CAPÍTULO XLI

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

La quietud reinaba en el sitio, la sangre empababa poco a poco la ropa de Maxime, y recorría el suelo en un hilillo. Nadie se comprometió, mantuvieron la boca cerrada hasta que Kéven lo permitiera.

El hombre miraba el cuerpo del muchacho, su corazón había dejado de latir y el mosquete aún lo tenía en la mano. Con solo dos tiros, le arrebató la existencia, y no podía sentirse muy orgulloso de eso, pero sabía que se lo merecía.

Pateo una de sus extremidades con cuidado, solo para asegurarse de que en verdad estuviera muerto. Se agachó para despojarlo de su espada, y tanteó su torso en busca de la daga que todos debían guardar, manchándose las manos de aquel líquido carmesí en el proceso.
"Que lástima que hayas terminado así, fuiste un buen elemento." Y le escupió justo en la cara.

Paul no dejaba de temblar, su valentía se había ido por la borda cuando se dio cuenta de la realidad, al principio todo sonaba muy normal, deshacerse de una persona que les estorbaba, pero ahora que lo había presenciado, sintió náuseas, muchas en verdad.

Bennet también perdió la cordura, no se movía de su posición, rogando irse ya de ahí. No iba a sentirse culpable, porque al final él había hecho lo correcto, era su vida o la de su compañero y la respuesta era más que obvia.

"Necesito que se encarguen de desaparecerlo." Pidió, guardando su fusil en el estuche. "Quémenlo, lo que sea, pero que no quede rastro."

"Podríamos enterrarlo aquí mismo."

"Hagan lo que sea, pero ya. Necesitamos volver al palacio, Pierre y yo nos iremos. Ustedes quédense a cumplir con esto."

Los amigos se miraron con desdicha, no podían solo cargar el cadáver de Maxime y sacarlo, era algo insólito. No por el hecho de lidiar con la muerte, ya lo habían realizado varias veces y siempre era el mismo proceso. Pero ahora se trataba de de una persona que si conocían, que llegaron a considerar cercana y hasta un buen amigo en su momento.

Era su compañero de cuarto, muchas veces les ayudó en distintas labores, les explicó aquello que no entendían y también les ofreció su apoyo sin nada a cambio. Terminaron pagándole de una forma cruel, pero no había de otra, era vida por vida y no planeaban ser ellos los afectados jamás.

"¿Qué les pasa? ¿Acaso me van a decir que se sienten mal por él?" Su jefe, los sacó de sus pensamientos. "Se han quedado mudos."

"No, no, es solo que estamos analizando la mejor opción."

Pierre no dejaba de ver al suelo, sentía muchos escalofríos, ni siquiera entendía que hacía ahí en primer lugar. Él no tenía nada que ver con los asuntos mal intencionados y examinándolo, quizá lo había llevado como advertencia de lo que iba a ocurrir si comentaba que estaban existiendo deficiencias.

"Vámonos, Pierre." Kéven atravesó el cuarto, empujando con el pie al difunto para poder pasar.

"¿No nos ayudará?" Bennet se apresuró a decir.

"¿Son tan inútiles y necesitan a un tercero? ¡Me hubieran dicho antes de matarlo! Quizá pudimos haber llegado a un mutuo acuerdo." Se quejó, sin volver la mirada atrás.

"No te preocupes, será como si nada hubiera pasado aquí."

"Y que sea rápido, no se que demonios le hayan dicho a la princesa para venir pero no podemos demorar más." Exclamó estando casi fuera de la habitación. "Nos vemos en el palacio."

"Si, allá te vemos."

Kéven y Pierre bajaron las escaleras con rapidez, y recorrieron los escalones para llegar a la planta baja. Por un momento si pensó en quedarse y él mismo hacer el trabajo pesado, pero por algo los tenía a ellos, solo le servían para realizar cosas de ese tipo. No eran ni buenos combatientes, pero no se los iba a decir, que vivieran en su burbuja le iba a ahorrar mucho tiempo y esfuerzo.

No le quiso dar más importancia al asunto, se había quitado del camino una piedra que le obstruía y... quizá se había precipitado.
Porque ahora que lo pensaba con la cabeza fría, sin dejarse llevar por la adrenalina, se cuestionó porqué primero no le había sacado toda la información a Maxime. ¿Por qué? Debió de haberlo torturado un poco, cortarle un dedo cuando menos para que le dijera exactamente que le había contado a Louis.

