Capítulo 14: Un comienzo

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El sol ya comenzaba a hacer presencia a través de la gran ventana de Harry, a pesar de que estuviera la cortina, los rayos llegaban a traspasarlas señalando a los dos chicos recién confesados sobre la cama.

En ningún momento se separaron, cambiaban de posición algunas veces cuando el brazo de Louis se entumecía o simplemente se cansaban de la posición. Terminaron dormidos uno enfrente del otro y el primero en darse cuenta de eso fue Harry, quien abrió lentamente los ojos al estar recibiendo directamente la luz.

Distinguió al chico que tenía frente a él y sin evitarlo sonrió, al mismo tiempo que empezaba a sonrojarse. Todo lo que había pasado el día anterior parecía un sueño, desde haberlo besado hasta confesar sus sentimientos. No esperaba que inmediatamente se hicieran pareja, esperaría lo que Louis y él consideren, se conocerían en esta nueva forma y verán si pueden dar el siguiente paso.

Continuó observando a Louis; sus párpados cerrados en las que sus pestañas reposaba sobre sus pómulos, sus marcados pómulos, la nariz pequeña y en forma de bolita, los labios delgados y finos que estuvo besando, la mandíbula marcada.... dios no se cansaría de admirar a Louis describiendo cada detalle de él.

Con delicadeza iba acercarse más para tomar su rostro, no obstante, detuvo su movimiento en cuanto vio al ojiazul moverse, empezando a abrir los ojos lentamente.

—Buenos días—sintió que se desmayaría con escuchar la voz mañanera de Louis.

—Buenos días—respondió. El ojiazul tomó una de las manos del rizado y las entrelazo empezando a sonreír contagiando al otro chico.

—¿Cómo dormiste? —Preguntó.

Harry soltó algo parecido a un ronroneo—. Nunca había dormido tan bien, ¿y tú?

—Lo mismo digo—Louis iba a acercarse a Harry, pero este se apartó riendo.

—No Lou, tengo mal aliento—murmuró tapándose con la otra mano, el castaño soltó una risa y tomo la mano del rizado, quitándola y volviendo a acercarse, esta vez siendo más rápido y sólo dando un beso pequeño.

—No me importa tu aliento—Harry bajo la cabeza negando.

—¿Qué hora es? —Pregunto Louis acomodándole los rizos al chico, quien se giró levemente para tomar su teléfono de la mesa de noche.

—Las nueve—respondió.

—No—alargo la vocal, luego se acercó a Harry abrazándolo por la cintura, dejándolo como la cuchara pequeña—, volvamos a dormir un rato más.

Harry rio por el comentario, pero antes de que pudiera responder un llamado lo interrumpió.

—¡Hazz ya es hora de desayunar! —Era su madre gritando desde la parte de abajo de las escaleras.

—Oh mierda—exclamo levantándose rápidamente mientras Louis se quedaba todavía en la cama gruñendo por perder la cercanía.

—Louis despierta mis padres ya están aquí—dijo dirigiéndose al baño a arreglar su cabello y lavarse los dientes.

Louis en ese momento también se levantó rápidamente empezando a frotar sus ojos para despertar más rápido. No sólo fue el hecho de quedarse a dormir sin que Harry avisara lo que lo apuraba, sino que, tampoco les menciono a sus padres que se quedaría a dormir en casa ajena y Lottie lo estaba encubriendo.

Harry llego rápido y juntó la ropa de ojiazul que traía puesto el día anterior.

—Toma, cámbiate en el baño, te espero y vemos que hacemos—el otro chico asintió tomando las prendas pasando a un lado del rizado y cerrando la puerta del baño.

Mientras tanto, Harry se sentó en la cama pensando por dónde podía sacar a Louis, estaba la puerta trasera del jardín, pero había riesgo de que su mamá los vieran y pensara una cosa errónea. Continuó pensando observando a su alrededor cuando una idea muy alocada llegó a su cabeza. Ahora falta que Louis la acepte.

Justo se abrió la puerta del baño revelando a Louis ya vestido, camino hacia donde estaba su mochila y empezó a guardar su piyama.

—Tengo una idea de donde puedes salir—mencionó Harry, Louis le dirigió una mirada rápida mientras seguía guardando, el rizado continuó—, es muy alocada, pero es la única... que bajes por el balcón.

—¿¡Estás loco!? —Exclamo finalmente cerrando su mochila.

Harry inmediatamente se acercó a él tomándolo por los hombros.

—Tranquilo Lou, no es tan alto y no es muy difícil.

—¿Tú lo has hecho? —Arqueo una ceja indagando.

—No, pero Niall sí y ya vez que sigue vivo—mencionó esto con diversión, Louis rio nervioso—. Tranquilo Lou.

Soltó un suspiro exagerado—. Ya que, ¿verdad?, todo por pasar uno de los mejores días de mi vida—ambos chicos se sonrojaron mientras sonreían.

—¡Harry! —Volvieron a gritar y ambos empezaron a moverse.

Louis tomó su mochila y se dirigió a la puerta del balcón, Harry fue detrás de él y juntos abrieron la puerta.

El sol seguía intenso, no había nada más que el balcón que tenía vista hacia la calle, de lado derecho estaba el árbol donde Louis tendría que bajar.

—Bueno no es como si nunca hubiera subido y bajado un árbol—murmuró observando la altura que había desde el balcón hasta el suelo, eran aproximadamente de unos seis metros.

Harry rio nervioso y entonces Louis se dio vuelta para observarlo.

—Fue agradable la noche anterior, ¿te gustaría hacer algo en la tarde aprovechando este momento? —Preguntó tomando la mano del rizado.

—Tenemos mucho tiempo Lou—mencionó Harry.

—Lo sé, pero quiero ir a la feria que hay cerca del parque y qué mejor que vayamos los dos—Harry se quedó pensativo, claro que le agrada la idea de pasar más tiempo con Louis, solo faltaba que no tuviera planes con su familia.

—Además puedes aprovechar y por fin presentarme con tus padres como tu amigo—guiño un ojo volviendo a hacer reír a Harry.

—De acuerdo, entonces pasas por mí, ¿no?

—Claro, vamos caminando si quieres.

—Okey—respondió. Harry miro a su alrededor, buscando algún vecino entrometido y se acercó a besar a Louis en los labios, un beso corto, pero tierno.

—Nos vemos luego Lou, ten cuidado—mencionó en cuanto se separaron del beso.

—Nos vemos Hazza—dijo dándose vuelta empezando a subirse en el árbol.

—¿Hazza? —Preguntó acercándose al árbol observando a Louis bajar con cuidado.

—Se me ocurrió anoche—mencionó con dificultad debido al esfuerzo—, solo le agregué una -a más, ¿te gusta? —Lo miró un par de segundos.

—Sí me agrada, pero sólo tú puedes decirme así—respondió.

Louis finalmente llegó al suelo sano y salvo, subió la mirada observando a Harry. Ambos sonrieron y se despidieron con un movimiento de mano. Cuando el castaño llegó a la calle, Harry se metió rápido a su casa para bajar a desayunar y evitar que lo llamase otra vez.

En todo el día no había podido evitar sonreír mostrando esos dientes brillantes como las perlas y esos hermosos hoyuelos. Seguía sin creer que los sentimientos eran mutuos, pero sobretodo que lo hayan motivado a escribir nuevas canciones y continuar con la que tenía pendiente.

Admite que la ha dejado un poco en el olvido por la falta de palabras en esta, además debe aprovechar los pequeños golpes de creatividad que le dan, aunque sea para otras canciones.

Por ahora dejaría a un lado el tema de las canciones y se concentraría en la cita que tiene con Louis, en teoría era una, ¿no? Serán los dos solos, pasando el rato compartiendo sentimientos y demostraciones afectos en un lugar. Para él era una cita, y si Louis no lo consideraba una, sería su pequeño secreto.

Igual que la vez que salieron con sus amigos, Harry tardo un rato en arreglarse, pero optó finalmente por una camisa delgada blanca por debajo y encima una camisa de manga corta con cuadros, esta vez de color azul, jeans negros y unos tenis blancos. Peino sus rizos, cepillo sus dientes y espero a que Louis llegara.

Mientras tanto, comenzó a desechar todas las estrofas que surgieron durante el desayuno en una libreta color café. La canción que le había enseñado a Taylor semanas atrás, por fin tenía más estrofas y tenía nombre: Better Than Words. Sentía que le faltaba más así que continuó pensando en otras ideas. No importaba cual fuera, todas lo guiaban a una sola persona: Louis.

Pasaron las horas hasta que las ideas no volvieron a llegar, pero estaba satisfecho por con lo que tenía, tal vez ya no le tenga que agregar más y sólo tenga que buscar la melodía indicada. En ese instante su teléfono vibró en un mensaje, lo busco por las sabanas y vio que era un mensaje de Louis.

Y justo en ese instante tocan el timbre. Harry salió rápidamente de su habitación, bajo las escaleras y mientras pasaba por el pasillo grito que él atendía. Una vez enfrente de la puerta, respiró profundo, acomodó sus rizos y su camisa y finalmente abrió la puerta, sus piernas temblaron al verlo.

Louis vestía una camisa negra, unos jeans de mezclilla del mismo color, unas vans y una chaqueta también de mezclilla azul claro. El cabello estaba peinado como siempre.

—H-hola Lou—el ojiazul soltó una pequeña risa al verlo nervioso. Antes de responder se acercó a dejar un pequeño beso en sus labios.

—Hola Hazza.

—Lou no hagas eso—dijo sonrojándose más mientras metía a Louis a la casa y cerraba la puerta.

—¿Por qué? —Lo miró divertido, pero un poco confundido.

—Me pones más nervioso—no era una total mentira después de todo.

—Te ves hermoso—mencionó después de escanearlo de pies a cabeza.

—Tu igual—respondió bajando la mirada, tímido. Louis acercó una mano a acariciar su mejilla izquierda.

—Hazz, ¿quién era? —Grito su madre y ambos salieron de su burbuja.

—Vamos—tomó a Louis del brazo y lo llevó a la sala donde su madre leía un catálogo de zapatos y su padre veía la tele.

—¿Quién era cariño? —Volvió a preguntar su madre subiendo la mirada.

—Un amigo—empezó y Louis contuvo una risa—. Mamá, papá él es Louis—lo señaló—, Louis mis padres.

El castaño se introdujo al lugar y empezó a saludarlos.

—Un gusto señora Styles.

—Llámame Anne cariño—respondió la mujer, el ojiazul asintió.

—Un gusto igual señor Styles—estrecho su mano.

—Robin—respondió correspondiendo el saludo.

—¿Desde cuándo son amigos? —Preguntó Anne una vez Louis regreso a un lado de Harry.

—Principios de año, estamos juntos en el proyecto—respondió Harry.

—Oh el que es de dos carreras, ¿verdad? ¿Qué carrera estudias Louis? —Cuestionó esta vez Robin.

—Sí y estudio psicología—sonrió amablemente.

—Y bueno...—Harry volvió a la conversación—Louis vino porque vamos a ir a la feria que está cerca del parque.

—¿Irán tus otros amigos? —Indagó Anne.

—No sé mamá, a lo mejor y nos los encontramos allá.

—Está bien, diviértanse y no llegues muy tarde—recordó.

—Claro, nos vemos en la noche—dijo empezando a jalar a Louis por el brazo.

—Nuevamente un gusto a los dos—exclamo el castaño con dificultad debido a los jalones del rizado.

—Al menos ya tiene un amigo más además de Niall—mencionó Anne cuando escuchó la puerta principal cerrarse.

—Todo salió bien eh—mencionó Louis dándole un amistoso codazo a Harry mientras ya se encontraban caminando por las calles.

—Sí, no fue tan incómodo como con tus padres—respondió y ambos rieron—. Hablando de ellos, ¿te dijeron algo?

—Por suerte no se dieron cuenta, habían salido al supermercado—respondió sonriendo—, sólo Lottie que me empezó preguntar cómo me había ido y eso.

