Objetivos claros

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—Detesto esto. —Gruñó Binghe mientras esperaba a que el gobernador del país lo recibiera.

—Tranquilo, tómalo como un último trabajo —animó un bromista Mobei Jun—, ¿tan importante era lo que hacías?

—¡Estaba cenando con Qingqiu! ¡Por supuesto que era importante! —el francotirador siseó antes de cruzarse de brazos intentando adoptar una pose relajada—, estábamos hablando sobre nosotros cuando primero a él lo interrumpieron y después a mí.

—Cuando regreses a casa podrás verlo.

—Supongo, creo que se ha molestado conmigo, casi corrió a su casa cuando le dije que tenía trabajo.

—Bueno, entonces podrás volver a él con un ramo de flores, chocolates, cosas cursis; lo que demande la persona ¿no?

—Ojalá sea de los que gustan de esos detalles.

La conversación finalizó cuando las puertas del palacio de gobierno se abrieron y dejaron ver al presidente de Wujin; Wu Huan junto al gobernador de Cang Qiong; Lao Gongzhu.

Ambos hombres se encontraban sentados en la elegante mesa de juntas, con acabados brillosos y detalles exclusivos dignos de un palacio de gobierno. Una de las secretarias, avanzó hacia los soldados y los invitó amable a pasar adentro, donde las puertas volvieron a cerrarse gracias a los otros dos guardias custodios.

—Permíteme presentarte a mi mejor equipo —empezó Wu Huan quien se levantó del asiento para saludar tanto a Binghe como a Mobei con un cordial apretón de manos—, el mejor francotirador Luo Binghe y los ojos de la misión, Mobei Jun.

—¡Un placer conocer a los mejores! —Lao Gongzhu finalmente se levantó del asiento para saludar a los hombres vestidos de militar.

—¡El placer es nuestro al conocer en persona al gobernador del estado! —Sonrió cortés el líder del equipo.

—Por favor tomen asiento —invitó Wu Huan al dúo, ambo hombres no objetaron nada por lo que tomaron asiento frente a ellos para tener una conversación aparentemente sana—, solo pude avisar el objetivo, más no dije los motivos concretos ya que deseaba tenerlos frente a mí.

—Le avisé tan pronto como pude a Binghe. —Mobei Jun se acomodó en su lugar.

—Como verán las elecciones gubernamentales se acercan —empezó el presidente—, y no deseamos que haya problemas ¿verdad?

Luo arqueó una ceja un segundo, el tono empleado por el presidente fue más de burla que de amenaza.

—Ya eliminamos a Qingyang Mo porque sinceramente él si era un estorbo para las elecciones, antes quitamos a Meng Mo por sus ideas de lo más absurdas que estoy seguro de que ustedes ni siquiera oyeron —el gobernador actual de Cang Qiong abrió un folder para entregarlo en manos de Binghe, continuó hablando—, el señor Wu y yo hemos llegado al acuerdo de eliminar a Yue Qingyuan, candidato a gobernador.

—¿Puedo preguntar el motivo? —Indagó el líder del equipo observando la foto de quien sería el futuro gobernador.

—Sabe mucho —Lao Gongzhu apoyó la espalda en el respaldar—, se ha mantenido con un perfil bajo pero él sabe mucho.

—¿Robos? ¿Fugas de dinero? ¿Movimientos a favor de la mafia?

—Todo eso y más.

—Yue Qingyuan sabe que Lao Gongzhu asesinó a su esposa —Wu Huan empezó a reír señalando con la mano al nombrado, quien frunció el ceño en clara molestia—, sin embargo ocurrió aquel hecho cuando él ascendió a la gubernatura y nada se pudo hacer.

—Si él gana estoy seguro de que abrirá el caso y me refundirá en la cárcel —negó seguro de sus palabras—, él si es un peligro para el gobierno.

—También está Tianlang Jun, es otro candidato a gobernador, aunque actualmente no se le ha visto muy seguido ya que anda de gira por los pueblos de Cang Qiong —el presidente tomó su copa de vino y bebió—, típico de alguien que desea conocerse por la fuerza.

—Más bien para ir a comprar votos.

—Da igual, ese hombre me tiene sin cuidado, incluso puedo asegurar a que ganará y al estado le irá mal pero al menos no conocerá nada detrás de lo que sucede con nosotros.

Tanto Mobei como Binghe observaron en silencio al presidente y al gobernador, pronto observaron la foto del hombre a matar, una simple foto a color de alguien que sale a correr por las mañanas, tan natural que parecía inofensivo.

—Confiamos en ustedes. —La plática se cortó ya que estaban dialogando de más.

—No sé cómo sea su trabajo pero realmente espero que logren acabar con él, necesito quitarlo del camino. —Sentenció el viejo Lao Gongzhu.

—Investigamos sus lugares de frecuencia, lo seguimos en cada paso que dé y cuando tengamos ya un lugar concreto se hace el trabajo —Binghe dejó la fotografía a lado para tomar otra donde venían incluidos la dirección del hogar predestinado y también el lugar que visitaba dos veces por semana—, creo que acabar con él frente a un centro de ayuda infantil no sería lo más correcto.

—Con niños o sin él, solo acábenlo.

—¿Eso es todo? —Indagó Binghe conteniendo las ganas de responder de malas.

—Sí, perdón por hacerlos venir a esta hora pero era necesario ya que las elecciones están cercanas y no deseo errores en la gubernatura. —Wu Huan habló siendo consciente de que tener como gobernador a Yue Qingyuan sería poco conveniente debido a que el más joven investigaría después en su vida o peor aún, arruinaría su reputación al saber que él y Lao eran buenos amigos.

—¡Como ordene!

—Espero ver los resultados pronto.

—Así será señor.

Concluido aquello, se retiraron y caminaron hombro a hombro hasta la salida trasera del palacio de gobierno, donde sus camionetas esperaban por ellos.

—No puedo creer que el sujeto de la vez pasada haya sido también candidato a gobernador —expresó Mobei Jun ligeramente conmocionado—, y el pasado igual.

—Al parecer no les convenía ya que ellos probablemente sabrían de los movimientos de ese viejo Lao Gongzhu.

—¿Este sujeto también sabrá lo que pasó con los dos candidatos?

—Supongo que sí, creo que Gongzhu lo quiere muerto por ser testigo ya sea directa o indirectamente del asesinato de la esposa y Wu Huan porque mancharía su reputación ante todo el país por ser cómplice de un asesino.

—Supongo —tras un largo suspiro habló—, ¿Cuándo empezamos?

—Mañana; vamos a investigar el terreno.

—Entonces nos vemos mañana.

—Antes de irte —Luo detuvo el andar de su compañero—, quiero decirte que esta vez serás tú quien lleve el rifle, yo usaré los binoculares, esta será tu prueba inicial para dejarte el cargo de francotirador.

—¿Hablas en serio? —Mobei se emocionó al grado de sonreír como un niño al ver un juguete nuevo.

—Muy en serio, ya te dije, quiero retirarme de aquí, este trabajo será totalmente tuyo. Te guiaré en las sombras.

—¿No me mientes? —El asombro no cabía en el hombre que no dejaba de sonreír.

—No, soy sincero, serás tú quien lleve al frente esta misión.

—¡Prepárate Yue Qingyuan que mi tiró será perfecto! —Exclamó en voz alta y emocionada.

—¡Calla o nos oirán! —Binghe sonrió como un padre orgulloso.

—No faltes mañana, te estaré esperando a primera hora.

—Ahí estaré.

Los amigos se separaron y subieron en sus respectivas camionetas, ya era medianoche cuando llegó a casa por lo que no se sorprendió de ver las luces apagadas de la casa de Qingqiu, con un suspiro de frustración logró entrar a su hogar para recoger las cosas de la cena y evitar así un caos a la mañana siguiente, su ánimo decayó al darse cuenta de que realmente necesitaba dejar esa vida o se perdería de grandes momentos.

—Buenas noches Qingqiu. —Murmuró desde la ventana de su habitación, aquella que le daba vista a la ajena.

Con el cansancio ganando y la nueva misión, se internó entre las sábanas para poder dormir aunque sea un poco.



—¡Buen día señor! —Xiao Jiu entró al estudio de su jefe. Qingyuan se encontraba sentado en uno de los cómodos y elegantes sofás alejado de la computadora, sostenía en su mano un libro el cual fue bajado al ver a su secretario con una taza de café entre sus manos— ¡Le he traído esto!

—¡Oh mi maravilloso café! —La sonrisa no tardó en aparecer al tomar la taza para después darle un corto trago a la bebida— ¡Lamento tanto lo de ayer!

—¿De qué? —Arqueó una ceja con suavidad.

—De tu cita, arruiné un buen momento por contarte sobre mi vida.

—Descuide señor. —El rostro del secretario reflejaba todo menos felicidad, aunque no sorprendió a Qingyuan ya que era una expresión de profesionalismo.

—¿Cómo te fue con tu cita?

—Bien, gracias —la incomodidad se comenzó a hacer presente por lo que abordó de inmediato otro tema—, ¿puede decirme por qué se expuso de esa forma?

—Solo salí a caminar, además como mencioné acudí con escolta.

—Señor —Xiao Jiu adoptó una pose firme, profesional y con un toque de regaño—, no puede exponerse de tal forma, ya sea una caminata o una salida al centro comercial debe recordar que podría estar en el objetivo del enemigo, hasta ahora se desconocen a los asesinos de los anteriores candidatos, ¿por qué ser blanco fácil? ¿Acaso no desea ser gobernador?

Yue Qingyuan observó a su secretario antes de sonreír y colocar la taza de café en la pequeña mesa frente a él.

—Parece que me estás regañando.

—No lo hago, solamente estoy siendo claro, afuera están ocurriendo cosas malas con tal de que alguien llegue al poder y pienso que cualquiera podría hacerlo sin necesidad de eliminar gente porque eso son en realidad, humanos que piensan, sueñan y tienen metas, estoy en contra del asesinato y no creo correcto que usted se arriesgue solo por ver a su amor de juventud.

—Vaya Xiao Jiu tus palabras son duras con toques dulces —el hombre relajó los hombros, fijó la vista en la tapa de su libro y esbozó una sonrisa—, ver a Qinghua me hizo olvidar por un momento del peligro que pude haber corrido al exponerme así.

—Señor, si desea ver a Shang Qinghua tan solo invítelo a su hogar.

—¡Oh no! Sería muy precipitado y no deseo que él piense otra cosa.

—¿Qué debería pensar? —Xiao Jiu le observó fijamente.

—Que —las palabras salían apresuradas en boca de un hombre que aparentemente era fuerte emocionalmente—, que lo estoy invitando a otra cosa.

—Él no es un niño si es que tiene mi edad por lo que comprenderá que tampoco espera a que usted y él solo se dediquen a jugar a la taza de té.

—Xiao Jiu por Dios ¿Qué cosas dices? —Qingyuan se sintió abochornado.

—Señor reconsidere eso ¿de acuerdo? está en derecho de ser feliz pero piense que también está en la mira del enemigo.

—Gracias por preocuparte por mí.

Xiao Jiu asintió formalmente antes de marcharse del lugar, dejó solo a Yue en su estudio, el apuesto joven de rasgos estéticos no se preocupaba por un candidato a gobernador, realmente él solo estaba cumpliendo su misión, mantenerlo vivo hasta el final de las elecciones.

Ya en su escritorio, observó mediante el monitor las cámaras de seguridad, todas colocadas estratégicamente en diversos puntos de la casa y sus alrededores; acto seguido se enfocó en su pc y el archivo recién abierto en el cual había redactado casi todas las propuesta de Yue Qingyuan en el ámbito agricultor y también el apoyo a los campesinos, dado que estaba todo por secciones, empezó a redactar el discurso que daría en la siguiente salida hacia los pueblos lejanos de Cang Qiong para empezar con la campaña activa del candidato a la gubernatura.

En cada palabra, en cada propuesta, había un espejo que copiaba lo mismo a la perfección, uno que adelantaría por mucho al hombre de mirada pacífica y sonrisa tranquilizadora.

Pocas horas después, mandó un mensaje en clave, algo corto y conciso.

«Manda a Shang Qinghua»

Necesitaba mantenerse con un perfil bajo, apenas mandó dichas palabras, retornó sus labores de seguir redactando un discurso que estaba siendo preparado para el éxito.

—Al final ¿qué estará haciendo Binghe? —Murmuró mientras posaba la mirada en el documento.

Aquella pregunta que nació como un pensamiento era solo un acercamiento a un francotirador que estaba a pocos metros de él, oculto en una de las casas contiguas al hogar de Yue Qingyuan. Algo que pasó desapercibido para todos, puesto que en esa estructura no habitaba nadie; hasta ahora.



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Wenas noshies uwu

Entre publicar aquí, terminar los extras y ser asesora de tesis y de primaria, me ando volviendo loca :'v

Pero bueno, es algo que disfruto desde hace años uwu

Más tarde publico otro capítulo

Lobs yu <3



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