CAPÍTULO XXVIII

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Niall había ingresado a la estancia como un huracán, y Zayn no había podido detenerlo.

El pelinegro se había quedado dormido, luego de que vio a Louis entrar a la habitación del príncipe. Optó por darles privacidad, y aprovechando que tenía el sueño muy pesado, se permitió tomar una siesta.

Bueno, no tan pesado porque despertó apenas escuchó los toques tan fuertes del rubio a la puerta de la alcoba real. Fue como si hubiera vivido un deja vú. Niall queriendo entrar a la habitación de su mejor amigo, y él rogando que no lo hiciera.

Solo que esta vez, no lo logró.

"Basta Niall, el príncipe esta bien." Zayn intentó tomarlo de los hombros, pero el rubio se giró y le golpeteó varias veces las manos, haciendo que lo soltara. "¡No me pegues!"

"¡Pues tú no me toques! ¿Cómo es posible que hayas dejado que ese par se encerrara?" Bufó, mientras continuaba golpeando la madera, intentando que le abrieran.

"¡No me di cuenta, perdón!" Exclamó, tapando la mitad de su rostro con la mano. "¡Para, vas a tumbarla!"

"¡Eso quiero! ¡Quién sabe qué estén haciendo allá adentro y tú tan tranquilo aquí!"

"Pues leyendo no creo, escribiendo menos..." Comentó Zayn enumerando con sus dedos, y los ojos de Niall lo perforaron. "Quizá jugando ajedrez."

¿Acaso el mosquetero se estaba burlando del mismísimo consejero del príncipe?

"Eres un imbecil." Reclamó, cerrando los ojos e inhalando profundamente.

"Dijiste que no te meterías en las decisiones de tu mejor amigo." Zayn se cruzó de brazos, enarcando una ceja. "¿Cuál es el problema ahora?"

"¡No me estoy metiendo! Es solo que... Es extraño, ¿bien?" Confesó, rascando su nuca. "Es algo complicado de asimilar o pensar que-que Harry está, tú sabes..."

"No tienes porque imaginarte al príncipe y a Louis teniendo sexo, eso es grotesco."

"¡Ah, ya va, no lo digas!" El rubio movió sus manos a la altura de su cabeza, escandalizado. "No me lo imagino, que asco. Solo no lo asimilo."

"¿Y hasta cuando lo harás? ¿Cuándo el príncipe tenga cincuenta años y tu sigas entrando como fiera enjaulada en busca de respuestas?"

"¡Yo no soy una fiera!" Le pegó en el brazo, sin la intención de lastimarlo. "Ugh, esto es complicado."

"Ya Niall, deja de exagerar las cosas por favor. Confía en tu mejor amigo, así como yo confío en el mío, ten por seguro que nada malo va a pasar." Zayn intento acercarse de nueva cuenta. "Además, ellos no pueden tener hijos."

"Vete al diablo." El consejero rodó los ojos y el mosquetero no pudo evitar a reír.

Le gustaba molestarlo.

El silencio se propagó en el lugar, el rubio miraba el piso de madera encerada mientras hacía movimientos con sus pies y el pelinegro le observó callado, recorriendo el perfil del chico con perspicacia.

Analizó sus facciones, sus pestañas parecían no existir ante el color tan claro que estas tenían, sus ojos eran de un azul claro y tenue, era como mirar el cielo sin una sola nube.

Su nariz respingada y fina sosteniendo los lentes que siempre traía consigo, la mandíbula no tan marcada, los lunares que había en su piel, eran varios y estaban esparcidos. Sus labios finos, con un tono rosa muy delicado... los mantenía fruncidos y Zayn sonrió.

Si, era lindo.

"¿Ya pasó tu enojo?" Se aventuró a preguntar el morocho.

"No estoy enojado, Zayn." El tono de voz que usó, le hizo pensar que si lo estaba. "Solo ya te dije, aún no logro digerirlo. Además, me preocupa un poco que los reyes se enteren."

"Uhm, ¿eso sería grave?"

Niall encogió sus hombros, no tan seguro de lo que iba a decir. "No lo sé, el rey Desmond es muy impredecible. La reina es más... bueno, ella adora a sus hijos, dudo mucho que haga algo para dañar a Harry. Pero el rey..."

