Capitulo 9

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POV Marcy

Después de ese largo y cansado día, volví a casa, donde estaban Ivy y Amity, en la cena conversamos sobre el nuevo chico de recursos humanos que tenía el ojo puesto en nuestra pequeña bebé.

-Hablando en serio Ivy, ¿a poco no encontraste hermoso a Sprig? -Amity habló riendo.

-Es hermoso Amity, pero no tengo tiempo para citas. -respondió Ivy sentándose en el sofá.

-Escúchala Marcy, Ivy no tiene tiempo para citas ¿Dónde has visto eso?

-Déjala sola, Ivy está bien así.

-No, ella no está bien, ella piensa que lo está, el sexo es bueno para la salud ¿Sabías?

-¡¡Calla Amity!! -exclamó la pequeña.

Me reí al ver a Ivy que cubría sus oídos cuando Amity hablaba sobre los beneficios del sexo en la salud humana.

-Escuchame, deja de ser estúpida Ivy, Sprig ha puesto una mirada en ti, eso es obvio, mañana puedes ir mas arreglada y maquillada, para impresionarlo.

-No quiero impresionar a nadie, yo le gusto, así tal como soy, ¿no es así Marcy?

-¡Exacto! A él le tienes que gustar tal y como eres.

-Lo sé pero ella puede hacer algo mejor para él, ¿No? Mira a Marcy, después de la entrada de Boonchuy a la empresa, ahora se viste bien sexy y perfumada.

Abrí mis ojos, tirando uno de los cojines a Amity.

-¡Que mentira! Siempre he sido así.

Me dirigí a la cocina fuera del tema.

-Ahora tengo que estar de acuerdo con Amity, caminas más arreglada ahora

-Ustedes están locas, esto no tiene nada que ver con Anne. -grité desde donde estaba.

-¿Y Darcy? -preguntó Amity.

-Me preguntas de ella mas tarde, no se de su vida.

-Sinceramente, me siento muy confundida con tu doble identidad, ¿acaso eso no es un pecado?

Oí hablar a Ivy, lo que me hizo reír. Tomé un vaso con agua mientras revisaba el correo en el mostrador. Hojeé a través de las facturas y anuncios. Uno de ellos me llamó la atención, estaba a mi nombre, rápidamente abrí el sobre

---NOTIFICACIÓN EXTRAJUDICIAL

Para: Sra. Marcy Wu

REF: Propiedad Renovación -Casa Residencial Mixta -Calle SW 51st Ave. N 14

Por medio de la presente, su señoría se le notifica que no hay interés por parte del rentador en la continuación del contrato de la localidad, por la falta de pagos de alquiler atrasados.

De acuerdo con la ley 824591, usted deberá desocupar la mencionada propiedad y pagar toda la deuda existente de la misma, o sufrirá la acción civil correspondiente.

Sin más.

Esto no podía estar pasando de nuevo, ¡que demonios! Pensé en releer el pequeño papel en mis manos.

-Deja de ser estúpida Ivy, aprende las técnicas de seducción con Marcy, ella lo ha experimentado. -Amity dijo riendo, mientras se acercó a mi. -¿Qué pasó? -Ella preguntó mientras me miraba.

-Son los de bienes raíces, envió esta carta a mi madre, para que desalojara la casa.

-¿Cómo así Marcy? Tu siempre le has enviado dinero a tu familia, ¿Qué está pasando?

Ivy se nos unió y miro que el asunto era serio

-No lo sé, las cuotas están atrasadas, no tiene sentido Amity. -decidí mejor dejar la carta en el mostrador.

Desde la salida de mi padre, yo era la responsable de ayudar a la familia de la pobreza en la que estábamos. Y gracias a Terri y a Imperium, he conseguido arreglar todo lo que habíamos perdido por culpa de mi padre. Yo he estado pagando la casa en que mi madre y mi hermana han estado viviendo, pero por alguna razón desconocida había unos meses de retraso de pago. He trabajado durante años para ser capaz de mantener una vida que se merecen, y el dinero desaparece sin explicación aparente

-Esto es muy extraño Marcy, tienes que ir donde tu madre para averiguar porqué esta pasando esto. -Ivy dijo sentándose a mi lado, frotando mis hombros con sus manos.

-Ella no quiere verme Ivy. -¿has olvidado que ella piensa que soy una puta?

-Pero de todas maneras, tienes que ir a verla y ver que esta pasando. Tu madre tiene que quererte como eres. ¿A caso no lo entiende?

-Aun no se como ayudas a esa mujer, después de todo. -escuché la voz de Amity.

-Sigue siendo mi madre.

