Capítulo VII

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—¿De dónde eres Harry?

—De Texas del este—respondió seguro.

—No creo que estés en mi lista Harry—mencionó la profesora dando un pequeño vistazo en la hoja que estaba en su escritorio.

—Okey...—respondió haciendo reír otra vez a los alumnos. La profesora le hizo una seña para que tomara asiento, fue hasta la parte de atrás donde sólo estaba a un lugar vacío de Louis. Este se acercó un poco al rizado.

—Te dije que me esperaras—susurro para que la profesora no lo escuchara.

—Esperé demasiado—respondió y Louis negó con la cabeza.

Sin poder hacer más, dejo que lo siguiera en algunas clases con la condición de que no llamara la atención, aunque eso era imposible porque Harry siempre tenía algo que comentar robándose toda la atención tanto de los maestros, los alumnos y a veces de Louis. Porque todo lo que decía lo hacía con un brillo especial en su mirada, acompañado de una sonrisa, como si estuviera hablando de algo que realmente le gustará.

Tal vez Harry no lo notó, pero en las clases Louis lo miraba de reojo sin evitar sonreír haciendo que las arrugas bajo sus ojos azules sean visibles. El castaño nunca había disfrutado de un día de clases y pensaba que la razón de que hoy lo hiciera se debía a Harry.

La ultima clase del día terminó y ambos fueron al casillero de Louis para que él pudiera guardar sus cosas.

—La operación fue existosa, entonces...—dijo refiriéndose a la que Harry le mencionó que tuvo que hacerse—¿Ya estás mejor?

Abrió el casillero, guardando sus cosas y sacando las que se llevaría a casa, Harry se puso a un lado de él esperándolo.

—Sí, sí—le sonrió levemente tratando de convencerlo, a él y a él mismo. El ojiazul arqueó una ceja aun guardando sus cosas en su mochila.

—Ya dime de dónde eres—sonrió de lado, mirándolo desafiante.

Harry negó un momento en decirle la verdad, pero estaba seguro de que Louis no diría nada, confiaría en él.

—Marte—respondió cómo si eso fuera una respuesta de lo más normal.

Louis lo miró divertido— ¿Vienes de Marte? —el rizado asintió con la cabeza varias veces, haciendo que sus rizos se despeinaran un poco.

—Claro...—mencionó sarcástico, sin creerle—, como sea.

Harry supo que no le creyó en absoluto entonces decidió contarle un poco más; sacó de su suéter la fotografía que había impreso de sus padres, la desdobló y se la mostró a Louis.

—De acuerdo, ella es mi madre—señaló a la mujer—, falleció.

—Lo siento—exclamó Louis, recargando su mochila en un hombro.

—¿Por qué?, —lo miró sorprendido—no fue tu culpa, yo la mate—Louis ladeó levemente la cabeza, confundido con lo último—. Y él es mi padre—señaló esta vez al hombre—. Me ayudarás a buscarlo, no sé dónde está, pero...—mencionó más como afirmación que pregunta.

Louis tomó la fotografía de las manos de Harry para observar más de cerca, miró al frente viendo a un muy ilusionado rizado esperando que le dijera que sí lo ayudaría.

—Tienes la sonrisa de tu madre—halaga y el rizado bajo la mirada empezando a sonrojarse, dejando salir una pequeña risa nerviosa. Louis lo miró con ternura e inmediatamente cerró su casillero para salir del edificio, Harry fue detrás de él.

Ambos se subieron a la moto del ojiazul, él como conductor, obviamente, y el rizado detrás de él abrazándolo por la cintura. Juntos fueron de camino a la vivienda de Louis a dejar algunas cosas, para después empezar con la búsqueda del padre de Harry.

Una vez allá, Louis entró en la casa y Harry se quedó en el patio esperándolo, observando al pequeño can que estaba sentado tomando el sol y a todo a su alrededor, al mismo tiempo que arreglaba sus rizos, pues estos se habían despeinado durante el camino.

En cuanto Louis entró en la casa dejando su mochila y buscando algo de dinero un grito llamó su atención, tanto la de él como de Harry.

—¡Harry! ¡Harry tienes que venir conmigo ahora! —Alzó la mirada del can observando a distancia a Roger, quien estaba detrás de una reja. Louis se asomó rápido a la ventana para ver de quién se trataba.

