⛈️Capítulo 24 : Una más

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Despierto con los ladridos de Pita, está en la punta de la cama, Max aun no despierta, lo miro y no logro entender como no despierta con el escandalo de Pita, saco su brazo de mi cintura y me siento, tomo mi celular, son las 15:22 , vuelvo a mirarlo, hasta dormido se ve increíble, me muerdo el labio y decido irme a la ducha, no pongo música, para no molestar a Max. Termino de ducharme y me envuelvo en la toalla, entro a mi habitación, abro el closet y elijo otro de los colgadores con outfit preparado, me devuelvo al baño para vestirme, pero Max se gira, comienza a abrir sus ojos, me mira y le sonrió,

–Hola...

–Hola Nena, como esperas que no haga nada, si te paseas húmeda, en toalla y sin nada de ropa interior – me sonrojo.

–No quería despertarte... – se muerde el labio inferior.

–Quiero que me despiertes siempre así – dice sentándose en la cama, comienzo a caminar hacia el baño nuevamente.

–Espera... –  me giro para mirarlo.

Se levanta de la cama y camina en mi dirección, al llegar pone una mano sobre mi rostro, lo acaricia y la comienza a bajar, acomodándola y enredándola en mi cabello y me besa, siento que cada parte de mi cuerpo vibra, mi corazón se acelera y mi respiración comienza a agitarse, eso me pone algo nerviosa, aún no me siento lista, no quiero ser una más... lo beso por ultima vez y prácticamente corro a vestirme o esconderme al baño.

Salgo y Max no está, lo busco en la sala y tampoco lo encuentro, hasta que reviso la cocina.

–¿Qué haces? – pregunto, se gira y sonríe ampliamente.

–Estás Hermosa.

–Gracias, ¿Qué estás haciendo? – vuelvo a preguntar sonriendo.

–Quería preparar algo para comer, pero enserió no tienes nada – dice riendo.

–Oye si tengo cosas – abro el refrigerador y le muestro los yogures, se ríe aún más.

–Vamos.

–¿A donde?, no puedo, ahora debo darle un paseo a Pita.

–Vamos con ella – sonrío y asiento.

Tomo mi bolso, y hecho un par de cosas para comer en la noche, llamo a pita y le pongo su correa, el auto de Max está estacionado fuera de mi casa, me abre la puerta y entro con pita en brazos. Durante el trayecto, pongo la radio, suena "Perfecta " de miranda, me gusta, así que dejo esa sintonía y tomo las patitas de pita para hacerla bailar, Max se ríe. Me pongo a cantar 2 estrofas que me encantan, él me mira feliz, sonríe y toma mi mano, yo por mi parte sigo cantando a todo pulmón. Llegamos a una zona céntrica, hay un edificio gigante Max entra al subterráneo y se estaciona.

–¿Dónde estamos? – pregunto mientras subimos en el ascensor.

–Subiendo a mi departamento.

Se abren las puertas y veo una especie de sala de estar, Max me da la mano y caminamos por un pasillo, una vez dentro observo todo, es gigante, tiene una ventana que muestra toda la ciudad, hay 4 sillones de cuero blanco, 2 grandes y 2 más pequeños, en medio de ellos una mesa de vidrio con mucho libros, en la esquina se observa una pieza que supongo es una obra de arte de metal, es lindo, junto a mi hay una pared decorada con 4 cuadros en cada uno hay una forma geométrica, un circulo, un triangulo, cuadrado y se repite el triángulo, todos blancos con fondo negro, hay una mesa gigante con 10 sillas, lo miro incrédula todo esto parece una foto de revista, me lleva a la cocina y solo la cocina es del porte de mi casa.

–¿Qué opinas?

–Cuando vi tus autos me imagine que tenias dinero, pero esto es impresionante – se ríe.

–Alex vive en el piso de abajo – su tono es de desagrado – me daré un baño – asiento.

Viven en el mismo edificio eso no me lo esperaba, me vuelve a dar la mano y me lleva a su habitación, es preciosa, hay un muro color azul oscuro que es donde esta su cama, en la pared hay un cuadro blanco con pintura negra encima, todo lo que rodea su cama es un ventanal inmenso, también hay 4 cortinas que se encuentran separadas casi a la misma medida, perfectamente alineadas, hay un futón de cuero negro junto a una ventana y una mesa de madera con libros.

Max me besa y se mete a una habitación la que supongo es el baño, me siento en su cama y me levanto para acomodarla, todo está tan perfectamente ordenado que no quiero tocar nada, pita salta a la cama y se pone a intentar hacer un hoyo, la tomo y le digo que no lo haga, la dejo en el suelo y vuelvo a ordenar la cama, me dirijo al futón y me siento ahí con cuidado. Max sale del baño mojado solo con su toalla, me mira y sonríe.

–Pero que guapo – me muerdo el labio y se ríe.

–Me voy vestir, si quieres puedes mirar – me sonrojo y me giro.

Miro por la ventana, es hermoso pita esta en el suelo mirando y ladrando a los pajaritos que ve, Max se sienta junto a mi y me abraza, me siento en sus piernas y lo beso, miro la hora, es un poco tarde, le muestro y se levanta.

–Vamos a comer – asiento y nos dirigimos a la cocina.

Max abre una silla y me siento, él se pone a cocinar unas verduras con pollo y pasta, huele delicioso. Me entrega mi plato y comemos juntos, se siente lindo esto... le doy un beso en la mejilla, me mira y sus ojos brillan.

