Vida tranquila, visita inesperada

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15 años después.

Ya han transcurrido 15 años desde la última vez que supimos de nuestros protagonistas albinos. Pero antes de ir con nuestros amigos peliblancos vayamos por unos momentos a otro sitio. Más en específico a una terminal de autobuses.

Vemos cómo un autobús llegaba a la terminal, y de ahí bajaron algunas personas, algunas venían de visita y otros regresaban de unas vacaciones. Entre esas personas bajaron un grupo grande, quienes en su mayoría eran mujeres. Se puede ver también que solo había un solo hombre en ese grupo, también hay que mencionar que sus ropas estaban algo sucias y con rasgaduras.

_ Al fin llegamos, es momento de regresar a nuestro hogar.— comentó el hombre.

Así las mujeres que estaban ahí asintieron y con ello caminaron para salir de esa terminal de autobuses para ir a un lugar que esperaban que estuviera ahí aún.

Con Lincoln.

Dejando a esas personas mejor vayamos a lo importante que les importa saber. Y es sobre lo que ha hecho Lincoln y Liberty en este tiempo de ausencia. Vemos cómo el edificio The Lincoln House seguía siendo el mismo de siempre, solo que con algunos cambios a su fachada y otros detalles. Además de ver a los empleados, quienes cada uno hacen sus respectivas tareas asignadas.

Se puede ver cómo varias personas entraban al hotel y otras salían luego de pasar algunos días hospedados. Todo en el edificio es tal cual como lo conocemos. Subiendo unos pisos más arriba se puede ver la oficina en la cual, dentro se encontraba un hombre con una característica cabellera blanca. Así es, ese hombre es nada menos que Lincoln Johnston, quien ahora es un hombre de unos 31 años.

El albino estaba revisando varios documentos y mirando la computadora que tenía en su escritorio. Luego de unos minutos dejó lo que hacía para descansar un poco. Al hacerlo fue que miró directamente a los espectadores, a lo que el albino se alegró de ver a quienes lo acompañaron cuando era joven.

_ ¡Hey! Hola chicos, tanto tiempo sin mirarlos, ya los echaba de menos. Sé que deben de hacerse muchas preguntas de lo que ha pasado en estos años que no nos hemos visto.

_ Son tantas cosas que han pasado, pero me encargaré de contarles todo a detalles para que estén al tanto.— contaba Lincoln a los lectores.

Flashback.

Regresando unos años en el pasado, más exactamente cuando Lincoln y Liberty aún seguían siendo adolescentes de 16 años. Vemos cómo ambos albinos caminaban tomados de las manos yendo con rumbo a un lugar especial en el cual querían hacer algo.

Y antes que estén pensando en otras cosas, déjenme decirles que no irán a ese tipo de lugar, bola de puercos. El sitio al cual estaban por ir ambos peliblancos era nada menos que el asilo de ancianos. Así es, Lincoln y Liberty están de camino al asilo para que la albina pueda conocer a los abuelos de su novio, ya que ellos tienen derecho de conocer a la novia de su único nieto.

_ Estoy ansioso de que conozcas a mis abuelos, Liberty. Verás que les caerás bien a ellos.— le dijo Lincoln a su novia.

_ Eso espero, aunque sé que les caeré bien. No por nada me has contado como son ellos, y así como le caíste bien a mis padres, también lo haré con tus abuelos.— comentó la albina.

Minutos después habían llegado, a lo que Lincoln se dirige a la recepcionista que venía a visitar a su abuelo. A lo que la empleada le dijo que Albert está en su habitación. Ambos peliblancos fueron a la habitación en donde duermen Albert y Myrtle. Llegaron a lo que Lincoln se dirige a su amada.

_ Quiero sorprender a mis abuelos de que nosotros somos novios. Por lo que espera aquí y yo te diré cuando puedes entrar y puedas presentarte a mis abuelos.— dijo Lincoln a Liberty.

_ Okey, me pondré aquí para que no me vean. Me avisas cuando sea el momento de entrar.— acató la albina.

Dicho eso Liberty se apagó a la pared y evitar ser vista. Lincoln tocó la puerta de la habitación, esperó hasta que se abrió, dejando ver a Albert. Quién se le veía que los años ya le empezaban a notarse en él. Por su lado el veterano de guerra vio a su único nieto y se alegró de que venía a visitarlo.

_ Jeje, miren que me trajo el cartero. Si es mi queridísimo nieto. Dame un abrazo hijo.— dijo Albert a su nieto.

_ Hola abuelo, también me alegra verte nuevamente.— dijo Lincoln a su abuelo.

Así ambos albinos se abrazan, cosa que Liberty pudo ver, al separarse fue que Albert se dirige a su nieto.

_ Vamos entra, tu abuela está preparando café, le pediré que te haga para ti también.— le dijo Albert a Lincoln.

Lincoln entró a al cuarto donde viven sus abuelo, Albert fue a la cocina en donde le pide que hiciera más café, ya que Lincoln venía de visita, cosa que Myrtle le alegró saber que su nieto vino a visitarlos. Preparó unas tazas con café para los tres, se sentaron en el sofá para así beber de sus bebidas y hablar un poco de lo que han hecho.

_ Dinos Lincoln, ¿Cómo ha ido todo en el hotel y en la escuela?— preguntó Albert.

_ Todo va bien, con el hotel ha habido un incremento de personas a hospedarse. Y en la escuela todo normal, tareas y todo eso.

_ Pero hay una razón por la cual vine a visitarlos. Y es que desde hace días he estado saliendo con una chica, la cual ya es mi novia oficialmente, y ella vino conmigo para conocerlos a ustedes.— contaba Lincoln de su visita.

_ ¡Mi niño ya tiene una novia! ¿Cómo es ella? ¿Es linda? ¿Que pasatiempos le gusta hacer? ¿Ya han pensado en casarse?— soltaba preguntas Myrtle.

_ Jeje, ese es mi nieto, todo un galán como su viejo abuelo, tal parece que tenemos mucho en común. ¿Dices que ella vino contigo? Dile que pase, queremos conocer a la afortunada que es tu novia.— dijo Albert muy orgulloso.

_ Iré a llamarla y así puedan conocerla y ella a ustedes. Ya regreso.— decía Lincoln a sus abuelos.

Salió de la habitación para ir a buscar a Liberty. Quién estaba en donde se había quedado, la peliblanca vio a su novio salir de la habitación.

_ Ya es el momento Liberty, es hora de que conozcas a mis abuelos.— le dijo Lincoln a Liberty.

_ Estoy lista, ya quiero verlos a ellos.— respondió la albina.

