¿Nunca te has parado a sentir, cuando sales del aire acondicionado, esa cálida sensación de los rayos del sol sobre tus frías mejillas?

Hablar de amarillo no puede dejar fuera la alegría.

Esa alegría que te transmite el verano a la hora de jugar.

¿Qué te cuenta el amarillo?

La risa de un niño pequeño al correr por el parque, tan inocente y feliz que te contamina el alma.

El sabor de fruta fresca y ligeramente ácida que tiene la piña como reina de las frutas.

Ese comienzo de dureza que sientes en las hojas que caen en otoño. Cuando ya el tiempo dice que están comenzando a envejecer.

Suave aroma de girasol, que reconforta y te transporta a sus pétalos viajeros del día, haciéndote sentir inmerso en la inmensidad de un campo lleno de ellos, el cual no tiene fin.

¿Qué haces, Amarillo? ¿Qué me das?

Las ganas se saltar, de intentar tocar el cielo.

Esa adrenalina que consume tu cuerpo cuando una melodía motiva tus pasos a su ritmo contagioso.

Esa sonrisa que siempre tienes en tu rostro y que con ella eres capaz de hacer sonreír a los demás.

Amarillo es energía, risa, alegría y emoción...

Sé siempre de amarillo, me gusta verte sonreír.