tightrope.

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Mientras sus dos hijas dormían, RyuJin se encontraba lavando platos mientras tarareaba una canción.

Era más de medianoche y la coreana no podía dormir, así que para no estar muriendo del aburrimiento por no poder conciliar el sueño, entonces haría algo de utilidad como el aseo de la casa.

JiSu aún no llegaba, probablemente estaba en su estudio grabando alguna canción.

Desde que conoció a YeJi, su fiel compañera, JiSu ahora podía tener un lugar en donde grabar sus canciones y que estas pudieran ser escuchadas en todo el mundo.

Cada canción de Choi expresaba una historia, tenía una mente muy creativa.

RyuJin siempre estuvo allí para ella, desde sus inicios, aún tenía el JiSu estaba en las calles con su guitarra, comía una o dos veces al día cuando mucho, pues el dinero que ganaba solo alcanzaba para un poco de pan; muy pocas veces se daba el lujo de una comida bien hecha que de verdad fuera nutritiva para ella.

JiSu sufría en las calles, pues era huérfana y tenía que ingeniárselas para sobrevivir. Mientras que RyuJin, era proveniente de la familia Shin, una prestigiosa familia con mucho poder, y por supuesto, una excelente posición económica, siendo una de las familias con más dinero dentro de Corea del Sur. A Shin RyuJin jamás le faltó comida en su mesa, ni elegantes vestidos para usar, ella tenía todo lo que necesitaba y mucho más.

RyuJin creció y comenzaba a preguntarse:

¿De qué servía todo eso? ¿De qué servía sí sólo ella lo podía disfrutar?

Realmente RyuJin no tenía nadie con quien compartir. Era hija única, y aunque tenía amigas que eran hijas de amigos de sus padres, no era lo mismo.

Se sentía un poco sola.

Y por el destino, un día escuchó a JiSu cantando "Can't take my eyes off of you". Dios, ¿Era posible enamorarse de la voz de alguien? Porque la voz de JiSu era la más hermosa que había escuchado, su voz era tan dulce como la miel.

Al día siguiente, volvió a esa misma calle solamente para escuchar a JiSu, pero para su mala suerte, ella no estaba; pero RyuJin no se rindió fácilmente, ella siguió yendo todos los días, hasta que después de casi una semana, volvió a encontrarla.

Y esta vez habló con ella, dándose cuenta de que era muy amable y hasta graciosa.

Era linda también, aunque su rostro estaba manchado de tierra y su cabello estaba despeinado.

—Te invito a comer algo, estoy segura de que debes tener hambre. —la invitó Shin esa vez.

—Quisiera decir que no sólo por modales, pero sinceramente siento que me voy a desmayar sí no como algo pronto.

Y esa fue la mejor tarde de toda la vida de ambas coreanas, JiSu jamás había reído tanto, y RyuJin jamás se había sentido tan cómoda con alguien.

Comieron ramen y JiSu por fin sintió esa sensación de tener el estómago lleno después de tantos años.

Incluso podía decir que sentía su corazón calentito, pero eso lo provocaba la menor, no su estómago lleno de comida.

Y después de cinco meses, RyuJin había decidido traer a JiSu a su casa, para que sus padres la conocieran, aunque para ese entonces seguían siendo solamente amigas.

RyuJin le prestó de su ropa a JiSu, aunque le quedó un poco grande por la estatura de la mayor. Le ayudó a lavar su cara, y vaya, se veía preciosa.

Sin embargo, los padres de RyuJin no creían que JiSu fuera digna de su amistad, pues por sus prejuicios, prefirieron juzgarla por el escaso dinero que tenía. La juzgaron por su manera de vivir, definitivamente a diferencia de su hija, ellos no eran nada empáticos.

¿Cómo es qué esos demonios habían críado a un ángel cómo RyuJin?

RyuJin tuvo una grave pelea con sus padres esa misma noche, después de que JiSu se fuera triste del lugar porque le dijeron cosas horribles en su cara.

—¡¿Cómo se te ocurrió meter a esa pordiosera a nuestra casa, Shin RyuJin?! —le gritó su padre. —¡¿Acaso no te da vergüenza?!

—¡JiSu es más que una pordiosera! ¡Sí aprendieran a ver más allá de las apariencias sabrían que es una increíble persona! —alegó RyuJin.

—RyuJin... tu padre y yo sólo queremos lo mejor para ti, no queremos que termines como la tal Choi —su madre quiso tocarla, pero RyuJin esquivó su tacto.

—No... ¡No! ¡JiSu es mí amiga! ¡Mi mejor amiga! El único problema son ustedes...

Y RyuJin subió enojada a su habitación.

Más tarde, alguien tocó la puerta. RyuJin se encontraba empacando para escapar, así que se asustó al escuchar el sonido. Podría ser descubierta.

—Mierda...

—¿RyuJin? Linda, déjame entrar.

No eran sus padres, era YuQi, una de las empleadas a quien RyuJin le tenía demasiado afecto y viceversa.

RyuJin suspiró, escondió su maleta llena de sus pertenencias, y abrió la puerta.

—YuQi... pasa. —le cedió el paso a la contraria.

—RyuJinnie, escuché lo qué pasó, ¿Cómo te sientes?... Tú papá está furioso, pero lo conozco y sé que tiende a exagerar mucho las cosas. —colocó una de sus manos en el hombro de Shin, de manera reconfortante.

RyuJin suspiró.

—Dijeron cosas muy feas de mi amiga JiSu.

—JiSu debe ser muy importante para ti, ¿No es así?

—Es una de las mejores personas que he conocido... Es mí mejor amiga, bueno, no sé... a veces pienso que es más que eso...

—¿Más qué eso?

—No lo sé, la conozco de hace meses y me ha demostrado su interesante manera de ver el mundo, su vida no es la mejor, pero ella imagina un mundo feliz, ella busca lo positivo, por más que la traten mal o la pisoteen... ella sigue con su divina sonrisa; eso es muy admirable.

—Déjame contarte algo, RyuJinnie... cuando yo tenía tu edad, bueno, quizá uno o dos años más, yo tenía una amiga, ella se llamaba SoYeon, era una increíble persona. Siempre estuvimos al lado de la otra e incluso llegué a viajar con ella. En algún punto, SoYeon me llegó a gustar, ella era hermosa y también tenía una personalidad única y siempre buscaba el bien de todos, algo que siempre me gustó de ella, por cierto...

>>Para mí fortuna o desgracia, fui correspondida, y fuimos novias, ese fue el día más feliz de mi vida; SoYeon compuso una canción y me la cantó para declararse, la letra era perfecta y jamás pensé que alguien de verdad pudiera sentir tanto por mí; sin duda a SoYeon se le daban muy bien las palabras, yo siempre creí que ella podría ser una exitosa cantante o incluso una poeta o escritora...

>> Al cumplir los seis meses de relación, SoYeon me presentó a sus padres, pero al igual que con JiSu, los padres de SoYeon reaccionaron de una manera horrible cuando me vieron e incluso me insultaron de maneras que nunca había escuchado, pero no fue por mí dinero o algo así, fue por el hecho de ser una chica. Sus padres deseaban que ella se casara con un hombre con buen estatus social. De igual manera, los padres de SoYeon la siguieron tratando mal, pero ella siempre los perdonaba, era tan buena...

>>Un mes después SoYeon me dijo que podíamos escapar juntas, a alguna otra ciudad, después de considerarlo tanto, yo acepté. El día que ella iba a salir de su casa para por fin huir a mí lado... —YuQi tomó un profundo respiro, se veía verdaderamente afectada. —Ella apareció muerta, la mataron. Supongo que no hubo pruebas realmente de que ellos hayan sido culpables... pero por el dinero que tienen, ellos fácilmente comprarían a la policía, nadie podría echarles la culpa; por más culpables que fueran.

—Dios, YuQi, lo lamento...

RyuJin suspiró.

—Creo que siento algo más allá de la amistad por JiSu, ¿Pero es correcto que una mujer ame a otra? Estoy tan confundida.

—Sí, sí lo es. Tú puedes estar con quien quieras, claro, mientras el sentimiento sea mutuo; pero el género realmente no debe ser un obstáculo para querer a alguien, el tipo de persona que ese hombre o mujer sea es lo importante. Por más que muchas personas no puedan aceptar eso, porque hay mucha gente que no puede aceptar la felicidad de los demás.

—YuQi, no sé qué haría sin ti, eres tan sabia. —abrazó a la contraria, y ambas soltaron lágrimas, pero no dijeron nada. —Quiero irme con JiSu. —RyuJin confesó finalmente. —Tengo miedo, porque no sé si ella siente lo mismo por mí... pero tampoco quiero estar con mis padres, no después de todo esto. —Shin quería huir con JiSu, ¿Pero a dónde? JiSu no tenía un hogar y RyuJin tenía algo de efectivo y una tarjeta, pero probablemente sus padres bloquearían su tarjeta para que no pueda usarla. Debe pensar bien que hará.

—Yo vivía en una pequeña casa. —comenzó a hablar YuQi. —Aún me pertenece, pero no vivo allí. —YuQi buscó un lápiz y una hoja, para comenzar a escribir una dirección. —Puedes encontrarla allí, llévate a JiSu, sean felices, y sí de igual manera ella te rechaza... siempre puedes contar con mi apoyo.

Y volvieron a darse un sentimental abrazo, pero YuQi habló en medio de el.

—Ahora vete, antes de que tus padres se den cuenta.

—Te extrañaré mucho, YuQi.

—Iré a visitarte, no te preocupes.

—Te quiero mucho, eres la mejor.

Y así fue como RyuJin escapó de su casa con ayuda de YuQi, no estaba segura de donde encontrar a JiSu, hasta que vio a una hermosa mujer castaña sentada en una banca; era ella.

—JiSu. —llamó, pero la mayor no parecía escucharla, parecía estar durmiendo con los ojos abiertos; así que RyuJin comenzó a sacudirla ligeramente hasta que por fin logró despertarla.

—¿RyuJin? ¿Qué haces aquí? ¿Qué horas son?

—Nada de eso importa, por ahora lo que importa es que sepas lo mucho que lamento la manera en la que mis padres te trataron... nada de lo que dijeron es verdad, ¿Sí? Perdóname.

—¿Por qué te disculpas? No es tu culpa, y en parte es cierto, no tengo dinero ni nada que dar. Y yo de verdad te aprecio mucho, RyuJinnie, aún sí no soy digna de tu amistad, no quiero que te alejes de mí lado.

—Nunca me iré, Lia, nunca. —llamó a JiSu por su otro nombre, que RyuJin comenzó a usar como un tipo de cariño a su mayor.

RyuJin se llevó a Lia a la tienda de 24 horas, le compró algo de ropa y compró comida, necesitaba aprovechar su dinero antes de que se agotara.

Llegaron a la casa, al inicio JiSu no aceptó ir porque sentía que la menor hacía demasiado por ella sin recibir nada a cambio, y eso no le parecía para nada justo.

Sin embargo, RyuJin insistió por lo cual JiSu terminó aceptando, y allí se encontraban ambas en su nueva casa.

Suya, de las dos.

Guardaron la comida y RyuJin desempacó, sí bien JiSu había comprado algunas prendas con el dinero que la menor le dio, quizá no serían suficientes, así que Shin se ofreció a seguir compartiendo la ropa que empacó con JiSu, aunque probablemente le quedaría grande ya que ella era más alta que la mayor.

No había agua, pero habían unas cubetas que supuso que YuQi usaba en su tiempo viviendo allá, probablemente tendrían que traer agua de allí para asearse y todo eso. Para beber habían comprado algunos paquetes llenos de botellas de plástico, esperaban tener suficiente para uno o dos meses al menos.

JiSu no se sentía del todo cómoda, estaba agradecida, pero RyuJin había cambiado todo su estilo de vida... ¿por ella?

Lo apreciaba, y mucho, pero seguía sin parecerle justo.

RyuJin no se arrepentía de lo que había hecho, a ella le gustaba JiSu, y aunque no sabía si era correspondido ella se sentía capaz de seguir a JiSu por lo desconocido porque confiaba plenamente en ella.

Entonces pasó el tiempo y cada vez su vínculo se hacía más fuerte.

Hasta que un día, RyuJin decidió confesarle todo a la mayor, su corazón no podía aguantarlo más. Tenía miedo a ser rechazada, pero Shin sentía como se enamoraba de JiSu y sí no era rechazada o correspondida pronto, sus sentimientos se volverían aún más difíciles de ocultar y superar.

—JiSu... Debo hablarte de algo muy importante para mí.

JiSu escuchaba a RyuJin con atención.

—Tu amistad ha sido lo mejor que me ha pasado de verdad, antes mis padres decidían quienes serían mis amigas porque sólo aceptaban a quienes ellos vieran dignos, otra veces tuve que convivir con hijas de amigos de mis padres porque ellos me lo pedían, pero contigo todo es diferente, contigo de verdad puedo ser yo misma sin tener que esforzarme por mantener una imagen perfecta y puedo sentirme libre, sentir que no me juzgas. —suspiró —. Cada día sentí como te quería más y más, hasta que llegué al punto de tener sentimientos por ti que sobrepasaban la amistad, tuve miedo al no saber sí era correcto sentirme de esta manera, pero me he dado cuenta de que no es nada malo. El género no es algo relevante, lo que importa es la persona a la que le das tu corazón, y yo quiero que tú seas esa persona, quiero permanecer a tu lado y que tú permanezcas conmigo. —terminó de hablar.

RyuJin lo había soltado todo, había puesto todo su corazón en aquella declaración. Aún así ya estaba comenzando a arrepentirse al ver la cara de JiSu y no escuchar ningún sonido proveniente de la mayor.

—¿Sabes, RyuJinnie? Supongo que en el fondo yo también llegué a sentirme así, es decir, yo quiero estar contigo, pero ese día en el que tus padres dijeron tantas cosas, sentí miedo. Miedo y tristeza, porque yo quiero ser la indicada para ti, quiero darte todo lo que te mereces y más, pero no tengo nada que darte. Yo te adoro, RyuJinnie. ¿Pero estás segura de todo esto? ¿Estás segura de qué es lo que quieres? Tú mereces mucho más...

Su RyuJinnie merecía el mundo entero y ella no tenía nada que ofrecer. Eso le dejaba una sensación horrible.

—JiSu, a mí me gustas por tu manera de ser, yo no necesito nada a cambio. Lo único que necesito eres tú. Lo único que quiero es tomar tu mano y jamás soltarte.

Entonces hubo un silencio, ambas estaban nerviosas sin saber que sucedería.

RyuJin miraba los rosados labios de JiSu, se preguntaba sí eran suaves, moría por besarla.

Y se sorprendió cuando JiSu se le adelantó y juntó sus labios en un beso tierno que pronto se hizo más profundo. Sus labios se movían en sincronía en un beso lleno de todos los sentimientos que tuvieron que reprimir durante ese período de tiempo.

Detuvieron el beso cuando ambas se quedaron sin aire, sonrieron y tomaron sus manos.

Estaban hechas la una para la otra, y eso era seguro.

Y esto era sólo el comienzo de su historia de amor, actualmente tenían dos hijas, YeEun y JaYoon.

RyuJin sigue recordando nostálgicamente esos tiempos.

Jamás olvidará a esa indefensa JiSu que actualmente es una reconocida cantante que pudo cumplir sus sueños.

Su situación económica había mejorado y ahora vivían en una gran casa y pudieron adoptar a sus dos hijas y formar la familia que tanto deseaban.

RyuJin se sentía orgullosa de JiSu por todo lo que había logrado.

Y JiSu se sentía infinitamente agradecida con su RyuJinnie por haber sido la única persona que confió siempre en ella y jamás haberla dejado sola.

RyuJin siempre caminó por la cuerda floja al lado de JiSu, y siempre estuvo dispuesta a arriesgarlo todo por quien actualmente es el amor de su vida y madre de sus hijas.

admito que estaba pensando en escribir algo triste, pero prefiero ver feliz a la jinlia


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