Así los novios entraron a la habitación, en donde tanto Albert, como Myrtle se quedaron sorprendidos al ver qué la novia de su único nieto se parezca tanto a él. Liberty vio a los abuelos de su novio, y tal como Lincoln le había dicho tiempo atrás, que su abuelo se parecía a él, y más por su cabello blanco.

_ Abuela, abuelo. Ella es Liberty White. Liberty, ellos son mis abuelos, Albert y Myrtle.— presentaba Lincoln a Liberty.

_ Es un gusto conocerlos, mi nombre es Liberty.— saludaba la peliblanca.

_ Vaya, nunca creí que la novia de mi queridísimo nieto sea muy linda. El gusto es nuestro querida.— dijo Myrtle.

_ Estoy orgulloso Lincoln, realmente conseguiste una buena novia. Es bueno conocerte pequeña.— comentó Albert.

Con eso los dos adultos y los jóvenes se sentaron en el sofá, en donde Liberty le cuenta a los abuelos de su novio un poco de su vida. También de como se conocieron ellos dos y como se hicieron novios. Ambos señores estaban conmovidos por la historia de amor que contaban ambos jóvenes, una historia que poco a poco se estaba escribiendo.

Más tarde ya era momento de irse, ya que la hora de visita se había acabado. A lo que Lincoln y Liberty tendrían que despedirse de ambos señores.

_ Ya nos tenemos que ir. Me alegra que hayan conocido a Liberty. Otro día vendremos para así pasar todo un día los cuatro juntos.— dijo a sus abuelos.

_ También nos alegra el conocer a la novia de nuestro nieto. Y esperamos que vengan a visitarnos, y tal como dijiste Lincoln, para pasar tiempo nosotros juntos.— le dijo Albert.

_ Adiós señor y señora Johnston. Fue muy agradable conocerlos. Le prometemos que vendremos a visitar.— se despedía Liberty de los abuelos.

Con eso la pareja de albinos salieron de la habitación y también del mismo asilo de ancianos. Para Lincoln su relación con Liberty ya ha alcanzado su punto máximo. Los padres de su novia ya lo consideran como su yerno, y Liberty le cayó bien a sus abuelos. Todo ha salido muy bien en su relación, solo faltaba algo más para así completar por completo, pero sería más adelante.

Fin del flashback.

_ Así es, Liberty conoció a mis abuelos ese día. Sabía que ella le caería bien a ellos. Luego de eso todo con nosotros fue mejorando, logramos terminar la preparatoria y solo nos quedaba graduarnos de la universidad.

_ El día que nos graduamos de la universidad es uno que jamás olvidaré. Ya que fue un momento muy especial y del cual, dimos el siguiente paso que nos faltaba para sellar nuestra relación.

Flashback.

Retrocedamos unos cuantos años en el pasado, más exactamente el momento en donde nuestros protagonistas y amigos están por recibir sus diplomas. En el lugar en donde se llevaba a cabo la graduación se encontraba los familiares de cada uno de nuestros amigos, también de conocidos, quien no se querían perder este momento.

_ Sean todos bienvenidos a esta ceremonia de graduación. En donde seremos testigos de la entrega de diplomas de estos valiosos jóvenes. Quienes sin duda harán un gran cambio en el futuro con sus aportes y su gran talento. Sin más preámbulo comencemos.

Fue así en donde fueron pasando algunos maestros, quienes dieron algunas palabras de lo felices y orgullosos que estaban con algunos de los alumnos ya graduados. Quienes sin duda se sintieron honrados de brindarles el pan del saber.

Para cuando terminaron de pasar los profesores era el momento que todos estaban esperando, la entrega de los diplomas. Uno por uno fueron a recibir sus tan ansiados diplomas, el mayor reconocimiento que podrían recibir y el fruto de un largo camino de estudios al fin daría su fin.

Nuestros amigos pasaron a recoger sus diplomas, Clyde, Stella, Liam, Rusty, Zach, Jordan. Todos ellos y más pasaron al frente. El siguiente en pasar era Lincoln, el joven albino de 23 años estaba contento así como sus amigos, al fin luego de mucho todos sus esfuerzos de puros estudios serían cosechados. Quién seguía en pasar era Liberty, la albina recibió su diploma y saludó al director.

Cuando estaba por reunirse con sus amigos fue que sucedería algo. Lincoln la detiene, a lo que el albino tomó el micrófono que estaba frente a él, y acto seguido se dirige a los presentes.

_ Antes de que continúen hay algo que quiero decir. Primero que nada estoy feliz de que por fin he conseguido mi diploma, luego de mucho esfuerzo, dedicación y sacrificio. Y lo siguiente que quiero decir es que le quiero dedicar unas palabras a una persona que me importa demasiado, alguien que ha estado ahí para mí, y que amo con todas mis fuerzas y que es todo mi mundo entero. Hablo de nada menos que Liberty White.

La albina se sorprende lo que estaba haciendo su novio. A lo que Stella, quien estaba detrás de ella, le empuja para que así esté frente a frente con su novio.

_ Liberty, el día que te conocí realmente me quedé sin palabras, tanto por el parentesco que tenemos, así como tu belleza. Eres la mujer más hermosa que haya conocido, y no solo eso. Eres simpática, alegre, divertida, inteligente, y más que nada, eres el amor de mi vida. Desde el primer día que nos hicimos novios le agradezco a Dios por ponerme en mi camino.

_ Cada hora, cada día, cada semana, cada mes, cada año que pasa siempre es especial, y quiero que siga por muchos años. Que sin importar lo que suceda, nunca dejaré de amarte, como dije, tú eres mi mundo, mi razón de sonreír, mi razón para vivir, mi razón para seguir adelante, ya que tú estarás ahí para mí. Eres mi ángel de la guardia, quien está en todo momento para mí.

Los presentes estaban conmovidos por las hermosas y bellas palabras que Lincoln le había dedicado a Liberty. Esto parecía como una película romántica, solo que aquí es real. Una muestra de amor que parecía estar olvidado, pero que sigue más vivo que nunca. Aunque esto aún no había acabado, ya que Lincoln tenía una última cosa que desde hace mucho ha estado esperando.

_ Y es por eso que quiero aprovechar este momento, en donde nuestras familias y conocidos sean testigos de lo que haré a continuación. Algo que desde hace mucho he esperado.

Acto seguido Lincoln se inclina sobre una rodilla frente a Liberty. La albina no podía creer lo que estaba viendo, era algo del cual también había esperado que Lincoln hiciera. Los presentes también estaban sorprendidos de lo que veían. Luego de eso Lincoln sacó algo de los bolsillo de la túnica que llevaba puesta, era una cajita de color negra, la abrió y dentro había un anillo con un pequeño diamante.

_ Liberty White, ¿Quieres casarte conmigo?— dijo Lincoln a su novia.