El día que llegué casa después de haber conocido a Terri en la cafetería, mi madre estaba inmensamente feliz por la oportunidad que tuve. Un trabajo era todo lo que necesitaba en aquel momento, hace unos meses que he conseguido ocultar el hecho de que era una bailarina en un club de striptease, la mujer creyó que trabajé como secretaría personal de Terri, todo estaba perfectamente bien. Hasta el día después de que baile sensualmente para una docena de hombres que celebraban la fiesta de soltero de un chico, regresé a mi camerino y mi madre estaba sentada en una de las sillas.

-¿Eso es lo que haces para vivir? ¿Ser una puta?

Recuerdo sentir toda la sangre caliente de mi cuerpo detenerse al ver la mirada de odio en mí.

-Mamá... no es lo que estás pensando - traté de explicar.

- ¡Eso es lo que estoy viendo! ¡pareces una puta en este momento Marcy! mira la ropa. -hablaba mientras miraba la poca ropa que llevaba esa noche.

-No me puedes hablar de esa forma, es la forma como logré sacarte de la miseria - dije sin pensar.

- Bien, mantén tu dinero sucio, perra. ¿Que ejemplo quieres darle a tu hermana? vendiendo su cuerpo para cualquier hombre que se aparezca.

Sus palabras eran peores que el veneno, preferiría callar a esta mujer por todo lo que oía decir de su boca.

-Chica desagradable, pensé que tenías un trabajo decente con esa mujer. Pero ella es una proxeneta y tú una prostituta.

-¡No soy una puta madre! solo... bailé. -Ella dejó escapar una risa, causando un escalofrió en mi cuerpo.

-Bailas como una asquerosa puta en este momento Marcy, ¿Cuánto te pagan para llevarte a la cama? ¿hum? no puedo tener una hija así, ¡me da vergüenza tener una hija así! Los gritos se escucharon por todo alrededor del camerino, y rápidamente miré a Amity que vino a mi cuarto asustada.

-¿Qué pasa? -ella miró preocupada a mí dirección.

-¡Estoy hablando con mi hija! hija no, con esta puta. -sus palabras duras vinieron acompañadas de una bofetada en mi cara. -Amity fue a mí, me apoyó como un niño indefenso en sus brazos.

-¿Que te crees que eres para tratála así? tú, vieja sal de aquí antes de que te de un golpe.

- Mira perra, ¡a mi me respetas! - mi madre habló frente a Amity.

-Personalmente respeto a personas que merecen respeto, no a un desagradable gusano. sal de aquí ahora! ¡Vete!

-Yo aún no he terminado la conversación con ella!

-Si no sale ahora, yo misma la saco. Vi a mi madre salir de esa habitación con un odio enorme, en ese momento sentí mi mundo derrumbarse, pero Amity estaba allí para ayudarme

Me levanté de la cama con la carta de desalojo en las manos preguntándome cómo lo resolvería, Amity me dio cara de desaprobación.

-No me mires con esa cara, no la puedo dejar a ella así.

-¿No recuerdas todo lo que te decía?

-¡Es su madre! -Ivy la regañó. Se que Amity tenía razón al tener miedo, sólo ella sabía cómo sufrí después de ese día, pero no podía dejar que suceda.

Acerqué a mi casi hermana, dándole un gran abrazo y luego conseguí sus largos brazos alrededor de mí. Vi la sonrisa de Ivy al presenciar la escena. -Si no fueran tan diferentes, podría haber jurado que son hermanas. -la pequeña habló a nosotras dos. -Lo somos Ivy, de corazón, pero lo somos, ahora necesito resolver esto. -hablé mostrando la carta que aún tenía en la mano.

-Puedes pedir un préstamo a Terri, ¿Qué opinas?

-Es una gran idea, pero yo no puedo, no me siento segura al pedirle algo así.

-¿Que Marcy? Tú es la bailarina que da más beneficios a Imperium, Terri no te niega nada.

-Estoy de acuerdo, lo poco que sé que te ayudará y lo hare con gusto. Pero es necesario averiguar qué está pasando con el dinero que le envías a tu madre.

-Ella es una pesada, por lo que sé esa señora está loca, que no lo dudo. - Amity me dijo con una sonrisa.

-Mi Dios, basta. -Ivy le dio un golpe.

-Es la verdad Ivy, no quisieras ver a esa mujer, es como el diablo cuando está enojada

-¡Jesús! no digas ese nombre en nuestro hogar, puede atraer cosas malas. -la pequeña habló reprendiendo las palabras de la boca de Amity.

En medio de tremendo dolor que sentía acerca de leer esa carta, las dos me divierten. Pero no me hacen olvidar el gran problema que tengo en mis manos. Doblé el papel pequeño poniendo de nuevo en la envoltura.

-Ve a despejar la mente Marcy, ya es tarde.

La miré desconcertada.

- ¿Qué dices?

-Hoy es Sábado, ¿recuerdas? Anne Boonchuy te espera bebé,- dijo Amity, bromeado.

-Miré sorprendida al reloj, con todo lo que me había pasado he olvidado que Anne iría a verme a Imperium.

-¡Cielos! ¡Dios mío llegaré tarde! -dije tomando mi bolso y salí por la puerta.

------

Me pongo el último accesorio para finalmente desaparecer a la dulce Marcy. En el espejo vi sólo el reflejo sensual de una mujer que pondría a Anne a sus pies esta noche. La vi sentada en primera fila como las otras veces, y no pude evitar sonreír. Hoy estaba vestida igual que ella, como a una mujer de negocios, aunque más sensualmente debo admitir, pero fue en su honor.

Tan pronto como la luz cayó sobre mí, vi sus ojos ardiendo en mi piel, ella estaba allí para mí, para cortejar mi cuerpo. Y no pude evitar como eso me atraía, esa noche bailaría sólo para ella.

"Ay Anne, por qué me haces esto a mí.."

Empecé a bailar en el escenario. En ningún momento sus ojos se apartaban de mí. ellos estaban en mi, desnudándome con deseo. Podía sentirme excitada por como ella me miraba. Caminé de la forma más sensual hacia ella dando unos giros, yo podía haber jurado que sus uñas se clavaron en sus muslos, ella debe estar caliente. Dejé escapar una sonrisa y pronto mordí mi labio inferior. Le vi sonreír y mover la cabeza negativamente.

Caminé hacia el otro lado del escenario, donde varios hombres estaban gritando mi nombre, pero no me emocionaban tanto como ella lo hace. Decidí provocarla esta noche, bailaba sensualmente a los hombres en trajes que bebían y me tiraban decenas de dólares en el escenario, uno de ellos se puso de pie, puso una nota en la media que yo llevaba en la pierna, miré a Anne del otro lado, dándome una mirada de enojo. Fue muy excitante, imaginarme a ella poseer mi cuerpo con enojo me hacía sentir caliente, húmeda.

Tomé la primera pieza de ropa jugando para los hombres delante de mí, que estaban locos y luego caminaron más cerca otra vez, era notable su ira. Mantuve la línea de nuestras miradas, mientras me quitaba la falda que tenía, dejándome sólo con ropa interior de encaje pequeña. Sus ojos bajaron por todo mi cuerpo como si quisiera comerme. ¡Joder!

Mantuve mi baile, guiándome por la voz lenta y masculina que impregnó la atmósfera, ayudando a seducir a las personas, especialmente a Boonchuy. Hice la coreografía en el tubo, y ella me seguía mirando, tomando su bebida en un vaso pequeño, la miré deslizar la lengua en sus labios que disfrutaron mucho al probarme. Hoy la quería otra vez, quería más de ella, quería sentirla, oh cielos ¡estaba perdida! pero solo ella podía hacerme olvidar mis problemas.

Terminé la coreografía en el baile del tubo y nuevamente me acerco a ella, sacudiendo lentamente a la mujer que me miraba tan caliente. Yo estaba jadeante por el esfuerzo de la coreografía, caminé más y me arrodillé en el piso, cada vez más cerca, sacudí mi cabello mientras mi cuerpo se movía con la música que en cualquier momento llegaría al final, le lancé una mirada intensa, indicando que la quería ver, vi la esquina de su boca en una sonrisa, ella entendió el mensaje.

Caminé a la parte posterior del escenario, terminando mi presentación esa noche. Rápidamente fui a mi camerino, llevando un abrigo sobre la lencería que llevaba puesta esa noche, y la máscara en mi rostro, chequeandome en el espejo antes de salir para encontrarme con esa mujer. Tan pronto que bajé de las escaleras, la vi apoyada en el mostrador principal del bar con su inseparable vaso de whisky, ella parecía distraída, hasta que posó su mirada en mí, sonreí y luego recibí a cambio el mismo gesto.

Caminé hacia ella dándole una mirada directo en el lugar donde se encontraba. Anne pareció entender y caminó detrás de mí. Pasando por la maraña de personas rumbo a la parte vacía del club, deteniéndose en la parte más oscura. Esperé unos segundos para sentir sus manos alrededor de mi cintura.

-¿Demoré? -su voz se oía ronca y sexy.

-No, llegaste en el momento.

Anne movió mi pelo hacia el lado derecho de mi cuello, aspirando lentamente mi perfume, por lo que sus labios rozaron con cautela en mi piel.

-Hueles bien Darcy, tienes una piel suave.

Incliné mi cabeza a un lado, dando libertad para continuar con la caricia. Anne deslizó sus labios en mi cuello, alcanzando mi oreja donde mordió ligeramente.

-Estuviste maravillosa esta noche, como siempre. Eres tan buena en lo que haces... su voz salió, haciéndome sentir la humedad de mi centro.

-¿Yo? ¿Te gustó la manera en que bailé para ti Boonchuy?

Froté mi cuerpo sobre ella que estaba a pocos centímetros de mi. Sentí sus manos apretando con más fuerza.

-¿Los provocas también, o eso fue lo que vi en sus caras? - habló firmemente, haciendo que la mirara a los ojos.

-Ellos están aquí para verme, así como tú. -Ella me miró y luego asintió, se acercó más a mi otra vez

Sabes Darcy, no comparto nada de lo que es mío y lo que creo que ya lo es, estás incluida. Pero adoro que todos deseen lo que yo tengo, quiero que sepan que sólo Anne Boonchuy lo puede tener.

Su confianza y su arrogancia me dejó completamente loca, Anne estaba con su mirada intensa y llena de deseo. Miré sus manos que ahora descendían por mi cuerpo. Ligeramente y sin aliento, pasé la lengua por mis labios resecos. Entonces inclinó la cabeza y rozó su boca con la mía. Haciéndome sentir sus labios suaves y firmes, con suaves presiones. Suspiré y su lengua entró en mi boca, sintiendo mi gusto en sus lametones largos y sabrosos. Fue segura y hábil, poniendo la cantidad óptima de agresión que me dejaba completamente excitada.

-Tu eres... ¡eres mía Darcy! dijo ella abriendo mi abrigo mostrando mi cuerpo cubierto solamente por lencería de encaje pequeño.

Abrí mi boca para protestar, pero Anne pronto me silenció con un beso húmedo y lujurioso. Su lengua se movía lentamente, ella colocó su rodilla entre mis piernas. Mis manos fueron directamente a su pelo, paseando por ellos, agarrando con fuerza. Ella arrojó sus brazos alrededor de mí, haciendo arquear el cuerpo. Ella con sus manos hábiles clavó sus manos en mis pechos dentro del sujetador, apretaba mis senos de forma rítmica.

-Anne...

-Shh. -me chupó el labio inferior, en cuanto sus dedos tomaban mis sensibles pezones. Por Dios, ella es tan audaz. - No sabes cuánto me vuelves loca bailando en el escenario.

Me daba miedo que alguien nos viera, pero mi cuerpo pedía cada segundo más de su toque. Mi pecho subía y descendía en una respiración fuera de compás

-Esto es peligroso - susurré.

-Lo sé, sé que es peligroso, pero te necesito Darcy. -habló firmemente, apretando duro mi trasero, clavando sus uñas en mi piel.

Gemí.

-No podemos... - dije entrecortada.

-Podemos y debemos. -ella habló en mi oído, luego descendió con calientes besos sobre mi cuello, donde su lengua se deslizó con impaciencia, mientras que su pierna estaba presionando en el medio de mi. Mi cuerpo se sentía febril, mi sexo húmedo. Ella era como la droga. Besó mi cuello, y mis manos con impaciencia presionaban su cuerpo contra el mío, necesitaba sentirla ya.

-Quítate esa máscara.

-Sabes que no puedo.

-¿Que tiene de malo? Quiero ver tu rostro.

-Esto es un secreto que no puedo revelar - hablé mientras me salía de sus brazos.

-Llena de secretos.

Caminaba detrás de mí lentamente. Mientras me senté en sofá de cuero marrón que estaba allí.

-No piense que me tiene conquistada señorita, soy más difícil de lo que imagina.

Anne se sentó junto a mí con una sonrisa radiante, rápidamente me levanté y me senté en su regazo. Ella no podía imaginar que la mujer que estaba en su regazo, era la misma que estaba al lado de ella todo el día.

- Esto es una locura. - ella dijo mientras inclinaba su cabeza hacia atrás.

Abrí uno, dos, tres botones de su camisa, donde rápidamente besé la pálida piel desnuda.

-¿Por qué?

-Nunca estuve involucrada...

-¿Con una stripper?

Besé su clavícula, dejando mi lengua subir por su cuello donde pasé chupando con avidez, Anne exprimió mis muslos firmemente, haciéndome suspirar.

-Sí, eres mi perdición Darcy.

Me incliné a ella, deslizando mis manos por su pelo sedoso, podía sentir su aliento caliente contra mi boca.

-Puedo decir lo mismo Boonchuy, usted es mi perdición.

Tiré el pañuelo de su cuello y tapé sus ojos como la otra noche, Anne me sonrió y nuevamente tocó mi cara como que buscaba conocerme más.

-No sabes las ganas que tengo de verte, tu rostro debe ser hermoso. -susurró cuando tocaba mi rostro.

-Quien sabe, tal vez ya lo has visto.

-Imposible.

Observé que se acercaba a mí, y luego sus labios acariciaron los míos, Anne no pierde tiempo, entró en mi boca con su lengua hábil, nuestras lenguas bailaban en perfecta sincronía, en una manera tan candente que me hizo suspirar. Sentí sus manos explorando mi cuerpo de manera tan caliente, apretando de manera deliciosa y tentadora, sentí la urgencia de entregarme a ella, logró llegar a la fina tela de mis bragas.

Suspiré.

-Estás tan mojada... -dijo con voz rasposa, mientras sus dedos se deslizaron un poco sobre el tejido húmedo.

-Tu culpa.

-Mía ... solo mía - me susurró, enseguida que sus dedos se movieron sobre mi clítoris por encima de mis bragas. Pasé a mover mis caderas en contra de ella, al ritmo que sus dedos estaban jugando conmigo. Yo no, yo no debía. Pensé mientras continuaba con sus movimientos. Anne mordió mi labio inferior. ¡Que me encantaría ver esos ojos y el color cálido en que se encontraban, pero la bufanda delgada los cubría. Cerré los ojos y puse mi cabeza en ella, dejando nuestras caras pegadas, sintiendo su aliento contra mi.

-Te odio. - susurré gimiendo del placer

-Y yo a ti. -dijo con una sonrisa en la cara, al instante tomo mi cuello para profundizar el beso.

Con sus ágiles dedos desplazó la tela de mis bragas para tener un mejor acceso, deslizó sus dedos por mi húmeda vulva acariciando mi clítoris, juro por Dios que mi única voluntad en aquel instante era gemir, mas no lo haría frente a ella. Anne era una mujer firme, sus besos son el cielo. Mientras su dedo índice y el de en medio se metían dentro de mi, agarré con fuerza sus cabellos y cerré mis ojos. Anne movía sus dedos con más prisa, provocando una ola de calor desde la punta de mis pies hasta lo más recóndito.

-¡Oh! ¡Sí! - gemí

Yo quería más, yo quería que continuara y terminara su trabajo. Hacerme suya en ese lugar. Y no me importaría, solo necesitaba su cuerpo, sus besos, a ella dentro de mi. Mas no era el momento, tenía que guardar la poca dignidad que tenía. Era una tarea imposible teniendo a esta mujer masturbándome con tanta rapidez.

-¡Oh! ¡Sí! ¡Necesito más!. - pensé.

-Detente, me tengo que ir. - fue lo que dije.

-¿Qué? ¿Por qué? - respondió con la respiración pesada.

-No es el tiempo correcto para esto, ¿o piensas que me tendrás tan rápido?

-Tú lo deseas tanto como yo, Darcy. - dijo con súplica.

-¿Y quién te lo garantiza? - tenía que ser fuerte, a pesar de mi tono de voz cargado de deseo.

-Tú cuerpo, tus reacciones...

-Cuando yo te diga que quiero, me tendrás, después de ello, olvídalo.

Me levanté del regazo de Anne, coloqué mi máscara, y ella se quitó su pañuelo de su rostro dándome la visión de sus ojos llenos de lujuria y confusión.

-Debes estar de broma, ¿no es así? - la oí decir mientras tomaba mi cintura.

La mujer preguntó sentada en aquel sofá con su blusa abierta, mostrando su delicado y sexy sostén que usaba. Su piel estaba cubierta por las marcas de mis mordidas. Necesitaba ser fuerte, o volvería a sentarme en su regazo y salir sólo después con un buen orgasmo.

-"Concéntrate Marcy" -dije en mis pensamientos, tratando de no mirar a Anne, que ahora dejaba pequeños besos húmedos por mi abdomen.

Me incliné hacia abajo, quedando cara a cara con ella y me di cuenta en el mismo momento que la idea no había sido buena al ver esos ojos, que hacían rendirme ante ella, pero tomé una respiración profunda, siendo firme.

-No estoy bromeando, yo estoy a cargo aquí Boonchuy, este es mi imperio. -le robé el último beso antes de salir

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