Esta anécdota ya la sabe la gran mayoría de personas que están dentro mis seguidores. Pero, si por casualidad eres nuevo, la contaré una vez más. Yo tengo cierto toc, y es que hay ciertas historias en el medio del cómic, tan alabadas, tan importantes, que prefiero esperar a que salga una copia en físico en mi país, a leerla descargada, debido a que quiero que mi primera experiencia con esa obra sea genuina y como se debe; recostado en una cama por la noche, con una lámpara iluminando en un mueble a mi lado, y con la obra entre mis manos. Y bueno, por el momento tengo el poder adquisitivo y me doy esos pequeños lujos. Una de las obras con la cual me esperé a tenerla en mi poder para por fin leerla, fue Batman una muerte en la familia. Tenía mucho hype por esa historia, un hype acumulado por años. Hasta que un día, salió en pasta dura, y fui a mi tienda de revistas más cercana, adquiriéndola al fin. Así que en la noche, me metí a bañar, me puse la pijama caliente, encendí la lámpara de noche, y me recosté a leer con una copa de vino la tan aclamada obra. Vaya sorpresa me llevé cuando la misma me decepcionó. Es un buen cómic, pero no algo que sobresalga de la calidad habitual del caballero de la noche, y realmente, no fue ni la mitad de emocional o dramática que me imaginé que sería. Días después, en una tarde aburrida de domingo, tomé mi Marvel-Verse de Daredevil -un pequeño recopilarlo de historias- y me leí La Muerte de Elektra. Oh, vaya sorpresa me llevé, al notar que todo lo que esperaba que fuera Una muerte en la familia, lo era Daredevil La muerte de Elektra, en tan sólo tres números maravillosos. 

Elektra fue un personaje creado por Frank Miller, uno que introdujo en sun run con el personaje en busca de crear una gran tragedia romántica. Se podría decir que era una "Catwoman" para cuernitos. Era una mujer sensual, sexy, que sin duda despertaba pasiones ocultas en el héroe, pero, al ser una asesina, era imposible una relación entre ambos; llevándolos así a una relación tóxica, del gato y el ratón; todo para cortarlo de tajo en este arco. 

La historia se cuenta como ya dije, en tres simples números, pero cada número es narrado desde la perspectiva de diversos personajes. El primero toma como protagonista a Ben Urich, el reportero y amigo personal de DD, el cual tiene problemas con la asesina al tener información que podría ser contraproducente para Wilson Fisk.

Esto lo lleva a pedir ayuda del vigilante de Hell's Kitchen, en busca de protección y poder por fin detener a la mercenario. 

El cómic tiene una clara inspiración en el cine negro, de detectives. Tambien podemos apreciar mucho más la perspectiva que tiene Ben Urich de Daredevil, la cual es muy opuesta a la del lector. Pues nosotros sabemos de todas las limitantes, heridas y complicaciones que tiene el justiciero al combatir; sabemos que es más humano de lo que aparenta. Pero para Ben Urich, que sólo percibe al superhéroe, lo ve como un tanque casi imparable, aunque también se preocupa por él. 

En el segundo cómic, la perspectiva es del propio Daredevil, el cual, gracias a Ben Urich sigue la pista de la perdida Vanessa. Quizás esta parte del cómic sea la más clásica, ya que sigue una serie de acontecimientos de aventura casual. La esposa del mafioso se encuentra aturdida y secuestrada por una banda de mutantes ocultos en los subterráneos. Obviamente DD termina enfrentándose a estos mutantes para rescatar a Vanessa. 

Usándola posteriormente como moneda de cambio para que Willson Fisk haga renunciar al hombre que tenía nominado a alcalde desde las sombras.  

Dejando de lado el increíble trabajo de arte secuencial en esta última página no hay nada más que destacar. Pero es un comic muy bien escrito, con un arte bellísimo y muy, muy emocionante. Además de momentos increíbles como ver a Daredevil enyesado de su pierna, ganándole a un cocodrilo usando sólo un pedazo de tela; hombre sin miedo sin duda. 

Ahora llegamos al mejor número de esta obra: el tres. Este contando desde la perspectiva de Bullseye, el cual está recluido en una prisión con ayuda psiquiátrica. El villano  en sus monólogos internos nos deja en claro su relación con Daredevil, y el tipo de relación que tienen, el cual es paralelamente opuesta a la del  Batman y el Joker. 

Mientras Batman y el Joker, sufren de un tipo de atracción en la que se necesitan mutuamente, como las dos cara de una misma monde, Daredevil y Bullseye son dos entes opuestos que se odian a muerte, y que por juegos del destino, nunca podrán destruirse. Su atracción es el deseo mutuo de asesinarse sin poder lograrlo.   

El punto es que Bullseye finge una mejoría en su psicopatía, logrando que su psicólogo plante un estudio de televisión en la prisión, en busca de que él pueda aparecer en la misma y mostrar sus avances; cosa que obvio es una trampa de Dexter para poder escapar. 

(Para que luego no se diga que muchos de los conceptos que implementó Frank Miller con Daredevil, no se los llevó para el caballero oscuro) 

Cuando el villano logra su cometido, se entera de que Wilson Fisk lo ha remplazado, y que ahora su mercenario estrella es Elektra. Así que en busca de ser recontratado, la encara en una de las batallas más crueles y violentas de la serie. El momento más dramático y trágico, es cuando Bullseye atraviesa a Elektra con su propia arma, y esta, herida del estómago, vaga sola y desangrándose por las calles hasta caer en las oficinas de Murdock; muriendo junto a la persona que más amaba, todo mientras Dexter, la sigue para deleitarse con su muerte. 

El final es simplemente arte puro. Como ya deben sospechar, el fin no puede ser otra cosa que un combate a muerte entre Daredevil y Bullseye. Y es que en ese punto, el cómic se vuelve mudo, y permite que sólo el arte secuencial hable, notando con sólo eso, lo enfurecido de Daredevil sin ningún dialogo interno, puro lenguaje corporal. Es una de las mejores batallas finales jamás creadas para un cómic. 

Como dato curioso, en esta obra Bullseye descubre a base de deducciones, que Daredevil es Matt Murdock. Y aunque el propio Matt logra engañarlo, haciéndole creer que se equivocó, Dexter le llega a dar esa información al Kingpin, el cual lo tira de a loco por creer que un ciego podía ser un justiciero nocturno. 

En conclusión, La muerte de Elektra es una obra trágica, que sobresalta la calidad estándar tanto en la creatividad narrativa, como artística. Es una de las mejores obras de cómic que logran explotar el uso del texto y el dibujo. La letra para envolverte en la trama, y el arte para disparar emociones; desde el dolor que siente Daredevil al enfrentar a Elektra, al miedo y la violencia que invade a Elektra al ser asesinada por Bullseye, y finalmente, la venganza fría de Daredevil ante Bullseye. Es un cómic imprescindible en la parafernalia de Daredevil, pues es un punto y aparte en su historia, que no decepciona. Además de poder ver en él, ya las ideas en prototipo, de lo que en el futuro serían las dos obras maestras más reconocidas de Frank Miller. 

-Daredevil: La muerte de Elektra.

-De Frank Miller.