_ ¡¡Por Dios si.... si, si y un millón de veces si!!— exclamó feliz la albina.

De tanta alegría Liberty se abalanza sobre Lincoln para besarlo en sus labios. Los invitados al oír la respuesta de Liberty comenzaron a aplaudir. Esto era algo que posiblemente no volverían a ver en sus vidas. El como una linda pareja se declaraba matrimonio en una graduación.

Luego de esta propuesta de matrimonio todos se reunieron para así lanzar sus gorros al aire en señal de celebración. Más tarde los amigos estaban reunidos para felicitar a los albinos, de que estaban a nada de casarse.

_ ¡Amigo eres un maldito genio! Es lo más bello que nunca he visto en mi vida.— exclamó Clyde a su amigo.

_ Cierto, fue algo que posiblemente no se vuelva a repetir. Muy buena idea.— comentó Rusty.

_ Nunca dejas de sorprendernos viejo. Fue la propuesta de matrimonio más ingeniosa de todas.— dijo Liam.

_ Esto debería de pasar a la historia, "graduación y propuesta" dos formas de celebrar en un solo día.— opinó Zach.

_ Que romántico, viva los novios. ¿Y cuando planean hacer la boda?— preguntó Stella.

_ Antes de venir aquí ya se lo había dicho a Mauricio. Él me ayudará en gran parte para los decorativos, la comida y demás. La lista de invitados yo mismo me encargaré de eso.— respondía Lincoln.

_ En ese caso Jordan y yo ayudaremos a Liberty con el vestido. Sin duda te verás hermosa y la envidia de muchas mujeres.— se ofreció ayudar Stella.

_ Te lo agradezco muchísimo, sin duda será la mejor boda de todas.— agradecía Liberty.

Cada quien fueron con sus respectivas familias para ir a celebrar de que al fin consiguieron sus diplomas. Lincoln se reunió con sus abuelos, ambos señores estaban más que felices por su único nieto, estaban orgullosos de que Lincoln le propuso matrimonio a Liberty.

_ Lincoln, mi nieto. No sabes lo orgullosos que estamos tu abuela y yo. Te has vuelto en todo un hombre, hijo.— dijo Albert a Lincoln.

_ Así es, te has convertido en todo un hombrecito. No me importa si ya estás grande, siempre serás mi pequeño nietecito.— le dijo Myrtle a Lincoln.

_ Muchas gracias, abuelos. Sin ustedes no lo hubiera conseguido, ustedes son la única familia que tengo, todo lo que hago y haré serán por ustedes.— decía Lincoln a sus abuelos.

_ También estaremos cuando Liberty y tú se casen. No nos perderemos por nada en el mundo la boda de ustedes.— dijo Albert.

Con eso los dos señores fueron a festejar con su único nieto que por fin ha conseguido graduarse de la universidad. Días después se puede ver cómo se estaba llevando a cabo los preparativos para la boda de Lincoln y Liberty. La fiesta sería en el salón que hay en el hotel, la iglesia en ambos albinos está reservada. Lincoln ya había terminado de hacer la lista de invitados.

Mientras tanto Stella junto con Jordan estaban ayudando a Liberty con su vestido. Ambas mujeres se lucían para ver a la futura esposa de Lincoln se viera hermosa para su amado. Por su lado Lincoln en compañía de los chicos le ayudaron a conseguir el traje que usaría. Cosa que no fue difícil, escogieron uno que había en la tienda del padre de Rusty.

Ya todo estaba listo, solo faltaba que llegase el día del tan esperado momento.

Día de la boda.

Al fin el día había llegado, luego de una larga espera ya era hora, el momento en que Lincoln y Liberty se unirían para así, ser de una vez por todas esposos. En la iglesia donde se llevaría a cabo la boda se podía ver a varios invitados, quienes por nada en el mundo se perderían esto.

Entre los invitados estaban obviamente los padres de Liberty, quienes estaban felices de ver a su única hija casarse. Por otro lado estaban los abuelos de Lincoln, quienes igualmente se sentían orgullosos del peliblanco. Otros invitados estaban Bobby, quien estaba acompañado de su esposa, una hermosa mujer de cabello rubio, y junto a ellos estaban tres niños de diferentes edades.

También estaban ahí Ronnie Anne, quien estaba acompañada de un hombre de piel morena, quien es su prometido, aparte que se podía ver cómo Ronnie se tocaba su panza. Junto a Ronnie Anne estaba su mejor amiga llamada Sid Chang. Quién igualmente estaba acompañada de su prometido. Sin contar que también estaban las parejas de los amigos de Lincoln. Y por último también se encontraba Mauricio, acompañado de su esposa y sus hijos.

Por su lado tanto Lincoln se encontraba en el altar, a la espera de la llegada de su amada. Junto a él estaban sus amigos, Clyde sería el padrino de Lincoln. El moreno ve que Lincoln estaba nervioso, no lo culpaba, este era un momento único para su mejor amigo.

_ Tranquilo Lincoln, no debes por qué estar nervioso. Recuerda que estamos aquí para ti.— calmaba Clyde a Lincoln.

_ Estoy haciendo todo lo posible para mantenerme calmado. Aún no puedo creer que por fin este día ha llegado, el día que Liberty y yo estaremos juntos por siempre.— respondía el albino.

_ También no me lo creo, solo mantente sereno, solo imagina todo lo que harán ustedes una vez que se casen. Todo eso mientras sean felices los dos.— dijo Clyde a Lincoln.

_ Tienes razón, no debo verme nervioso frente a Liberty. Debo de mantener la calma y pensar en todo lo que nos espera a los dos. Gracias por animarme Clyde.— agradecía Lincoln.

_ Para eso estamos los amigos, y también tío de mis futuros sobrinos. Ya se acerca el momento, hay que estar preparados.— dijo el moreno.

Unos segundos después las puertas de la iglesia se abrieron, en donde se podía ver a Liberty. Quien lucía increíblemente hermosa con el vestido que Stella y Jordan escogieron para ella. Todo mundo estaban impresionados al ver a la mujer con la cual Lincoln se casará, donde algunos sentían envidia de que Lincoln tuviera a una mujer asombrosamente linda.

Lincoln veía a su amada llegar hasta el altar, estaba hipnotizado al verla. Cada día ella es más hermosa para sus ojos. Sin duda le agradecía a todo Dios existente de haberle dado la oportunidad de tener a una bella mujer como lo es Liberty.

La albina llegó al altar acompañada de Stella y Jordan, quienes son las madrinas de boda. Liberty vio a Lincoln, y tal como pasó con Lincoln, ella se quedó asombrada de ver a su amado. Se veía como todo un supermodelo, al cual no dejaría que ninguna mujer se le acerque a él para alejarlo de ella.

El padre de la iglesia apareció para así darle inicio a esta boda.

_ Buenas tardes, queridos hermanos. Hoy estamos reunidos en este día especial, en donde todos seremos testigos de la unión de dos almas que estarán destinadas a pasar toda la eternidad juntas.

Así la boda inicio, en donde el padre dio unas palabras dándole su bendición a la pareja. Pasado los minutos era el momento que todos estaban esperando, el momento en que los novios dieran el si definitivo. Un niño llegó con los anillos en una almohadilla, se los entregó a la pareja, Lincoln le colocó el anillo en el dedo de la mano izquierda, cosa que también hizo Liberty.

_ Lincoln Albert Johnston. ¿Aceptas a Liberty Jamie White como tu legítima esposa. En la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza. Amarla y respetarla todos los días de tu vida, hasta que la muerte los separe?— preguntaba el padre a Lincoln.

_ Acepto.— respondió Lincoln.

_ Liberty Jamie White. ¿Aceptas a Lincoln Albert Johnston como tu legítimo esposo. En la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza. Amarla y respetarla todos los días de tu vida, hasta que la muerte los separe?— ahora preguntó a Liberty.

_ Acepto.— contestó Liberty.

_ Yo los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.

Así, Lincoln se acercó a Liberty y con ello la besó sellando así su unión como esposos y que dicha unión nada lo rompería hasta que uno de ellos muera. Todos comenzaron a aplaudir luego de ver tan linda boda. Más tarde se puede ver a todos los invitados en el salón de eventos del hotel, cada quien bailaba con sus parejas y hacían de todo para divertirse.

Los esposos bailaron e hicieron una que otra broma con el pastel. Luego de haberse divertido fueron a descansar un poco. En eso aparece Mauricio para felicitar a los recién casados.

_ Que tal chicos, les vengo a desearles muchas bendiciones a ustedes dos. Estoy seguro que ustedes dos serán muy felices.— dijo el Español a los albinos.

_ Muchas gracias Mauro, realmente apreciamos tus palabras, y también de dejarnos hacer aquí la fiesta.— agradeció Lincoln.

_ De nada, ya sabéis que para lo que sea podéis contar conmigo. Aparte que vengo a entregarles esto, para que puedan pasar su luna de miel de ensueño.— dijo Mauricio entregándoles algo.

Lincoln tomó lo que Mauricio les había dado, y lo que era son boletos de avión, los cuales tenían de destino a Italia. Los dos albinos estaban sorprendidos de que Mauricio les dieran boletos de avión para ir a Italia.

_ Wow, yo... te lo agradezco bastante Mauricio. Sin duda eres el mejor, no hay nadie en el mundo que te supere.— dijo Lincoln a su socio.

_ De nada, solo quiero que paséis una grandiosa luna de miel. Me tengo que ir, os veo luego.— se despedía Mauricio de los chicos.

La pareja de albinos siguieron divirtiéndose en la fiesta, bailando, comiendo de la deliciosa comida, y demás cosas que hicieron de esta boda única. Ya al día siguiente Lincoln y Liberty se prepararon para viajar a Italia y pasar su luna de miel, Mauricio se quedaría a cargo en ausencia del peliblanco. Una vez con sus maletas preparadas tomaron un taxi que los llevarían al aeropuerto y así viajar al país de la milanesa.

Varias horas de vuelo transcurrieron hasta que finalmente llegaron. Una vez que bajaron del avión tomaron un taxi que los llevarían a un hotel. Algo a mencionar es que Liberty sabe hablar un poco Italiano, por lo que no sería un problema el comunicarse con las personas de dicho país.

_ Que lindo es este lugar. Es realmente bello.— comentó Liberty sobre Italia.

_ Si fuera por mí viviría aquí para siempre. Pero solo estamos aquí para pasar nuestra luna de miel. Mañana visitaremos algunos lugares turísticos y tener una gran velada juntos.— dijo Lincoln a su esposa.

_ Me parece bien. Por ahora descansemos y mañana daremos un recorrido juntos.— acató la albina.

Con eso ambos esposos descansaron luego del viaje que tuvieron. Ya pasando al siguiente día ambos hicieron lo que tenían planeado hacer. Visitaron algunos lugares conocidos de Italia, como lo son el Coliseo Romano, la torre inclinada de Pisa, algunos museos, yendo a algunos restaurantes finos, entre otras más.

Fueron así durante tres días que estuvieron haciendo eso. Ya para el cuarto día era momento de hacer algo que ya ansiaban hacer, algo del cual ellos dos no se sentían preparados hacer, y quisieron esperar el momento adecuado. Y eso era el tener su primera vez.

Estando en el hotel ya era hora de que ambos hagan el amor. Para eso quisieron encender el fuego del amor. Comenzaron con puros besos, los cuales aumentaban su intensidad con cada segundo. Dándose besos franceses, tocando sus cuerpos, de todo para así estar activos.

Poco a poco se fueron quitando sus prendas, Lincoln le quitó la ropa a su amada, dejando ver esa hermosa figura que sin duda dejaría con envidia a las modelos de Miss universo. Liberty no se quedó atrás, también le quitó las prendas a su esposo, dejando ver el cuerpo ejercitado de Lincoln, quien ya no era tan escuálido y delgado como era antes.

Solo faltaba por quitarse sus prendas íntimas. Lincoln le quitó el sostén a Liberty, viendo de cerca sus hermoso pechos, los cuales se fijaba mejor lo grandes que eran. Le quitó sus bragas dejando al descubierto su zona íntima. Por su parte la albina también haría lo mismo, le quitó el boxer a Lincoln, dejando ver lo que oculta su entrepierna, le sorprendía lo que guardaba especialmente para ella.

Ambos estaban tal cual como vinieron al mundo, ambos estaban muy sonrojados, como bien se mencionó, esta sería su primera vez, nunca antes se habían visto desnudos. Antes de comenzar con la acción quisieron hacer unos juegos previos. Lincoln comenzó primero jugando con los pechos de su amada, usando su boca hacía cosquillas en los pezones de su amada.

Liberty dejó escapar unas risas que solo provocaban que Lincoln continuara. Luego bajó a la zona íntima de Liberty, para eso comenzó a lamerlo, introdujo su lengua para provocar un placer a su esposa. La peliblanca se mordía los labios al sentir la lengua de su amado dentro de ella. Lo tomó de los cabellos blancos para que no pare.

Luego de varios minutos era turno de Liberty en darle placer a su conejito. Lo acostó en la cama y vio el titán que su esposo se carga. Lo tomó con su mano y le empezó a darle un trabajito manual, lo cual provocaba la excitación de Lincoln. Pasando ahora usó su boca para darle una felación. Esto a Lincoln le sorprendía el como su mujer sabía hacerle muy bien un oral, estuvo así hasta que se detuvo, ya que quería la semilla de su esposo dentro de ella.

Ya preparados fue que Liberty se acuesta en la cama, se abrió de piernas lista para que su lindo conejito la haga suya.

_ Estoy lista Lincoln, quiero que me hagas toda tuya. Pero procura ser gentil, recuerda que es nuestra primera vez.— avisó Liberty.

_ Entiendo, bien aquí voy.— respondió Lincoln.

Con eso Lincoln introdujo su miembro en la zona íntima de su esposa, quien dejó salir un gemido de dolor, había escuchado de que la primera vez se sentía un poco de dolor. Así Lincoln comenzó a moverse de manera lenta, con un poco de torpeza, pero poco a poco le iba tomando la onda.

Pasado los segundos Liberty dejó de sentir dolor a sentir placer. Soltaba gemidos que para Lincoln era una linda sinfónia. La velocidad de las embestidas también aumentaron. Se podía escuchar el rechinar de la cama, sentían sus cuerpo el calor que emitían. Ambos sentían algo que sin duda no tenía comparación, sin duda era lo mejor del mundo.

Ya pasado varios minutos Lincoln sentía que ya no aguantaba, sentía que estaba por acabar. Dio una última estocada y se corre dentro de su amada. Lo habían hecho muy bien a pesar que sea su primera vez, tomaron un poco de aire y luego continuaron. Ahora era Liberty quien le tocaría tomar el control.

Lincoln se acuesta en la cama y Liberty se propuso en montar a su amado. Lo introduce dentro de ella, ahora ya no sentía dolor, le estaba gustando. Fue así que Liberty comenzó a brincar, sintiendo como el tronco de su conejito entraba y salía, una y otra vez. El albino por su lado veía los pechos de su esposa rebotar como dos balones.

Otros minutos más pasaron y Lincoln se vuelve a correr. Tomaron un respiro y siguieron. Durante varios minutos ambos esposos hicieron el amor como si fueran unos locos a sueltos. Probando algunas posiciones que vieron en esas páginas para adultos, en donde Lincoln satisfacía a su amada, quien pedía a su conejito que no pare y continuara hasta el final.

Luego de casi una hora de puro placer y amor ambos albinos cayeron en la cama exhaustos. Habían esperado mucho para esto, y lo habían disfrutado. Liberty le sorprendió que Lincoln haya aguantado mucho, tal parece que el hacer ejercicios le ayudó mucho. Lincoln pudo ver cómo su esposa lo había disfrutado, tanto por sus expresiones faciales, así como los gemidos que soltaba.

_ Eso... fue increíble.... estuviste maravilloso, Lincoln.— dijo Liberty a su amado.

_ G-gracias... tú también.... estuviste fenomenal. Te movías muy bien.— respondía Lincoln.

_ Ahora que ya hicimos el amor solo falta algo más, y sabes a qué me refiero.— comentó Liberty.

_ Por supuesto.... solo hay que esperar unos días para ver si presentas síntomas. Estoy ansioso de que formemos nuestra familia.— dijo Lincoln muy feliz.

_ También ansío tener nuestra familia. Por ahora quiero descansar... por poco sentía que me tocarías el alma con ese monstruo que traes.— le dijo la albina.

_ No exageres, solo hice algo del cual apenas estamos empezando. Y espera, que más adelante te haré sentir en las nubes así como hace unos momentos.— dijo Lincoln a su esposa.

Ya sin más fuerzas para seguir hablando los dos albinos se quedaron dormidos, abrazados y felices, al fin habían tenido la mejor noche de sus vidas. Aunque esto aún no terminaba, todavía faltaba algo más para que así sus vidas estarían completas.

Ya al día siguiente los dos peliblancos empacaron sus cosas y regresaron a Estados Unidos. Unos días después se podía ver en el hotel a Lincoln, quien estaba en la oficina. Minutos después se puede ver entrar a Liberty, quien quería ver a su esposo en el trabajo.

_ Hola conejito.— saludó Liberty.

_ Hola mi florcita.— le devolvió el saludo.

La albina se acercó a Lincoln y con ello ambos se besaron.

_ ¿Ocupado con algunos documentos?— preguntó Liberty.

_ Así es, aunque ya tengo experiencia gracias a Mauro. Cuéntame de ti, ¿Cómo va todo en tu trabajo amor?— ahora preguntaba Lincoln.

_ Todo va bien, en estos días se llevará a cabo un caso del cual me haré cargo. Quiero que todos vean mis habilidades como abogada.— respondía la albina.

Estuvieron así ambos albino hablando cuando de pronto Liberty sintió ganas de vomitar. Tomó el cesto de basura que había en la oficina y vomitó en su interior. Lincoln al ver eso se preocupó, le dio unas palmaditas en la espalda a su esposa. Pero luego recordó lo que ambos hicieron días atrás.

_ Amor, ¿Sabes lo que esto significa?— preguntaba Lincoln.

_ Sé a qué te refieres. Pero primero debemos de estar seguros. Más tarde iré a la farmacia y me compraré unas pruebas de embarazo.— contestaba la albina.

Más tarde Liberty hizo lo que había dicho, luego de salir de trabajar fue a la farmacia y compró unas pruebas de embarazo. Quería estar segura si lo que pasó horas atrás fue uno de los síntomas del embarazo o fue otra cosa.

Al día siguiente.

Es un nuevo día, y este en particular Liberty se haría la prueba de embarazo. Entró de primera al baño, hizo los procedimientos que debe de hacer. Pasado un rato tomó la prueba y verificar que resultado había arrojado. Al verlo una sonrisa se formó en su rostro, lo que veía era real.

La puerta del baño se abre y se va Lincoln, quien vio a su esposa en el baño. La albina se da cuenta de la presencia de su esposo, a lo que voltea a verlo y darle las buenas noticias.

_ ¡Amor mira, mira el resultado que dio la prueba!— exclamó feliz la albina.

Lincoln vio la prueba de embarazo y lo que miraba era de genuina felicidad. La prueba mostraba dos rayitas, indicio de que Liberty está embarazada. Fue tanta la alegría que sintió al enterarse de que será padre que se dirige a su esposa y la abraza.

_ ¡Voy a ser papá, voy a ser papá, voy a ser papá!— exclamó Lincoln completamente feliz.

_ Debemos de contarle esto a nuestros amigos y familia. Ellos tienen que saber de esto.— le dijo Liberty a Lincoln.

_ Así es, debemos de darles la noticia de que seremos padres. Pero primero debemos de prepararnos.— respondía el albino.

Así los esposos se alistaron para ir a trabajar y también de contarles a sus seres queridos de que están a nada de ser padres. Mandaron mensajes a sus amigos, quienes se alegraron de que sus amigos albinos serían padres. En el hotel se podía ver a todos reunidos celebrando de esta hermosa noticia.

_ Hagamos un brindis. Por Lincoln y Liberty, quienes están a nada de ser padres.— proponía Clyde a los invitados.

Todos alzaron unos vasos y algunas copas para así brindar por la buena noticia. Cada uno se dirigen a los esposos, dándoles sus bendiciones y algunas palabras mostrando su apoyo en su nueva faceta como padres.

_ Mi niña, no sabes lo feliz que estoy. Por fin seré abuela, estoy segura que serás una gran madre así como yo.— dijo Martha a su hija.

_ Gracias mamá, te prometo que daré el mejor ejemplo y criaré a mi bebé así como tú lo hiciste conmigo.— dijo Liberty a su madre.

_ Lincoln, nieto mío. No habrá ningún momento en que deje de estar orgulloso de ti. Sé que vas a ser un gran padre, nada que ver con el inútil que tuviste de padre. Te deseo toda mi bendición en este nuevo reto que la vida te dará.— le dijo Albert a su nieto.

_ Descuida abuelo, te prometo que seré el mejor padre para el bebé que tendremos Liberty y yo. Y tranquilo, no pienso cometer el mismo error que hicieron quienes deberían ser mis padres.— prometió Lincoln ser un gran padre.

Daremos un salto en el tiempo, en donde se puede ver cómo el embarazo de Liberty ha avanzado. En donde Lincoln como tal ha tenido que sufrir durante unos meses los cambios repentinos de su esposa. Cosa que no fue difícil, puesto que sabía que tendría que hacer en este tipo de casos.

Ya cuando habían pasado 6 meses era momento en que la albina fuera a hacerse un ultrasonido. Lincoln la acompañó hasta la clínica donde se hace ese tipo de revisión. Entraron a la sala y de ahí una enfermera los atendió. Liberty se acostó en una cama especial, la enfermera le aplicó una crema y luego procedió a pasarle el escáner y luego vio por medio de una pantalla el interior de la barriga de Liberty.

La enfermera se sorprende a lo que veía. Los albinos no sabían que estaba pasando, ya que no entendían bien. A lo que Lincoln le preguntaba a la enfermera.

_ ¿Que sucede señorita? ¿Que tendremos mi esposa y yo?— preguntaba el albino.

_ Felicidades señores Johnston. No solo tendrán un bebé, sino tres. Dos varones y una hembra.— respondió la enfermera.

Ambos albinos no podían creer lo que la enfermera les dijo. Que no tendrían un solo bebé, sino tres, y que serían dos varones y una hembra. Fue tan grande la sorpresa que Lincoln se desmayó al oír que tendría tres hijos al mismo tiempo.

_ Tal parece que a su esposo le encantó la noticia.— dijo la enfermera.

_ Veo que si, estoy tan feliz de que tendré trillizos.— comentó la albina.

Luego de que Lincoln recuperara la consciencia regresaron a su hogar, donde avisaron de la noticia de que ambos tendrían trillizos. Cosa que asombró a sus familiares y amigos. Días después se realizó un Baby Shower, donde se combinó ambas temáticas, de que si tendrían un varón o una hembra.

Las mujeres se acercaron a Liberty para así felicitarla de que tendría trillizos.

_ Es increíble que tendrán trillizos. Eres de las pocas afortunadas en tener más de un hijo a la vez.— dijo Stella a Liberty.

Por su lado los chicos fueron con Lincoln para igualmente felicitarlo de que tendría tres hijos al mismo tiempo.

_ Vaya amigo, tres de un solo tiro. Hay algo que no hagas bien. Sin duda la vida te quiere.— le dijo Clyde a su amigo.

_ Madre mía chaval, sois la hostia. No dejas de sorprendernos de verdad.— comentó Mauricio.

_ Y no solo eso, la que te espera, pobre de ti. Tener que hacerse cargo de tres hijos al mismo tiempo. Desde aquí te mandamos fuerzas.— bromeó Rusty.

_ Gracias chicos, aparte que esto no será un reto para mí. Cuidé de varias niñas hace años, sé cómo arreglármelas por mi cuenta.— decía Lincoln muy confiado.

El resto de los meses que faltaba era lo mismo para Lincoln. Hacerle de comer a su esposa que parecía foso sin fondo. Soportar sus cambios de humor, y evitar sus ataques de ira. Todo hasta llegar el día del parto. Lincoln llevó al hospital a Liberty cuando la albina sintió que se le rompió la fuente.

Lincoln estaba angustiado y preocupado. Ya que esto no es como en otros partos. Son tres hijos lo que daría a luz Liberty, lo cual significaba que tendría que hacer mucho esfuerzo. Pasada unas horas un doctor apareció, por lo que desesperadamente se acercó para preguntarle cómo estaba su esposa.

_ ¡¿Cómo se encuentra mi esposa, todo salió bien, pasó algo malo, ocurrió lo peor?!— soltaba preguntas el albino.

_ Calma, calma. Antes que nada, todo en el parto salió bien. Tanto su esposa como sus hijos están bien. Aunque lo único aquí es que su esposa tendrá que descansar mucho, el esfuerzo que hizo fue demasiado. Venga mañana y así podrá verla a ella y a sus hijos. Por cierto, felicidades señor Johnston.— respondía el doctor.

_ Muchas gracias doctor, realmente estaba preocupado de que algo hubiera sucedido. Vendré mañana a ver a mi esposa e hijos.— dijo Lincoln ya aliviado.

Se fue del hospital y regresó a su casa, en donde ordenó todo para cuando fuera el día de mañana para ir a ver a Liberty y a sus hijos recién nacidos. Al día siguiente Lincoln fue a visitar a su amada esposa y sus hijos. Entró a la habitación en donde vio a su mujer, acostada en la cama.

_ Hola florcita. ¿Cómo te sientes?— saludaba el peliblanco.

_ Hola conejito. Siento una de las peores sensaciones que una mujer no debería de pasarle. Aparte de eso estoy bien. Nuestros hijos están en esa cuna de ahí.— señalaba Liberty la cuna.

Lincoln volteó a ver la cuna en donde estaban sus hijos. Los vio y no pudo evitar llorar. Había soñado con este día, en donde por fin sería padre, y ahora por fin podrá sentir que se siente ser padre. Cargó a uno de sus hijos, lágrimas por montón salían de sus ojos, son adorables, son el vivo reflejo de él y de Liberty.

Tomó a su hija, al hacerlo pudo notar el parentesco entre él en algunas fotos de cuando era bebé. Dejó a su hija para cargar a su último hijo. Igualmente veía el parecido con él y su esposa. Le daba las gracias al cielo y Dios por darles el mejor regalo de sus vidas. Sus hijos.

_ Son tan adorables, mis pequeñines. Logan, Linka y Lucas. Mis angelitos.— dijo Lincoln sin dejar de llorar de felicidad.

_ Lo logramos Lincoln, por fin estamos completos. Ahora seremos la familia amorosa y linda que siempre soñamos tener.— dijo Liberty a Lincoln.

_ Este será un momento que no pienso olvidar y que llevaré en mi corazón hasta el día que muera.— expresó Lincoln con mucha felicidad.

Pasado unos días Liberty pudo salir del hospital, Lincoln fue a recogerla, la ayudó a cargar a sus hijos. Entraron al auto y de ahí partieron a su hogar. Al llegar entraron y ahí adentro se encontraba nada menos que todos sus amigos y familiares. Quienes no querían perderse este momento, querían ver a los recién nacidos.

Cada uno tuvieron su oportunidad de cargar y conocer a los hijos de los albinos. Martha rápidamente se había encariñado de sus nietos, al punto que no quería darle chance a los demás de cargarlo. Benjamín vio a sus nietos y no podía dejar de estar orgulloso de su hija, esto era algo del cual nunca imaginó que llegaría a pasar.

Albert por el contrario vio a sus bisnietos y cientos de recuerdos vinieron a su mente. Recuerdos de cuando Lincoln era un bebé y fue de los primeros en cargarlo, una sonrisa se embolsó en su arrugado rostro acompañado de una lágrima. Sin duda Lincoln es su más grande orgullo, ninguna de sus medallas que ganó en el ejército se compara a su único nieto.

Más tarde los amigos y familiares de los albinos tuvieron que irse, prometiendo que los visitaría y ver a los nuevos miembros de la familia. Lincoln llevó a sus hijos a la habitación que había hecho especialmente para ellos. Los acostó en sus cunas para que descansen. Luego tanto él como Liberty fueron a su habitación para así descansar y prepararse para lo que les espera ahora que ya son padres.

Fin del flashback.

_ Y eso fue lo que pasó. Aún sigo sorprendido de que sea padre de tres hijos, una locura. Si se preguntan en donde están ellos, están en la escuela, actualmente tienen 8 años.

_ Si se preguntan de otras cosas que no conté se las diré ahora mismo. Empezando con Liberty. Ella sigue en su profesión como abogada. Quién ha ganado varios casos que otros darían por perdidos, pero ella ha logrado ganarlos limpiamente.

_ Pasando ahora con mis abuelos. Ellos siguen viviendo en el asilo de ancianos. Suelo visitarlos todos los fin de semana, para que pasen el día con mis hijos. Con mis suegros, ellos siguen en lo suyo, Ben fue elevado a jefe de la policía. Y Martha sigue trabajando de bienes raíces.

_ Con mis amigos también hicieron muchas cosas en estos años. Clyde pudo convertirse en psiquiatra así como la Doctora López. Haiku logró convertirse en una famosa escritora de novelas de vampiros y de romance. Tienen tres hijos y viven en Pensilvania.

_ De Stella y Jordan. Stella pudo cumplir su sueño de ser reportera. Trabaja para CNN como conductora del programa. Jordan es entrenadora en una escuela primaria, además de tener su propio gimnasio. Ambas tienen una niña que adoptaron. Actualmente viven en Washington.

_ De Rusty, él pudo hacerse cargo de la tienda de su padre, haciéndose así una empresa a la cual venden ropa de todas las marcas conocidas y que tienen varias sucursales en todo el país. Polly se convirtió en una famosa patinadora que ha ganado muchos premios en varias competiciones. Tienen dos hijos y viven en Boston.

_ De Liam, él se hizo cargo de la granja de sus padres, logrando con hacerse de una granja agrícola, donde exporta sus vacas y demás animales para su venta de carne, también de leche y huevos. De Tabby, ella junto con Sam, Ruth y George lograron en convertirse en unas famosas estrellas del rock. Liam y Tabby tienen una hija y los tres siguen viviendo en Royal Woods, solo que en el bosque y en medio de la naturaleza.

_ De Zach, él se convirtió en astrónomo, haciendo varios descubrimientos, entre ellos el identificar algunos asteroides, y también avistó algunos objetos no identificados volando cerca de nuestro sistema solar. De Risas, ella logró crear su negocio de fiestas infantiles, también es dueña de un circo que hace girar por todo el país y en otros. Ambos tienen dos hijas y viven actualmente en Las Vegas.

_ Y por último está Mauricio, él en estos momentos se encuentra en Nueva York, en una reunión con varios inversionistas y gente de renombre. Yo quería asistir, pero decidí quedarme a cuidar del hotel y los demás. Así es, dije demás, ya que no solo está este hotel, hace unos años mandé a construir dos hoteles más en Royal Woods, quiero expandir el negocio a otras ciudades, ya tenemos algunos planes para lograrlo.

_ Quisiera seguir contando más cosas, pero quiero terminar de hacer esto que estoy haciendo. Los veo luego chicos.— se despedía Lincoln de los lectores.

El albino siguió con su trabajo por un rato más. Hasta que salió de su oficina para ver qué sus empleados estuvieran haciendo sus labores. En eso vio llegar a nada menos que su bella esposa. Quién usaba un traje negro dejando ver qué ella es profesional en su trabajo, se le veía con su celular en la mano hablando con alguien del otro lado de la línea.

La albina terminó la llamada y vio a su esposo acercarse a ella. Por lo que lo guarda y se dirige a su hombre.

_ Hola amor, te extrañé mucho.— saludaba Liberty a su esposo.

_ Hola mi cielo. Yo también te extrañé. No me imagino vivir un solo día sin ti.— le saludó Lincoln a su mujer.

Ambos se besan en sus labios que duró unos segundos. Tras ese beso Lincoln vio que se acercaba a él tres niños con el cabello blanco, los cuales son sus hijos. Los niños fueron a dónde estaba su padre para abrazarlo.

_ Hola mis niños, ¿Cómo les fue en la escuela?— abrazaba Lincoln a sus bendiciones.

_ Nos fue bien papi. Te hice este dibujo para ti.— dijo una niña de blusa naranja y falda azul.

_ Es un lindo dibujo Linka. Lo pondré en el refrigerador junto al resto.— comentó Lincoln.

_ La maestra nos hizo una pregunta a todos nosotros y yo la respondí.— dijo el pequeño albino con un suéter rojo y pantalones cortos.

_ Así se hace, eres muy inteligente Logan, algún día serás igual que tu padre.— dijo orgulloso Lincoln.

_ En la clase de gimnasia yo fui quien hizo todos los ejercicios que nos hizo hacer el entrenador. Hasta tengo energías de sobra para seguir.— dijo ahora otro pequeño albino, de camisa polo azul con pantalones grises.

