¿Terminemos? | YeJisu

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"¿Terminamos? Sí, lo hicimos, Jisu. Es lo mejor".

Original: louiskt

"Entonces... ¿Terminamos?"

Me preguntas, parada ahí, frente a mi. Tus ojos que son de color chocolate, brillan a causa de las lágrimas que no has soltado. Te duele, lo sé, a mi también lo hace. Tu voz tiembla, por lo que noto. Suenas insegura e incrédula, no eres capaz de creer esto.

Tú dijiste que querías que esto durara para siempre. Dijiste que nunca nos separaríamos; que lograríamos enfrentar todo juntas, pero no fue así.

Veo tus labios. Son rosas, finos y delgados, y están atrapados entre tus dientes largos y blancos. Tus labios me encantan. Cuando los besaba, se ajustaban bien a los míos. Eran como si fuesen moldeados a la perfección para dar besos con sabor agridulce. Agridulce. Así fue lo nuestro. Con altos y bajos, buenas y malas. Tristezas y felicidades. Nunca había más de una, ni menos de la otra. Era bueno.

Tus pequeñas manos juegan con el borde de tu camiseta blanca. La misma que te regalé hace un mes. Era mía, te la di porque ese día llovió y no logramos llegar a casa con tu madre a tiempo. Te queda grande, casi está por tus rodillas. No llevas pantalones porque crees que es incómodo andar con ellos por tu casa. Cuando estás nerviosa haces eso, jugar con tu camisa. Metes la orilla de la tela por tu uña del pulgar, esperando respuesta. Una respuesta que no sé darte. Una repuesta que sea cual sea, terminará arruinándonos.

Intentas acercarte, usando tus piernas torneadas para venir hasta mi. Pero niego con mi cabeza, sé cuanto te duele mi rechazo. Siempre lo he sabido; desde esa vez en la biblioteca, cuando me ofreciste un libro y te dije que no era lo que buscaba. En realidad, lo único que buscaba era a ti. Simplemente a ti.

Alguien fácil de amar y dejar de hacerlo con la misma fluidez. Alguien que me hiciese olvidar mis problemas y el mundo en el que estaba metida. En el de la decepción. Alguien que me ayudara a superar. Lo hiciste. Lo que no sé ahora, es quien me ayudará a superarte a ti.

Intentas acercarte de nuevo, ésta vez te dejo porque lo necesito. Quedas a uno pasos lejos. Hay una lágrima sobre tu mejilla y quiero limpiarla. Quiero hacerte entender que no debes llorar. Menos por alguien como yo. Menos por una persona que te está haciendo doler como yo.

"¿Terminamos?"

Me repites, aún con más dolor en tu voz, si eso es posible. Yo volteo el rostro, mi mirada cae sobre un retrato nuestro. Tienes una toga azul marino y un birrete sobre tu cabello, castaño y fino. ¿Sabías que amo tu cabello?, creo que lo he dicho bastantes veces. Debes recordarlo bien. Tu graduación. Fui a verte, porque era un día especial. Terminé mi trabajo temprano para ir a ver como recibías tu reconocimiento por mejor promedio de tu generación. Te veías feliz y orgullosa de ti. Yo lo estaba, y mucho.

Tu brazo se alarga hasta tocar mis mejillas. Ellas se calientan ante tu tacto. Un tacto que anhelo las 24 horas del día. Un tacto que no quiero perder, pero no lo merezco. Un tacto que hace erizar la piel apenas lo siento cerca. Mis pelos se ponen de punta, al principio me asustaba. Después comenzó a encantarme. Ahora siento extrañarlo aún cuando tu mano está ahí, sobre mi, tocándome.

"Responde".

Y no puedo. Simplemente niego, pero no es mi respuesta. Soy yo, diciéndome a mi misma que debo hacerlo. Irme y no mirar atrás. Dejarte libre y que disfrutes de esa libertad. Soy yo, diciéndome que no es justo seguir así; para ninguna de las dos. Yo no te merezco, y tú no mereces lo que te hago.

Un sollozo proviene de tu boca, es suave, aún así logró escucharlo. Quiero golpearme por hacerte llorar. Pero si me muevo, tu mano dejará de tocarme. Dejaré de sentirte.

"Jisu..."

Empiezo, pero no termino. Ya lo dije, no puedo.

Perderte. Es algo que me niego a hacerlo. No puedo perderte porque te necesito. Necesito que estés conmigo siempre. Necesito oír tu risa cuando digo cualquier estupidez. Necesito ver y saber que estás bien. Simplemente te necesito. Es como un sentimiento, es grande y duele. Casi tanto dolor como el que estás sintiendo. Siento que te necesito aún cuando te tengo. Siento que te necesito aún en esas noches, después de hacer el amor te aferras mi brazo y me dices que me amas y yo me quedo callada.

Me quedo callada porque tengo miedo de decir cosas de más. Cosas como cuanto te amo. Cosas que tal vez podrían herirte, otras hacerte feliz, ilusionarte y caer. Caer como lo estamos haciendo.

Estamos cayendo juntas. Una caída de alto largometraje. El golpe será fuerte y doloroso. Peor de lo que alguna vez imaginaste.

"¿Acaso no me amas?"

Y me quiero reír en tu cara. Tu cara que parece de ángel. Estoy 100% segura que el mismo Dios te creo para venir a la tierra y tenerme atada a ti. Él te creo como la figura más pura y perfecta que hay. Eres increíble en todos los sentidos. Me encanta todo de ti. Pero no me perteneces. No eres mía. Lo fuiste, ya no más.

¿Cómo puedes dudar de mi amor por ti?, tú escupes esas palabras como su no pudieras creerlo. No lo hagas por favor, porque te amo. Lo sé. Mi corazón late veloz y baila feliz cuando mi piel choca con la tuya. Mi amor está ahí. Fuerte y vivo. Nunca parará, no se va a detener ni el día que yo esté enterrada metros bajo tierra.

Mi corazón es tuyo y lo sabes. Mi corazón, mi alma y cuerpo están en ti. Eres dueña de ellos, puedes hacer lo que quieras. Destrúyelos, por favor. Así como yo lo estoy haciendo contigo; yo no soy tu dueña. Tú eres la mía. Estoy atada de pies y manos a ti.

Te amo, por favor no lo dudes. Me duele que dudes de mi amor hacia ti. Quiero que sepas, que aunque esté lejos, me sentirás. Y no está bien, porque debes dejarme ir, así como yo lo haré contigo.

Déjame ir, Jisu. Yo te dejaré ir también.

Lo necesitas.

Yo soy para ti, pero tú no para mi; desafortunadamente. Y duele.

Te amo como no es bien visto. Te amo a pesar de todo. Te amo, con el corazón abierto y bombeante de sentimiento. Te amo tanto que debo dejarte.

Te fallé, lo sabes. ¿Eso no es suficiente para odiarme?

Ódiame, Jisu. Te lo pido de favor. Me iré tranquila sabiendo que lo haces.

Porque te fallé. Besé labios que no eran tuyos. Sentí alientos que no eran tuyos. Toque cuerpos, ninguno era tuyo. Me miré en ojos, y tampoco eran los tuyos cafés como una barra de chocolate amarga. Amé almas que no eran la tuya. Gemí nombres y ninguno siquiera se asemejaba al tuyo. Nadie va a ser como tú, porque eres única.

Dios sólo crea ángeles únicos. Por eso eres una de ellos. Tu pureza y entrega es como la de un ángel. Uno bello con grandes alas blancas. Alas que deben servir para volar lejos. Lejos hacia la felicidad que mereces.

Nada era tuyo. No fuiste tú.

"T-te perdono".

Ahora lloras. Tus lágrimas son pesadas y caen sobre tus mejillas, suaves y rosadas. No me gusta verte llorar. ¿Puedes parar? ¡Hazlo! ¡Te lo ruego!

No quiero que me perdones. Ruego que no lo hagas. ¿Acaso no quieres ser libre? Yo quiero que lo seas.

"No es así como funciona".

Te digo con la voz colgando de un fino hilo. No, no así funciona. Hice algo que está mal. No una vez, muchas. Estoy arrepentida pero eso no arregla nada.

Jisu, déjame ir y ahogarme en mi miseria. Déjame ir y darme cuenta de todo lo que hice mal. Déjame ir porque sólo te lastimo.

"Jisu. Terminamos".

"¡No!"

Gritas y tu voz se corta. Mierda. No. Empújame lejos, golpéame. Reclámame por lo que te hice.

Lloras con tus manos cubriendo tu rostro pálido. El color de tu piel hace que mis sentidos se activen y quiera comerte entera. Tenerte entre mis brazos, que te fundas en mi piel y seamos una misma por la eternidad. No quiero irme lejos, así que aléjame.

Doy dos pasos para atrás, caminando a la puerta. No te merezco, nunca lo hice.

No llores, Jisu. Me hace sentir más culpable. Te amo, por eso me voy. No me necesitas, yo lo hago.

Mi mano toca la perilla y escucho como caes al suelo. Quiero ir y tomarte, apretarte hasta que tu dolor se vaya. Pero no lo hará si yo tampoco me voy.

"Si sales ahora... no tendrás derecho a volver nunca".

Dices desde el suelo, de rodillas y tu cuerpo tiembla de manera violenta por tus sollozos. Sollozos que yo causé.

No quiero tener derecho a nada. Quítame todos los derechos por favor. Hazlo, quítame todo. Desnuda mi alma y quédate con ella. Juega con ella, pisotéala como lo hice con la tuya. Lo merezco.

Sin dudarlo mucho, giro la manilla. Tu haces un sonido de asombro, pensaste que no lo haría. Seguro piensas que volveré. Piensas muchas cosas, pequeña. ¿Te lo he dicho?

Camino fuera de la casa de tu madre, por suerte ella trabaja ahora. También la voy a extrañar.

Te voy a extrañar. A ti y tus risas sin razón. Voy a extrañar las mañanas que me hablabas temprano porque te sentías sola. Voy a extrañar tu cuerpo despertando con el mío, dándose calor mutuamente. Voy a extrañar lo que es sentirte, tenerte cerca, tocarte, hablarte. Tu voz, voy a extrañar tu voz más que nada. Tu voz de tono chillón y cantarina. ¿Recuerdas la vez que cantaste esa canción de The Fray en aquel bar? ¿Como se llamaba? Look after you, eso. Tu voz fue increíble, la voz de un mismísimo ángel. Una voz tan linda, digna de escuchar, apreciar. Nunca me causaría de ella. Esa noche, supe que estaba enamorada de ti. Después en mi auto, cuando la volviste a cantar sólo para mi, supe que no podría vivir sin ti.

"Espero que algún día llames y digas que también lo sientes".

Ahí cierro la puerta, suave.

No te llamaré, no porque no quiera, sino porque no quiero dolerte más. Quiero que disfrutes tu vida, lo necesitas más que nunca.

Te amo. Sobrevivirás sin mi, eres una chica fuerte, digna de idolatrar. Eres mi ídola, tanto dolor no cualquiera lo aguanta.

¿Terminamos? Sí, lo hicimos, Jisu. Es lo mejor.

Tú podrás vivir la vida, yo no. Te necesito y me encanta hacerlo. Amo estar aferrada a ti, amo que mi corazón se empeñe a adorarte.

Lo amo porque me duele. Y no hay dolor más grande que ese. Lo merezco.

Te amo, nunca lo olvides. Siempre te amé, si te sirve de consuelo.

Sé feliz, Jisu. Porque yo no lo seré.

Auch.

¿Qué ship les gustaría que fuese el siguiente OS?

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