07. Cuando seas absolutamente feliz

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

- ¡Taehyung, dime dónde están mis zapatos negros, vi que los agarraste ayer!

- ¿Para que querría yo tus zapatos negros? Ni me quedan, Jungkook, deben estar en el patio, fíjate bien.

Jungkook obedeció a su esposo a regañadientes, él los había visto ayer cuando sus nietas llegaron a su casa a visitarlos, no podían haberse perdido.

Luego detuvo abruptamente su andar y empezó a unir sus recuerdos.

Zapatos. Nietas. Ayer. Zapatos. Nietas. Ayer

- Descuida, Tae, ya sé dónde deben estar - dijo y se dirigió a la cocina, abrió los cajones de abajo y ahí estaba lo que buscó por horas.

Taehyung se acercó a él con una sonrisa burlona y una ceja alzada, como si fuese obvio quién había escondido los zapatos ahí.

- Yerim - dijeron al unísono.

- Reaccionaste muy tarde, Kook, sabes que a ella le gusta jugar a las escondidas con tus cosas - y es que era cierto, aún no sabían el por qué, pero no es que estén del todo molestos. Después de todo, seguía siendo su pequeña nieta, la hija de su hijo.

Jeon Minho se convirtió en un joven hermoso y de buen corazón, educado y muy inteligente. Tuvo problemas como todo joven en la secundaria, pero nada que los buenos consejos de sus padres no puedan solucionar.

Eso sí, las pretendientes no faltaban, pero ahí estaba su papá Taehyung para ahuyentarlas y hacerles saber que a su bebé no le interesaban esas cosas.

Después de terminar la universidad, con la carrera de ingeniería, pudo conseguir un trabajo estable y muy bien pagado, que sobretodo, le hacía feliz. Fue ahí donde conoció a la que es su esposa, Chaeyoung, con la que lleva ya seis años de matrimonio y dos pequeñas mellizas. Yerim y Sunhee.

Taehyung y Jungkook amaban a esas niñas, siempre las recogían del colegio y se iban directo al parque antes de ir a almorzar a casa. Ellas se quedaban ahí hasta la noche, cuando sus padres iban por ellas después del trabajo.

Yerim era la más extrovertida de las dos, saltando por todo el parque, escondiendo cosas o jugando con su abuelo Jungkook a los piratas.

Siempre era Jungkook el pirata malo.

En cambio, Sunhee era más tranquila. Le gustaba mucho cocinar con sus abuelos o quedarse horas viendo a su abuelo Tae pintar o dibujar los cuadros que ella misma calificaba para luego exhibirlos en su galería.

Ambas eran muy cariñosas con sus abuelos también, ayudándolos a ordenar la casa ,o cuando ya están todos muy cansados quedarse en la sala para ver películas juntos.

Era esa sensación de felicidad que a Taehyung le dejaba sin aliento cada vez que la presenciaba.

Su hijo exitoso y feliz, sus nietas eran preciosas y su Jungkook vivía cada momento con él, aún juntos y amándose como siempre.

Taehyung no podía pedir más.

Están de camino a la casa de su hijo, por el cumpleaños de sus nietas, llevan consigo el regalo para ambas dentro de una pequeña caja de cartón y no pueden estar más ansiosos por entregárselos.

- ¡Niñas! - escucharon la voz de su hijo apenas entraron a la casa - ¡Sus abuelos ya están aquí, vayan a saludar!

En eso, sienten pequeños pasitos rápidos acercándose hacia ellos, seguidos de unos gritos de felicidad.

- ¡Abuelitos, los he extrañado mucho, abrazo por favor! - escucharon de Yerim, dejaron la caja a un lado y se acercaron a abrazar a la menor mientras su hermana venía atrás, también corriendo y uniéndose al abrazo con sus abuelos.

- Mis niñas - dijo Tae - feliz cumpleaños, princesas, ¿cuántos años cumplen? El abuelo ya estáun poco viejo y no se acuerda.

- ¡Seis, abuelito!- escuchó de Sunhee - ahora ya somos grandes y podremos ir a los juegos gigantes de la feria.

- ¿Oíste, Kook? Ya son grandes y pueden ir a los juegos gigantes de las ferias, te lo dije.

- Es cierto, amor, me lo dijiste - Jungkook le siguió el juego a su esposo con una sonrisa, antes de llevar sus manos de nuevo a la caja que habían traído, la dejó en el piso y luego se dirigió a las niñas - aquí está su regalo, pequeñas, por favor cuídenlo mucho ¿lo prometen?.

- ¡Sí! - dijeron al unísono, abrieron rápido la caja y de ella salió un pequeño cachorrito negro que las miraba curioso.

Las niñas no evitaron gritar y saltar de emoción al ver lo que le habían estado pidiendo a sus padres hace tiempo, ahora frente a ellas.

- Es tan bonitooo - dijo Sunhee - ¿ya tiene nombre, abuelitos?

- Aún no - dijo Taehyung - queríamos que ustedes le pongan el nombre más bonito del mundo.

