⛈️Capítulo 22 : Un nuevo comienzo

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


No puedo negar que odio verlo con Sophie, entro a la oficina y está Don George, me agrada mucho es un Senior, sabe demasiado y siempre está dispuesto a ayudar, me explica como estuvo el día y un resumen del turno anterior, antes de irse me sonríe.

–Que gusto verte así Emma, volviste – sonrió con mucha alegría y asiento así es Volví.

Me pongo a leer el libro, efectivamente los del turnos anterior solo tuvieron 3 días de pesadilla, y los demás solo paz y tranquilidad, comienzo a revisar las pantallas, doy un vistazo a los prismas y cámaras, todo está muy tranquilo, tomo mi bolso y al mirar dentro me doy cuenta que nuevamente olvidé traer cosas para comer, miro la hora, aún tengo tiempo para ir a comprar algo, abro la puerta y Max justo va a entrar, quedamos frente a frente, mi corazón se vuelve loco.

–Debo salir, estas a cargo – digo muy rápido.

–¿Dónde vas es tarde?

–A comprar – sonríe.

–¿No trajiste nada nuevamente? – me encojo de hombros – No te preocupes, yo me encargo – pone esa cara de "Soy Max Ricci"

–¿Cómo lo harás?

–Solo dime cuando tengas hambre – asiento.

Me giro y me toma la mano, la saco, acaba de estar con Sophie, en estos momentos no quiero que me toque, vuelve a sujetar mi mano y me giro para enfrentarlo.

–Suéltame – digo molesta.

–¿Por qué? – sigue sin soltar mi mano y  lleva la otra a mi espalda acercándome a él, por un momento siento un cosquilleo en todo el cuerpo, saco sus manos de mi cuerpo.

–Porque tienes a Sophie, Keira y Serena, a mi déjame fuera.

–Tranquila solo estaba jugando – sonríe.

–Lose – lo miro a los ojos – es lo único que sabes hacer – sonrió y la suya se borra.

–Sí Emma, soy lo peor del mundo.

–Es tu vida Max, puedes hacer lo que quieras, si te hace feliz ir de cama en cama cogiéndotelas a todas por ahí, está bien – no dice nada.

Me siento, él hace lo mismo, llaman por radio y contesta Max, entrega la información que piden y pregunta que trabajos se harán, los anota y corta. Vuelve a su asiento y se pone a revisar todo, yo por mi parte sigo buscando, pero nada, esta demasiado tranquilo, miro las cámaras y todo se ve en orden, me levanto porque me da sueño, necesito un café.

–Voy y vuelvo – salgo de la oficina.

Subo por el ascensor desde ya con miedo, odio ir de noche, se abren las puertas y camino en dirección al casino, camino rápido a la cafetera eléctrica del fondo, saco un vaso y se cae, así que saco otro, enserió estoy tiritando, me da ansiedad estar aquí, quien me manda a ver tantas películas de miedo, escucho un fuerte golpe y salto, pero en vez de salir corriendo me quedo congelada, escucho otro golpe aún más fuerte y mi cuerpo vuelve a saltar, siento taquicardia, es un ataque de ansiedad, necesito mi medicina, siento que me falta el aire, escucho otro golpe más cerca, me agacho y me cubro, ¿Qué pasa?, ¿Qué es eso?, no puedo respirar, suena otro golpe y es como si estuviese a mi lado, solo me oculto en mi misma, quiero gritar pero no me sale la voz, ni siquiera puedo moverme escucho que se abre la puerta.

–¡Ayuda! – grito y trato de respirar.

–Emma... – es Max.

–Hay... – digo tratando de calmarme – hay alguien aquí, escuché golpes muy fuertes – Max mira alrededor y me ayuda a levantarme – ¿Tu que haces aquí?

– Te tardaste y recordé que te daba miedo venir sola – me abraza, se siente perfecto estar entre sus brazos, no quiero salir de aquí nunca.

Llegamos a la oficina y Max me pide que le cuente todo lo que paso, lo hago tal como fue, y el asiente a medida que me escucha, estoy asustada , mi cuerpo aun tiembla.

–Espera un momento – dice y sale de la oficina.

Sigo sin entender que fue todo lo que acaba de pasar, de verdad escuche esos sonidos o me estoy volviendo loca, estoy segura que fueron reales, pero, ¿Quién haría eso? y ¿Por qué?, no entiendo, quizá quisieron jugarme una broma, una muy pesada broma, Max vuelve a la oficina y me mira.

–Vamos...

–¿A dónde? – pregunto y sonríe.

– A tu casa – me estira la mano mirándome a los ojos, se la doy.

Bajamos al estacionamiento subterráneo, llega otro vehículo BMW descapotable pero esta vez es color negro, esta sin techo, me percato que es de Max, pero no lo maneja Jhon, el nuevo chofer se baja y mira a Max

–Señor – dice entregando las llaves, Max las recibe y me abre la puerta delantera, luego se da la vuelta y se sienta en la parte del conductor.

–Ve con los demás – dice, lo miro sin entender.

–¿Demás? – pregunto – ¿Qué es lo que pasa, quien vera los radares? – pregunto y sonríe.

– Con demás me refiero a personas que velan por nuestra seguridad – pone en marcha el vehículo – quienes verán los radares somos nosotros obviamente, pero desde tu casa – dice sonriendo.

–¿Por qué velarían por ¨nuestra seguridad¨?

–No sé aun que es lo que realmente pasa, pero esta ultima semana han atentado contra mi vida en dos ocasiones, la primera fue dejando sueltos los tornillos de las ruedas de mi anterior auto – lo observo preocupada – estoy bien, pero Jhon quedó un poco malherido, así que está en recuperación, la segunda fue ayer, cortaron los frenos de mi nuevo auto, así que debo tener gente que este vigilando y revisando todo constantemente, lo de hoy es nuevo y creo que es porque esa persona quiere dañarme a mi, sabe que será difícil hacerlo por la cantidad de seguridad, así que creo... quiere ir por ti – me mira preocupado.

–¿Por mi?, ¿Por qué?, ¿Quién es? – tengo muchas preguntas.

–Sabe lo que significas para mi Emma – me vuelve a mirar, pero está vez sus ojos brillan - Por qué y quién es, aun no lo se – dice confundido – creo no tener enemigos la verdad, quizá sea por el puesto de director, lo que sí tengo claro, es que que habrá gente vigilándote todo el tiempo, para que estés segura – lleva su mano a la mía y la acaricia.

Miro a Max preocupada, han querido lastimarlo, pudo haber sucedido algo grabe y eso me asusta mucho, lo miro angustiada. Llegamos a casa, me bajo antes de que Max abra mi puerta y hago sonar las llaves, Pita se vuelve loca de la felicidad, abro la puerta principal y la tomo, salta en mis brazos y trata de lamerme por todas partes, Max se acerca para acariciarla, entramos y Max observa como aun esta la foto de Daryl en el mueble de las plantas, la luz de mi habitación está encendida y voy a apagarla

– La dejé así, para que pita no estuviese a obscuras – le digo a Max y asiente siguiéndome de todas formas, cuando entra observa todo, estoy segura que esta buscando la segunda foto que había en casa y era la que estaba en mi habitación, no la ve, apago la luz y al girarme lo veo sonreír.

–Sacaste su foto – lo miro fijamente.

–Sí, pasa que al fin logre soltar – camino hacia la cocina, siento sus pasos siguiéndome – así que me cambie de habitación, antes dormía arriba, desde hace unos días lo hago abajo – sé que esta sonriendo.

–¿Y esa foto? – pregunta refiriéndose a la única que hay y me giro para mirarlo.

– Esa la voy a conservar, nos vemos felices y quiero quedarme con ese recuerdo, dolerá siempre, pero ya no me siento culpable, lo entendí, siempre quiso mi felicidad a pesar de todo, y es lo que quiero que vea.

Sonríe y siento que mi corazón se acelera, suena su celular y sale de la casa, entran un par de personas y pita se pone a ladrar, los señores ponen los computadores sobre la mesa, también una radio y dejan un celular, una vez que terminan se marchan. Quedamos solos, me siento a revisar la actualización de datos, veo que todo aun sigue tranquilo.

El se sienta en frente y me mira en todo momento, voy a la cocina por un té pongo a calentar agua, busco algo para comer y no hay nada, cierro los ojos y suelto una carcajada, como no iba a olvidar llevar algo a la oficina si no tenía nada, mañana haré un pedido, salgo de la cocina con mi té y le pregunto a Max si quiere uno, asiente pero se levanta, él se lo preparará, me pongo a revisar datos, aun todo estable sin nuevas activaciones, la zona que se encuentra en observación sigue a la baja, espero se mantenga así durante la noche, pongo la tv y me meto a la app de películas, busco algo de miedo, Max sale de la cocina y ve la tv encendida con una lista de películas de terror.

–¿En serio? – sonríe.

–Me mantienen despierta – sonreímos.

Me cuesta decidir porque hay muchas películas de exorcismo y ese estilo no me gusta, de verdad me asusta, por eso siempre elijo películas que solo sean de un asesino serial que siempre es acabado, decido poner Scream y Max se ríe.

–No puedo creer que después de lo que hoy paso, estés viendo una película de terror.

Nos miramos fijamente, por las pantallas solo logro ver sus ojos, no puedo dejar de mirarlo, siento mi corazón latir por él, siempre a sido por él, quiero decir tantas cosas, nos debemos una conversación, para decir lo que realmente sentimos y queremos si es que Max aún quiere, bajo la mirada, y trato de concentrarme en unos pixeles que marca la ultima actualización, los selecciono, en las siguientes 2 actualizaciones la zona vuelve a presentar tendencia, levanto la vista y miro a Max.

–Max mira...

Se levanta y da la vuelta ubicándose detrás mío, se inclina apoyando sus brazos a mis costados y su rostro queda junto al mío, se tocan, siento su piel y el solo hecho de tener este pequeño contacto, hace cosquillear mi piel, por un segundo cierro los ojos, está tan cerca que siento su perfume, me muerdo el labio, concéntrate Emma, me giro un poco mas hacia él, siento como su cuerpo se tensa ante ese mínimo movimiento, mis labios están a solo milímetros de rosar su piel y siento su respiración agitarse, sonrío levemente.

–Mira esta zona, se observa una tendencia, no hay trabajos en el sector – no dice nada – ¿quieres revisar?

–Muéstrame tú – dice girándose hacia mi, siento que el corazón se me saldrá por la boca, me acerco a la pantalla del computador, apartándome de él.

Le muestro los datos y gráficos y vuelvo a apoyarme hacia atrás, quedamos nuevamente juntos, y cierro los ojos esperando una respuesta, deseo quedarme justo ahí, siento latir mi corazón, sigue sin decir nada, no se si me escucho, su cuerpo ya no está tenso ante mi contacto, me giro hacia el un poco mas que la vez anterior y la comisura de mi boca lo rosa.

–¿Qué piensas? – pregunto, él se gira completamente hacia mí, quedando frente a frente, mi respiración se acelera y trato de controlarla, siento su respiración igual de agitada que la mía, me mira fijamente a los ojos.

–¿Cómo tomo distancia así? – muerdo mi labio y él pasa su lengua por los suyos.

En este preciso momento muero porque me bese, mis ojos lo suplican, mi cuerpo lo pide, lleva su mano a mi rostro y lo acaricia, no puedo evitar recordar cuando tocó así a Serena y se me revuelve el estomago, mi expresión cambia, bajo la mirada y levanta mi rostro para que sus ojos encuentren los míos, sabe que algo paso, suena mi celular y ambos nos separamos, lo tomo y contesto.

–Emma supe lo que paso, ¿Cómo estas? – Alex...

–Hola Alex, estoy bien, gracias por preocuparte – Max toma el teléfono de la oficina para llamar y dar aviso del sector dándome la espalda.

–Me preocupe mucho, esto nunca había pasado, ¿Dónde estás?

–En mi casa

–¿Quieres que vaya?

–No Alex, no es necesario que vengas – Max se gira y me mira molesto.

–¿Segura?

–Sí, segura, bueno... te dejo, estoy trabajando, adiós – corto sin darle tiempo de responder.

Max no dice nada, continuamos trabajando y conversando de vez en cuando, Me suena el estómago y es porque muero de hambre nos miramos y reímos

–Tienes hambre.

–Muero de hambre.

Saca su teléfono y  escribe, luego me mira sonriendo, pasa menos de una hora y en mi mesa ya hay de todo, pastel de chocolate, pasta, también hay fruta picada y tortilla de huevo y verduras, mi panza gritaba por comida, hasta Pita se despertó a comer, aplaudo feliz. Comemos mientras vemos una película que nos gusta a ambos ¨Una esposa de mentiras¨, nos reímos viéndola y comiendo hasta reventar. Luego me levanto a ordenar todo, él me ayuda, llevamos las cosas a la cocina y cuando vamos saliendo, presiono mi dedo en su espalda, se pone tensa ante mi contacto.

– Max – se gira, sus ojos brillan – Gracias.

–Gracias a ti por aparecer en mi vida – da un paso en mi dirección y no me muevo – ¿Puedo tocarte? – pregunta de golpe.

No se a que se refiere exactamente, ósea si sé, quiere tocarme, pero qué parte, sonríe, levanta su mano lentamente y doy un paso hacia atrás, pone su mano en la parte superior de mi pantalón y tirando de el acercándome a su cuerpo, me toma por la cintura con su otra mano, el tener contacto físico con él me hace temblar, mueve de forma suave sus pulgares cerca en mi vientre, pongo mis manos en su pecho y siento sus músculos tensarse y relajarse a la vez, como si estuviera reteniéndose, subo mis manos lentamente hasta llegar a sus hombros, siento su perfume, lo miro a los ojos y él me sujeta más fuerte acercándome todo lo que puede, es tan fuerte, siento sus músculos rodeándome, me muerdo el labio, nos miramos, no necesitamos hablar, nuestros ojos lo dicen todo, le sonrió.

–Dime que no te suelte, que no te suelte nunca más, a pesar de todo, te prometo que aunque me grites que me aleje no lo haré, no se como paso, pero estoy enamorado de ti, para mi eres solo tu siempre.

– No me sueltes – digo sin dudarlo, su rostro se ilumina, es como si hubiese logrado algo imposible – yo tampoco te quiero soltar - se acerca quedando a milímetros de mi rostro, nuestras narices se tocan.

–¿Puedo? –  asiento.

Me besa, es suave y delicado, siento que me derrito por completo, poco a poco es mas intenso y excitante, todo mi cuerpo explota por dentro, su mano se enreda en mi cabello, mientras que su otro brazo me levanta, me sienta en el mueble, colocándose entre mis piernas, lleva sus manos a mis caderas apegando mi cuerpo al suyo, abro un poco la boca y sonríe, suena el teléfono, pero no me suelta, y yo tampoco a él, volvemos a besarnos, el teléfono vuelve a sonar, ambos respiramos agitados, nos miramos y muerde suavemente mi labio inferior.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro