Han pasado tres meses desde que empezó a conocer más a fondo a Louis y jamás hubiera imaginado que llegaría a formar una amistad con él, mucho menos a desarrollar sentimientos; sentimientos que lo harían escribir una canción pensando en él. Había roto un récord en escribirla en menos de una semana, sin duda estaba enamorado.

Sabía que lo había hecho porque además de dedicarle canciones, lo que sentía cuando los dos estaban juntos no se comparaba a cuando estaba con sus amigos, era algo más grande y que difícilmente podría decir con simples palabras. Pero terminaba en que siempre quería a Louis cerca.

El único problema es que Louis aún no sabía que le gustaban los chicos. Y no le gustaría llegar así de la nada y decirle: "Hola Louis, estos momentos que he tenido contigo me he enamorado de ti, porque sorpresa soy gay", tenía que saber si al menos los sentimientos eran igual de correspondidos y también... si lo aceptaba como era realmente.

Tenía muchas esperanzas de que no lo rechazará o juzgará. Louis no podría ser de esas personas que son buenas contigo hasta que te conocen realmente y se alejan de ti porque ya no les agrado tu verdadero yo. Iniciaría con cosas simples y poco a poco se dejaría llevar si la reacción de Louis era satisfactoria.

El día anterior había decidido no ir al entrenamiento de Louis, disculpándose con él, para prepararse mentalmente. Sin embargo, le había mandado unos mensajes con una mejor propuesta, una que lo hizo sonrojar y gritar en cuanto llegó a su casa ese día.

Esperó el viernes con mucha más emoción de la normal y cuando por fin llegó, los nervios no habían disminuido que tanto sus amigos como su familia le cuestionaban la razón de su emoción. Ni siquiera cuando invitó a Niall o Taylor a su casa a quedarse por primera vez se sintió así, sabía que era por la persona, pero sólo serían dos amigos pasando la tarde juntos, ¿no?

—Es raro ir tu casa caminando—comentó Louis mientras iban a través de las conocidas calles, uno a lado del otro.

—Solía estar acostumbrado a esto hasta que empezaste a llevarme—mencionó divertido y Louis lo miró tratando de estar ofendido.

—Qué grosero Hazz, uno que piensa en ti—dijo empezando a caminar más rápido mientras detenía la sonrisa que amenazaba en salir.

—Sabes que no es cierto, me agrada que me lleves a casa—dijo corriendo para alcanzarlo y darle un amistoso empujón en el hombro—, tengo compañía, pero como traes tu auto yo...

—Te dije que no me importa dejarlo más tiempo en el estacionamiento o venirme en autobús en la mañana, si prefieres caminar—dijo sonriéndole, Harry bajo la mirada también sonriendo. Es tan considerado, ¿realmente había posibilidad de que lo rechace?

El camino fue en su mayoría silencioso, pero tranquilo; escuchaban los autos pasar, los pájaros cantar y el sol estaba a un punto agradable, no hacía mucho viento y todo daba inicio a que sería una buena tarde y noche.

Llegaron a la conocida casa y ambos se introdujeron.

—Sube para que podamos ver donde puedes dormir—mencionó Harry limpiando sus manos sudadas debido a los nervios mientras subía las escaleras, sin voltear a verlo.

El ojiazul asintió con la cabeza recorriendo el nuevo lugar con la mirada mientras iba detrás de Harry. Al llegar al segundo piso las escaleras continuaban, pero se bajaron en ese primer descanso donde estaba el pasillo de las habitaciones, un total de cuatro.

—Esta es la de mis padres—mencionó Harry señalando la primera puerta, luego continuó caminando—, esta es la de mi hermana y esta es su baño—señaló las dos puertas que estaba enfrente de la otra.

Finalmente quedaba la suya. Antes de salir en la mañana, había dejado el closet abierto con sus playeras extravagantes apropósito, para que fuera lo primero que Louis viera. Cuando su puerta estuvo frente a él, tomó el picaporte, respiró hondo y abrió la puerta.

—Y esta es mi habitación—mencionó haciéndose a un lado para darle paso al mismo tiempo que, sin que Louis lo notase, cerraba los ojos hasta escuchar la reacción del ojiazul.

La habitación de Harry era parecida a la de él, la diferencia es que de lado izquierdo estaba una puerta hacia un pequeño balcón y su escritorio estaba detrás de la puerta. Toda su habitación era color blanco. Su cama estaba en medio y de lado derecho del lugar había una segunda puerta que se observaba, era el baño. A lado de dicha puerta estaba el closet del rizado.

Lleno de gran variedad de playeras coloridas, ¿por qué Harry nunca se vestía así y siempre con colores neutros? Volvió la vista hacia el escritorio y en la parte de abajo observó un estuché en forma de guitarra.

—¿Tocas la guitarra?, por supuesto que lo haces estudias música—preguntó golpeándose así mismo por dicho comentario, tal vez Harry no era el único nervioso.

El rizado soltó una risa mientras soltaba el aire contenido y se introducía en la habitación.

—Me gusta, muy organizada la verdad, pero no entiendo, siempre te vistes con las mismas ¿por qué nunca te vistes con esas playeras llamativas? —Mencionó sentándose en la cama, Harry bajo la mirada.

—No sé, siento que esas playeras son como para fiestas o eventos informales—murmuró, al parecer todo iba bien.

—Deberías hacerlo para la universidad, robarías la atención de todos—dijo sonriendo al ver al rizado tímido, como ya estaba acostumbrado.

—Lo pensaré—murmuró para sí mismo. Una reacción buena y no extraña o rara, todo irá bien.

—Deja tus cosas sobre la cama—mencionó momentos después mientras él hacía lo mismo—. Lo que podemos hacer es poner algunas sabanas en este espacio—señaló en donde estaba vacío entre la cama y la puerta del balcón—, yo puedo dormir ahí y tú en mi cama.

Louis negó con la cabeza—. No claro que no, es tu casa, tú duermes en tu cama y yo en el suelo—dijo observando al rizado.

—Pero tú eres el invitado, además es la primera vez que te quedas a dormir—respondió cruzando ambos brazos.

—Como invitado quiero que tú duermas en tu cama, es más—mencionó levantándose de la cama—, no me voy a mover de aquí—dijo parándose en el espacio que había señalado Harry.

Louis parecía un niño pequeño, uno que le daba ternura y risa al mismo tiempo.

—Es muy temprano para discutir donde vas a dormir así que veremos hasta la noche—mencionó riendo, contagiando al ojiazul.

—De acuerdo, entonces, ¿qué planes tienes? Preguntó Louis volviendo a la cama y sentándose enfrente de Harry.

—Lo primero es comer, luego vemos que surge, no puedo pensar con el estómago vacío—respondió mientras salía de la habitación e iban al piso de abajo, Louis fue detrás de él.

—¿Qué se te antoja de comer?, podemos pedir a domicilio—mencionó Louis cuando ambos llegaron a la cocina.

—Yo... estaba pensado en que cocináramos, ¿te gusta la lasaña? —Dijo sonriendo sutilmente que sólo un hoyuelo se marcó.

Las personas enamoradas hacen locuras, ¿cierto?

—Suena una buena idea y sí me gusta la lasaña—respondió Louis aun sabiendo que sus habilidades culinarias eran nulas, pero todo por aquel chico de rizos y ojos verdes.

Tardaron un poco más de una hora ya que tenían que esperar a que estuviera la salsa, luego la carne y finalmente el horno para calentarlo, pero lograron preparar su comida. En lo que Harry ponía la mesa, Louis fue por los refrescos y algunos snacks para más tarde.

Empezaron a comer uno enfrente del otro en la pequeña mesa-isla que estaba en medio de la cocina.

—Nunca habías cocinado, ¿verdad Lou? —Preguntó Harry mientras bebía de su refresco, observando a Louis abrir más los ojos, casi se le escapa una risa.

—Bueno... nunca haber cocinado, no, pero...—dijo riendo mientras bajaba la mirada—, no soy bueno en eso, la comida se me suele quemar—rio y Harry también lo hizo.

—A todos nos pasa la primera vez y es normal—dijo Harry continuando con su comida.

—¿Cómo te diste cuenta? —Siguió preguntando.

Harry dejo su comida y empezó a enumerar las cosas, sólo para molestar a Louis—. No sabias prender el horno, olvidaste echarle sal a la salsa, no sabías que...

—Bueno, ya entendí—interrumpió y el rizado volvía a reír.

—Hazz—mencionó Louis momentos después, cuando ya estaba a punto de terminar—, tienes manchando...—señaló la parte inferior de su labio, Harry intento limpiar esa parte sin mucho éxito.

—¿Ya? —Preguntó mirando a Louis.

Louis negó con la cabeza y se acercó limpiando dicha zona con su pulgar. Harry lo miró directamente a los ojos, esos brillantes y azules ojos por los que había caído. El chico había terminado de limpiar, pero se quedó algunos momentos más acariciándole el rostro, era suave su piel y los labios del rizado de veían tan dulces. A tenido muchas ganas de besarlos por un largo tiempo.

Ninguno pronunciaba nada por miedo a decir algo y que rompieran la acción, sin embargo, cuando Harry estaba tomando el valor de acercarse más, Louis se aleja empezando a recoger su plato y sonriendo mientras iba hacia el lavabo. El rizado quería gritar.

¿Qué más necesitaba para decirle indirectamente que le gusta?, ¿Louis no las capta o lo hace y entonces no es correspondido?, tenía que ser más directo.

Por lo que mientras limpiaban los platos, Harry aprovecho para poner sus manos junto a las de ojiazul cada que podía, además de que le gustaba su tacto, a ver si lograba darse cuenta. Pero parecía que Louis las evitaba.

No lo malentiendan, es entendible cuando el rizado no ha mostrado una pisca de interés hacia las personas de su mismo género que piensa que todo lo que pasa cuando está a su lado es sólo él siendo amable o cariñoso. No quiere ilusionarse y perder lo único que tiene con Harry, una amistad.

Con los platos limpios y guardados, tomaron los snacks y se dirigieron hacia la sala para empezar a poner alguna película o serie. Harry subió un momento a su habitación para cambiar de ropa por el piyama y en cuanto bajo, Louis imitó su acción.

Harry traía puesto una camisa de manga larga ligera de color gris, unos pants azules y en sus pies solo traía calcetines del mismo color que su camisa, además se había puesto una bandana verde oliva sobre sus rizos para que no le estorbaran. Louis estaba atónito en cuanto bajo y lo vio. Lo único que pensaba es que se veía tierno y adorable, tenía muchas ganas de besa esa cabeza llena de rizos.

En cambio, Harry lo seguía con la mirada mientras llegaba y se sentaba a un lado de él en el sillón, empezando a abrir las papas para colocarlas en los otros platos que trajeron. El ojiazul vestía una camisa de manga corta azul oscuro, unos pants negros y calcetines grises, su cabello estaba más desordenado de lo común y eso le pareció más atractivo al rizado, haciendo que se mordiera el labio inferior ligeramente.

—¿Qué quieres ver? —Harry reaccionó con la pregunta del ojiazul y tomo el control seleccionando Netflix.

—Lo que quieras, sólo por favor que no sea de terror—respondió el rizado.

—De terror será—mencionó divertido Louis, empezando a comer de las papas.

—¡Lou! —Exclamo Harry empujándolo.

—¿Qué? —Dijo haciéndose el desentendido, Harry negó con la cabeza sonriendo.

—¿Qué te parece una comedia? —Sugirió Louis segundos después.

—Comedia romántica—completo Harry y el ojiazul asintió.

Buscaron una película de ese género y apagaron las luces de la sala, empezando a disfrutar del filme.

Al principio todo iba normal, comentaban una que otra cosa de la película y reían juntos. Unos de los tazones con frituras quedó en medio de ambos, donde también Harry aprovechaba para tener un pequeño toque con las manos de Louis. Agradecía la ausencia de luz, ya que así, no se notaría su sonrojo.

Más adelante en la película, las posiciones cambiaron. Al comienzo, estaban sentados a lado del otro, luego Harry tomó el tazón para acercarse más a Louis y que pudiera recargar su cabeza en su hombro, luego de varios minutos de pensarlo, el ojiazul también recargo su cabeza, oliendo sutilmente el cabello de Harry. Le hacía cosquillas en el rostro y olían tan dulce, era una mezcla entre chocolate y coco, era un olor que en tan sólo segundos se volvió una droga para él.

Sin poder resistirse, abrazo a Harry por los hombros, acercándolo aún más. Su mano en vez de quedarse reposando, empezó a acariciar el cabello del ojiverde, dándole caricias. Harry cerró los ojos disfrutando de las caricias, sin embargo, trataba de no relajarse mucho porque podía quedarse dormido.

Cuando había pasado la mitad de la película, Harry jugaba con la otra mano de Louis que estaba libre. Hacía trazos en su palma y acariciaba lentamente los dedos. El corazón del ojiazul estaba latiendo más rápido de lo que lo solía hacer cuando estaba a su lado, tenía miedo que fueran tan fuertes que el chico los pudiera escuchar.

¿Harry era consciente de lo que provocaba en él? ¿De lo que ha provocado durante varios años que lo conoce? Si no fuera por el proyecto nunca se hubiera atrevido a acercase y hablar con él. Era muy tímido en ese tiempo y algunas veces se preguntaba si Harry lo había notado alguna vez.

Estaba poniéndose muy nervioso que decidió retirarse unos momentos de Harry para poder controlarse, excusándose en que iba al baño. El rizado asintió en respuesta dejándolo ir.

Louis salió de la sala subiendo las escaleras camino al baño del cuarto del rizado. Una vez ahí, lavó su rostro con abundante agua para poder disminuir el sonrojo, sin embargo, esto era en vano debido a que recordaba el tacto de Harry sobre sus manos, tan suave como una pluma, y sus ojos, con un brillo natural que los hacía sobresalir a pesar de la oscuridad, esa sonrisa con hoyuelos que lo hacía suspirar de amor, esa maldita risa que en cualquier lugar podía reconocer.

Estaba haciendo su mayor autocontrol para no llegar y decirle todo lo que pensaba sobre él, todo lo que sentía por él. Había sido difícil ganarse su amistad y no podía arriesgarse a perderla, porque ¿qué era peor? ¿Confesar sus sentimientos y perderlo o no decir nada y mantenerlo a su lado?

Cuando los nervios bajaron, salió del baño volviendo a respirar, estaba a punto de salir de la habitación cuando piso por accidente algo en el suelo que lo hizo hacer un gesto de dolor y maldecir en silencio. Con dificultad tomó el objeto entre sus manos y con la poca visibilidad que tenía reconoció que era un barniz, no sabía de qué color.

Tres preguntas vinieron a su mente ¿Era de la hermana o madre de Harry?, ¿era de él?, o, la que menos le gustaba, ¿era de alguna pareja?