- ¡Tannie! - Yerim lanzó un grito que dejó confundidos a todos - ¿recuerdas al perrito de papá cuando era pequeño, Sun? Se llamaba Yeontan y papá le decía Tannie, hay que llamar al perrito igual - exclamó, muy decidida y conforme con su decisión.

- ¡Está bien! - respondió su hermana - ven, Tannie, vamos a poner la cama que te trajeron los abuelitos - antes de irse se dirigió de nuevo a los adultos y los abrazó fuerte, al igual que Yerim - muchas gracias por el regalo, lo vamos a cuidar muy muy bien.

- ¡Lo prometemos! - dijo Yerim, aún emocionada.

- Está bien, niñas - escucharon la voz de Minho - pueden ir a poner su cama y luego bajan, su tío Felix está comiéndose los dulces de la mesa y no les va a dejar nada si no vuelven rápido.

Dicho eso, las niñas se dirigieron a su habitación con el perro siguiéndolas detrás. Ahora dejando a los adultos conversando.

- ¿Cómo has estado, Minhito? - dijo Taehyung - ¿todo bien, bebé?

- Tae, ya está por cumplir 30 y tú le sigues diciendo bebé, hasta está más alto que tú - le dijo Jungkook, divertido por la reacción de su esposo.

- No me importa, él seguirá siendo mi Minhito así tenga 50 años, todavía es mi chiquito - dijo y luego abrazó a su hijo mientras reía.

- Estoy bien, pa, algunas cosas en la empresa pero todo normal.

- ¿Jisung no te ayuda? - preguntó Jungkook

- Claro que lo hace, pero a veces se queda horas en la cafetería jugando con Felix a quién sabe qué con la comida, se supone que ya son adultos pero aún se comportan como niños - dijo divertido - por cierto, el tío Hoseok estaba esperándote - miró a Jungkook - dice que otra vez quiere ganarte en la lucha de pulgares, ya no puede contra Felix porque sabe que se deja ganar.

- Es su hijo, tiene que dejarse ganar - Jungkook dijo y luego se encaminó al patio de la casa - voy adelantándome, amor, también tengo que hablar con Namjoon sobre algo.

Minho y Taehyung se quedaron solos, Minho aún en los brazos de su padre sin la idea de separarse, amaba los abrazos de Taehyung.

- ¿Tú como has estado, papá? ¿Todo bien con la galería?

- Afortunadamente sí - dijo - los arreglos que hiciste en la estructura le han sentado muy bien, gracias.

- No hay problema, sabes que lo hago con gusto - le sonrió y luego se dirigió también al patio - vamos a saludar a los demás, ustedes son los únicos que faltaban.

Taehyung sonrió y siguió a su hijo hasta el lugar de la fiesta, donde ya estaban su familia reunida.

Seokjin le contaba algo a su hijo, que al parecer era bastante interesante, ya que Jisung se encontraba muy atento escuchándolo.

Namjoon hablaba con Jungkook sobre algo, aparentemente de negocios, mientras sostenían vasos con jugo de frutas ya que era una fiesta infantil.

El alcohol para después.

Hoseok intentaba pintar algo en la cara de Yoongi con las pinturas que eran para los niños, y mientras Yoongi se quejaba pero no se movía, Felix lo grababa y se burlaba de su padre por dejarse vencer.

Minho estaba en la mesa, al lado de su esposa, mientras las pequeñas volvían de su habitación y se acercaban a él para abrazarlo y darle muchos besos en el rostro, agradeciendo por dejarlas tener al perrito en su casa.

Fue ahí que Taehyung lo supo.

Él era feliz.

No una felicidad momentánea, pasajera.

Él ya tenía todo lo que siempre quiso: un buen trabajo que no lo detenga de ser quien es, un esposo que lo amara y una familia unida.

Su vida ha tenido altos y bajos, pero todo vale la pena mientras está ahí, viendo a su felicidad.

Cuando pasan las horas y la fiesta acaba, Taehyung y Jungkook se dirigen a su casa, un poco cansados porque ya no tenían el mismo físico de antes, pero aún de pie.

Taehyung apenas entró a la casa se dirigió a su esposo y besó dulcemente sus labios, tratando de expresarle todo lo que sentía.

- Amor - dijo Jungkook cuando el beso terminó - ¿estás bien?, o es que ya te diste cuenta de que no puedes vivir sin mis labios - alzó sus cejas y le lanzó una mirada coqueta - hoy estás muy hermoso, Tae, qué tal si me esperas arriba y cerramos bien la noche.

- Mmhh - soltó Taehyung al sentir los labios de Jungkook en su cuello - creo que no es una mala idea, pero quería decirte otra cosa antes de que te pongas hormonal.

- Lo provocas tú, mi cielo.

- Lo sé - exclamó orgulloso - pero no me distraigas, Kook - lo alejó un poco de su cuello y lo miró a los ojos - creo que... hoy leeré la última - la mirada dr Jungkook cambió a una sorprendida, no esperando escuchar eso esta noche.