Por una parte estaba tranquilo, ya que nunca reveló demasiado, jamás les dijo los pormenores de lo que pensaba hacer. Pero por otra, lo poco o mucho que podían saber, era de alarmarse. Se dejó consumir por el enojo de oír al chico decirle tantas estupideces, porque si le ardió su interior cuando escuchó los argumentos de Max.

Y si, no pensó coherente, su instinto le ganó. Tendría que cambiar un poco los métodos, solo otra despistar en caso de ser necesario.

"¿Ya me dirás que ocurre?" A Pierre se lo estaba tragando la curiosidad.

"No. Después de lo que acaba de ocurrir, nadie más sabrá. Si te traje, es para que veas de lo somos capaces de hacer cuando alguien nos traiciona."

"Yo no puedo traicionar algo de lo que no tengo conocimiento."

"Y no lo tendrás, digamos que solo quería un testigo."

Su amigo se descolocó, volteándose antes de subirse al caballo.

"¿Testigo para qué?"

"Solo hay cuatro personas que saben de esto, Paul, Bennet, tú y yo." Dialogó Kéven, estando ya sobre su corcel.

"Así es, ¿qué con eso?"

"Si alguien más se entera, me queda claro quien habrá sido el denunciante... tú mismo lo oíste, esos dos me dijeron que hiciera lo que quisiera con su amigo. Le dieron la espalda con tal de salvar su pellejo... así que ellos no serán los que hablen." Le observó por encima de manera pétrea.

Pierre entendió, sacudió su cabeza y captó el punto de todo esto.

"Ya, despreocúpate." Susurró, procediendo a montar su caballo para salir de ahí lo antes posible. "Yo también aprecio mi existencia acá."

"Que rápido aprendes, me siento muy orgulloso de ti." El hombre mayor habló de forma sarcástica, y le indicó a su caballo avanzar.

Pierre hizo lo mismo, dejando que el animal iniciara su trote lento, ya que aumentaría conforme fueran acercándose a las orillas del pueblo. Se puso a pensar en las probabilidades que había de que alguien se enterara de la repentina muerte de Maxime por otro lado, porque por su seguridad, no pensaba hablar.

Todo iba a causar mucho revuelo aún así, cuando todos se enteraran de su desaparición, iba a desatar un caos en el castillo. El muchacho era muy querido por sus compañeros ahí, y era algo que no iba a cambiar. Pero faltaba tiempo para que el rumor llegara, puesto que los rondines que si eran verdaderos, duraban de cuatro a cinco días, dependiendo que tan minuciosa fuera la búsqueda para la tranquilidad para los aldeanos.

Entonces, por el momento no había de que preocuparse.

Mientras tanto, Paul y Bennet llevaban a rastras el cadáver, habían tenido que lanzarlo por las escaleras porque ninguno fue capaz de cargarlo sin sentir la inoportuna sensación. Hasta se sacudieron en su propio lugar cuando trataron de hacerlo.

Se dirigieron a la parte posterior de la casona, no había mucho que hacer más que tirarse sobre la tierra y empezar a cavar con ayuda de sus manos. Necesitaban un hueco muy profundo, así que lo estaban haciendo con mucha rapidez y poniendo toda la fuerza que sus brazos tenían para lograrlo.

Ya se estaban comenzando a preocupar por el tiempo, lo que menos buscaban era complicaciones y no esperaban que Gemma los reprendiera pero lo más probable, era que en algún momento les hiciera comentarios sobre su falta de responsabilidad.

"¿Por qué Kéven nos trata como su servidumbre?" La pregunta fue por parte de Bennet. "Siempre nos pide hacer todo lo que el tendría que realizar."

"No te quejes, ¿si?" Le respondió su amigo, parando de escarbar y sentándose sobre sus talones. "Mínimo tenemos un trabajo más interesante, a mi no me molesta."

"A mi tampoco, pero debería mínimo recompensarnos por cada tarea, justo ahora muero de sed."

"Apúrate y hacemos una parada rápida en el centro para comprar algo, estoy igual que tú."

"Ya me cansé."

"No empieces. Por cierto, ¿no te sientes como... extraño?" Paul reanudó su actividad, lanzando la tierra detrás suyo.

"¿Por qué?"

"Pues, técnicamente delataste a uno de nuestros amigos... que ahora que lo pienso, cambió mucho de un tiempo para acá, si nos trataba diferente."

"A ver. En primera instancia, yo no lo delaté solo, fuimos los dos." Se señaló a sí mismo y a su compañero. "Y en segunda, él se lo buscó. Técnicamente esto no habría pasado, si no se le hubiera ocurrido abrir la boca, que yo escuchara fue mera coincidencia."

Paul le miró despectivamente, pero luego, alzó una de sus cejas, ante una irresolución en su cabeza.

"¿Qué hacías tú en el cuarto de Christian?"

"¿De qué hablas?"

"Dijiste que cuando lo oíste, tu ibas a salir del cuarto de Chris. ¿Qué estabas haciendo tú, ahí?"

Bennet enrojeció repentinamente, no contestó y siguió con lo suyo. Paul lo dedujo, y trató de no reír ante la promiscuidad de su amigo, no era su asunto en lo absoluto pero le era divertido molestarlo e incomodarlo.

Luego de mucha tierra removida y retirada, lo último que hicieron fue depositar el cuerpo de Maxime ahí, en la fosa improvisada. Lo vieron por un segundo, le habían quitado el sombrero y ahora su casaca estaba cubierta de sangre en todo el pecho y estómago. Las dos balas le habían atravesado sin misericordia.

Algo en ellos se removió, no querían sentir culpa, estaban alejando ese sentimiento lo mayor posible, su lógica continuaba aferrada a que habían hecho lo correcto.

Retomaron y esta vez fue más fácil, solo se dedicaron a aventar todo de regreso, y pisar con fuerza para aplanar el terreno en ese pedazo. Cubrieron por completo al muchacho, y dejaron todo como si nada hubiese ocurrido ahí.

Con el sombrero bajo el brazo, se subieron a los dos caballos que llevaban y cabalgaron de vuelta al castillo.

Harry y Louis esperaban que Niall terminara de saltar la barda, el rizado estaba guardando su carcajada cuando vio que a su consejero le dio pánico brincar.

"Niall, por favor, aquí estoy para sostenerte, esto no pasó cuando nos fuimos." Louis intentaba convencerlo de cruzar. "Ni siquiera necesitas saltar, pon tu pie en el tronco, y apóyate de ahí para ir bajando."

"Es que hace un rato no pensé en el peligro, estaba muy emocionado pero ahora que lo pienso si está alto." El rubio miraba desde la parte superior del muro. "¿Y si me caigo?"

"Ni, no te vas a caer, aquí te vamos a recibir." Dijo el príncipe, sonriendo ampliamente. "Te prometemos sostenerte."

"¿Seguro? Es que... si tiene mucha altura, ¿cómo lo hice por la mañana?"

"No seas cobarde, se hace tarde y tenemos que entrar, comienza a bajar la temperatura y aparte nadie nos debe ver." El castaño había generado un vínculo de mayor confianza con Niall. "Así que ya, no queremos estar en serios problemas."

"¿Qué ocurre?" Exclamó Zayn, del otro lado. "¿Por qué no bajas?"

Niall giró su rostro, muy avergonzado y asustado. "Tengo miedo y Louis me está diciendo cobarde."

"¿Miedo de qué?" El pelinegro movió sus manos. "¿Qué está mal?"

"No me hables así, tengo miedo de saltar." El consejero se mantenía sentado con sus piernas abiertas, a los costados de la barrera. "Insisto, no sé como lo hice."

"Ya, por el amor de dios." Rogó el mayor. "Bájate, no va a pasar nada, ya lo hiciste una vez, y ya probaste que no ocurre absolutamente nada."

"No pensé claro, me dejé llevar."

Harry estaba riendo con ganas pero cubría su boca para no hacer tanto ruido, Louis solo rodaba los ojos y cada vez lo inundaba más la desesperación, casi estrella su frente en la corteza.

"Por favor. Es tarde, bájate ya." Rogó el ojiazul, en un último intento.

Pero justo cuando Niall se quiso negar por millonésima vez, no pudo hacerlo. Ya que no supo como, ni cuándo, pero ya se encontraba del otro lado, tirado en el suelo y siendo abrazado por Zayn. Louis en lugar de intentar detener la caída libre de los dos que venían cuesta abajo, se hizo a un lado por el repentino susto. Y el príncipe ya estaba quedándose sin aire por la risa.

"¡Pero a ti que te pasa! ¡Pudiste habernos lastimado!" Parloteó el rubio cuando se dio cuenta que estaba tendido en el piso.

"Pude, pero no ocurrió, logré amortiguar la caída y estás encima de mi brazo, muévete." Le empujó con su mano libre, y éste rodó como tronco para quitarse. "Si no hacía algo, te ibas a quedar ahí arriba toda la vida."

Niall se levantó con cuidado, se sacudió la ropa, y tocó cada parte de su cuerpo para asegurarse de que no tenía ningún hueso roto, afortunadamente no fue así, ya que en efecto, el mosquetero si había logrado abrazarlo bien para caer encima suyo, al menos no lo había empujado así como así.

Harry tenía sus hoyuelos marcados, los ojos llorosos de tanto reír y ahora Louis también estaba riendo bajito, si había sido cómico. El pelinegro se puso de pie, y también tenía todo en su lugar, por fin estaban de vuelta y con todo bajo control.

"¡Y tú!" El dedo acusador del consejero le apunto al pecho del mayor. "¡En vez de agarrarnos, te quitaste! Dijiste que me ibas a sostener."

"A ti, a Zayn no."

"¡Están dementes!"

"Si, ya, ahora relájate y vámonos, que tenemos minutos irnos a nuestra práctica." El morocho le tomó por los hombros, comenzando a empujarlo para que caminara. "Así que más tarde nos recriminas la existencia, por el momento necesito que ya entremos."

Ambos chicos se fueron discutiendo hacia el castillo, Harry y Louis los miraron avanzar mientras esperaban un momento entre la vegetación.

"Zayn es todo lo contrario a Niall." Susurró el príncipe, notando la química que aún así tenían. "Serían lindos juntos."

"¿Juntos?" Louis giró su rostro para ver al rizado. "¿A qué te refieres?"

"No me digas que no lo notaste, esos dos tienen algo más que una bonita amistad."

"Ni siquiera son amigos, Zee no me ha contado nada."

"¿Y no te fue extraño verles tan cariñosos hoy en el lago?" Harry movió sus cejas de arriba hacia abajo en forma juguetona.

"Mhn, si, tal vez tengas razón." El castaño suspiró, tendría que buscar respuestas más tarde. "Ya entra al castillo, en un minuto te alcanzo."

El ojiverde asintió, y le robó un pequeño en los labios, antes de comenzar a caminar fuera de los árboles. Louis esperó no más de cinco minutos, y también atravesó el jardín, pero rodeando el castillo del lado opuesto. Estaba atardeciendo y lo más probable era que Liam y Krov ya estuvieran en la bodega, rogaba que no se fueran y los esperaran un poco más.

Todo lo hizo en tiempo récord, desde ir a la estancia por Zayn, despedirse de Harry y casi volar junto a su amigo a la práctica, recorriendo la mitad del gran inmueble. Casi muere de un ataque de nervios cuando el príncipe le insistió en acompañarle, puesto que él, se había ofrecido a ir cuando le convenció del día de campo.

Por razones claras, eso no podía ser posible, así que le explicó que no era necesario, que mejor lo esperara y descansara. Le sugirió que tomara un baño para que cuando volviera, él hiciera lo mismo y se acurrucaran frente a la chimenea a pasar el resto del día.

Harry aceptó la genial recomendación, y le deseó buena suerte.

Ahora, iban subiendo los últimos escalones hacia la bodega, afortunadamente ya estaban muy acostumbrados como para hacer pausas y descansar, eso sí era un avance notorio. Cuando llegaron, vieron que la puerta estaba cerrada, así que no hubo más remedio que llamar en ella para ver si los chicos estaban dentro o simplemente ya se habían ido.

Por fortuna, la puerta se abrió y se escuchó el arrastre de la mesa que ahora usaban para atrancar el acceso. La cabeza de Krov sobresalió, y les dejó pasar, puesto que antes vio por una pequeña ranura hecha en la madera, que se trataba de sus amigos.

"Perdón la tardanza." Se disculpó Louis, mirando a Liam sentado en el suelo. "Hola Payno, y gracias por abrirnos Krov."

"Por nada." Murmuró el último nombrado, cerrando de nuevo, cuando el pelinegro estuvo dentro.

"¿Qué ocurre?" El primero en notar que había algo extraño, fue Zayn. "¿Qué tienes Liam?"

El ojimiel tenía un signo de interrogación en su frente, su mirada lucía triste, o más bien perdida.

"¿Qué está mal?" Espetó el ojiazul, observando con su ceño fruncido, a los dos chicos. "¿Qué pasa?"

"Maxime no ha regresado, Boo." Declaró Liam, con la voz desalentada. "Y no tenemos idea de dónde pueda estar."

"¿Regresado? ¿Se había ido?"

"Liam dice que por la mañana llegaron Bennet y Paul por él..." Krov fue quien comenzó a explicar. "Y se lo llevaron, no dijo a dónde, pero desde entonces no ha vuelto."

"Pueden estar con Kéven."

"Lo mismo pensé, pero a ellos los vi hace poco en el comedor, y Max no estaba ahí. Ni en su alcoba, ni siquiera me lo topé en los pasillos."

Louis echó un vistazo a Zayn, ambos estaban igual de angustiados, Liam parecía estar en otra dimensión, su cuerpo estaba ahí pero su mente no, estaba apagado. Krov intentaba no pensar en lo peor, pero sospechaba que algo le habían hecho y no quería saber por qué.

"¿Y si le hicieron algo?"

"No pienses en eso, Li."

"¿Qué si algo le pasó?"

Hubo un lapso de silencio infernal, como si un alma se partiera en dos y una ráfaga de viento se la llevara. Zayn optó por sentarse a un lado de su amigo, envolviendo sus brazos alrededor suyo. Los cuatro muchachos estaban callados, asimilando lo que probablemente había ocurrido... porque si, no era difícil de adivinar.

No querían aceptarlo, pero lo más probable era que la condena de Maxime había sido cumplida, aunque la verdadera cuestión que saltaba en la cabeza de Louis, era por qué y cómo.

Liam se hizo un ovillo, derrumbándose en el abrazo, no lo contuvo más e inició a llorar como un bebé, sollozando mientras ocultaba su rostro en el pecho de Zayn. La garganta del mosquetero mayor se cerró, discretamente limpió una lágrima con la punta de su dedo índice y Louis, sorbió su nariz con la desbordante pena en el pecho.

Estaban pensando lo peor y lo más lógico a la vez.

Permitieron que su amigo se desahogara, era claro que su vínculo con Maxime era mayor, se habían tratado más tiempo y si habían logrado formar una amistad real.

"¿Qué habrá ocurrido?" A medio tono, Louis interrogó a Krov. "Quiero decir, si ocurrió lo que todos nos estamos imaginando... ¿Qué pudo haber pasado?"

"No tengo idea, no había forma, Lou. Lo más probable es que le hayan tendido una trampa."

"¿Lo crees?"

"Quizá ya desconfiaban de él, supusieron lo que estaba pasando... probablemente lo obligaron a hablar."

"Maldita sea." El castaño rascó su ojo. "¿Qué vamos a hacer ahora?"

"Por lo pronto, cuando Liam se calme, iniciar la práctica. No sabemos que fue lo que Max dijo, podemos estar en riesgo nosotros también... me gustaría pensar que el chico va a llegar en cualquier momento a decirnos que todo está bien, pero estoy seguro que eso no va a pasar." Habló con firmeza pero sin ser crudo. "Y tenemos que estar listos para cualquier cosa, ya no tenemos informante. La boda de la princesa es el fin de semana y vendrá mucha gente de muchos lugares, ese día hay que estar atentos a cualquier movimiento."

"¿Tú crees que ese día..?"

"Espero que no, pero existe la posibilidad, es un gran evento, habrá mucha seguridad pero también muchos de la realeza reunidos en un solo lugar." Krov analizó el panorama. "La atención estará enfocada en otras cosas ese día y servirá como distractor."

Louis comprendió, sintiendo un nudo formarse en su garganta y un pésimo presentimiento en la boca del estómago.

Holaaaa♡.

Acá les dijo el siguiente capítulo, ¡espero lo disfruten mucho!

Ya andamos en la recta final.

Nos vemossss mañana, les amo.
-María Tommo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro