El lugar de la apertura era como Harry esperaba. Incluso aspiro un poco del aroma al entrar. Era justo como lo recordaba: hipocresía. Harry ya había navegado estas aguas y sobrevivido antes. Además, esta vez estaba siendo usado como escudo por un buen amigo. Era un mejor uso de su talento que antes, cuando solo buscaba sobrevivir el tiempo suficiente para abandonar su casa.

Para esta ocasión, Harry desempolvo uno de sus mejores trajes Armani. No era de esta temporada, pero tenía un estilo clásico que era difícil pasar desapercibido. Conservaba mucha de la joyería de sus tiempos de heredero, porque finalmente fueron regalos y no se los pudieron quitar legalmente. Ya había dominado una técnica para domar su cabellera rebelde y su apariencia era impecable.

Severus también puso especial atención a su aspecto y si Harry no supiera que el hombre no era tan formal y serio, hubiera pasado por un heredero de larga data de dinero viejo. En esos momentos, Severus estaba presentándole a Harry un par de sus amigos, un tal Corban, que era el dueño de la elegante galería en el centro donde estaba siendo la apertura y un tal Dolohov, que aparentemente era un pianista famoso.

Finalmente, Severus no pudo postergar ir a felicitar a su primo Tiberius y Harry notó que ambos estaban muy incomodos, pero era evidente que para Tiberius significó mucho que su primo asistiera.

El lugar era como recordaba este tipo de lugares: cuadros separados uno del otro sobre paredes blancas y todos diciendo estupideces que nada tenían que ver con la intención del autor. Los cuadros al menos eran interesantes, pero siendo cuadros expresionistas y abstractos, muchos no interpretaban correctamente la intención.

Aparentemente el tema era la depresión y la ira, seguidos de la paz. Los colores azules y morados de los cuadros del principio, hablaban de un periodo oscuro. Al medio estaban cuadros en tonos rojos y naranjas, casi simbolizando un incendio por las tonalidades. Al final, había un enorme lienzo con tonos negros, morados, violáceos, rojos intensos y sangrientos y en medio de todo eso, un solo trazó verde esmeralda: la esperanza en la caja de Pandora.

Harry le comentó su teoría a Severus y Tiberius, que los había alcanzado en su recorrido, abrazó a Harry en un despliegue de emoción inusual en este tipo de eventos, diciéndole que alguien finalmente entendía sus cuadros.

—Severus, este novio tuyo es fantástico. No lo dejes ir—Severus y Harry se miraron y se soltaron a reír. Tiberius los miró sin entender.

—Primo, él no es mi novio, es mi vecino y empezamos una amistad reciente—Severus se limpió las lágrimas. Hace tiempo que no se reía tanto.

—Oh, señor Prince...—.

—Tiberius, por favor—.

—Tiberius. Aunque considero que Severus es muy atractivo, no somos pareja. Somos solo amigos y me invitó a tu exposición porque sabe que me gusta el arte y las nuevas experiencias—.

Tiberius pensó que quizás había leído mal el ambiente pero ellos dos parecían más una pareja de años que amigos. Quizás es porque nadie de la familia Prince, excepto la tía Eileen, se había casado por amor y muchos eran más compañeros de negocios que amantes. Tiberius simplemente se encogió de hombros y se disculpó.

Severus le dijo entonces a Harry que con Tiberius llevaba una relación cordial aunque distante y agradecía que al parecer su primo no había invitado al resto de sus familiares, ya que eran la clásica familia de "A mi modo o te largas". Harry asintió, diciendo así que entendía pero no ahondó más.

Tiberius parecía una persona decente y ciertamente difería del físico de Severus, pero quizás Severus había heredado ese atractivo varonil de su padre. Tiberius era físicamente delgado, no flaco, solo delgado. Llevaba el cabello cortado en ondas y hasta los hombros, lo que lo hacía verse algo andrógino pero aparentemente tenía genes atractivos.

Le pregunto a Severus si Tiberius se parecía más a su padre o a su madre. Severus le dijo que Tiberius sacó su cara de su madre Flavia que provenía de una rama lejana de la familia Malfoy mientras su padre provenía de una de las ramas más alejadas del árbol de su familia, la Prince. Harry hizo un ruido vago como mmm, indicando que estaba escuchando pero en realidad estaba pensando en muchas cosas.

