Epílogo

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Un día de otoño, hace 2 años, Severus Snape le había hecho una pregunta muy importante a Harry y era si quería vivir con él. Aunque la respuesta fue positiva, ninguno se había puesto de acuerdo en cuál de las dos casas deberían vivir. Fue así como sus excéntricos vecinos les ofrecieron una opción que no habían contemplado hasta el momento: unir ambas casas.

Entre más lo pensaban, más se convencían de que eso sería lo más adecuado para ellos. Cierto que tendrían una casa mucho más grande de lo que requerían pero por otro lado, habría tantas habitaciones para hacer con ellas múltiples proyectos.

La reestructuración de las casas adosadas llevó cerca de 8 meses pero al final, ambos estaban satisfechos con su "pequeña" mansión. Incluso habían cambiado la fachada y ya no parecían dos casas sino una casa grande, una pequeña mansión de campo. Harry estaba extasiado y Severus muy satisfecho con el resultado.

Cada cuarto reflejaba partes de la personalidad de ambos pero sin quitarles funcionalidad. Conservaron la sala de cine y habían convertido dos habitaciones en una biblioteca enorme con sus respectivos libros. Cada uno tenía su propia oficina y cuartos para sus pasatiempos. El jardín fue remodelado por Neville, quién parecía un niño pequeño cuando le dijeron que tenía libertad creativa.

Ahora había un área de parrillada, un invernadero y un área para tomar el té, además de algunos árboles frutales y florales que le daban un toque de color al lugar. Al final del jardín, había una reja que daba a la alberca comunitaria y viendo esto, varios vecinos le encargaron a Neville que les hiciera una, y posteriormente fue contratado por varios de los vecinos de Harry y Severus, para que reformara sus jardines, viendo el hermoso trabajo de que había hecho.

Neville tuvo mucho trabajo durante meses, gracias a esto.

Los negocios de Severus y Harry iban muy bien. Argus era un excelente segundo al mando y una vez que la empresa de Harry empezó a explotar en serio, Argus paso de ser su asistente a su CEO. Harry ahora se encargaba de manejar la junta directiva y presidir las juntas sobre decisiones corporativas, dejando en claro que mientras confiaba en las decisiones de Argus, aun tenían que pasar por él para ser aprobadas.

Argus jamás sintió que este recordatorio de su posición fuera malo, de hecho, alentaba a Harry a mostrar que él era quién tenía la última palabra. No debían confundir su juventud con ignorancia o ingenuidad. Harry era el jefe y debían estar conscientes de ello.

Severus, habiendo aumentado el número de sus activos, pensó en también tener unas oficinas fuera de su casa y remodelo uno de sus edificios para ese fin. Los movimientos financieros de su padre le permitían mucha libertad monetaria, así que el dinero no era un problema.

Severus opto por un modelo de oficinas centralizado mientras ponía varias agencias en diversos puntos de la ciudad. Pequeñas oficinas que permitirían a los clientes sentirse cómodamente en vez de un lugar más parecido a un banco enorme.

Fue una buena estrategia que hizo crecer su negocio.

Teniendo tan buena suerte en las finanzas y en el amor, el siguiente paso en su relación se había dado tan fácilmente que simplemente, durante un paseo, Severus le pregunto a Harry si quería casarse.

Harry primero pensó que había oído mal, luego volteó a ver a su pareja y vio seriedad en su mirada. Luego su rostro se rompió en una sonrisa radiante y asintió vigorosamente. Severus entonces lo arrastró a una joyería y eligieron juntos sus anillos de compromiso.

El juego elegido fue un par de anillos de platino en pareja, el de Harry era más delgado y tenía un ópalo con chispas verdes, mientras el de Severus era más grueso y tenía múltiples zafiros (casi negros) con una esmeralda al centro.

Salieron de la joyería convertidos en prometidos oficialmente. Días después organizaron una fiesta para hacérselo saber a sus amigos y todos estaban felices por ellos.

Fueron meses de planeación, pero finalmente, el día de hoy, Severus y Harry estaban por realizar sus votos ante un juez de paz. Solo por cortesía, ambos hombres enviaron invitaciones a sus familias. No esperaban que asistieran, pero lo hicieron.

En el caso de Harry, fueron sus hermanos. Ambos habían admirado a Harry durante bastante tiempo y aunque les costó rebelarse contra sus padres, al final lo hicieron y James, así como Lily, viéndose acorralados y sin opciones de herederos, tuvieron que reinstalar a Harry dentro de los derechos de herencia.

Harry rechazo el gesto.

Eso solo cimento ante sus hermanos la imagen de revolucionario que tenían de su hermano mayor. Así que ya no seguían las ideas de su padre y aunque no tenían tanto valor como para abandonar la familia, si habían decidido no seguir las decisiones corporativas de James, que estaban estancadas en la época que se crio.

En el caso de Severus, fue su primo Tiberius y su abuelo los que asistieron a la boda. Si, el patriarca Prince estaba sentado en la primera fila, con un aire de autoridad que era difícil ignorar. Sin embargo, Tiberius sabía que su abuelo finalmente había aceptado que cometió muchos errores con su familia y eso le costó la misma. Pudo haber aceptado el matrimonio de Eileen y convertir en rico a Tobías, de forma que nadie hubiera encontrado sospechoso el matrimonio, pero decidió ser un viejo obtuso y perdió a su única hija y por ende, a su nieto tiempo después.

El orgullo le había costado mucho a Magnus, pero estaba decidido a ver feliz a Severus. Severus raramente necesito ser ayudado y para Magnus era liberador ver lo bien que lo había hecho Severus sin su ayuda. Además, el joven que había elegido para desposarse era una persona extraordinaria, creando un futuro emporio básicamente de la nada.

Hermione respiraba tranquila, viendo que el patriarca no iba a hacer un escándalo. Cuando ella se enteró de quien era en realidad Severus Snape, siempre temió que Magnus quisiera alejar a Harry de él, pero conforme paso el tiempo y Magnus no hizo ningún movimiento, ella se relajó. Si se enteró, fue porque el despacho donde trabajaba, había tenido alguna vez tratos con la familia Prince y había varios casos que llevaron. Viendo el nombre de Tobías y Severus Snape en un documento, fue fácil dar con la información correcta.

Ambos hombres habían decidido casarse en un jardín de eventos que era famoso por su aire a los textos de Jane Austen y era difícil no pensar que uno había transmigrado a Orgullo y Prejuicio de alguna forma.

Fiel a esto, ambos hombres se habían vestido con trajes típicos de esa época y Harry pensaba que Severus se veía guapísimo con ese traje, mientras Severus pensaba en que era un bastardo suertudo por tener a ese ángel como su futuro (y muy pronto a ser) esposo.

Los invitados podían ir como gustaran pero algunos de los amigos de ambos si habían decidido vestirse acorde, incluyendo a Albus y Gellert, que estaban tomados de la mano.

Mientras el juez de paz daba su discurso y todos parecían expectantes, afuera del jardín, con unos binoculares, estaba Tom Riddle, acompañado de su mejor amiga Cassandra. Ambos habían pasado por mucho y Cassandra sabía que Tom necesitaba darle un cierre a su complicada relación con Harry.

Tom finalmente estaba listo para darse una oportunidad con alguien que conoció mientras intentaba vender unas pinturas. El hombre le había dejado una impresión muy positiva a Tom y aunque ya no amaba a Harry de forma casi obsesiva, pensaba que aún le faltaba algo más que hacer antes de intentar algo.

Cassandra aun no tenía nada con nadie y estaba bien así por el momento. Ciertamente tuvo algunos "amiguitos" por aquí y allá, pero nada serio. Incluso había tenido un escarceo amoroso con una cantante pelirroja pero como fue un asunto de una noche, luego de conocerse en un club, no le dio mucha importancia.

Tenía todavía mucho tiempo para averiguar qué quería de una pareja y mientras, tenía a Tom para salir y divertirse con alguien que la quería solo por ser ella misma. Y Tom tenía lo mismo con ella.

Ambos se habían apoyado en sus negocios y aunque estaban lejos de sus días como herederos, sus departamentos no eran despreciables, estando en una zona céntrica de la ciudad y de un tamaño bastante decente.

Como fuera, Tom finalmente había bajado sus binoculares y había observado el beso que sellaba la unión. No sintió ese dolor desgarrador que esperaba, sino gratitud. Harry fue su salvavidas y también quién lo arrojo al mar. Él estuvo dispuesto a cargarlo cuando no podía ponerse en pie, pero supo cuando dejarlo. Tom podría haber continuado así por la eternidad si no fuera porque fue abandonado.

Viendo a Harry finalmente ser todo lo feliz que no pudo ser con él, Tom supo que el regalo que les había enviado era adecuado. Con un gesto, le dijo a Cassandra sin palabras, que podían irse de ahí. Ella enlazo su brazo con el de él y se fueron juntos hacía algún pub, donde brindarían en honor a la feliz pareja.

En la recepción, mientras Harry hablaba con sus hermanos, un tímido repartidor le entregaba a Severus Snape un ramo de dalias, rosas color rosa pálido y claveles blancos. Severus pensó que era inusual, pero entonces notó la carta dirigida a él. El repartidor ya se había ido y Severus abrió la carta de forma discreta.

En la carta, solo había una pequeña cartulina con una caligrafía muy hermosa, que decía solo dos líneas: "Gracias por hacerlo feliz, les deseo toda la felicidad del mundo. Atte. El amante antes de ti".

Severus sonrió, pero de todos modos tiro la misiva y conservo el ramo. Luego fue hasta su esposo y le entrego el presente, Harry pensó que quién se los había enviado, era alguno de los múltiples clientes que tenían, ya que las flores solo mostraban gratitud. Como fuera, colocó el ramo en un florero, justo en su mesa.

Luego, Harry arrastro a su ahora esposo hasta la pista, para bailar su primer baile como esposos y Severus obedeció la orden sin palabras, ya que viviría sus días para hacer feliz al hombre que amaba.

Fin

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