Capitulo 25

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POV Marcy.

Eran casi las ocho en punto, y todavía estaba de pie frente a tres vestidos extendidos sobre la cama. Miré de cerca a los tres, tratando de decidir cual le gustaría a Anne. Conociendo sus gustos, yo apostaría por su respuesta en una sola palabra.

Ninguno.

Sonreí ante mis ideas imaginándola decir eso. Con esa sonrisa traviesa y atrevida, acompañado de sus iris verdes en una tonalidad oscura. Hoy, nuestro día había sido diferente, trabajando Boonchuy's Industry nunca había sido tan agradable. Después del delicioso evento en el ascensor esta mañana, mi estado de ánimo estaba a mil. Dios, Anne podría hacer perder mi mente. ¿Cuántas cámaras en el ascensor nos habían grabado de esa manera?

No era bueno pensar acerca de ello. Hacer felices a los de seguridad de ese edificio no estaba entre mis intenciones.

Mentalmente negué la posibilidad en la que Anne no parecía importarle cuando me hizo suya de esa manera, confieso que me gusto mucho. La quería por lo que era: arrogante, dominante y poderosa. Me rendí fácilmente a sus órdenes, a pesar del esfuerzo que hice para resistir. Yo no podía. Ella tenía un poder único sobre mí, sus ojos me hipnotizaron lentamente, dejándome a merced de su voluntad. Y no tenía más remedio que aceptar.

- Dios ¿no te has decidido? En poco tiempo te tienes que ir. - Me ha dicho Ivy entrando a la habitación despertándome de mis pensamientos.

- No puedo elegir, cuál es mejor. ¿Que crees?

- Creo que, para Anne no importa, ella lo que realmente quiere es verte sin ropa. - Amity dijo caminando detrás de Ivy.

Solté una risa al escucharlo.

- Amity siempre muy delicada. - Ivy dijo mirando a los tres vestidos. – Deberías ir con esto.

La mujer dijo señalando el vestido negro con detalles de encaje.

- ¿Por qué elegiste este?

- Digamos que se ajusta bien a la ocasión. Anne parece que le gusta el negro, y este vestido es muy atractivo. Usa tacones y medias negras.

- Ivy dando consejos sobre cómo ser atractiva... Nunca pensé que vería esto! - Amity dijo mientras se tiraba en la cama.

- Tengo mis secretos, Jane. - Ivy habló fingiendo misterio.

- Que alguien llame a Ivy, por favor secuestraron a mi amiga. Alejate de mí en el nombre de Jesús quien quiera que seas! - Amity habló haciendo el símbolo de la cruz con los dedos.3

Ivy y yo empezamos a reír.

- No sé que sería de mi sin ustedes chicas.

- Nadie querida, no serías nada. - Habló convencida.

- Nina, no pierdas el tiempo, solo prepárate.

- Será mejor que no pierdas tiempo, tienes muchos que hacer hoy.

- Amity, no empieces - Ivy habló rápidamente.

- Me refiero al "Imperium", o han olvidado que hoy es el día de Darcy?

¡Dios! Me había olvidado por completo de ello! Mi relación con Anne me estaba haciendo perder la cabeza como para olvidar mis compromisos. Por un momento, sabiendo que es el día que Darcy baila en Imperium me hizo feliz. Anne se ha olvidado acerca de ello o simplemente no quería ir?

Su falta de interés por la stripper, o más bien de mí, era por lo menos alentador. Yo no sabía cómo iba a salir de esta. Mis acuerdos con Terri fueron siempre muy puntuales, no tolera fallos. Salvo en casos muy graves.

- Maldita sea, ¿qué hago ahora?

- Debiste haber pensado en eso antes. -Mi Dios! Esa mujer te está volviendo el mundo de cabeza

Caminé de un lado a otro con la preocupación de lo que haría. No podía cancelarle a Anne, no quería cancelarle a ella. Pero tampoco podría dejar a Terri colgada. Dios, por un momento me gustaría desaparecer a Darcy de mi vida. Pero, ¿cómo desaparecer una parte de ti?

Uno de los problemas de tener dos vidas es que en algún momento, los caminos se podrían cruzar. Y que tendría que tomar las decisiones correctas.

- Ve a cenar, hablaremos con Terri, e inventaremos algo - Ivy propuso rápidamente.