- ¿Estás seguro, amor? Sé lo importantes que son para ti y aún más lo que significa la última - sonrió pequeño - ¿sientes que eres completamente feliz?

- Lo soy - respondió seguro - hoy en la fiesta de las niñas fue cuando me di cuenta. Lo tengo todo, Kook, mi vida está completa y soy plenamente feliz. Tengo a Seokjin, a Namjoon, Yoongi, Hoseok, tengo también a Felix y Jisung que son como mis hijos, están Chaeyoung, las niñas, Minho y tú. Dios sabrá lo bien que me siento al saber que aún estás tú. Te amo, Jungkook, gracias por darme años felices, por favor dame muchos más.

- Los tendrás, Tae, tendrás todos los que quieras. Te amo con mi vida, cariño, gracias por nunca rendirte - dijo y besó los labios de su esposo, después su frente y por último lo abrazó - ve a leerla, yo estaré aquí esperándote, y si quieres aún está en pie la oferta de darnos amor, ya sabes - le guiñó un ojo y le sonrió.

- Nunca cambies - le dijo divertido, se alejó un poco y fue con dirección a su cuarto, esoecíficamente a la caja de madera que no había sido tocada en muchos años.

La abrió y su mirada cayó en el sobre sellado, de un papel un poco más oscuro que los otros pero del mismo tamaño. El olor se fue desvaneciendo con el tiempo, pero aún quedaban rastros de él.

Hace tiempo que no leía una carta de Jimin, la última vez fue en el matrimonio de Minho, quiso sentirse nostálgico y leyó la misma del día en que lo adoptaron. Lloró por unos momentos, pero ahí estaba Jeon Jungkook para aliviar sus dolores.

Con paciencia abrió la carta, la última de todas, y al parecer la más importante de las siete que Jimin le dejó. Se sentía nervioso y no sabía por qué, pero ya no había marcha atrás, el cumplía con lo que las cartas decían y leyó todas en su momento.

Esta no era la excepción.


Querido mejor amigo:

Hola, Taecito.

¿Fue un inicio muy formal? Creo que es lo que esta carta merece, es la última que te escribo.

Pensé muchísimo en qué debía pensar al escribirla, pero luego tú entraste hace unos minutos y viniste a abrazarme mientras me preguntabas si estaba bien y por qué Yoongi te había llamado.

Ese día yo mismo le pedí que te llamara, no podía escuchar tu voz en el teléfono y decirte que mi vida tenía un final, un límite.

No pude porque siempre quise verte feliz, sonriéndome mientras me abrazabas y jugabas con mi cabello. O feliz como cuando ibas a mi casa y nos quedábamos viendo películas con Seokjin. Siempre quise verte feliz, y no podía permitirme ser el causante de tu tristeza.

Pero lo seré cuando me vaya.

Por eso existe esta carta y detrás de esta las demás. Irónicamente la primera que escribí es la última que leerás.

Perdón por el drama, sabes como soy.

Hice esta con el propósito de que te des cuenta que eres dichoso, feliz, que tu vida es todo lo que deseaste y mucho más.

Habrás terminado tu carrera, te casarás, formarás una familia y finalmente te darás cuenta si todo valió la pena o no.

Te amo, Taehyung. Te amo ahora que estás dormido frente a mí mientras babeas el sillón del hospital y te amaré por siempre aún cuando ya no esté en este mundo.

Te lo dije siempre, tu felicidad es mi felicidad. Y cuando sientas que ya eres verdaderamente feliz, créeme, yo también lo seré.

Vive, Tae, vive y ama mucho, eso es algo que está faltando en estos tiempos.

No te preocupes por no ver mi cara más, ¡nos veremos en tus sueños, lo prometo!

Cuídate, ¿sí?

Muchas gracias por tanto.




Cuando Jungkook subió y encontró a Taehyung llorando mientras leía la carta, solo pudo acomodarse al costado de él y esperar a que termine.

Cuando lo hizo, lo abrazó y dejó que siguiera llorando en su pecho mientras lo abrazaba.

Pero él sabía que esas no era tristeza lo que su esposo sentía.

Era alivio, alegría, notalgia. Pudo sentir que Tae se sentía bien

Completo.

Y le agradecía en parte a Park Jimin, por no haber dejado solo a Taehyung jamás, a pesar de no estar presente en carne y hueso.

Y Jimin también le agradecía a Jungkook, por ser ese soporte y parte de la felicidad de su amigo.

Taehyung estaba agradecido con ambos, con toda su familia en general

Por dejarlo amar

Y también por ser amado.

















































































este es el fin de la primera historia que forma parte de letters, me siento orgullosa de mi trabajo, jeje
cabe aclarar que las historias no son continuaciones de otras, nop
quiero dedicarle este capítulo a mi joyita, ya sabes quién eres, por apoyarme y no dejar que me rinda con nada, sabes que te quiero mucho y lo especial que eres para mí♡
esperen muy pronto a  "searching" es taekook y también forma parte de letters
¡muchas gracias por haber llegado hasta aquí! en serio significa mucho pra mí
cuídense mucho ☆




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro