Dejo mis pensamientos y vuelvo a concentrarme en el trabajo que es para lo que me pagan, suena el teléfono y le toca a Max, noto en su cara el cansancio y lo escucho explicar lo mismo que las ultimas 10 veces me río y se gira para mirarme, me muerdo el labio para evitar reírme mas, sonríe y le devuelvo la sonrisa, mis ojos se encuentran con los suyos y no se porque pero mientras habla no dejamos de mirarnos, no pienso en nada, nuestras sonrisas se van borrando poco a poco y mi respiración se vuelve mas rápida, estoy como pegada o hipnotizada, no puedo moverme y el no se mueve, siento un cosquilleo que va recorriendo todo por dentro, me sonríe pero es una sonrisa diferente, es tierna, bajo la mirada y me giro, lo escucho cortar, finjo que estoy revisando datos, me acomodo el cabello, me siento rara, incomoda, me dio calor, necesito salir de la oficina, me levanto, necesito aire, ¿Qué me pasa?, cuando me giro Max esta justo frente a mi, mí corazón late muy rápido siento que se me va a salir por la boca, nos miramos y siento su perfume, respiro hondo y vuelvo a mi, esto esta mal Emma definitivamente NO, él NO, nadie Emma nadie, no se mueve y yo tampoco.

–Permiso – digo casi inaudible y bajo la mirada.

–Mírame – dice y mi corazón esta latiendo demasiado rápido, mi cara se esta tornando rojo, empiezo a sentir mucho calor, miro hacia la ventana, ignorando lo que dice – Emma Mírame un segundo...– dice nuevamente con voz baja a modo de suplica pero a la vez muy varonil.

–Quiero ir por un café – digo y camino a paso firme pero lento, creo que no quiero salir de aquí.

–Te Acompaño – dice – dijiste que te daba miedo ir sola.

–No podemos dejar la oficina sola, pueden llamar o pedir cualquier dato – suspira.

–Entonces yo lo voy a buscar – dice y sale de la oficina.

Me siento casi en shock, ¿Qué me pasa?,  pero... ¿Qué estoy haciendo?, no Emma no, tu no puedes...

–No puedes – digo cuando golpean la puerta y salto del susto pero quien golpea así a estas horas, pongo los ojos en blanco, Keira...

–¿Y Max? – suelta apenas entra.

–Hola Keira, fue a buscar café – digo mientras me giro y me pongo a revisar datos.

–Le puedes decir que lo estoy buscando – dice de manera burlesca.

–Espéralo – digo seria – debe estar por volver.

–Mmm no, mejor no, pero dile que lo de hoy estuvo delicioso – me giro y me sonríe, aprieto los dientes – oh... no te dijo que estuvimos en mi departamento – sonríe aun más – te imaginaras lo que estábamos haciendo, no quiero entrar en detalles – dice riéndose y sale de la oficina

Bueno definitivamente soy el ser humano mas estúpido de la tierra, que digo de la tierra de la galaxia entera, en que estaba pensando, casi pero casi dudo, me río de mi propia desgracia, por un minuto casi dude, miro hacia arriba...

–Perdón– digo.

me siento tan tonta, karma me paso por criticar a su Harem y ahí iba yo a ser otra más, por lo menos no dije ni hice nada que me pueda hacer sentirme peor. Me pongo a revisar los datos cuando suena el teléfono por milésima vez, doy toda la información que me piden, les comento como continua todo, mientras me comentan que se trasladaran a trabajar cerca de la zona activada, entra Max a la oficina, lo miro seria mientras me sonríe, corto y me entrega el Café

–Descafeinado – dice sin moverse, esta muy cerca, me alejo y voy directo a mi asiento, me giro y le sonrío, me devuelve la sonrisa

–Hace poco estuvo Keira aquí – se le borro la sonrisa – dijo que estuvo delicioso lo de hoy en la tarde – mantengo mi sonrisa intacta – bueno era algo así, no recuerdo bien – digo sin darle importancia y me giro – gracias por el café.

Creo que esta en shock, claro que sí, pensó que lo estaba haciendo genial ahí jugueteando por todas partes, bastardo, lo escucho caminar hasta su asiento y se pone a trabajar, excelente decisión.

 Hasta finalizar el turno no volvemos a hablar, ni cruzar palabra, ni siquiera de trabajo, con esto solo me queda pensar que de verdad estuvo con Keira, y que hicieron de todo, lo peor es que llegue a dudar por un segundo, esperé que me dijera – No fue así – o – Está mintiendo – hasta un –Solo conversamos – me rio, Emma estas loca.

Cuando llega lucas simplemente me despido y me voy de inmediato, lo peor de esta situación es que ni siquiera debería sentirme así, a mi no debería importarme si esta con Keira, Sophie o quien sea, es su vida, él decide a quien mete a su cama, solo debo tener un trato cordial y ya.

Las ultimas noches no hablamos mas que de trabajo ni siquiera nos preguntamos ¿Cómo estás?, nada, con suerte decidimos seguir turnándonos con las llamadas y nada mas, Keira y Sophie no se aparecieron por la oficina, y tampoco tomé café no quería subir sola por miedo y tampoco pedírselo a él, no quería generar ni una circunstancia en la que se pudiese dar una conversación, ¿para que?, así como se han dado las cosas es mejor, venimos a trabajar, solo a eso, al menos yo,  creo...

La ultima noche de turno, todo se mantuvo igual, cuando Termino, me despedí de ambos de beso en la mejilla, eso es nuevo jamás lo hago, nunca, pero no se porque lo hice, creo que quería sentir el perfume de Max ya que no lo vería en los próximos 7 días, así que lo hice, bueno... no le hago daño a nadie con eso, una vez que hice eso ambos chicos quedaron congelados y me miraron sorprendidos pero ni uno hizo algún comentario al respecto, cuando salí al fin me sentí libre, me dirijo al ascensor y ahí estaba Alex, mi primer pensamiento es, a Max no le va a gustar nada verlo o quizá ya se arreglaron... ¡que me importa si siguen o no peleados, basta Emma!.

–Hola Emma, al fin se termina el turno – sonreímos al mismo tiempo.

–Hola Alex, sí la verdad ya no dabas mas, fue un turno horrible – digo con tono exhausto.

–¿Qué harás estos días de descanso? – pregunta y me sonrojo.

–Bueno tengo pensado ir a la playa con mi perrita, llevo muchos días encerrada así que es necesario – digo entusiasmada – lo miro y ya puedo distinguirlos, ya sé quien es Alex y Max sonrío.

–Espero lo pases muy bien, aunque me hubiese gustado no se...– dice y se mete las manos a sus bolsillos – invitarte a comer uno de estos días, yo no estoy libre ya que yo trabajo 5x2 y no 7x7 como tu, afortunada – se ríe, no se que decir.

–Bueno me tengo que ir...- digo mirando hacia abajo.

–¿Me darías tu número?, y no, no lo quiero solo para saber si llegaste bien – sonríe – lo quiero para hablar contigo, conocernos, salir, no se...– dice.

–No quiere darte su numero, no le interesas, ella esta enamorada de otra persona – dice Max muy molesto, lo miro sorprendida.

–Max, estamos hablando ella y yo, no te metas – dice Alex fulminando a Max con la mirada.

–Dame tu teléfono – le digo a Alex – él me mira y sonríe, me lo pasa y anoto mi numero – es ese, que estés bien, adiós – digo mientras miro a Max, si sus ojos fueran cuchillas yo ya no estaría en esta vida.