"Te proyectas demasiado, Niall." Zayn detuvo el habla del rubio. "Dime, si tú no hubieras llegado en busca de no-sé-qué, porque déjame decirte que hasta ahora, no sé qué necesitas... ¿Te habrías enterado de lo que está ocurriendo allá adentro?"

"Mhn, por mi propia cuenta no." Respondió, con una mueca de confusión en la cara. "Quizá Harry me hubiera contado después, no lo sé."

"Ahí lo tienes, si el príncipe te cuenta, es porque sabe que puede confiar en ti... ¿no?" Subió y bajó sus cejas juguetonamente.

"Si, eso es cierto."

"Entonces, no retrocedas. Ya lo habías aceptado, no entiendo el porqué hacer tanto alboroto."

El dedo índice de Niall, le señaló acusador. "Una cosa es que permita que se besen, y otra muy diferente que ya estén compartiendo la cama."

"Ni siquiera sabemos si lo hicieron en la cama, hay un sofá allá aden-"

"¡Zayn, por el amor de dios!" El consejero retiró sus lentes para tallar sus ojos. "De acuerdo, puedo superarlo, Harold no es un niño, y puedo con eso, ya creció..." Se repitió a si mismo.

"En cualquier momento iba a suceder. Y créeme que él, no iba a pedirte permiso."

Las botas de Zayn rechinaron, cuando empezó a caminar hacia el ventanal, cubierto por las cortinas. Asomó con discreción su cabeza, mirando al exterior.

"¡No esperaba que lo hiciera!" Avanzó detrás de él y se colocó frente al mosquetero. "Pero al menos pudo esperar a que anocheciera."

El pelinegro le miró con fastidio, negando con su cabeza dos veces. Ambos conectaron sus ojos, y el ceño de Niall se relajó notablemente, cuando Zayn ladeó un poco su rostro, viéndole con curiosidad.

"¿Qué?" El consejero espetó, firme. "¿Tengo algo en la cara?"

Zayn acercó la mano a su rostro, y lo tomó de la barbilla, elevando levemente su cara. Después, corrió la tela solo un poco, permitiendo así que los rayos solares se colaran por un pequeño espacio, dando justo en los ojos del rubio.

Este reaccionó, colocando su mano sobre su propia frente, intentando mitigar la iluminación que se estaba proyectando sobre él.

"Tus ojos se aclaran cuando les da la luz."

"¿De qué hablas? Los de todos, Zayn." Musitó, entrecerrado los propios. "Incluso los tuyos, lucen de un marrón más cristalino."

"¿Ya lo habías notado?" Zayn aguantó y no permitió que las comisuras de su boca se alzaran.

"No me refiero a eso. Estoy diciendo lo obvio." Niall retomó su energía, y obligó al pelinegro a cerrar la cortina.

"Interesante." Bisbiseó, apretando sus labios.

El rubio volteó los ojos y justo cuando iba a decir algo para defenderse, escuchó el seguro de la puerta ser retirado. Esta se abrió, y de la recámara salió cierto mosquetero vestido por completo, únicamente con su casaca entre las manos.

"¡Oh! Creí que ya no estaban aquí." Musitó con nerviosismo, mirando de reojo a la habitación.

Niall le vio con una ceja alzada, cruzando los brazos por encima de su pecho. En cambio Zayn, le regaló una sonrisa, colocando sus manos detrás de su espalda.

"Claro, buena tarde." El rubio avanzó y entró a la pieza de Harry, cerrando la puerta con un golpe lo bastante fuerte que asustó a los dos mosqueteros.

Louis inhaló, llenando sus pulmones con oxígeno. "¿Está enojado?"

"Enojado no, creo que solo su instinto protector lo traiciona." Zayn regresó con el castaño, y cuando estuvo cerca de él, le codeó con diversión.

"Nosotros no hicimos lo que estás pensando." Carraspeó, desviando la atención de lo que el pelinegro iba a insinuar.

"Por supuesto que no... te creería si fuera sordo, Boo."

El mayor quedó inmóvil, con los ojos abiertos a tope y el rostro caliente por la forma en la que se ruborizó.

La próxima vez, tendría que sacar a Zayn de ahí... o callar al príncipe de alguna forma.

Louis había brincado de la cama cuando escuchó que tocaban la puerta, y se apresuró a vestir, mientras el príncipe se burlaba de él cuando intentaba ponerse las prendas, por los nervios se las colocaba al revés o mal acomodadas.

Esperaron a que los golpes cesaran, creyendo que Niall se había rendido o que Zayn había logrado llevárselo de la estancia, fue ahí cuando el mosquetero se dispuso a salir con cautela.

Harry ahora estaba en silencio, recostado en su cama y solo se puso su ropa interior. Tenía una sábana cubriendo sus piernas, y su cabello era una maraña de rizos que estaban más enredados que nunca. Sus piernas aún las sentía débiles, milagrosamente ya no estaban temblando pero su espalda baja le dolía un poco.

Vio a su mejor amigo entrar, con el gesto serio, y cuando escuchó el estrepitoso choque de la puerta con el marco al cerrarse, se sobresaltó.
Niall miró el piso de la habitación y sin mencionar nada aún, se agachó para recoger la camisa del príncipe. Dio un paso má, y levantó los pantaloncillos, dejándolos reposar en su hombro.

"¿Algo más que tenga que mandar a lavar?" Cuestionó, aligerando la pesadez que se había creado en el ambiente.

"Ya es todo, gracias, Ni." Harry canturreó, mordiendo su dedo pulgar para encubrir su sonrisa.

"Mmhn, ¿notaste el sarcasmo?"

"¿Tú notaste el mío?"

Los dos se quedaron viendo, y no tardaron mucho en reír con voz baja.

"Lamento interrumpir tu momento, no sabía que estabas ocupado y entré en colapso." Se disculpó, acercándose a la cama de su mejor amigo. "Por un momento me invadió el espíritu maternal y casi me da un infarto."

"No te preocupes por nada." El príncipe se movió hacia un lado, dejando espacio para que Niall se sentara. "Ya habíamos terminado igual."

El rubio suspiró resignado. "¿Todo bien?"

"Todo perfecto, Ni." Los ojos verdes de Harry se encendieron, transmitiendo emoción. "Nunca me lo imaginé así, Lou fue muy atento, y demasiado caliente." Ante lo dicho, tomó el borde de su sábana y la llevó hacia arriba, cubriéndose totalmente. "Nunca me voy a cansar de él."

"Bájale a tus detalles, solo pregunté si todo estaba bien." El consejero colocó la ropa del príncipe sobre la cama, y comenzó a doblarla. "Aunque... bueno, quizá tengo una duda."

"Dime." El rizado se destapó unos centímetros, solo para ver a su amigo.

"Uhm... ¿duele?" Si las mejillas de Niall, por naturaleza eran rosadas, ahora se habían coloreado de un rojo intenso.

La ternura le invadió al ojiverde, generalmente era él, quién vivía avergonzándose frente a Niall. Esta vez los papeles se invirtieron.

"Al principio... si, un poco. Pero es soportable, después se pone mejor."

"Ya, solo quería saber eso. No más." El rubio colocó la camisa ya doblada, encima del pantalón. "¿Entonces ya son como... pareja oficial?"

El príncipe se quedó callado, en ningún momento habló con Louis sobre eso. O más bien, nunca sintió la necesidad de aclarar algo que ya era un hecho; se decían te quiero múltiples veces, se besaban cada que podían, como si la vida se les fuera en ello, y ahora ya habían tenido intimidad, que por cierto ambos disfrutaron mucho.

"Si... es decir, creo que está de más decirlo pero si, estamos juntos." Sin embargo, la duda entró y se alojó en su pecho. "Pero me queda claro que lo que yo siento, lo siente él también."

"Bueno, yo venía a decirte que tus padres esperan por ti en el comedor." Murmuró, parándose del colchón y llevando consigo la ropa del chico. "Así que toma una ducha, peínate o algo así, rápido porque ya están por servir la comida."

"¿Me perdí alguna fecha especial?" El príncipe se rodó sobre su cama, y sintió su cuerpo adolorido. Lo dejo pasar por alto.

"No, al parecer solo quieren compartir un momento con sus hijos." Harry hizo una mueca extraña a lo que escuchó. "Ya sé, yo también hice esa cara."

"Bueno, tomaré un baño rápido y en un momento bajo." Cuando por fin se levantó, afirmó sus piernas al piso. Se mantuvo inerte por unos segundos y renegó cuando una sensación desconocida le irrumpió.

"Si, date prisa... ¿Te pasa algo?" Le miró con rareza, al notar que el príncipe se había quedado rígido en su lugar.

"Uhm, no, todo bien." Levantó su pulgar hacia arriba. "Baja a dejar esa ropa, ahora los alcanzo."

Niall no quiso indagar más, así que solamente aceptó la orden y se marchó, rumbo a la lavandería del castillo.

El ojiverde exhaló con fuerza cuando al fin estuvo solo, y ni siquiera dio más de tres pasos hacia adelante, cuando un quejido salió de su boca.

¿Y ahora?

Su manos se posaron en su espalda baja, intentando sobarla, pero se dio cuenta que el dolor provenía de otro lado.

No podía ser cierto.

"¡Louis!" Soltó en un gritó, llamando al mayor, quién no tardó más de diez segundos en aparecer en la habitación, como si se hubiera teletransportado.

"¿Qué sucede, bonito?" El castaño le miró, caminando hacía él.

"¿Me quieres explicar porque apenas puedo moverme?" Preguntó con clara molestia en su voz.

"Eso explícatelo tu mismo." Se mofó, situándose delante del menor. "¿Tan rápido se te olvidó? ¿Acaso tendré que hacértelo recordar y por eso sigues en ropa interior?"

Las cejas casi unidas del príncipe por la manera en la que arrugó su frente, lejos de atemorizar al ojiazul, solo le provocó risa. La cual, dejó atorada en su garganta, solo para no hacer enojar más al rizado.

"¡En serio Louis!" Estaba enloqueciendo. "Tengo que bajar con mis padres al comedor; uno, son muchas escaleras y dos, no sé si podré sentarme..." Harry se tocó el trasero, palpando él mismo esa parte de su cuerpo. "Al parecer, todo bien por aquí."

"Intenta sentarte, no cantes victoria."

El ojo de Harry había comenzado a temblar con una especie de tic nervioso, Louis se había movido en la habitación, abriendo el armario del chico y sacó unas cuantas prendas perfectamente limpias. El príncipe continuó de pie, sin mover ninguna de sus extremidades inferiores.

"Ten, vístete, porque no creo que quieras que los reyes te vean así." Le extendió lo que tomó de su ropero.

"Quería tomar un baño, ve este desastre." Señaló su cabeza, haciendo un puchero pronunciado con su labio inferior. "Te odio."

"¿Me odias?" El mayor cerró la distancia entre ellos, pegando sus frentes. "Yo no tuve la culpa, te recuerdo que tú me dijiste-"

"¡Bueno ya! ¡Te odio por hacerme caso!"

Louis no se reprimió, le tomó del cuello con fuerza y acercó sus bocas sin hacer ningún contacto. Ni siquiera un roce.

"Yo te obedezco, el príncipe ordena." Susurró sobre sus labios, y después dejó un lametón en ellos, robándole un suspiro al menor.

Harry quiso más, y cuando estuvo a punto de demandarle un beso, Louis se hizo hacia atrás, con una sonrisa burlona captada mientras chupaba su propio labio inferior.

"Dudo que necesites ayuda, estaré con Zayn.. ¿O es todo lo que tienes?"

El príncipe estuvo al borde de la risa, pero no le iba a dar el gusto. Así que con toda su fuerza de voluntad, caminó, tratando de hacer caso omiso al ardor que estaba sufriendo.

"Claro, burlate de mi miseria." Murmuró, cuando estuvo al fin, frente a su baño. "Vamos a ver quien ríe mejor." Advirtió, antes de mostrarle la lengua y azotar la puerta con dramatismo cuando ingresó.

El mosquetero pasó su lengua por sus dientes superiores, observando la cama destendida y algunos cojines regados. Harry era la mezcla perfecta entre lo descarado y lo recatado cuando quería.

Y Louis estaba verdaderamente, locamente y profundamente enamorado de él.

Holaaa♡.

¡Ojalá disfruten el capítulo!

E igual, solo para pedirles de favor, si podían leer la nota publicada en la siguiente parte, necesito su opinión, jsjs.

¡Nos leemos allá!

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