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“Inhala, exhala…”

“Inhala, inhala, exhala... Dale un jalón de orejas una vez termine la canción y sigues con el trabajo pendiente.”

“Estás en público, es la fiesta de compromiso…”

Jeon JungKook se repetía en su mente al ver a aquel joven Alfa peliazul sonreírle de lado de manera socarrona, mientras las grandes manos del mismo que se encontraban en su cintura no dejaban de bajar descaradamente cada vez más hacia su trasero. 

Y no evitó fruncir su nariz una vez sintió el pesado aroma contrario engrosarse al ser acercado al Alfa cuando le rodeó por completo con unos de sus brazos y le dejó un caliente beso baboso cerca de la comisura de sus labios, lo que le trajo una singular sensación de déjà vu de sus primeros años en los negocios.

Ese joven Alfa parecía un viejito pervertido con tales acciones.”

Ante esos pensamientos no pudo ocultar una risita que llamó la atención contraria y Jungkook volvió a oír esa voz grave que en cierta manera se podía considerar de su gusto.

— Ohh, Omega, para ser viejo, tienes un cuerpo bonito. 

Bueno, no era de su gusto después de todo. O quizás, la voz no tenía la culpa de tener tal dueño, o ¿si?

Agh, no sabía eso, pero lo que si era que ese Alfa tomaba confianza rápido al estar en ese momento apretando uno de sus glúteos luego de dar una vuelta siguiendo esa clásica pieza de vals.

— Al parecer no necesitaré tomarme una pastilla para poder preñarte en la noche de bodas— admitió. El Alfa dejó un beso en uno de sus oídos antes de tomar las manos de JungKook para ponerlas en sus hombros y las suyas rodear su cintura, aumentando su cercanía al rozar sus narices y conectarse sus miradas que se retaban mutuamente.

Y aquella acción indecente para aquel evento elegante incrementó los murmullos de los invitados a aquella fiesta improvisada.

Eran obvias tales reacciones, después de todo, JungKook era un Omega dominante reservado desde su debut en los negocios. Nunca se le conoció una pareja o amorío, nunca tuvo algún rumor de citas hasta la declaración que su familia hizo un día antes, en dónde anunció su próxima unión con el joven hijo de los Kim, un Golden Alpha que para aclarar; era 11 años menor que él.

Ugh, su prometido tenía que ser un chaebol nacido en los inicios de la liberal y hormonal generación Z.

— Ven conmigo —. JungKook jaló al Alfa de uno de sus brazos antes de que sus labios pudieran rozar como lo hicieron sus narices cuándo la canción que estaban bailando finalizó.

Al parecer tal diferencia de edad era demasiado para JungKook, quien no soportó más aquellos degenerados toques de parte del que sería su Alfa. Y cabe aclarar, acabó de conocer dos noches anteriores en una cena familiar que terminó con un Alfa con la mejilla roja y un Omega regresando a su oficina para trabajar hasta la mañana siguiente de ese día.

— Mhm... ¿Ya no puedes aguantar, Omega? — en tono sugerente soltó con una sonrisa de victoria al ver que se dirigían a la oficina del Omega. — Mi Omega...

Ugh.

— Sí, ya no puedo... — masculló en un gruñido bajo JungKook, antes de agarrarlo por la corbata, jalandolo para apurar sus pasos e ingresar ambos, siendo rápidamente el Alfa pegado a la puerta que se acababa de cerrar.

— Ouh... — se quejó al ser empujado contra la puerta de nuevo. — No tengas tanta prisa, Omega, ya casi se aca- ¡agh! — Y su burlona voz se convirtió abruptamente en un gemido de dolor al sentir su abdomen ser golpeado de imprevisto con un firme puño que le hizo terminar de rodillas mientras intentaba ingresar oxígeno a sus pulmones y se abrazaba el lugar lesionado.

“¡Omega, hijo de pu-”

— Deja de hablar si solo sigues diciendo cosas inservibles, Alfita precoz — le gruñó una vez le jaló del cabello, alzando de golpe su rostro para que le mirase. 

No mentiría JungKook, ese color azul de cabello le quedaba muy bien, Kim tenía rasgos marcados como el Alfa que era y verlo en aquella posición hizo a su Omega gruñir complacido. De rodillas, con uno de sus brazos cubriendo su abdomen, su pecho subiendo y bajando en pesados jadeos y su mandíbula apretándose; el Omega estaba fascinado y el Alfa en aquella posición tan sumisa ante un senil Omega sintió a su Alfa hacer presencia cuando sus orbes se teñían en ese codiciado y elitista tono dorado. 

— Tú, Omega viejo-

— Ohh, no me pongas esos ojitos de rabia reprimida, Alfita inmaduro. — Le interrumpió dándole un par de golpecitos en una de sus mejillas con su mano libre, y le mostró su intenso y gelido lila para casi susurrarle en una leve voz de mando una vez se acercó a uno de sus oídos, como el Alfa lo había hecho con él con anterioridad — Mantén tus manos fuera de mi o cualquier Omega si no quieres que tu bonita carita desaparezca a golpes y tu lobo huya con la cola entre las patas con mi marca en tu cuello, ¿Entendido, futuro esposo? 

Con un último gruñido y soltando de golpe el agarre en el cabello del Alfa, JungKook se acomodó su ropa y cabello para volver a salir luego de aspirar profundo no evitando reír bajito ante el aroma.

Al parecer esa preciosa voz y ese bonito rostro no le quedaban para nada a tal Alfa virgen con mal genio que no evitó sonrojarse cuando escuchó la puerta cerrarse. Y Diosa Luna, el joven Alfa no podía estar más duro entre sus pantalones.

Necesitaba marcar a ese Omega y embarazarlo lo antes posible.”

Jais (⁠-⁠_⁠-⁠;⁠)

Esperemos empezar pronto este fic kdjd

Envy «

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