chapter eight

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ꗃ ... !! THE PRETTY ARTIST ' 🎨◞
━━ capítulo ocho ... ❜

❛ i keep recalling things we
never did messy top lip kiss, how
i long for our tryst







Minho miró su reloj por tercera vez en esa tarde.

Era la una con dos minutos y el salón de clases ya contaba con la presencia de la mayor parte de sus alumnos; algunos todavía atravesaban el umbral con calma mientras comentaban lo divertido que había sido su fin de semana.

Cierto beta de cabellera plateada ingresó al aula, sin compañía, con un montón de cartulinas blancas hechas rollo y su mochila semiabierta colgando del hombro. El chico agitó la mano en su dirección y tuvo que corresponder el amable gesto, perfilando una sonrisa escueta.

La ventura se evaporó al no ver a Felix llegar detrás de su amigo, por más que esperó verlo entrar, eso no sucedió. Sus anteriores sospechas tomaron forma, todo indicaba que el omega sí había renunciando a los créditos extra ese semestre.

Su ánimo decayó tres niveles; después de la convivencia que hubo la noche del bar, ansiaba seguirlo frecuentando y eso le sería el doble de difícil al no tenerlo en el taller.

Se rascó el párpado, suspiró quedamente y se puso de pie para dar comienzo con la lección de esa semana. Eso podría mejorar su desaliento.

—Buena tarde a todos —Saludó cordial, parándose al frente del pizarrón—. ¿Han traído el material que les solicité?

Unos cuantos asintieron en réplica, mirándole con atención.

—Excelente, saquen por favor su-...

Dos toques seguidos a la madera de la puerta, le hicieron callar.

—¿Minho? —Una voz accidentada, le llamó desde afuera.

El mencionado atendió al girar el rostro y todos hicieron lo mismo, volteando de lleno a la entrada.

Felix estaba recargado en el marco, con una mano sobándose el pecho y con la otra sosteniendo la correa de su mochila. Parecía que había corrido un maratón, estaba agitado, con sus mechones rubios hechos una maraña y cansado como pocas veces en su vida.

—Puedo... ¿Puedo pasar? —murmuró sofocado, en un tono bajo.

—¿Felix?, ¿Estás bien? —El alfa inquirió con preocupación.

—Sí, sí —Soltó en una bocanada—. Es que corrí... Yo, ¿aún p-puedo entrar?

Joder.

Su instinto protector de alfa, casi lo incitó a ofrecerle su silla y sentarlo hasta que su respiración se controlara, mientras le frotaba la espalda.

Tuvo que luchar por preservar la cordura.

—Toma asiento, no te preocupes —pronunció, sin siquiera pensarlo—. Apenas vamos a comenzar.

Seguido de un par de segundos que utilizó para hallar el sosiego, localizó a Jisung cuando este levantó la mano, resaltando entre los demás con una seña.

Le apenó en demasía tener tantos pares de ojos encima, así que con celeridad, arrastró los pies por la loseta y se dirigió hasta el asiento que su beta favorito le apartó.

Minho no halló el modo de conciliar lo que estaba sintiendo, era una mezcla de alegría por verlo ahí y de inquietud por la forma tan desbocada en la que arribó, probablemente se le había hecho tarde e hizo todo lo posible por alcanzar a llegar.

Y aún así, el omega no cumplió con el acuerdo grupal convenido y por supuesto que alguien lo notó.

—Minho, es la una con ocho minutos —Jiseok recalcó, golpeteando los dedos en su cartuchera—. Creí que habías dicho que solo teníamos cinco de tolerancia.

El aludido se enfocó de vuelta en su ocupación, divisando al muchacho que tuvo la osadía de abrir la boca.

—¿Tan rápido pasa el tiempo? —espetó, con falso asombro. No iba a caer en su juego—. Entonces hay que apurarse, saquen sus cosas.

—¿Tus reglas cambiaron? —Con una ceja alzada, el pelirrojo se cruzó de brazos e instó—. Creo que todo el grupo merece la aclaración, deseamos saber si gozamos de los mismos privilegios.

No era nada nuevo que existieran los compañeros molestos en cualquier clase, él también conoció a gran variedad de ellos en su trayectoria estudiantil y sabía que lo mejor, era ignorarlos. Sin embargo, esta vez no podía hacer eso, pues él era la autoridad bajo esas cuatro paredes y debía solucionar los percances que nacieran.

Vislumbró al rubio de soslayo, quien yacía con el codo sobre la mesa mientras se frotaba con la punta de sus dedos la frente, ocultando su mirada de la incómoda situación.

—En vista de que estás muy interesado en saber si he cambiado de opinión —masculló, juntando sus palmas y regresó a su lugar—, efectivamente, olvidé decirles que amplié los minutos de tolerancia. De ahora en adelante, serán diez —Abrió su maletín y sacó un marcador para pizarrón—. ¿Alguna otra pregunta?, ¿O ya podemos comenzar?

—Está claro, gracias —El chico dibujó una sonrisa sarcástica—. Menos mal que es un bien comunitario y que no existen preferencias, ¿no es así?

El alfa apretó la mandíbula, contando hasta tres.

No sería bueno perder los estribos y ceder a las provocaciones, su reputación como docente novato estaba en riesgo y no, no quería problemas con el director.

Por su parte, Felix no pensaba de ese modo, él no tenía nada que perder.

—Estás demasiado preocupado por mi retardo y tus preguntas ya atrasaron aún más la sesión —exclamó desde su asiento, viéndolo con aversión—. ¿Quieres guardar silencio y dejar que el taller empiece? Algunos si queremos aprender.

Los murmullos colectivos no tardaron en aparecer y Jiseok tensó el puño, moliendo los dientes.

—¿Quieres aprender y llegas tarde? —Lo enfrentó, con el ceño fruncido—. Eso habla muy bien de ti.

—No tengo porqué darte explicaciones —gruñó, y le sonrió con hipocresía—. No molestes.

La circunstancia empezaba a hervir, Minho tenía que detenerlos.

—¡Hey, basta! —voceó, estricto. La dupla de jóvenes miró al frente—. Cálmense, no me hagan remitirlos a la coordinación.

Así se hacía, ¿no?

Tal vez no sería capaz de sancionar a Felix, pero la situación ameritaba que se mostrase intransigente y riguroso.

El omega de ojos verdes asintió con seriedad y se recargó en el hombro de Jisung, sin arrepentirse de su intervención. Jiseok bufó enfadado e irguió su espalda, con un gesto colmado de desprecio y una soberbia terrible emanando de su lenguaje corporal.

Minho resopló y destapó el plumón.

—Gracias —canturreó, girando sobre sus talones. Escribió el título en la superficie blanca—. Vamos a entrar con la teoría, aunque necesito que tengan listas sus pinturas, cartulina y pinceles.

Después del pequeño embrollo, finalmente pudo dar inicio a lo que le concernía esa tarde y su clase se fue desarrollando, así como la planeó.

Su felicidad se restituyó, desenvolviéndose como un profesional mientras explicaba a detalle lo relevante del tema; veía que todos anotaban velozmente en sus libretas y de vez en cuando alzaban la mano con la intención de exponer dudas que él amó resolver.

Los estudiantes estaban inmersos en su actividad, delimitando sus segmentos a pintar con masking tape, deslizando los pinceles y combinando los colores primarios para obtener los secundarios.

Jisung chilló a media clase, un botecito de pintura azul se volteó sobre sus pantalones y Felix se burló con una carcajada de ello, ayudándole a limpiar las manchas que cayeron al piso; al menos agradeció que no lo derramara sobre su trabajo.

En la orilla de su escritorio, Minho admiraba con reserva cada una de las acciones del rubio; lo vio hacer una rabieta al equivocarse, morderse el labio inferior al sumergirse en la concentración y sonreír al conseguir buenos resultados en el proceso su lámina.

Se robaron miradas en más de una ocasión, y cada que eso sucedía, el omega le entregaba una leve sonrisa revoltosa antes de seguir con sus tareas.

En su cabeza se reproducían los flashbacks de la reunión nocturna, los dos bailando al ritmo de las canciones, envueltos en las luces centellantes y padeciendo de roces esporádicos que los hicieron estremecer.

Una bonita velada.

El sonido del timbre en los pasillos, dio por terminada la hora y con ello, el turno matutino en la universidad; los jóvenes destensaron sus músculos y bufaron por el malestar que les repercutía en la espalda baja.

—Terminen esa lámina para mañana y tráiganla, seguiremos trabajando con ella —Lee avisó, bajando del escritorio con un saltito—. Que pasen una buena tarde.

Todos levantaron su desorden, dejando limpias las mesas de trabajo y metieron los útiles de vuelta a sus estuches, listos para retirarse.

—Necesito ir a mi dormitorio y cambiarme —Jisung informó, haciendo un mohín—. Mi pantalón está arruinado, ¿tendrá salvación?

—La pintura acrílica no se quita —Con pesar, Felix le comunicó—. Al menos de mi chamarra, nunca se quitó.

—Mierda, esto es fantástico, lo único que me faltaba —Irritado, cogió los pinceles empleados y los metió en un recipiente con agua—. No soy millonario, no puedo echar a perder la ropa así como así.

El omega rodó los ojos, tapando el resto de los botes a medio usar.

—Conviértelo en tu uniforme de trabajo —aconsejó—, utilízalo cuando hagas tareas de este tipo.

—Bien pensado, ya no me siento tan miserable —ironizó, descartando la opción—. Esto se irá a la basura, es urgente que me cambie.

—Menos mal que no eres millonario —agregó con sorna, terminando de guardar sus pertenencias—. ¿Vas a ir hasta tu dormitorio?

—Sí, no pienso ir por la vida con el pantalón sucio.

—Pero yo ya tengo hambre... —Malhumorado, levantó una ceja—. ¿Me harás esperarte?

En confirmación, el beta asintió, agarrando el tirante de su mochila.

—No tardaré, lo prometo —Le palmeó el brazo fraternalmente—. Te avisaré cuando venga de regreso y elegiremos donde encontrarnos.

—Eres un desconsiderado —Felix estaba atrapado en la indignación—. Desayuné hace cinco horas, y no he comido por ser solidario contigo.

Era una injusticia, una total falta de respeto a su estómago vacío.

Sin embargo, Jisung en serio tenía que quitarse esos vaqueros pintados, antes de que cualquier otra cosa sucediera.

—Te veo en un rato, lo prometo —vociferó, en tanto avanzaba hacia la salida—. ¡Te llamo!

El platinado abandonó el aula a trompicones, sin escuchar el último reclamo de Felix; ese "rato" antes mencionado, era seguro que se convertiría en una hora completa. Lo sabía, lo conocía como a la palma de su mano y lidiaba con su falta de puntualidad más seguido de lo que le gustaría.

Se frotó el estómago, considerando seriamente el hecho de ir por algo ligero que le hiciera menos pesada la espera, tal vez un yogurt o un paquete de galletas no estarían mal.

En esas estaba, pensando que quizá la mejor opción sería ir a la cafetería por algo que aplazara su hambre, cuando captó la frescura del eucalipto.

Nuevamente, pudo olerlo.

—Felix —murmuró Minho. Se había acercado, quedando al otro lado de la mesa—. Hola, ¿qué tal ha ido tu día?

—Hola, Minho —correspondió, y sus comisuras subieron—. Ha ido genial, ¿y el tuyo?

Se forzó a dominar los nervios que le ensordecían, haría su máximo esfuerzo por mostrarse transparente con el alfa, sin preocuparse mucho por darle una excelente impresión.

Tomaría la amistad que le fue ofrecida después de la galería y sencillamente no iría contra corriente.

Fluiría como siempre lo hacía.

—Igual va bien, gracias por preguntar —exclamó, devolviéndole la sonrisa—. Llegaste tarde...

—¡Lo sé, lo lamento! —Precipitó una disculpa y no se inmutó—: Tuve una hora libre antes de tu taller, me fui a recostar un rato a las jardineras y terminé dormido en el pasto, ¿puedes creerlo?

Había soltado una risita torpe al finalizar su relato, ¿fue demasiado específico?

No obstante, el castaño le hizo saber que no hubo nada de malo con su anécdota disparatada, pues también se rio, sin ser exagerado.

—Nada fuera de lo común, a todos nos llega a pasar —consintió jocoso y lo observó—. Entonces, ¿por eso no has comido? Alcancé a oír.

Aparentemente, su sentido del oído estaba sobradamente desarrollado... O tenía una manía por escuchar conversaciones que no eran suyas.

Coincidencias.

—Más o menos, quería ir a comer con Jisung, por eso no lo hice cuando tuve tiempo y ve como me paga —Señaló el banco vacío a un costado—. Desamparándome y priorizando su apariencia, ingrato.

El mayor inspiró, mordiéndose los labios.

Desde su perspectiva, Felix se mostraba mucho más espontáneo, se atrevía a decir que lucía relajado. Por fin se quitaba la armadura que lo cubría cuando se encontraban y que no le dejaba ver más allá del límite impuesto.

Un pequeño progreso.

—Creo que mereces vengarte —aportó con astucia—. ¿Qué opinas de ir por unas hamburguesas con papas?

Se sintió nimiamente más libre de invitarlo, su alfa habló por él y le permitió realizar el trabajo complicado.

El rubio le dirigió una mirada curiosa al entrecerrar los ojos.

—¿Con soda de limón? —Torció la boca.

La respuesta a esa pregunta era crucial, de ella dependería su resolución.

—Del sabor que tú elijas, y yo pagaré —Supo como contestar—. Lo prometido es deuda.

—Quizá esto haga enojar a Jisung, de verdad cree que lo esperaré... —Lo razonó cortamente. Asumió la responsabilidad—. Como sea, ¡vamos!

Minho no pudo evitar emocionarse.

꒷꒦꒷꒦

McDonald's era uno de los restaurantes de comida rápida más cercanos a la facultad, el personal de ahí era muy amable y atendían relativamente rápido, pues sabían que muchos estudiantes tenían el tiempo contado y necesitaban comer para sobrevivir al martirio escolar.

No obstante, Minho y Felix no llevaban ni un gramo de prisa.

Se sentaron uno delante del otro, compartiendo una mesa que originalmente, era para cuatro personas, pero a juzgar por el lugar lleno y la disponibilidad reducida de espacio, tuvieron que acaparar ese sitio.

El alfa le dio carta abierta a Felix, diciéndole que pidiera lo que quisiera y lo que más le gustara del menú.

Eligió una hamburguesa de pollo con papas y refresco, era su favorita de ese establecimiento. En tanto Minho, se inclinó por un paquete que incluía los mismos complementos más una hamburguesa de carne con tocino.

Y mientras devoraban sus alimentos, permitieron que la charla siguiera su caudal.

—Entonces, ¿cuántos tatuajes tienes? —Le interrogó el omega, luego de engullir una papita.

—No lo sé... —Analizó sus brazos extendidos—. No son muchos, todavía quiero más.

Los orbes de Felix resplandecieron en fascinación.

—¿Quién te los hace?

—Hay un estudio cerca de la casa, está a tres o cuatro calles —declaró y enseguida le dio un mordisco decente a su comida.

—¿Y qué tan costosos son? —No reprimió su interés.

El mayor se limpió los bordes de la boca, retirando la salsa de tomate que se embarró.

—Depende el diseño —repuso, luego de pasar bocado—. ¿Por qué?, ¿Te interesa hacerte alguno?

—Me encantaría —afirmó, descansando su cuerpo en el respaldar de la silla—. Pero mi madre tiene ideas malas acerca de los tatuajes, así que mientras viva bajo su techo, no tengo permiso.

La triste realidad.

Él podía contradecir a cualquier ser humano, convertirse en un terco y necio que abogaba por sus ideales, pero a sus progenitores, los respetaba y amaba en abundancia.

Aunque no estuvieran de acuerdo en ciertas cosas, la relación con su familia era fuerte y afectuosa.

Le tocaba resignarse y solo contemplar por el momento.

—Al menos tú eres consciente —El alfa dejó ir una risa y meneó la cabeza de izquierda a derecha—. Me sorprende que no hayas escuchado el caos que se armó cuando mi madre me vio el primero... toda la colonia se enteró con sus gritos.

—¿Te los hiciste sin que supiera? —Su cara fue de admiración pura—. ¿Y ella qué te dijo?

—Que me había convertido en un delincuente, que cuando la policía me llevara, no sería ella la que me sacara.

Felix fue quien se sumió en una tierna risotada y Minho sintió el traqueteo en su pecho al presenciar el lindo alborozo.

—Eso es un clásico, siempre piensan que terminaremos tras los barrotes —Puso los ojos en blanco y bufó—, no somos criminales.

—¿Tengo la apariencia de uno?

—¡Definitivamente no! —Se mofó y no pudo controlar su lengua—. Lucen bien en ti, ¿qué opina tu omega de ellos?

Bien hecho.

—¿Mi omega? —Desorientado, frunció el entrecejo—. ¿De qué hablas?

—De tu pareja, tú omega —Clarificó su voz, aflojando los hombros—. ¿O sales con un alfa o beta? Eso también está bien.

Minho se veía verdaderamente descolocado

¿Qué diablos...?

—¿Piensas que tengo pareja? —parpadeó, ofuscado.

—Pues sí... La mayoría de los alfas encuentran a su compañera o compañero a tu edad, creí que tú ya-...

—Yo no estoy con nadie —No le permitió siquiera terminar. Era una locura—. ¿Por qué pensaste eso?

Felix se escudó al beber un trago largo de su soda.

Temió haber cruzado la línea, joder, ¡No era su culpa! Una vez que entraba en confianza, hablaba hasta por los codos.

—Bueno, solo era una suposición —Intentó arreglarlo. La inseguridad lo zarandeó—, no es algo de mi incumbencia... lo siento.

El oji-marrón sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal.

Si tan solo supiera...

—No te preocupes —musitó, apacible—. No sé de dónde sacaste eso, pero yo no salgo con nadie.

Debía borrar de su mente rebuscada aquella absurda idea, apenas comenzaban a llevarse bien y no hacían falta malos entendidos.

—Está bien, comprendo —El omega se apretó el labio con los dientes.

Y la incertidumbre saqueó a Minho.

—¿Qué hay de ti?

—¿De mí?

—Sí... —Realizó un amago de sonrisa. No le salió—. ¿Tú estás con alguien?

Con la pregunta, Felix se hizo diminuto en su lugar y apartó la mirada. Su hamburguesa con vegetales desparramados era particularmente atrayente.

—No, yo tampoco tengo pareja —pronunció, y las entrañas se le retorcieron.

—¿Por qué? —El peli-negro incluso olvidó su almuerzo a un lado—. Bueno, si se puede saber.

Su corazón ascendió hasta trabársele en la garganta.

Porque me gustas tú.

—Solo... No estoy interesado... —dijo, desechando lo que su borde emocional generó—. No hay nadie que llame mi atención todavía.

El aleteo en su vientre no lo ayudaba, las mariposas se tornaban a ser sus enemigas más peligrosas.

—¿Ningún alfa, beta u omega? —Quería descartar la variedad de castas.

—No... ninguno.

Minho asintió.

—Entiendo.

El silencio se hizo presente y tras una tanda de largos segundos, se volvieron a mirar. Hubo un destello en ambas pupilas que se dio bajo las mismas circunstancias, un latido en unísono que rompió los parámetros...

Se sonrieron.











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winchesterxdean,, 2024

NOTA; yo creí que adaptar era mucho más fácil, y si lo es PERO LA PUTA ESCUELA 😾 el lado bueno es que en menos de un mes estoy de vacaciones entonces planeo acabar este y actualizar más seguido mi fic original minlix <33.

historia original @mtommot91

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