Estaba sorprendida, Ivy nunca se metía entre las cuestiones de Darcy. Según ella, entre menos personas saben mejor.

- Está bien, me alistare

Yo estaba un poco confundida. Anne en todo este tiempo nunca se ha perdido una presentación de Darcy. Y será que ella lo iba hacer por mi? Si es así, puede ser que tenga en cuenta sus intenciones importantes y serias. Anne me estaba haciendo sentir más atraída a ella.

- Nina? - Oí gritar a Ivy desde el otro lado de la puerta

- ¿Sí?

- Pedro acaba de decir que hay un conductor esperando por ti abajo.

- Debe ser AbuHop.

- Él es, está abajo esperándote.

- Anne siempre muy humilde, ¿no es así? - Amity dijo riendo.

- Siempre. - Dije al salir del baño.

Yo estaba lista. Había optado por la elección de Ivy. Use el ajustado vestido negro, que tenía detalles de encaje en el área del busto y los hombros. Mis piernas estaban cubiertas por medias hasta la mitad suspendido por una liguera cinta, que sólo aquel que levantara el vestido podrían verlo, en este caso, Anne. Andaba un ligero maquillaje destacando mis ojos y labios. Y tacones altos.

Me miré en el espejo por última vez antes de agarrar mi bolso. Y modestamente, yo estaba sexy.

Muy sexy.

- Buena suerte, Nina. - Ivy dijo sosteniendo mi mano.

- Yo digo, Buenas noches- dijo Amity llevándome a la puerta.

Al bajar del edificio, el auto negro de Anne estaba aparcado en la entrada. AbuHop siempre puntual estaba de pie al lado. Cuando él me vio me sonrió, abriendo la puerta para mí formalmente.

- Buenas noches, AbuHop. - Dije mientras me acercaba

- Buenas noches, señorita Wu

Me metí en el coche, sintiendo el fuerte olor a Anne dispersado en todo el coche. Su presencia era vibrante, incluso sin ella ahí dentro.

- ¿Dónde vamos, AbuHop?

El conductor miró por el espejo y luego dijo:

- En el Ritz Carlton. La señora Boonchuy ya está esperando.

Anne realmente no era modesta. Ritz Carlton era el hotel más caro de Miami y poseía uno de los más lujosos restaurantes de la zona.

En cuestión de minutos, AbuHop estaba parqueando el importado auto negro en el enorme y poderoso edificio. El hombre corrió rápidamente hacia la puerta para abrirla.

- Bienvenida, madame. Que tenga una linda noche.

Solo asentí

Un joven alto, con el pelo rojo se acercó.

- Buenas noches, Señorita. ¿Tiene reservación? - preguntó

- Sí, está en el nombre de Anne Boonchuy.

- Oh! Sí, lo siento... venga conmigo.

Entré en el lugar y estaba simplemente fuera de lo común. Sofisticado y lujoso fueron las palabras exactas para dicho ambiente. Era un hotel de cinco estrellas. El chico cogió el pequeño teléfono celular marcando los números que acaba para después hablar

- Buenas noches, señorita Boonchuy, la señorita Marcy Wu acaba de llegar.

- Tráela a mí. - Oí la voz de Anne al otro lado de la línea.

- Si señora.

El chico joven rápidamente se encargó a obedecer las órdenes dadas, llevándome hacia el ascensor. Pasamos el piso dieciocho, cuando la puerta se abrió.

- Buenas noches, señora

Sonreí débilmente, dejando la caja de metal. Yo, por supuesto, estaba en la planta superior. En el gran espacio divinamente decorado, había una mesa en la parte de atrás, en frente de toda la vista que se pueda tener de Miami. Estaba increíble! Caminé lentamente, escuchando el sonido de la música. Sobre la mesa, platos finos posicionados con todas las posibles reglas de la etiqueta.

Pero lo que yo admiraba era la vista de todo lo que había. Los enormes edificios parecían ser pequeño y lleno de luces que salían de sus ventanas. El tráfico vehicular se notaba solamente por pequeñas luces yendo de un lado al otro.

- Te gusta lo que ves, ¿Wu?

Juro que me sentía débil cuando oí su ronca voz tan cerca de mí. Giré y mire una misteriosa y divinamente perfecta Anne. Ella llevaba un vestido negro con un escote entre sus pechos. Su cabello estaba suelto y ligeramente ondulado. Su maquillaje era normal, haciendo hincapié en sus ojos tan verdes y su boca. Ella estaba muy sexy.