—¿Le dijiste lo del beso y todo eso? —Preguntó Harry un poco preocupado, pero intentando disimularlo.

—Por ahora no, se hubiera emocionado y gritado que despertaría a los demás vecinos—dijo divertido, sin notar la preocupación del rizado.

—¿Ella sabe que te gustó? —Continuó indagando.

—Claro, le cuento todo, bueno, casi todo, nos tenemos mucha confianza.

—Crees... ¿crees qué podemos mantener esto en secreto? —Louis giro su cabeza de lado, confundido.

—¿Por qué?

Harry pensó en una buena excusa—. Mmm... quiero que sea algo entre nosotros, algo que sólo tú y yo sepamos y nadie más sepa.... por ahora—sonrió, esperaba que eso fuera lo suficientemente convincente para Louis.

—De acuerdo Hazza—Louis sonrió y se acercó a besar su mejilla, el rizado miró discretamente a su alrededor buscando a alguien que los haya vistos y al no encontrar a nadie tomó la mano del castaño para entrelazarlas y moverlas hacia enfrente y atrás, aún continuando con su camino.

La feria que anteriormente había mencionado Louis, era algo que se hacía a partir de mediados de marzo y duraba sólo una semana. Sinceramente, ninguno de los dos sabía exactamente el motivo o la razón de que la hicieran; podría ser para celebrar algo, una fecha importante tal vez, porque eran días especiales o sólo para recaudar dinero.

La mayoría de las personas que vivían cerca conocían esta feria o, como posiblemente le pasó a Louis, conocían a alguien que estuviera cerca de la zona y le hablaran sobre esta. Sabía que no había sido él porque jamás le había comentado algo.

Pero al estar muchas personas que lo conocen o lo ubican, a Harry le empezó dar nervios. No sería que los juzguen por su forma de vestir, sino por andar muy cariñoso con un chico. Sabía que había personas que eran neutras es esa parte, pero estaban las otras que sabía que lo podrían empezar a criticar y que esas críticas llegasen a sus padres antes de que él pudiera decirles la verdad. Enterándose por terceros.

Por eso, cuando estaban comenzando a acercarse a la entrada, Harry soltó la mano del ojiazul sonriéndole inmediatamente para hacerle entender que no lo había hecho de una forma grosera. Louis pensó que tal vez se debía a los nervios, por lo que lo abrazó por los hombros y continuaron su camino hasta llegar a la entrada.

Eran aproximadamente las cuatro y media de la tarde cuando llegaron, el sol ya estaba empezando a bajar y se veía ligeramente oscuro. La feria prácticamente estaba en las calles que rodeaban al parque por lo que en ambas banquetas había un puesto diferente, ya sea de comida o juegos. Justo en el parque estaban más juegos, la mayoría mecánicos para chicos y grandes.

A pesar de que no fuera noche, algunos puesto ya estaban iluminados de luces amarillas o blancas, había mucho ruido, en su mayoría de niños jugando y la gente aún era escasa, sabían que empezarían a llegar conforme avanzará el tiempo.

Louis miró a Harry, mostrándole una bella sonrisa y empezaron a caminar por los puestos. Ambos al haber comido hace poco comenzaron inmediatamente con los juegos de destreza, así que se acercaron a un puesto que estaba regalando peluches por algunos tiros en botellas.

—Voy a ganar uno por ti—susurro en su oído antes de preguntar por el costo, tenían un total de cinco aros y cada botella tenía un valor numérico, dependiendo los que hiciera era el premio que recibía.

Harry se quedó a un lado observado a Louis tirar cada uno, tomándose su tiempo. Luego el señor del puesto contó los puntos que hicieron y le dijo que podía elegir alguno de los que estaba en la parte de atrás, los medianos.

—Bueno algo es algo—dijo para sí mismo —¿Cuál quieres? —Preguntó.

Este lo miró nervioso y analizo todos los peluches que estaban, se decidió por uno en forma de gato color gris.

—Gracias—murmuró tomando al peluche entre sus manos ocultando su sonrojo, el castaño sonrió por milésima vez y continuaron con su camino.

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