quien se le veía muy feliz, Lincoln le dio curiosidad del por qué estaba feliz, así que fue a donde estaba ella para así tener una pequeña plática.

_ Hola Polly, ¿Por qué estás muy sonriente?._ preguntaba Lincoln a su amiga.

_ ¡Estoy feliz por que gané en la competencia! ¡Quedé en primer lugar y gané un premio! Y todo gracias a ti amiguito._ exclamó Polly muy feliz.

_ ¡Genial! Sabía que ganarías, ya que eres la mejor con tus patines, jamás dudé de que podrías ganar._ dijo igual de alegre Lincoln a su amiga.

_ Como dije, no podía haberlo conseguido de no ser por ti, ¿Por qué no me ayudas más seguido con mis prácticas? Así podría mejorar aún más mis habilidades._ preguntaba Polly al peliblanco.

_ Podría, pero sabes que paso ocupado con la escuela y el trabajo, y aparte que hago otra cosa también, lo cual no puedo ayudarte con tus prácticas. Pero conozco de alguien que podría ayudarte, ¿Conoces a Rusty?._ le preguntaba Lincoln a la castaña.

_ ¿A Rusty? ¿El chico de dientes salientes y de cabello naranja del baile?._ preguntó Polly haciendo memoria.

_ Ese, él es mi amigo, él podría ayudarte con tus prácticas, le podría decirle y ver que dice, si en caso dice que si te avisaré._ dijo Lincoln a su amiga.

_ No pierdo nada al aceptar, trato. Y dile que traiga equipos protectores, por qué ya sabes que mis prácticas no son para nada lindas._ aceptaba Polly la oferta de Lincoln.

_ Okey, me tengo que ir, le diré mañana a Rusty para que así confirme que te ayudará. Nos vemos Polly._ dijo Lincoln para luego irse.

_ Adiós Lincoln._ se despidió Polly del albino.

Lincoln fue directo a su casa luego de esa plática que tuvo con Polly, le alegraba que ella haya ganado esa competencia, y que aparte le recomendaría a Rusty a que le ayude con sus prácticas, él sabe que Rusty le ayudará a Polly. Llegando a su hogar entró y como en otros días, descansó hasta que fuera la hora de ir a trabajar.

En la noche.

Ahora  nos vamos unas horas más tarde en donde Lincoln había llegado a su casa del trabajo, Lincoln estaba mirando la televisión mientras comía su cena, la cual era unas bolitas de macarrones con queso, tal como su "padre" solía hacer, las hizo tal como el calvo narizón solía hacerle a él.

Afuera estaba lloviendo, no estaba cayendo rayos y no se escuchaba truenos, era una lluvia simple y que a su vez, se podía disfrutar mientras uno está en su casa muy cómodamente y bien abrigado.

_ No hay nada mejor que una noche de lluvia que estar mirando la televisión y comiendo una buena cena. No recuerdo cuando fue la última vez que tuve algo así parecido, pero ahora lo voy a disfrutar mucho._ habló Lincoln mirando a los espectadores.

En eso en la tele se ve que estaba pasando la serie animada de Ace Savvy, a lo que Lincoln puso su atención al ver su serie favorita. Mientras veía la serie comía de las bolitas de macarrones, el capítulo que estaban pasando le llamaba su atención, ya que este capítulo no lo pudo ver completo hace un tiempo atrás, pero ahora lo disfrutaría y no se perdería ningún detalle.

Mientras afuera de la casa.

Cómo se había dicho antes, afuera estaba cayendo una agradable lluvia, en la cual no había nadie en la calle que anduviera ahí para querer mojarse. Y en la calle se podía ver un auto que avanzaba por el vecindario, el cual por alguna extraña razón este empezaba a detenerse a un lado de la calle.

_ ¿Pero que está pasando? ¿Que le pasa a mi coche?._ se preguntaba el dueño del auto.

En eso el hombre que estaba dentro del auto empieza a darle a encender a su auto pero no encendía, lo intentó varías veces más hasta que entendió que no iba a encender.

_ No me jodas, será mejor que le llame a Juan y que me venga a recoger, espero que no esté ocupado._ dijo el hombre un poco serio.

Sacó su celular y comenzó a buscar el número de su amigo para que lo viniera a recoger. Al marcar esperó a que este recibiera su llamada, pero en eso se escucha un mensaje en que decía que no tenía crédito para hacer la llamada.

_ Me cago en mi puta vida, ¿Y ahora que puedo hacer? Podría quedarme aquí durmiendo en el coche y ver que puedo hacer en la mañana._ pensaba el hombre el cual se odiaba a si mismo.

Estuvo pensando hasta que vio afuera de su auto, vio una casa de dos pisos de color blanca con techo de color negro, le podría pedir ayuda a las personas que viven ahí para que le puedan dejar en hacer una llamada. No lo pensó más y decidió hacer eso, por lo que salió de su auto y corrió hasta el porche, una vez ahí se sacudió un poco ya que se había mojado, iba a tocar la puerta hasta que vio algo que le llamó su atención, y eso era un cartel que estaba afuera que tenía algo inscrito.

_ "Se renta habitaciones" vaya, la gente que viven aquí tienen en alquiler algunas habitaciones. No está mal, pero por ahora haré lo que vine hacer aquí, y eso es pedirle que me deje usar su teléfono._ decía el hombre viendo el cartel.

No perdió el tiempo y tocó la puerta un par de veces esperando a que alguien atendiera. Mientras tanto adentro de la casa, vemos a Lincoln, quien escucha que alguien tocaba la puerta, se preguntó quién podría ser, a lo mejor podría ser alguien que busca quedarse en una de las habitaciones por una noche o quizás por unos días.

Se levantó del sofá y fue a atender quien esté afuera. Abrió la puerta y vio a un hombre de unos 30 años aproximadamente, cabello negro, piel blanca, usaba una ropa elegante, y aparte que tenía algo de barba en su barbilla. Lincoln se sorprendió al ver que quién tocaba la puerta era una persona que pareciera que fuera una clase de empresario. Por su lado el hombre que estaba afuera se sorprendió también, ya que nunca se esperó que un niño con cabello blanco le abriera la puerta.

Ambos estaban ahí en silencio, ninguno de los dos decían nada, solo se podía escuchar el sonido de la lluvia que caía detrás de ellos. Unos segundos más pasaron hasta que el hombre fue el primero en romper el silencio.

_ Muy buenas noches chaval, me gustaría pedirte un pequeño favor, lo que sucede es que mi coche no quiere encender y no sé qué tiene. Mi móvil no tiene crédito para llamar a un amigo y venga a recogerme, lo que trato de decirte es que si podéis dejadme pasar a su morada y poder usar su teléfono._ dijo el hombre diciendo el motivo del por qué está ahí.

_ Aaah.... Claro, pase._ contestó Lincoln un tanto confundido.

Así Lincoln dejó pasar al hombre el cual le pareció un poco curioso el modo como él hablaba. Una vez adentro el hombre continuó hablando.

_ Linda casa la que tenéis tú, ¿En donde tenéis el teléfono?._ preguntó el hombre a Lincoln.

_ Aquí está al lado del sofá, el cable se puede estirar lo suficiente para que pueda hablar en la cocina._ decía Lincoln donde estaba el teléfono.

_ Gracias, si me disculpas, le llamaré a mi amigo, os me retiro unos momentos, ya vuelvo._ dijo el hombre pelinegro a Lincoln.

Así Lincoln quedó ahí en la sala mientras que la persona que vino a su casa haría una llamada, en donde le llamaría a un amigo para que viniera a recogerlo, o eso piensa el peliblanco, ya que no pudo entenderle bien a lo que decía el hombre, debido a ese modo de hablar que tenía él.

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Hola amigos míos. ¿Cómo están? Espero que bien.

Aquí con este capítulo, donde a Lincoln le va bien esto de rentar los cuartos de sus ex hermanas. Además también le va bien en su trabajo, donde se luce haciendo de su lasaña.

Y también en este capítulo aparece un personaje del cual algunos ya saben quién es. Para quienes no sepan este personaje ayudará muchísimo a Lincoln, más que nada, en convertirlo en un futuro empresario.

Ya sin nada más que añadir, los dejo con mis pequeños angelitos.

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