- Me gusta mucho. - Hablé mirándola

- ¿Sabías que a mí también me gusta lo que veo? - Dijo caminando hacia mí.

Deteniéndose a pocos centímetros de mí, mirándome con sus ojos hipnotizantes

- ¿Vino? - Ella dijo extendiendo una copa para mí.

- Claro

Anne sin apartar los ojos de mí, degusto lentamente el vino que estaba en su copa. Dejando que el líquido humedeciera sus labios tan deseables. ¡Maldita!

- Se ve maravillosa, señorita. Wu

- Usted también lo está!

Anne sonrió de lado

- Espero que disfrutes de esta noche.

- Estoy segura que lo hare.

Dije tomando una respiración profunda, mirando adelante hacia aquella vista panorámica que el edificio nos ofrecía. Era hermoso

- Me gusta este lugar - Anne comenzó a hablar - Me encantan los lugares donde puedo ver todo lo que sucede a mi alrededor

- Controladora, ¿no? - Le susurré.

- Exactamente, me gusta controlar todo a mí alrededor. Me gusta dominar lo que es mío. - Ella habló mirándome intensamente.

- ¿Nunca fue dominada? - Pregunté sin miedo, mientras tomaba un sorbo de vino tinto.

- No, y nunca lo seré, señorita Wu.

Nuestros ojos permanecieron fijos durante largos segundos

- ¿Por qué?

- Digamos que no está en mi naturaleza, no acepto ser dominada.

- Lo sé muy bien. Usted gusta de mandar...

- Y me gusta que obedezcan.

Era una locura cómo nuestra conversación abarco dobles sentidos. Al menos era tentador dejar de lado la cena para hacer cosas mucho más placenteras, sabía muy bien que le encantaría.

- Mejor cambiamos de tema.

Anne dejó escapar una risa sarcástica. Llevando su mano a mi espalda, encaminándome al sofá blando que estaba allí. La chimenea ardía calentando me dé un frío que estaba segura de que Anne podría cambiar.

- Me gusta nuestro tema, Mar Mar.

- También me gusta, pero si seguimos con el, las cosas van a ir por otro camino. - Dije poniendo la copa sobre la mesa de centro frente a ella.

- ¿Cual camino? - Ella susurró muy cerca

Cerré los ojos sintiendo su cálido aliento contra mi piel.

- Uno que usted sabe muy bien cómo me lleva. - Susurré.

Incluso sin ver su rostro, supe que ella sonreía, sonreía confiadamente. Anne se aproximó mas mordiendo lentamente el lóbulo de mi oreja.

- Anne...

- Quieta, Mar Mar. - Susurró la mujer, llevando una mano a mis piernas. - Sólo acaricio.

Dios, su voz era ronca y llena de lujuria. Sentí la lengua de Anne ir al encuentro de mi cuello, deslizando lentamente sobre mi punto de pulso, mientras sus manos se dirigían hacia el interior de mi muslo. ¡Maldita sea! ¡Tenía que ser fuerte!

- Es increíble lo que me haces... - Anne me dijo al oído - me mojo sólo de pensar en follárte en este momento.

Clavé las uñas en la tela suave del sofá. Un calor tomó mi cuerpo sólo de oírla hablar de esa manera tan vulgar. Anne llevo una mano a mi pelo girando mi rostro hacia a ella.

- Me encantan sus ojos cuando está ardiendo de deseo, Wu. Tan calientes, y míos.

Sostuve la cara de la mujer y la lleve a un beso voraz, que Anne se encargó de devolver perfectamente bien. Su lengua buscó la mía con deseo y hambre. Jadeé al sentirla serpenteado en con tal habilidad. Nos besamos como dos locas perdidas en deseo.

- Dios necesito controlarme a tu alrededor... - Anne susurró sobre mis labios.

Deje su boca respirando con dificultad

- No necesitas, bésame. - Dije tirando de ella hacia mí.

Anne me mordió el labio inferior de forma sexy. Y sonrió.

- Vamos a cenar, señorita Wu.

Asentí maldiciendo cielo y la tierra de que ella hubiera parado. Anne se puso de pie, tomando la copa de vino y yo hice lo mismo, hasta que sentí que mi celular vibro en mi bolso. Rápidamente tome el pequeño dispositivo dentro de la bolsa y vi un mensaje de Amity

"¿Qué quería ahora?"

Abrí el mensaje mientras Anne se encargó de cambiar la música de fondo.

"Nina, Terri dijo que necesita tu presencia en Imperium hoy. Personas importantes van a ir sólo para verte"

¡Joder, joder, joder!

¿Precisamente hoy? Yo no puedo

- ¿Está todo bien Marcy?

Miré a Anne que me miraba con curiosidad.

- Sí, todo bien.

- Perfecto, entonces, siéntate aquí. - Anne dijo tirando de la silla para mí.

Sonreí para mí misma y me dirigí hacia el lugar que me había señalado. Anne fue rápidamente a su lugar frente a mí.

- Espero que disfrutes la cena. Me encanta la comida de aquí.

- He oído mucho de aquí, es un lugar muy caro.

- Sí, este lugar es realmente el más caro de Miami. Pero yo creo que la ocasión lo merecía.

- ¿Lo merecía? Usted sabe muy bien que no me interesan sus condiciones financieras ¿verdad?

Anne sonrió

- Lo sé, Mar Mar, pero a mi si me interesa. Y si puedo ofrecerte las cosas de la mejor calidad, no me voy a oponer eso. El dinero es bueno.

Arrogante y presumida. ¿Por qué se me hace tan sexy?

Dos mujeres perfectamente bien uniformadas entraron al lugar, nos sirvieron más vino y platos elegidos por Anne. Y en ningún momento, Anne apartó los ojos de mí, sus dedos se deslizaron sobre la costa de mis manos en una caricia tranquila.

- ¿Nos habrán visto? - Le susurré

Anne sonrió

- No sé, pero si nos vieron, no me importa.

- ¿Qué crees que vayan a hablar? Me refiero de nosotras. - Hablé poniendo el delicado pañuelo sobre mi regazo

- No sé, Marcy. No quiero pensar en esas cosas. - Anne habló para después, probar su comida

- Yo creo que hay que mantener esto en secreto, ¿no crees?

Anne me miró seria. No sé si mi idea le incomodaba. Anne no era exponerse a nadie, pero no vivía en secreto.

- Vamos a actuar de forma natural, ¿ok? No tengo absolutamente nada con eso. También no necesitamos gritar a los cuatro vientos que somos...

Anne se calló. ¿Lo que teníamos? ¿El sexo y los besos?

- Entiendo. Es sólo que no quiero ser la secretaria que quiere andar en la vida durmiendo con la jefa.

- Yo jamás pensaría eso de ti, Mar Mar. - Anne se me quedó mirando.

- ¿Segura?

- Lo juro, Marcy

- Además de que yo no quiero ser la jefa que sólo duerme con sus empleados

- Bien.

- Quiero más de ti, Marcy, mucho más de lo que tenemos ahora.

Dios, ¿qué quería decir con eso? Me quedé en espera de más palabras, y, de nuevo apareció un sms Amity. ¡Joder! ¿No tendría paz? Sin dejar que Anne viera, abrí el mensaje de texto.

"¡Dios! Terri me quiere cortar el cuello! ¿Dónde estás?"

Tome rápidamente el dispositivo y Anne lo persivio.

- ¿Tienes algún problema? - Ella preguntó con curiosidad.

- No, ninguno

- Parece que alguien realmente quiere tu atención.

- Sí, Amity se siente mal. Y Ivy no está en casa.

- Pensé que Amity iba a salir fuera con AbuHop esta noche. Paso toda la mañana animada. - Habló intrigada.

- Debe de haber cancelado, tú entiendes las razones, ¿no?

- Por supuesto, yo entiendo. Difícil que AbuHop entienda.

Terminamos de comer en una animada conversación, y la misma mujer vino a retirar los platos y se retiró rápidamente.

- AbuHopo parece ser un buen hombre, pero garantizo si él es un bastardo y hace algo en contra de Amity lo mato, y te matare a ti por no decirme nada.

Anne dejó escapar una risa divertida

- ¿Sería capaz, Señorita Wu?

- No tienes idea, Boonchuy.

- No te preocupes, te voy a decir si AbuHop hace algo.

- ¿Lo harías? Él es tu mejor amigo

- Cuando estamos juntos con alguien no podemos ocultar nada.

- Tienes razón.

Anne asintió tomando un sorbo de vino.

- Dime... no parece que te gustan las mujeres. ¿Cuándo llegó a existir ese lado de ti?

- Siempre me han gustado, Anne. Desde muy joven.

- Pero usted anduvo con Mahone, recuerdo verte con él.

- Sí, él es un buen tipo.

- Es un chico, Marcy. Él no sabe nada. - Habló de mal humor.

- ¿Por qué no te gusta él? Nunca entendí eso

Anne me miró seria

- Es que no me gusta enfrentarme, y mucho menos que se metan en mi camino. No parece ser una persona de confianza. Y quiero aclarar una cosa, te quiero lejos de él.

- ¿Esta es una petición?

- Una orden, Wu, yo no quiero que estés cerca de él de ninguna manera.

- Muy mandona, Anne. - Bromeé, tomando un sorbo de vino.

- Bueno me obedeces.

- ¿O?

- Tendrás graves consecuencias, Marcy

Maldita sea, ¡me encantó! Sólo Dios podría saber cómo me sentí cuando ella me dio esas órdenes. Me gustaba mandar también, pero recibir las órdenes autoritarias Anne fue enloquecedor.

- No quiero descubrir, Marcy. No me tientes.

Anne se puso de pie y sostuvo mi mano, llevándome a la enorme terraza del edificio. La vista se había puesto mejor, la noche estaba abierta. El cielo era negro con brillantes luces y puntos brillantes.

- Es tan hermoso... - hable admiraba

- Lo sé, es realmente maravilloso. - Anne dijo, y seguramente no era por el cielo que estaba diciendo eso.

Sentí sus manos en mi cintura, y su cuerpo pegado en mi trasero.

- Lo siento, pero no puedo mantenerme lejos de ti, no más. - Anne susurró en mi oído.

Cerré los ojos dejando a la mujer besar mi cuello. Pongo la copa en la orilla que estaba allí, uniendo mis manos entre las suyas.

- Entonces no lo estes, Anne - susurré débilmente.

La mujer tomo mi cabello lentamente con sus dedos, poniéndolos de un lado. Mientras distribuía besos sobre mi cuello.

- Oh, cielos...- casi gemía.

- ¡Dios! Marcy... ¿Por qué me haces esto a mí? - Anne pregunto volteándome a ver.

La mujer me pego a la pared con fuerza, clavando su cuerpo contra el mío.

Una de sus manos descendió hasta mi muslo, poniendo nuestros cuerpos en sincronía

-No sabes la ganas que tengo de descubrir lo que estás llevando bajo ese vestido... - Hablo con voz ronca, tocando con los dedos sobre la liga.

-Escogí algo especialmente para ti. - Susurre entre sus labios.

-No deberías de haber dicho eso.

Mire directamente a sus ojos, que estaban cargados de lujuria. Anne tomo una respiración profunda y me tiro con fuerza, levantándome del suelo, haciendo que mis piernas queden alrededor de su cintura. ¡Dios, es que no podía con ella! La bese con ganas, mientras sus manos agarraban mi cuerpo, Anne camino lentamente hacia el lugar, guiándonos en dirección al sofá en el cual nos sentamos estando encima de su regazo.

-Eres tan caliente, ¡maldita sea! - Ella levanto mi vestido hasta mi cintura.

Sus dos manos estaban en mi cabello, tirando de mí en un beso caliente, e intenso. Su lengua invadió mi boca con hambre y deseo. Yo estaba en fuego, caliente y húmeda.

Anne descendió sus manos hacia mi culo, en el cual apretó con tantas ganas que yo casi gemí.

-Oh, Cielos, Anne... aquellas mujeres pueden entrar aquí y vernos de esta manera

-Al diablo con ellas, yo te quiero a ti.- Anne hablo arrancando mis bragas de mi cuerpo. Gemí por su acto tan brusco. ¡Dios!

Anne se llevó una mano a mi palpitante sexo, y poco a poco deslizo sus dedos sobre el

-Mierda, estas empapada, Wu.

Juro que me sentí desconcertada. Yo quería, quería a la mujer de todas las maneras posibles. Podía escuchar sus palabras sucias, el sonido de la fricción de sus dedos sobre la carne mojada de mi sexo. ¡Dios! Gemí con tal facilidad.

Y en el fondo, podía oír el sonido estridente de mi teléfono sonando sin parar

-Anne...

- ¿Si? dime.- Susurro la mujer que poco a poco besaba mi pecho, yendo hacia mis senos.

-Mi teléfono, necesito contestar....

-Tú no vas a contestar.- Ella ordeno.

Yo no quería contestar, yo no quería parar, pero sabía de quien se trataba.

-Es solo un momento, Anne. Amity necesita de mí...

-¡No, no preciosa!- Ella hablo antes de besarme.

Sostuve un gemido cuando la mujer comenzó a frotar mi clítoris

-Yo no tardare, por favor...Anne!

La mujer no paro, solo continuo con más ganas. Gemí, joder, gemí a voluntad!

-Siente... Solo me necesitas a mí.

Quería continuar, pero sabía lo que estaba en juego. Espero que Anne me perdone, y que dios me de la fuerza, pero yo tenía que parar.

-Para, tengo que ir.

Anne se detuvo jadeante, mirándome fijamente

-Pero, Marcy...

- Lo siento...- Dije levantándome de su regazo.

-Tienes que estar bromeando, ¿Verdad?

El teléfono volvió a sonar por décima vez en ese banco. Pude ver el rostro furioso de Anne en la misma dirección

- Lo siento... - Susurre. Anne respiro hondo y se levantó

-Está bien, puedes ir.

-No te pongas así, Yo solo no puedo ahora. Bien sabes que si fuera por mí, me quedaría toda la madrugada aquí.

- Esto va a pasar, ¿Esta bien? voy a enviar AbuHop para que te lleve con ella

Estaba enfadada, y yo no le quitaba sus razones. Yo también lo estaba, yo quería aquella noche tanto como ella. Pero tenía un compromiso con Terri y no podía fallar.

- No es necesario, puedo tomar un taxi

Anne no insistió de nuevo. Solo se dirigió hacia el mostrador para agarrar un vaso de whisky. Me sentí tan mal de dejarla ahí, pero no tenía otra opción. Me acerque un poco hacia la mujer que parecía alejarse.

-Nos vemos mañana - Ella hablo por fin

Entre en aquel ascensor bufando de rabia. No Anne, pero la situación que la vida me había colocado.

Ella me quería allí en sus brazos y me detuve. Dios, ¿dónde tenía la cabeza?

Luche por ella, y ahora me voy.

Mi teléfono sonó de nuevo.

-¿Qué es? - Hable molesta.

-¿Dónde estás, Darcy?- Oí la voz furiosa de Terri

-Estoy en camino. -Colgué sin decir nada más

Salí del ascensor y un muchacho pelirrojo me miro curioso

-¿Está todo bien, señora?

-No.- Hable saliendo del edificio.

Me metí en el primer taxi que vi. Estaba furiosa, Yo había acabado con una noche maravillosa. ¿Por culpa de quién?

Darcy.

En menos de media hora, ya estaba en frente de Imperium. Le pague al conductor que sonrió humorísticamente. Fui hacia la parte trasera del club directo a mi camarín. Pedí a los guardias que le avisen a Terri de mi llegada, y así lo hicieron.

-Pensé que no vendrías.- Hablo la rubia al entrar a mi camarín sin incluso golpear

-Pensaste mal, ya estoy aquí. - Hable maquillándome al frente del espejo.

-Escucha, Darcy, yo no soy dura contigo, y nunca ha sido así. Pero yo no quiero que te olvides del compromiso que tienes conmigo por tus aventuras. A través del espejo pude ver a la mujer hablar.

-Estoy aquí, ¿Verdad? - Dije girándome hacia ella.

Terri estaba en silencio

-Grandioso que estés aquí.

-Perfecto, ahora déjame terminar. - Hable con rudeza.

La mujer me miro seriamente y luego se retiró. Me volví hacia el espejo de nuevo, poniendo la última cosa que me faltaba para completar la transformación.

La máscara negra.

Marcy ya no existía, había solo un reflejo de la seductora y arrogante Darcy. Ella no era dulce, y mucho menos piadosa, yo arrancaba de aquellas personas todos sus suspiros y dólares de sus bolsillos.

-Vamos al trabajo. - Hable con mi reflejo en el espejo.

Salí de mi camarín viendo a Selena a un lado, mirándome con una cierta envidia y la risa burlona al escuchar la conversación con Terri. Como siempre... camine por el pasillo oscuro, solo oyendo los murmuros de las personas allá fuera, risas y conversaciones sucias. Me posicione en el debido lugar, tomando una respiración profunda.

Al escuchar los primero compases de la canción, el enorme foco de luz se puso sobre mi cuerpo, dando inicio a la hipnosis.

[Pon la música]

Cerré los ojos dejando que mi cuerpo fuera llevado por la música sensual. Yo sabía todos los pasos sin al menos pensar. Y, cuando abro los ojos frente a la multitud no lo podía creer. Pero ella estaba allí. Anne se dirigió hacia el escenario, mirándome.

Rece a Dios que ella no estuviera allí, que no fuera Anne. Yo quería creer que Anne no quería a alguien que no fuera Marcy. Pero ella estaba allí, a merced de Darcy de nuevo.

Yo sabía, que parte de la culpa de que este ahí es mía, sabia la ira que estaba sintiendo, y que si yo no me hubiera ido, ella no estaría aquí ahora. ¿Pero debido a que no estaba allí? ¿Por qué tuvo que correr a los brazos de otra? ¡Maldita, arrogante y traicionera!

Una rabia sin medida tomo cuenta de mí, las palabras de Ivy fueron sabias el día anterior.

"Nina, si está detrás de Darcy está en busca de algo, es porque ella no está tomando en serio lo que están empezando" Si Anne quería de esta manera, así ella lo tendrá.

Camine en dirección al tubo de acero. Comenzando mí coreografía. Yo la seduciría, necesitaba saber hasta qué punto ella llegaría. Movía mi cuerpo de la manera que yo sabía que ella le gustaba. Sentía sus ojos calientes sobre mí, desnudándome hasta la última pieza que cubría mi cuerpo.

Anne tomo su Whisky inseparables. Y yo bailaba, bailaba para ella, con rabia y deseo de lo que no hicimos esa noche.

Resbale hasta el suelo, mostrando mi cuerpo a ella que me miraba sin aparta la mirada un minuto. Me mostraba de nuevo a ella, subiendo y bajando rápidamente.

¡Maldita sea! ¡Yo quería que se fuera! Que dejara de querer a Darcy. ¡Dios! ¡La odiaba!

Pero continué, bailé en la forma más erótica que podía hacerlo. Golpeé mi mano haciendo mantener el ritmo. Y yo estaba tomando pieza por pieza hasta mi diminuta ropa interior en el escenario. Molestarla más, he jugado en su regazo, y la perra tomó la prenda y olfateó con añoranza. La gente estaba loca. Ellos gritaron y lloraron por mí. Era inexplicable sensación, me sentí deseaba, cortejada por todos los presentes. Dólares y más dólares fueron lanzadas en mí, como una lluvia de poder.

Y yo bailaba. Caminé de un lado a otro haciendo todo lo que sé.

"Maldita sea, Darcy, eres demasiado caliente!" - Un joven lloraba, y yo parpadeo incluso sonrió alegremente.

Me deslicé mis manos por todo el cuerpo, pasando por lugares donde cualquier persona no pagaría la suerte de jugar. Pero sólo un tonto que se me quedó mirando ahora, he podido.

Arreglo mi cabello y volteo a mirarla a ella, mirándola con deseo. Caminé hacia el tubo de acero y me froté con la misma, atrayendo frenéticos gritos de los hombres en el lado.

Sostuve con ambas manos en la barra de pole dance, volviendo, buscando la culata de forma rápida, y más dinero cae sobre mí. A ellos les encantó. Sonreí y baile provocativo hasta los últimos compases de la música que llegó a su fin.

Yo echo una última mirada a Anne antes de que las luces se apagaran. Y luego me fui. Yo quería salir, yo no llegué a ver a Anne llegar cerca de mí.

Me incliné sobre la mesa del vestidor, mirándome en el espejo. No podía olvidar un lado de mi vida. Darcy y Marcy eran una y no cambiaría nunca más.

Oí tres golpes en la puerta y la voz de Lucia.

- ¿Darcy?

- ¿Sí? Estoy aquí, Lucia, puede entrar.

La morena entró sonriendo.

- has sido maravilloso.

- Gracias, Lucia.

- Tanto es así que su jefa está esperando.

- ¿Dónde está ella?

- En el pasillo, ella quiere hablar contigo

Por un momento pensé en negar y decir que se fuera. Pero no sé a lo que viene ahora Anne.

- Déjala pasar, ¿de acuerdo?

Lucia asintió y salió de la habitación. En cuestión de minutos, se escucharon nuevos golpes.

- Adelante.

A través del enorme espejo la vi entrar. Cerré los ojos y respiré hondo, me preguntaba quien tiene el control. No había Marcy. Estaba Darcy.

- Pensé que no me dejarías entrar. - Ella dijo inclinándose contra la puerta.

- ¿Por qué piensas eso, Boonchuy?

- Últimamente caminas demasiado perversa, Darcy.

- Te lo mereces. - Hablé seca, caminando hacia el mostrador de bebidas. Tomando una dosis de una sola vez de tequila.

- Estuviste maravillosa hoy.

Me quedé con furia en mi interior.

- Siempre lo hago así, Anne.

Anne se encogió de hombros y se acercó.

- Tienes razón, siempre eres muy buena en eso. - Ella susurró tan cerca de mí

Cerré los ojos sintiendo su cálido aliento. ¿Ella me daba un beso? No, no podía hacerlo.

- ¿Qué haces aquí?

- Sabes que no me pierdo una sola presentación, y lo sabes.

- Sé muy bien, pero pregunto ¿qué haces en mi vestidor?

Anne sonrió con sarcasmo.

- No sé, Darcy ¿Está segura?

¡Maldita sea! ... Yo sabía que sabía exactamente lo que quería.

- Quiero hablar - susurré provocativa.

Anne me miró misteriosa

- Vine a esto, está de regreso. - Dijo tomando las piezas de ropa de los grandes bolsillos de su abrigo. - ¿Usted jugó conmigo estabas tratando de matarme?

Tomé la ropa rápidamente de las manos.

- ¿Quién sabe, ¿verdad?

- Si quieres matarme, mátame de diferente manera. - Bromeó.

- ¿De qué manera? - Dije acercándome a ella.

Anne miró profundamente a mis ojos durante largos segundos, y luego se alejó.

- No, en absoluto. Tengo que irme, Darcy. - Anne habló de distancia.

Por un segundo sentí miedo, miedo en Anne haya notado en mis ojos lo que era.

- ¿Ya? Usted no quiere quedarse? - Bromeé.

- Sí, sólo vine a verte.

- ¿Y nada más? ¿Desde cuándo, Boonchuy? - Sonreí sarcásticamente.

- La gente cambia, Darcy.

- El cambio, por algo o alguien. ¿Cuál sería la razón?

Anne sonrió y negó con la cabeza.

- No importa. - Ella dijo cerrando su abrigo.

Caminé hacia la puerta, cerrándola con la llave.

- Por supuesto, ven dime. - Caminé hacia ella, dejándola atrapada en la pared

- ¿Qué quieres saber?

- ¿Porque te vas? Por qué nunca llegas a verme solo a mí. Siempre querías algo más.

- ¿Por qué quieres saber? - Se me quedó mirando.

- No suelo perder, Anne. ¿Cómo se llama?

La mujer me miró durante unos largos segundos

- Marcy, su nombre Marcy Wu.

Sonreí, sonrisas de felicidad al escuchar esas palabras. Pero pronto se detuvo.

- ¿Así que estás cogiendo con ella?

Los ojos de Anne se estrecharon.

- No es sólo sexo, Darcy. No entiendes, y no tengo por qué estar hablando de eso contigo.

- ¿Por qué, qué más podría hablar? ¿En caso de que nos encontremos?

- Funciona para mí, y punto.

- Ohm... así que ¿esta mujer no va a quedarse conmigo esta noche?

- ¿Quedarme conmigo esta noche?

Sonreí cínicamente.

- Sí.

Anne negó con la cabeza, como si estuviera suplicando por tener fuerzas.

- No puedo, mucho menos debería.

Caminé hacia ella, besando sus labios lentamente. Anne volteo, y se alejó.

- Voy a estar allí, ¿de acuerdo? Estuviste increíble. Pero precisamente esto. Es posible que tenga que acostumbrarse a mi ausencia - Habló de distancia.

- ¿Seguro que no quieres quedarte? - Dije tomando su abrigo, dejando sólo la pequeña ropa interior. Me gustaría probar todos sus límites.

Anne miró a mi cuerpo por completo, y durante unos segundos, pude sentir que decaiga. Pero la mujer cerró los ojos y se volvió.

- Buenas noches, Darcy.- Ella habló para después salir. 


Ahora si para que se unan como no uwu

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