_ Me alegra que seas muy enérgico Lucas. Algún día serás igual de fuerte como yo.— dijo Lincoln a su tercer hijo.

_ Papi, ¿Podemos comer helado?— preguntaba Linka.

_ Está bien, siempre y cuando hagan sus tareas después.— dio permiso el albino.

Los tres niños se alegraron de que podrían comer helado. Por lo que fueron hasta el comedor para pedirle a uno de los empleados que les dieran. Por su lado los dos albinos miraron a sus hijos, se sentían orgullosos de tener unos hijos tan adorables.

_ Son tan adorables. Cómo quisiera que nunca crecieran y sean así para siempre.— le dijo Liberty a Lincoln.

_ También quisiera que sean así toda la vida. Aunque tarde o temprano ellos crecerán y lograrán cumplir con sus metas, y nosotros estaremos ahí para apoyarlos y sentirnos orgullosos de ellos.— comentaba el peliblanco.

Los esposos fueron detrás de sus hijos al comedor ya que les dieron ganas de comer algo.

Mientras tanto.

Dejando a Lincoln y Liberty unos momentos vayamos a otro lugar. En una parada de autobuses se podía ver cómo del pesado camión bajaba el grupo de personas que momentos atrás habíamos visto. Al bajar caminaron con rumbo a un lugar en específico.

Mientras caminaban todos ellos tendrían una conversación sobre algo que iban a hacer.

_ ¿Creen que la casa todavía esté ahí?— preguntó una mujer rubia con vestido turquesa.

_ Por supuesto, la gente del vecindario son tan idiotas que piensan que todavía estamos ahí. Aparte no creo que el apestoso siga ahí.— respondió una castaña con prendas de color rojo y blanco.

_ Así es, el mala suerte de seguro se habrá ido a un orfanato, o se fue a vivir con alguno de sus amigos. Es tan inútil que no pudo vivir por su propia cuenta.— dijo ahora una rubia con vestido rosado.

_ Solo espero que mi sillón puff siga ahí. También mis discos de Mick Swagger. Sino voy a matar a alguien.— contaba otra castaña con prendas moradas.

Continuaron caminando observando todo del vecindario por dónde pasaban. Había cambiado mucho desde la última vez que estuvieron ahí. Minutos después habían llegado a dónde se suponía, era su hogar, y lo que vieron los dejó a todos sorprendidos.

_ Pero que mier....— dijo la castaña de morado.

_ ¿En donde está nuestra casa?— preguntó una rubia con overol.

Lo que veían ese grupo de personas era un gran hotel con un gran estacionamiento y a varias personas entrando y saliendo del lugar. El grupo estaban en shock, ya que en el lugar donde estaban debería de estar la casa donde solían vivir.

_ ¿Que le hicieron a nuestro hogar? ¿Cómo se les ocurrieron construir este edificio aquí?— preguntó el único hombre ahí.

_ No lo sabemos, pero sea quien sea el dueño tiene que pagar. Más precisamente, nos tiene que dejar vivir aquí sin pagar un centavo.— dijo la del vestido rosa.

_ ¿Quién será el dueño de este hotel?— dijo una pelinegra con vestido negro.

_ Arriba parece tener el nombre del dueño.— dijo una castaña de prendas amarillas.

Todos voltearon hacia arriba y miraron el cartel con el nombre del hotel. El cual decía en letras grandes y luminosas "The Lincoln House" cada uno de las personas presentes estaban aún más sorprendidos que nunca. Ya que ese nombre también le pertenece a una personas que años atrás dejaron abandonado a su suerte.

_ ¿Que carajos? ¿El dueño de ese hotel es Lincoln?— se preguntaba una rubia de ropas azules.

_ Y-y-yo digo que no, puede que sea una coincidencia.... es decir, todo mundo puede llamarse Lincoln, tal vez sea en homenaje al presidente Abraham Lincoln.— dijo la castaña de rojo.

Todos estaban de acuerdo en lo que dijo la castaña, de que ese nombre solo sea pura casualidad y no tiene nada que ver con alguien que tiempo atrás fue parte de ellos. Sin perder tiempo fueron hasta el interior de ese hotel y reclamarle al dueño del por qué construyó dicho edificio en un lugar que no le pertenecía.

Fueron hasta la recepción, en donde se encontraba una empleada para atender a los huéspedes que vengan a hospedarse.

_ Buen día y sean bienvenidos a The Lincoln House. ¿En qué les puedo ayudar?— preguntaba la empleada.

_ Queremos hablar con el dueño de este hotel. Tenemos que decirle algo personalmente a él.— dijo respondía el hombre a la empleada.

Esto confundió a la empleada, de que esas personas vinieran a buscar a su jefe, ya que normalmente quienes vienen a buscarlo son gente de negocios, en cambio esas personas se veían como gente sin hogar. En todo caso haría lo que ellos piden, y si intentan algo llamaría a seguridad.

_ Señor Johnston, puede venir unos minutos. Aquí hay unas personas que vienen a buscarlo. Okey, gracias. El señor Johnston viene en camino.— decía la recepcionista.

Esas personas se quedaron esperando a que viniera el dueño del hotel. Aunque hubo dos de ellos que estaban pensativos. Ya que el apellido del dueño les era muy familiar, puesto que también es el apellido de una de las mujeres presentes. Minutos después había aparecido el dueño del hotel a ver quienes vienen a verlo.

_ Dime Sonia, ¿Quienes son las personas que vienen a...... buscarme?— preguntaba sorprendido el dueño.

El dueño quien era nada menos que Lincoln veía quienes son las personas que vienen a verlo. Tantos años, más de 20 años sin ver a esas personas y ahora estaban aquí. En su hotel viéndose a las caras nuevamente.

_ Louds.— fue lo que dijo el albino.

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Hola amigos, ¿Cómo están? Espero que bien.

Bueno, en este capítulo se nos cuenta que ya han pasado 15 años desde la última vez que supimos de nuestros protagonistas albinos. En donde cumplieron sus metas, graduandos de la universidad y posterior a ello casándose y tuvieron a sus bellos hijos.

También de que aquí se nos vuelven a introducir luego de mucho a los Louds. Quienes al parecer, la vida no los han tratado muy bien que digamos a comparación de como estaban cuando dejaron a Lincoln. Y aquí la pregunta más importante. ¿Que les pasó a ellos?

En el siguiente capítulo se nos contarán que pasó con ellos, como algunos sabrán, serán dos partes en las cuales se contarán que les pasó a ellos, y esto es para no perderselos. Ya que será epicardo lo que les pasó a esa bola de mal agradecidos.

Ya sin nada más que agregar, los dejo con mis angelitos para despedir este capítulo.

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