—¡NO! —Exclamó comenzando a caminar hacia atrás.

—¡Te estás poniendo en grave peligro!

—¡¿Por qué no me dejan en paz? ¡Es mi vida! —Respondió más molesto.

—¡Harry!, ¡Hazz! —Mencionó una tercera voz, Kendra—, ¡Hazz por favor ven conmigo!

Harry negó con la cabeza empezando a alejarse del lugar—. ¡Voy a buscar a mi padre! Es lo único que tengo.

La mujer negó con la cabeza—. Harry no es cierto, me tienes a mí—detuvo su paso y se volteó a verla.

—¡Claro que no! Kendra tú mismo lo dijiste, tú no quisiste hijos—apretó ambas manos formando un puño, tratando de no empezar a llorar.

—Harry sabes que no me refería a ti.

—¡Jamás quisiste hijos, y lamento que hayas tenido que criarme! —Se dio la vuelta empezando a correr hacia el campo para escapar, Louis salió de la casa por la parte de atrás teniendo un plan de escape. Kendra y Roger empezaron a seguir buscando una forma de entrar en la propiedad.

Acordaron en que Roger fuera por la camioneta y Kendra fuera detrás de Harry, quien estaba corriendo en medio de lo que parecía ser una pista, iba tan concentrado en no perder la velocidad que no se dio cuenta de cuando un avión empezó a seguirlo por el camino; era Louis, quien trataba de ayudarlo.

Harry escuchó el ruido detrás de él antes de alejarse dejando al avión pasar y luego corriendo detrás de este para alcanzarlo.

—¡Vas a tener que subir! ¡Corre! —Gritó Louis desde el asiento del piloto.

No sabe de donde tomó mucha fuerza Harry para aumentar la velocidad y llegar a lado del segundo asiento que había en el vehículo.

—¡Harry ya hazlo! —Refiriéndose Louis al subirse.

Detrás de ellos ya no sólo iba Kendra corriendo, ahora también una camioneta negra por donde se asomaba Roger, gritando que aumentará la velocidad del vehículo y que sólo intentan ayudarlo.

Finalmente, Harry logró sostenerse del avión, subiendo en este y agarrándose para evitar caerse, mientras el viento chocaba con su rostro, una sensación increíble de libertad llegaba a su pecho. Se soltó de un brazo para poder sentir más esa libertad mientras gritaba emocionado.

—¡Hazz mejor siéntate! —Le pidió Louis, Harry lo ignoró por completo volteando a ver a la parte de atrás, donde venía Roger y la camioneta, ya estaban a punto de perderlos de vista.

—¡Hazza enserio siéntate por favor! —Volvió a pedir y esta vez Harry obedeció, sentándose a espalda de Louis y colocándose el cinturón.

Una vez eso, Louis empezó a acelerar más el paso para empezar el despegue del avión, alzando la palanca y esperando a que esta no fallará.

Perdieron de vista a la camioneta y el vehículo se elevó por los aires, logrando así escapar, por ahora, de Roger y Kendra.

—¿Hazza? —Preguntó divertido el rizado acercandose al oido de Louis para que lo escuchara, pues el ruido del viento y el avión era muy fuerte.

Louis no volteó a verlo ya que su rostro se empezó a sonrojar. Pensó que lo había dicho en su mente.

—¿Te molesta? —Lo miró de reojo, sintiendo su estómago como una fiesta en su interior.

Harry sonrió más con la mejillas teñidas de rojo y dos hoyuelos de cada lado. Negó con la cabeza, volviendo la vista a su alrededor.

—Si sabes volar esto, ¿verdad? —Preguntó Harry segundos después.

Nop—respondió Louis y aunque su respuesta era preocupante, el rizado aun así extendió los brazos, volviendo a mirar a hacia ambos lados maravillándose con la vista de montañas, terrenos y nubles a su alrededor.

Louis apartó la vista un momento de enfrente para mirar a Harry, quien le sonrió con hoyuelos en las mejillas, el ojiazul le devolvió la sonrisa, regresando nuevamente la vista al frente.

Todo parecía ir en orden, estaban muy lejos de la casa de Louis que dudaban en que los encontraría fácilmente, sin embargo, siempre tiene que pasar algo que arruine las cosas, pues el avión comenzó a quedarse sin combustible y por consecuencia, empezó a bajar en el momento menos indicado, cuando pasaban por la autopista.

Y sin que ellos lo supieran, obviamente Kendra y Roger los encontraron, alarmándose cuando su localizador indicaba que iban a aterrizar en la autopista.

—Escucha am...—habló Louis nervioso mientras trataba de buscar una solución—. No será fácil, por lo general tengo una pista de aterrizaje.

Estaban cada vez más cerca del suelo que el pánico invadió a ambos chicos cuando estaban a punto de estrellarse contra un camión.

—¡Louis arriba! ¡Arriba! —Gritaba Harry cubriendo su mirada cuando ya estaban cerca del otro vehículo.

Con la última fuerza que le quedaba al avión, Louis pudo elevarlo pasando por encima del transporte, pero inmediatamente este volvió a descender. 

Las llantas chillaron en cuanto tocaron el concreto de la carretera, pues este iba a gran velocidad y para mala suerte de ellos había un montón de autos pasando. Sin tener forma de frenar, muchos de los vehículos trataban de rodear el avión y en una de esas Louis logra al menos desviar el avión fuera de la pista, pero ahora, dirigiéndose directo a una cabaña hecha de madera, un almacén.

—¡Vamos a tener que saltar, sígueme! —Mencionó Louis a Harry levantándose de su asiento, pues no había otra forma.

Ambos salieron de sus asientos, el castaño siendo el primero en aventarse seguido de Harry, quien cayó por accidente encima de él haciendo que rodaran unos metros.

Observaron el avión chocar contra la cabaña sin ser conscientes en la posición que estaban, Harry encima de Louis. El avión hizo explosión inmediatamente que tocó contra el almacén, ambos se cubrieron con los brazos de los pequeños trozos que salían disparados.

En las alturas Kendra observó desde su rastreador que el avión había hecho impacto con algo e inmediatamente Roger se dirigió a las coordenadas anteriormente localizadas.

Ambos chicos voltearon a verse, empezando a sonrojarse. Harry fue el primero en levantarse soltando una risa nerviosa al igual que el castaño. Apartaron la mirada de ellos por unos segundos, hasta que Harry ofreció su mano a Louis para ayudarlo, este lo tomó y se levantó.

¡Wow! La mano de Harry se sentía muy suave y cálida, parecía estar hecha para ser sostenida por Louis, solamente por Louis. Se soltaron de la manos más nerviosos y sonrojados. El ojiazul comenzó a sacudir su ropa de polvo y Harry copió su acción.

—Qué desastre—mencionó Louis, tratando de pasar los nervios, de pronto recordó que estaban huyendo—. Tenemos que irnos, corre—tomó a Harry del brazo empezando a salir del lugar antes de que los encontraran. Dirigiéndose hacia la carretera en busca de alguna tienda, pueblo o algo donde hicieran una parada.

Mientras tanto, Roger, Kendra y entre algunos agentes llegaron al lugar de impacto buscando señales de cuerpos, sin embargo, no encontraron nada, lo que hizo preocupar más a ambos adultos.

—No hay cuerpos—mencionó Tom acercándose a ellos.

—¿¡Qué?!, ¿seguro? —Exclamó Kendra.

—Seguro, revisaron cuidadosamente los escombros, están vivos y escaparon.

Kendra soltó un suspiro de alivio y la preocupación de Roger bajo al menos un 5%

—¡Tenías un trabajo! —Reclamó Roger a Kendra, mientras calmaba sus latidos acelerados debido al susto—¡Un trabajo, proteger a Harry! —Ella alzó la mirada indignada.

—Evitar que Harry tuviera contacto con el mundo exterior e impedir este tipo de eventualidades—continuó reclamando en voz alta.

—¿Me está culpando? —Preguntó ofendida. Roger no contestó y Kendra soltó una risa falsa—. Lo admiraba más que a nadie y le digo una cosa. Apoyamos el Texas del este por usted durante años.

—¿Qué quieres decir Kendra? —Preguntó más calmado, Roger.

—Lo que quiero decir es que toda su misión era su trabajo, su responsabilidad y se dio por vencido—eso fue un golpe bajo para Roger, aunque sí, era verdad lo que decía—¿Dígame dónde estaba?

Sin esperar respuesta, que claramente no recibiría, se alejó del hombre empezando a localizar a Harry. Roger se quedó unos segundos estático en su lugar reflexionando las palabras de Kendra.

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