Es increíble como muchas cosas pudieron pasar a partir de que conoció a Louis y ahora, estaban cumpliendo 4 meses de noviazgo y las cosas iban bien.

Apenas llevaba tres sesiones de terapia, donde la primera fue una de las más difíciles, a pesar de ir acompañado tanto por Taylor, Louis y sus padres. Le costó abrirse y volver a hablar de todo, pero esta vez se sintió mucho más relajado y confiado, consciente de que esto iba a tener resultados beneficiosos en el futuro.

A pesar de llevar poco tiempo, le ha ayudado fuertemente, abriendo sus ojos sobre ciertas acciones que consideraba insignificantes, pero que tienen mucha importancia en sus pensamientos actuales y en su forma de ser. Además, de empezar a identificarlos para trabajar con ellos.

Respecto a sus padres... por ahora la situación iba bien, Anne lo acepta totalmente al igual que su padre, sin embargo, este está trabajando en intentar entenderlo y ver su forma de ser, principalmente acostumbrarse a verlo tomado de la mano de Louis.

Aún no pasarían a las muestras de afecto, eso sí seguiría siendo un secreto entre ellos, uno que ambos estaban de acuerdo en no compartí porque significaba mucho para ellos.

Así como las canciones que Harry escribía para Louis.

Ya estaba decidido en cuál cantarle, aunque todavía tenía sus dudas, ¿era muy pronto?, pero, sobre todo, ¿era un buen regalo de aniversario? Por suerte, todos esos pensamientos los estaba aclarando con su psicóloga, Eveline, una mujer joven de cabello castaño, ojos cafés claros y pequeñas pecas en el rostro.

-Un regalo no se basa en lo que es, si no en lo significa para ti, para ambos, ¿crees que tiene un significado para los dos?

Harry jugaba constantemente con sus manos mientras respondía a la pregunta, dudoso de sí.

-Creo que sí, digo... la canción la compuse pensando en nosotros y.... él ha querido escucharme cantar por meses...-no pudo evitar colorarse de las mejillas.

-Entonces, es algo que tanto tú como él, han estado esperando, y considero que le debes dar mucho valor, sobre todo porque es algo importante para ti. Por lo que me has contado, Louis es diferente a tus otras experiencias con chicos-Harry asintió-, te lo ha demostrado y lo sigue haciendo, ¿por qué dudar?

-Es difícil de explicar, yo...-soltó un suspiro-es una voz en mi cabeza, o algo, no sé, que cuando estoy en una situación en específico me regresa a los peores momentos como mecanismo de defensa y evitar volver a salir lastimado.

-Lo generalizas, ya lo habíamos platicado, ¿recuerdas?

-Claro y no me agrada seguir teniendo estos pensamientos, sé que está mal, pero... no puedo evitarlo-formó un puchero con sus labios.

-Escucha Harry, no está mal tenerlos debido a tus experiencias, por eso estás aquí, para trabajarlos y saber cómo tener control sobre ellos y que estos no lo tengan sobre ti.

Eveline volvió a tomar nota antes de mirar el reloj en su muñeca.

-No puedes forzarte a dejar de tenerlos, esto en un proceso como toda situación difícil, primero la identificamos, la analizamos y vamos desglosándola para ir trabajado en pequeñas partes. La infancia es un factor muy importante en nuestra personalidad y es por eso que este proceso será largo.

Finalmente cerró la libreta y se dio la vuelta para guardarlo en su escritorio.

-Te voy a pedir que empieces a analizar exactamente qué pensamientos o recuerdos te llegan a la cabeza para poder empezar la próxima sesión, ¿okey?

-Sí-murmuro Harry observando las acciones de la joven.

-Por ahora hemos terminado y espero que te sientas más seguro de darle tu regalo a tu novio.

-Sí claro-rio tímido.

-Cualquier cosa puedes escribirme. -Ambos se levantaron y caminaron rumbo a la puerta.

-De acuerdo, gracias Eveline-Harry pago y se despidió de la joven caminando por los pasillos hasta llegar a la sala de espera y finalmente a la salida del centro de psicología.

Respiró hondo y cerró sus ojos como ya se le había hecho costumbre después de una sesión. Sonrió levemente y corroboró la hora: once de la mañana, y se dirigió rápidamente a su auto para irse a la plaza donde Louis trabajaba, no sin antes, hacer una parada en su casa para recoger lo que sería parte de su sorpresa de aniversario.

Louis aún no era consciente de su presencia y le daba ternura como atendía a las personas; con una sonrisa, diciéndoles buenos días o buenas tardes, haciéndoles un comentario amable, etc. Sabe que no era solamente por respeto y obligación del trabajo hacer eso, así es su personalidad.

Y eso lo enamoraba cada día más, si era posible eso.

Pasaron otros cinco minutos hasta que finalmente los azulejos se posaron sobre él, extendiendo la sonrisa y empezando a moverse desesperadamente buscando un remplazo temporal.

En cuanto lo consigo, salió de la caja pidiendo permiso y acercándose a la mesa del rizado.

-¿Desde cuándo llegaste? -Preguntó Louis posicionándose enfrente de él.

-Hola Hazz, ¿cómo estás?, ¿cómo te fue? -Se burló.

Louis rodo los ojos divertido y se acercó un poco más, específicamente, a su oído.

-Buenas tardes bebé, ¿cómo estás? -Harry rio tímido ocultando su rostro, sonrojado.

-Bien, ¿y tú?

-Como vez, sigo trabajando ¿Cuándo llegaste que no te vi? -Volvió a la pregunta inicial.

-Llevo casi veinte minutos-rio-, quería ver cuánto tiempo tardabas en darte cuenta.

-Bueno, si consideras que estoy ocupado y aparte estás casi a la esquina, tengo justificado-se defendió, cruzando los brazos.

-Te perdono por lo primero-volvió a burlarse y esta vez Louis arqueo una ceja divertido.

Al final ambos rieron en conjunto.

-Me gustaría sentarme, pero aún no termina mi turno.

-Lo sé, tu sigue y yo te espero.

-¿Algo para acompañar la espera joven rizado? -Hablo coqueto, nuevamente acercándose al rostro del ojiverde.

-Ahora que insistes... -le siguió el juego, también acercándose, estando a cm del rostro contrario-un frappe de frutos rojos.... Oh y también-agregó antes de que Louis se alejara-dígale al cajero de ojos azules y cabellos desordenados color castaño que le mando esto...

Harry tuvo la iniciativa y le dio un casto beso a Louis que apenas tuvo tiempo de disfrutarlo como debía. Por fin recibió su fuente de motivación.

Las arrugas bajo los ojos y la leve sonrisa fueron su respuesta antes de retirarse sin dejar de ver a Harry de una manera coqueta y un poco sonrojada del propio rostro.

Al poco tiempo, un joven pelirrojo le hizo entrega de su bebida y por el mensaje que contenía, sabía que la había preparado su novio: "Estoy siendo lentamente seducido por tus rizos :)"

A Harry se le pintaron las mejillas e inconscientemente llevó su mano a jugar con uno de sus rizos, los cuales, ya le cubrían casi toda la oreja y según sus amigos y, por supuesto, su novio, le decían que se veía adorable.

Continúo escribiendo algunas canciones pendientes ahora que había podido salir del bloqueo creativo, además de tener mucha inspiración.

Al final decidió que sí entraría a la competencia de música del siguiente año escolar, por lo que estaba trabajando en su próxima canción; lo suficientemente poética y metafórica para evitar que se dieran cuenta del tema que abordaba.

Muy perdido en los estribillos y en las blancas que no percibió los pasos de Louis hacia él hasta que este tomo asiento a su lado.

-Hey-mencionó Louis abrazándolo de la cintura para acercarlo más.

-Terminaste rápido.

-No podía esperar para estar contigo y besarte-dicho beso fue depositado en la mejilla izquierda del rizado, quien soltó una pequeña risa.

-Feliz cuarto mes juntos-recordó Louis.

-Feliz cuarto mes-respondió devolviendo el beso en la mejilla.

-¿Qué haces? -Preguntó curioso asomándose sutilmente a la libreta de Harry, no quería invadir mucho su privacidad.

-La canción para la competencia-volvió su mirada a su escrito, pensando en más ideas.

-¿Canyon Moon? -Leyó el título de la canción, Harry asintió con la cabeza, orgulloso.

-Tengo más canciones, pero esta me gusta más para mostrar-tomo su cuaderno y empezó a hojearla rápidamente para mostrarle otras melodías.

-Otras son Golden, Lights up, Little Freak, Strong... -miró por un segundo a Louis-, muy personales porque habla de mis sentimientos, sobre lo que pasé...

Louis no comentó nada y solo reafirmo más el abrazo que tenían, en eso, Harry decide finalmente confesarle su pequeño secreto.

-También tenía está-dio vuelta a la página-, se llama Perfect, pero... yo... -sentía en su estómago muchos hormigueos-se la escribí a mi novio.

Louis por una fracción de segundo su cerebro se desconectó que no pronunció nada, haciendo sentir a Harry tenso y cuando el ojiazul lo sintió, fue el momento exacto en el que reaccionó.

-¿Me escribiste una canción? -Volteó a verlo sin creerlo y sintiendo las mejillas empezar a calentarse, sin embargo, no era el único.

Harry asintió con la cabeza, tímido.

-No fue la única-murmuró, a pesar de eso, Louis lo escucho extendiendo la sonrisa.

-¿Cómo se llaman? ¿Cuándo las escribiste? ¿Puedo escuchar una? -Interrogo emocionado.

Harry no podía con la extraña sensación que sentía en el estómago. Era linda porque de alguna manera le alegraba que Louis se lo tomara bien (como si pudiese pasar lo contrario), de misma forma, era sentirse muy nervioso puesto que sería la primera vez, oficialmente, en escucharlo cantar.

-Hoy... como regalo de aniversario, te quería cantar una... - jugo con sus manos, las cuales estaban apoyadas sobre la mesa.

-Eso me encantaría bebé-encimó sus manos sobre las del rizado para transmitirle tranquilidad.

Ambos compartieron una mirada especial, cariñosa y sincera porque no había necesidad de pronunciar algo para saber lo que sentían.

Han pasado por mucho como para poner en duda sus sentimientos.

-Aquí no Lou-susurro para que sólo el mencionado lo escuchara-. Esto es algo entre tú y yo.

-Mmh... ¿Y qué propones? -Cuestionó coqueto, proporcionándole caricias en la mejilla con la nariz.

-Mis padres salieron a visitar a mis abuelos y Gemma estará con su novio.

-No hace falta que digas más.

Inmediatamente Louis se levantó de su lugar tomando la mano del rizado, quien torpemente guardo su libreta en su pequeña bolsa y fue detrás de su novio mientras ambos reían.

Con el pasar de las semanas, ha aprendido a enfocarse más en los momentos con Louis, que en lo que pensaran los demás, aún sigue trabajando en eso, pero ya ha tenido avances.

La plaza al quedar cerca de la casa del rizado, fueron caminando, pues el clima no era tortuoso, no hacía mucho frío o mucho calor. De hecho, la caminata les beneficiaba porque el poco viento que aparecía, lo podían evadir gracias al ejercicio que realizaban.

Llegaron exactamente a las tres y media a la casa de Harry, y Louis no quería perder más tiempo.

Como niño pequeño emocionado por mostrar algo a sus padres, en cuanto Harry abrió la puerta de su hogar, nuevamente fue jalado por el ojiazul hacia la muy conocida recamara del rizado.

Cerraron la puerta, cosa que no era necesaria, y Louis se sentó en la cama esperando a que Harry buscara su guitarra para prepararla.

La emoción que enmendaba Louis era evidente, causándole a Harry un poco de nervios, y, por ende, torpeza, porque quería que todo saliera bien.

-Tranquilo bebé, no estés nervioso-mencionó el castaño acariciándole la rodilla. Harry voltear a verlo intentando mostrar una sonrisa convencedora, pero era imposible no sentir un poco de presión.

-Esta canción-empezó en cuanto las cuerdas estuvieron listas-...la escribí hace poco realmente.... -bajo su mirada por un instante-casi después de que salimos de clases.

Louis sonrió de lado.

-Espero que te guste-regresó su mirada hacia las cuerdas y empezó a producir melodías muy suaves.

El castaño se sorprendió por la habilidad que tenía, el cómo sus manos y sus dedos se deslizaban por las cuerdas con movimientos elegantes y sin dificultad. Pero vamos, era Harry, su único y talentoso novio.

-I might never be your knight in shinin' armor, I might never be the one you take home to mother and I might never be the one who brings you flowers but I can be the one, be the one tonight...-en ese instante le regalo una mirada rápida a Louis.

-When I first saw you from across the room I could tell that you were curious, oh, yeah, boy, I hope you're sure what you're looking for 'cause I'm not good at making promises...

Tomo más valor y mantuvo la mirada en los azulejos de su novio, ya que la siguiente línea era importante, Louis tenía que escucharla.

-But if you like causing trouble up in hotel rooms and if you like having secret little rendezvous, if you like to do the things you know that we shouldn't do...-Louis fue víctima del sonrojo y sintió calidez en su pecho.

-Then baby, I'm perfect, baby, I'm perfect for you and if you like midnight driving with the windows down. And if you like going places we can't even pronounce, if you like to do whatever you've been dreaming about, then baby, you're perfect, baby, you're perfect. So let's start right now...

Harry continuó la canción poniéndose un poco nostálgico, pues no sólo era el significado y el valor de la canción, si no también todo lo que tuvo que pasar para llegar a esta.

Mientras tanto Louis, prácticamente estaba bajo un hechizo por la voz del rizado, era suave y pacífica, muy acorde con la melodía; le daba ese sabor dulce y cálido al mismo tiempo, un abrazo en el palpitar después de no tenerlo a su lado por años.

Finalmente podía confirmar que estaba frente a un gran cantante, uno que lograba captar tanta emoción y tanta sensibilidad con una letra y melodía perfectamente combinadas, pero, sobre todo, que su corazón le pertenecía y viceversa.

-...And if you like midnight driving with the windows down. And if you like going places we can't even pronounce, if you like to do whatever you've been dreaming about then baby, you're perfect, baby, you're perfect. So let's start right now. -Concluyó deslizando por última vez sus dedos sobre las cuerdas.

-¿Te gustó? -La pregunta ofendía.

-Por supuesto que sí Hazza, dios te amo demasiado-Louis se abalanzó a abrazarlo por el cuello, al mismo tiempo que Harry dejaba la guitarra a un lado-. Es el mejor regalo que me han dado-comentó alejándose del abrazo y tomándolo de las mejillas.

-Yo también te amo demasiado, Lou, la escribí con mucho cariño.

-Ahora no sé si mi regalo pueda superar el tuyo-hizo un puchero, mientras posaban sus manos sobre su regazo. Las esmeraldas de Harry brillaron ante lo dicho.

-No es una competencia Lou.

-Lo sé-rio nervioso rascándose la nuca.

Nuevamente Harry se acercó tomando al ojiazul de ambas manos, proyectándole una sonrisa con hoyuelos.

-Dime, ¿qué es?

Louis volvió a sonreír, soltando una de sus manos y llevándola a su bolsillo de su chaqueta, donde sacó un sobre anaranjado y se lo entregó al rizado, quien inclino su cabeza levemente, confundido.

El castaño no pronunció nada y eso fue indicación para Harry de que no le iba a decir, si no que él lo tenía que descubrir.

Con un poco de temblor en sus manos, abrió el sobre y de este saco dos boletos, pero lo que realmente lo hizo brincar de emoción y que el aire se le fuera, fue el hecho de qué boletos se trataban.

-¡¿Boletos para ABBA Voyage?! ¿Cómo? Ya se habían agotado.

Louis volvió a reír por la reacción del rizado.

-Los tenía desde hace tiempo y Zayn iba ir conmigo casi a rastras, pero en cuanto supe que a ti también te gustaba prácticamente él fue feliz y te accedió su lugar.

-¿¡No le gusta ABBA?! -Exclamo con sorpresa el rizado, muy indignado.

-No es su estilo, dice que son canciones de señoras.

-¿Perdona? -llevó una mano a su pecho-Son un icono importante de los 70 y un evento histórico en la música.

-Hablo el experto-comentó el ojiazul divertido.

Ambos rieron hasta que la melodía de estas fue disminuyendo, concluyendo en un silencio profundo y pacífico.

-Te amo-murmuro Harry-, gracias por hacerme feliz.

La mano del ojiazul regresó a acariciar la mejilla del rizado, quien se dejó llevar por los toques suaves de su novio.

-Yo también te amo, gracias a ti por llegar a mi vida.

Sellaron sus palabras con un largo beso, amoroso y sincero, acompañado de caricias y palabras románticas que sólo ellos sabrían.

Probablemente sea lo único que mantenga en secreto, porque no había necesidad de ocultar a los demás, a la persona que los hizo feliz después de años de oscuridad.