Tiberius probablemente sería alejado del arte si no tenía éxito. Si era un heredero directo, la tendría muy difícil a menos que tomara la pintura como un hobbie, que no parecía ser el caso. Al menos que fuera de una rama alejada de la principal le daba cierto margen para maniobrar y si vendía suficientes cuadros, lo convertirían en el "primo excéntrico pero que tiene éxito en su profesión".

Severus sabía lo que estaba pensando Harry, porque desde que escucho que Tiberius había montado una exposición, entendió que su primo quería liberarse de su familia, como Severus hizo años antes, pero sin hacer tanto drama alrededor. Sus situaciones eran diferentes, pero Severus sabía porque su abuelo lo mando a apoyarlo. Tiberius necesitaba a una cara conocida que no lo juzgaría o deprimiría, o peor, intentara hacerlo renunciar a su sueño.

Al parecer, el anciano se había suavizado un poco con los años, o quizás es porque Tiberius nunca heredaría la fortuna Prince.

La velada fue divertida para ambos hombres, ya que Severus también empezó a decirle sus propias teorías sobre los cuadros a Harry y uno le pareció hilarante. El cuadro se titulaba "Pasión" y era un lienzo con rojo y morado, que más parecía una lucha violenta. Severus le dijo que seguro eran dos boxeadores y todo el morado era de los moretones que se habían hecho. Harry tuvo que contener su risa.

Al final de la noche, Severus se despidió de su primo y parecían haberse acercado un poco. Severus fue el primero de los Prince en huir de casa... al menos de su generación. El tema de su madre era un tabú en la familia pero el recordaba lo que le dijo su madre sobre no dejarse atrapar por la trampa del dinero.

Lo mejor que paso esa noche, fue que Severus había decidido que encontró un espíritu afín en Harry. Hace tiempo que Regulus Black se había convertido en su mejor amigo pero parecía que ahora había encontrado a otro que podría ocupar un lugar destacado en su lista. Harry pensó que le había hecho falta un amigo como Severus, suficientemente mordaz y poco interesado en el mundo de la clase alta, pero que pudiera navegar con él en esas aguas turbulentas.

Y no había que malentenderlo, Harry adoraba a sus amigos, pero muy pocos de ellos en verdad habían estado en este tipo de cosas. Incluso Luna que tenía un estatus mayor por su padre, no había participado tanto en reuniones de negocios o bailes y reuniones de la nobleza. Draco sí, pero él era un caso donde no actuaba como escudo y atraía demasiada atención de todos y no solo de las personas que quería conocer mejor para relaciones comerciales o alianzas familiares.

Severus parecía haber recibido entrenamiento parecido a él y era evidente que venía de una familia noble o al menos suficientemente rica. Si recordaba bien, los Prince provenían de una familia ducal y en algún punto perdieron el título, hasta que un ancestro de hace 3 generaciones lo recupero. La información de los herederos principales estaba muy protegida y había especulaciones sobre quién heredaría el título, ya que no se había presentado un heredero directo.

Como fuera, Harry no iba a preguntar la historia de Severus como él no preguntó por la suya. Hace años había aprendido a esperar a que la gente quisiera contar su historia.

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La navidad ya estaba sobre la planeación de Harry y había planeado una pequeña fiesta con Karaoke en un salón muy bonito de baile que le había recomendado Albus. El salón se parecía a esos de las grandes bandas americanas y Harry amo el estilo retro del lugar. Les comentó a su equipo sobre el lugar y todos estaban dando ideas hasta que gano la de ir disfrazados como la época.

Así, Harry tenía en ciernes una fiesta de disfraces de época de los 30s y 40s, Albus le sugirió una banda que se especializaba en esa época y contrato un servicio de catering. También invitó a sus clientes más viejos y a los que contrataban más sus servicios. Evidentemente no olvido de invitar a sus amigos y tanto Dean como Seamus se ofrecieron a darle precio especial por unas barricas de cerveza.

Harry ya había probado sus cervezas artesanales y eran muy buenas. Claro que serviría como publicidad gratuita para sus amigos, así que aceptó. Sus amigos le habían ayudado mucho con la publicidad de su negocio cuando solo eran 10 personas y 2 camionetas. Sus nuevos amigos claro que estaban incluidos y por primera vez, Gellert prometió ir bien vestido para la ocasión. Albus prometió que tomaría muchas fotos de su amorcito vestido elegante.

El día de la fiesta, Harry estaba recibiendo a los invitados con un elegante traje a rayas. Que enfatizaba su pecho. No tenía el cuerpo más trabajado pero últimamente había hecho algunas pesas y se veía menos andrógino, aunque aún tenía esa cualidad etérea que algunos habían mencionado. Decidió dejar los lentes de contacto y uso sus lentes de armazón plateado. Se veía menos joven y más como un hombre de 30, muy metido en los negocios. Ese era el objetivo.

Cada invitado estaba vestido acorde a los 30s o 40s y muchos habían hecho su tarea. Albus, por una vez, había optado por la discreción y Gellert se veía impresionante en su traje. Aparentemente, Albus se había vuelto a enamorar de su esposo porque no dejaba de agarrar el brazo de su esposo y tenía una sonrisa enorme en su rostro.

Sus amigos ya estaba adentro y todo parecía transcurrir normalmente. Poco después de la llegada de Albus y Gellert, finalmente llegó Severus y Harry tuvo que parpadear dos veces por que Severus Snape parecía algún tipo de mafioso ultra-sexy.

Su traje también era a rayas como el suyo, pero estaba mucho más apretado del pecho y abrazaba su cintura. El pañuelo y la corbata de color rojo sangre le endurecían las líneas de la cara pero en buena manera. La camisa era de un rojo intenso pero suficientemente claro para que destacara la corbata y ese sombrero fedora. Además, Severus intencionalmente no se tiño las canas y ahora exhibía un cabello salpicado de pimienta que le hacía ver mil veces más atractivo. Sumado a su aura de macho alfa, parecía un Don de la mafia muy sexy.

Harry sonrió un poco tontamente. Severus lo vio y saludo antes de que Harry lo dirigiera a una mesa desocupada y regresaba a su lugar como anfitrión.

La fiesta parecía estar teniendo éxito y la cerveza artesanal le gustó mucho a Severus y prometió acordarse de preguntarle a Harry por el productor, seguro de que su adusto abuelo apreciaría esta bebida. Después de todo, se había criado en Irlanda toda su vida y extrañaba una buena cerveza de barril.

Una vez que todos los invitados llegaron, Harry empezó la ronda de Karaoke y eligió una canción algo difícil de cantar. Sin embargo, viendo que el jefe estaba dejando su alma en el micrófono, una vez que este acabó, más de sus empleados se ofrecieron a seguir con la diversión y pasaron un par de horas divirtiéndose de lo bien o mal que cantaban algunos.

Luego fue el turno de la banda de tocar en vez de la música ambiental que estuvo durante la recepción y varias parejas salieron a bailar. El catering estuvo sirviendo tragos y pequeños entremeses, ya que la cena estaba planeada dentro de otra hora más.

Harry bailó con sus empleados y empleadas, siempre sonriendo y preguntando como estaban pasándola. Todos parecían felices y finalmente Harry tuvo que pedir un tiempo fuera. Tenía que supervisar la cena y finalmente se les pidió a los asistentes que tomaran asiento porque se serviría la cena.

Procurando que nadie se sintiera excluido, Harry decidió ofrecer dos menús, uno con carne y otro vegetariano. Hubo gente que pidió ambos y Harry asintió al jefe de meseros para autorizarle servir ambos si alguien lo decidía. Algunos viendo que al primero que pidió ambos menús, si se lo dieron, hicieron lo mismo.

Después de la noche era hora del discurso. Harry lo mantuvo breve y conciso, agradeció a todo su equipo y dijo que disfrutaran la fiesta. Luego dio algunos premios y regalos especiales, y a los que no obtuvieron nada, les dijo que no se preocuparan porque habría una bolsa de regalo esperándolos cuando acabara la fiesta.

Luego de la cena, hubo más baile con la banda tocando y Harry vio a Albus y Gellert bailando y riendo mientras él daba vueltas por la pista con Hermione. Una mano le tocó el hombro y Hermione vio que era Severus pidiéndole una pieza a Harry. Hermione pensó que estaba viendo mal, pero no era así, su amigo estaba sonriendo coquetamente... como sonreía cuando hablaba de Tom.

Hermione cedió el lugar a Severus y el hombre empezó a bailar con Harry. Harry no recordaba haber bailando tanto en su vida y Severus ya llevaba 3 piezas al hilo. Viendo a su pareja roja y sudorosa, Severus espero a que la pieza acabara y llevó a Harry a tomar algo de aire fresco a uno de los balcones que había.

El salón estaba en una planta baja de una casa que antiguamente parecía haber sido una mansión. Los balcones daban a los jardines así que eran perfectos para tomar aire fresco. Harry pareció retomar un poco de su color habitual pero seguía con las mejillas rojas. Al parecer, había tomado un par de copas de más. Estaba en un estado no tan sobrio pero tampoco tan ebrio. De todos modos, insistiría en que Harry se fuera con alguno de ellos, con él o pidiera un taxi.

—Te he dicho que te vez muy sexy con esa ropa—Severus creyó escuchar mal—Si, te ves todo como un Al Capone pero uno ultra sexy. Como esas novelas románticas donde una chica se casa con un mafioso que solo es dulce con ella—Si, no había oído mal.

—¿Crees que me veo sexy? —Severus no sabía porque necesitaba oír más halagos de este hombre.

—Claro que sí. Me encanta como te ves en él—Harry le empezó a pasar una mano por el pecho y se detuvo en sus pectorales—Mira estos chicos malos. Me dan ganas de poner mi cara en medio y frotarme—.

—Creo que el traje no te dejaría frotarte en ellos—.

—Tienes razón—Harry apreció pensar seriamente sobre esto—Entonces tendrías que estar desnudo del pecho para hacerlo—La sonrisa lasciva de Harry despertó un interés malsano en Severus.

—Creo que estas borracho—Dijo Severus, convencido de que las neuronas de su amigo ya se habían muerto.

Con cuidado, puso un brazo por encima de los hombros de Harry, abrazando contra su costado. Harry también rodeo a Severus y estaban en una posición cómoda, ya que Harry era algo más bajo que Severus. Cualquiera que los viera, solo vería a dos hombres que estaban cariñosos, pero ambos ya no sabían si eran solo amigos.

Harry tenía que aceptar que Severus le atraía. Desde aquella ocasión en el bar de jazz, Harry vio un lado inesperado del hombre y le gusto. Habían salido en otro par de ocasiones además de la apertura de la exposición de Tiberius y habían pasado unos momentos agradables y no tenían que forzar la conversación. Diferían en muchas cosas, pero coincidían en otras y a Harry el intrigaba que más descubriría del hombre.

Por el lado de Severus, hace tiempo que no tenía nada con nadie. Salía a veces a beber con sus amigos pero hasta ahí. No era una persona de cosas de una noche y su última pareja había sido alguien de su edad y hace un tiempo ya. Nunca se había planteado tener seriamente algo con Harry, ya que era relativamente joven, pero tampoco es que estuviera ciego o fuera de piedra. Harry era naturalmente atractivo y era inteligente, mordaz y abierto.

Severus estaba empezando a sentir que Harry podría ser algo más para él que solo su amigo, pero no estaba seguro de si los sentimientos eran correspondidos. Además de que hace poco había acordado conocer a un amigo de Fenrir. Remus sonaba a una cita decente y merecía mínimo conocerlo antes de tomar una decisión.

Como fuera, ahí estaban los dos hombres, uno con su brazo sobre los hombros del más bajo y el otro rodeando aquella cintura con uno de sus brazos. Harry aspiro el aroma de Severus y le gusto incluso el perfume que había usado, como a hierbas. Aprovechando su embriaguez, Harry se frotó contra Severus como un gato y hasta maulló. Severus estaba sorprendido por la acción y Harry solo levantó la cara con una sonrisa "gatuna".

—Tenías razón, esta tela no me permite frotarme. Un día tendrás que dejar que frote mi cara sobre tu pecho desnudo—Severus pensó que Harry definitivamente estaba muy borracho, así que guio al joven hacia el baño y le instruyo que se echara algo de agua fría para aliviar la bruma etílica.

Harry hizo exactamente eso pero porque necesitaba calmarse. Estuvo a punto de tener una erección cuando notó lo cerca que estuvo su rostro del de Severus y sintió el impulso de besarlo. Sin saberlo él, Severus estaba en la misma situación y este estaba conjurando todas las imaginaciones más horribles que pudiera pensar.

Una vez que Harry salió, Severus lo escoltó hasta el salón y ambos se sentaron en una mesa desocupada. La banda ya había terminado su segunda actuación y actualmente estaban las bocinas del lugar, con música más moderna y mezclada con piezas de la última generación. De esta forma había rock de los 80s con el último éxito de Ed Sheeran y por ahí una pieza de música latina.

Los asistentes parecían estar saliendo de algún trance y lentamente estaban terminando un postre que Harry había organizado como final de la fiesta. los dos tomaron uno de los platos que aún estaban en las bandejas de los meseros y Severus tuvo que aceptar que el brownie con helado era una buena forma de acabar la noche.

Una vez que terminaron el postre, ambos se separaron. Severus era el más sobrio de los vecinos que vivían al lado de Harry y pensaba llevarse a los dos ancianos que estaban moviéndose de lado a lado en la pista mientras platicaban de alguna cosa que solo ellos podían oír. Harry estaba despidiendo a sus empleados, amigos y clientes.

Finalmente, solo Harry quedó en el salón con el personal del catering y el salón de baile. Agradeció a todos el esfuerzo que pusieron y les dejó una propina. Luego fue a pagarle a la banda y le agradecieron que considerara haberlos incluido en la cena, ya que muchos no lo hacían. Harry dijo que no era nada y la banda le dijo que podía llamarles cuando quisiera y le dejaron su tarjeta de presentación. Harry les dio la de él y se despidieron en buenos términos.

Una vez que acabó y el personal del salón y el catering estaban recogiendo sus cosas, Harry supo que su trabajo estaba terminado y pidió un taxi de aplicación. Una vez que llegó a su casa, se dio un buen baño y aún tenía demasiada energía borracha, así que decidió buscar un video porno en su teléfono y procedió a encargarse de sí mismo.

Había elegido un video de la categoría "silver fox" y el hombre maduro llevando en brazos al joven mancebo, enardeció las hormonas de Harry y su trabajo manual le proveyó de un orgasmo intenso. Definitivamente había cambiado sus gustos en hombres y la guapura de Tom estaba relegada hasta el fondo de su mente.

Por primera vez, Harry sintió que Tom definitivamente estaba fuera de su corazón. No es que no supiera este hecho, sino que era la primera vez que Harry sabía conscientemente que Tom pertenecía al pasado. Mientras estuvo solo todo este tiempo, de alguna forma, pensaba que si Tom se arrepentía, él no sabría qué hacer. Ya no lo amaba pero la rutina era poderosa.

Sin embargo, ahora le gustaba alguien más y no era una belleza clásica. Oh, era guapo a su manera, solo que no era el tipo de hombre que buscarían para modelar. Severus pertenecía a esa categoría de hombres que despertaba el instinto maternal en las mujeres y ganas de quedar embarazadas de ellos. Incluso el siendo hombre quería estar embarazado de un hombre como Severus.

Era alto, tenía un aura imponente, inteligente, evidentemente no le faltaba dinero, parecía ser intenso y posesivo, quizás algo celoso pero eso solo le sumaba atractivo. Tenía un buen cuerpo y su cara era agradable y se conservaba bien para su edad. Sobre todo, no se negaba a nuevas experiencias y si algo había aprendido Harry en todos estos años, es que esa apertura a experimentar, solía trasladarse a la cama. Así que si, le atraía su vecino maduro.

Del lado de Severus, este ya se había masturbado un par de veces con unos videos de twinks con hombres maduros. Ciertamente imaginándose a un joven de ojos verdes y cabello revuelto. Su mano ya empezaba a sentirla acalambrada hasta que finalmente su polla se ablando. No podía creer que solo la cercanía de aquel chico hubiera alborotado sus hormonas como si aún fuera un adolescente. Pero así era.

Ahora la pregunta era, ¿Qué haría con esta información? ¿Se atrevería a perseguir al chico? Quizás primero debería hacer una pequeña investigación sobre si Harry también sentía algo por él. todo parecía indicar que sí, pero era mejor estar seguros antes de lanzarse.

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Año Nuevo pasó y Harry apenas se enteró que su vecino Severus había cumplido años el día 9 de enero y pensaba en darle algún tipo de regalo tardío cuando notó que había una persona desconocida en la entrada de Severus. El hombre era de apariencia tranquila y tenía algunas cicatrices en la cara. Tenía un buen cuerpo y el cabello castaño claro con suaves ondas. Su rostro era apacible y tenía cierto atractivo.

Severus salió de su casa muy bien arreglado y saludo al hombre, quien le ofreció el brazo y se fueron juntos caminando hacia algún lado. Harry sintió cierto malestar viendo que el hombre aparentemente estaba teniendo una cita con Severus. Harry paso varias horas preguntándose como estaba yendo aquella cita y eran casi las 10 cuando Severus y el hombre finalmente regresaron.

Harry estaba espiando por su ventana y observo al hombre acercarse hacia Severus y darle un suave beso. Desde el ángulo de Harry, parecía que el hombre estaba muy feliz con el resultado de aquella cita.

La verdad de las cosas es que si había sido una buena cita pero no hubo esa chispa. Remus Lupin era un bombero, amigo del novio de Regulus, Fenrir. Mientras Fenrir era bombero a tiempo completo, Remus era un bibliotecario que hacía trabajo voluntario de bombero. Y aun siendo voluntario, Remus mantenía su condición física con el mismo régimen de los bomberos a tiempo completo.

Remus era inteligente y no se ofendía fácil con su humor, entendía sus referencias y tenía su misma edad. Era atractivo y tenía elocuencia... pero no despertaba nada en Severus. Remus notó esta falta de chispa y no se ofendió por ello. Dijo que esas cosas simplemente se sentían o no y nadie podía obligar a otro a sentirlas.

De todos modos, pasaron un rato agradable en el restaurante chino y decidieron mejor platicar ya sin el peso de ver si eran potencialmente compatibles. Remus de todos modos, le hizo prometer a Severus que si tenía un amigo guapo y de cabello oscuro, se lo presentará. Severus prometió hacerlo.

Una vez que estaban de vuelta en la casa de Severus, el hombre noto un movimiento sospechoso en las cortinas de su guapo vecino, así que decidió avivar las llamas y le dijo a Remus que le hiciera un favor y sonriera como si hubieran tenido una cita espectacular. Remus miro discretamente hacia donde Severus había dirigido sus ojos y entendió que había alguien interesado en Severus y Severus quería asegurarse de que el sentimiento era reciproco.

Remus sonrió como un lobo y le dijo a Severus que le permitiera darle un beso. Severus primero pareció estar en shock pero rápidamente entendió la idea, así que permitió que Remus lo besara. Si hubieran tenido esa chispa, ese clic, Severus hubiera arrastrado a este hombre a su cama porque besaba muy bien, pero necesitaba una confirmación sobre Harry.

Una vez que Remus se separó, este se fue, despidiéndose "amorosamente" con la mano y emprendiendo su camino, mientras Severus suspiraba, pareciendo un colegial enamorado y entro a su casa.

Harry estaba muriéndose de celos y decidió que aquel hombre era una amenaza. No tenía sentido negar sus sentimientos porque Harry era una persona terca o tenaz, como pudiera verse. Él había decidido que quería a Severus Snape e iba a ir tras él.

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Severus decidió que Harry en otra vida había sido algún tipo de ave, ya que como algunas de ellas, empezó a dejarle pequeños obsequios. primero fue un pequeño pastel de cumpleaños casero que Harry le llevó, diciéndole que apenas se había enterado de que fue su cumpleaños y quería hacerle algo especial. Algo especial para un amigo era un pequeño regalo, algo hecho con sus manos era coqueteo.

Luego fueron galletas, guisados caseros del gusto de Severus y Harry siempre estaba vestido casual pero con ropa que abrazaba su figura. Harry estaba enseñando su "plumaje" como un ave que quiere aparearse.

Severus no estaba solo recibiendo, también hacia pequeños coqueteos como tocar sus manos, rozar su cuello, sonreírle de cierta forma, acercarse demasiado con burdas excusas y aumentando lentamente la tensión sexual.

Llevaban un par de semanas jugando a este estira y afloja cuando Severus decidió que debería escalar las cosas. En dos días sería sábado y sabía que Harry no tenía nada en su agenda, así que le dijo que por qué no hacían una noche de películas. Harry estaba extasiado y dijo que tenía un cine en casa y le mostró a Severus su sala especial. Severus pensó que el lugar era un paraíso. No había visto esta habitación cuando fue la fiesta de inauguración hace casi un año. Severus quedo formalmente de traer algunas películas y botanas, y se fue de ahí a planear sus siguientes pasos.

Cuando el día llegó, Severus llegó arreglado de forma "casual" con un pantalón que enfocaba sus "atributos frontales", una botella de vino, algunos DVDs, ya que Harry tenía un reproductor y una lista de opciones de streaming. También trajo algunos snacks dulces... como fresas con chocolate.

Eligieron ver una clásica película de vaqueros y Harry estaba muy entretenido. Tomando algunas palomitas, rozo accidentalmente la mano de Severus y se sorprendió un poco pero viendo que a Severus no le incomodaba, se relajó.

Esta noche había puesto una inusual atención en su arreglo físico y tenía ropa holgada pero que mostraba un poco de piel. La calefacción estaba calentando el lugar y estaba agradablemente cálido como para poder usar ropa más o menos ligera.

Luego de la película de vaqueros, decidieron ver una en blanco y negro. Parecía una clásica comedia romántica y ahora estaban comiendo gomitas y M&Ms. Sus manos seguían rozándose por alguna razón y Harry no estaba resistiéndose a estos toqueteos "accidentales".

Ya habían bebido un par de copas de vino y Harry se sentía algo menos desinhibido, así que se acurruco contra Severus y este solo paso su brazo por encima de los hombros de Harry, dejándole acurrucarse más cerca de su cuerpo.

La tercera película era algún tipo de drama y no parecía tan interesante como la sinopsis pero eso era lo de menos. Harry estaba mirando a Severus y esos labios ya no tan rígido como la primera vez que se conocieron. Ciertamente ya no parecía ese cadáver viviente (Severus había tenido gripe y se estaba recuperando, por eso su verdadera apariencia no empezó a mostrarse hasta semanas después) y era un hombre que le atraía mucho.

Sintiéndose valiente, Harry acortó la distancia entre sus rostros y Severus volteó a verlo. Había una chispa de deseo en esos ojos negros que parecían poder quemarle. El hombre mayor se acercó y rozo sus labios contra los del joven, dándole la oportunidad de retirarse, pero no lo hizo. En su lugar, rozó también los labios del hombre, diciéndole sin palabras que estaba bien.

Una vez que sus labios se unieron, la película ya ni siquiera la escuchaban. Solo podían oír los gemidos del otro mientras sus labios se unían y buscaban con afán. Sus lenguas se enfrentaban, aprisionaban y huían, en un juego erótico que los estaba enardeciendo.

Sus manos se buscaban también por encima de la ropa y Harry se sentía en llamas. Severus no estaba mejor y si no fuera porque quería a Harry más allá de una noche, le hubiera propuesto que llevaran esta "conversación" a la habitación. En su lugar, se separaron y acomodaron la ropa, para besarse de nuevo, aunque con menos intensidad.

Las fresas con chocolate las comieron, alimentándose mutuamente con las manos y dándose besos con sabor a fresa y chocolate cada que podían. No había necesidad de palabras o demostraciones románticas, ya que Severus sabía el lenguaje que Harry manejaba. Harry le estaba diciendo, al poner sus piernas sobre las suyas y dejarlo tocarlo por todas partes, que aceptaba su cortejo y él también lo cortejaría.

Severus se sintió ansioso por empezar a conquistar a Harry y ver hasta donde podían llegar juntos.