–Te Amo – dice y lo miro sorprendida, me ama... mi corazón se acelera, yo también a él – eres la primera que entra a mi departamento...

–¿Enserio?

–Te lo juro, Nunca e traído a nadie – lo abrazo, me siento muy feliz, miro la hora y es muy tarde, solo falta una hora para entrar a turno.

–Max debemos irnos, es tarde, debemos ir a dejar a pita.

–No, déjala aquí, así no se queda sola, mañana venimos por ella – asiento, voy donde pita y la lleno de besos.

Bajamos al subterráneo y nos subimos al auto para irnos al trabajo, Max pone la radio y sonrió, suena the words.

–Me gusta mucho esta canción – dice Max.

Cierro los ojos y escucho su letra, es hermosa, de alguna forma siento la canción muy nuestra, lo vuelvo a mirar y me esta mirando, toma mi mano, la lleva a sus labios y la besa. Conduce todo el camino sin soltarme, Cuando estamos muy cerca de la oficina miro a Max.

–Déjame por aquí – se gira sorprendido y serio.

–¿Qué?

–Que me dejes aquí, no quiero que nos vean llegar juntos – se estaciona y me mira con decepción.

–¿Por qué no quieres que nos vean juntos?

–No quiero que murmuren, al menos no por ahora – asiente molesto y me bajo del auto.

Llego al edificio y me dirijo a los ascensores, observo que está Alex ahí, pongo los ojos en blanco, esta concentrado mirando su teléfono, camino y presiono el botón del ascensor mientras lo saludo.

–Hola.

–Hola Emma, hasta que logro verte – me subo al ascensor y me sigue – estás cada día más hermosa – da un paso hacia mi y retrocedo, vuelve a dar otro y retrocedo nuevamente, sonríe y siento algo de miedo, se abren las puertas y salgo antes que él.

–Emma espera – dice tomando mi brazo, tiro de él quitándoselo – ¿Qué sucede?, ¿Por qué te comportas así conmigo?

– ¿Así como? – digo seria, no responde así que le doy la espalda y me topo a Max de frente.

–¿Pasa algo? – dice Max.

–Nada Max, estamos conversando – asegura Alex riendo – nos permites.

–Debo entrar a turno, Adiós – digo harta.

–Espera – dice Alex – es solo que extraño hablar contigo – niego con la cabeza, está loco.

–Adiós – digo y entro a la oficina detrás de Max.

Una vez dentro, don George comienza a entregarnos el turno, miro a Max esperando que me mire, pero no lo hace, me evita, esta molesto... don George nos cuenta que el turno estuvo un poco intenso, están llamando cada 1 hora aproximadamente y no dejan de pedir informes, que terrible... finalmente guarda sus cosas, se despide y se marcha. Me acerco a Max y lo abrazo, él no responde a mi abrazo, esta mirando hacia la ventana, lo suelto lentamente y llevo mis manos a su rostro, cierra los ojos por un momento y vuelve a abrirlos, me mira y vuelvo a abrazarlo, comienza ah acariciar mi cabello suavemente y lleva sus brazos a mi espalda, hasta que me abraza, me levanta y quedamos frente a frente, coloco mis brazos alrededor de su cuello y junto mi nariz con la suya él sonríe y lo beso.

–Te quiero solo a ti, de verdad – digo en sus labios, llevo un dedo a mi cabeza – aquí solo se piensa en Max – sonrío- Te amo Max Ricci – su expresión es de sorpresa y alegría extrema.

Sonríe y me besa suavemente mientras acaricia mi pelo, me baja lentamente sin separarse de mi, acaricio su cabello no quiero soltarlo.

Decidimos ponernos a trabajar, revisamos la actualización de datos, también los prismas y vemos las cámaras, Max llama por radio al Jefe de turno para comentarle que la situación mina se mantiene igual, lo miro y me sonríe, le piden unos análisis y corta. Los realizamos y revisamos juntos, de vez en cuando me besa, parecemos dos niños, me encanta esto, enviamos los análisis y siento algo de tranquilidad, quiero un café, así que me levanto.

–Voy por un café – camino a la puerta y me detengo.

–¿Todo bien? – pregunta serio.

–Me da miedo – sonríe.

–Yo voy – se levanta, me da un beso y sale de la oficina. 

Me pongo a revisar todos los datos actualizados y suena el teléfono de la oficina.

–Hola... – nadie responde – ¿Hola? – vuelvo a decir, pero nada así que corto.

Me acomodo en mi asiento y vuelve a sonar, me siento asustada, creo que quedé con trauma con lo que pasó hace dos noches... respiro hondo y tomo el teléfono.

–¿Hola?... – mi voz suena temblorosa.

Siento una respiración, es muy agitada, cuelgo, toda mi piel se erizó, enserió me asuste mucho, mi respiración aún está agitada, vuelve a sonar el teléfono y doy un salto, no me atrevo a contestar, me doy ánimos.

– No pasa nada Emma, tranquila – digo para calmarme.

Tomo el teléfono y contesto, me responde el jefe de turno y cierro los ojos sintiendo paz, me comenta que recibió los análisis y quedó con una duda, así que le explico ambos análisis detalladamente, Max entra con 2 vasos de café y una bolsa, el jefe de turno me agradece y corto. Max me entrega el café y le doy un beso de agradecimiento, también me entrega la bolsa, la abro y es un tupper con diferentes pasteles sonrió y aplaudo feliz, él se ríe y me abraza, tocan la puerta y lo suelto, me mira sorprendido, me siento y me giro dándole la espalda.

–Hola – dice una mujer, me giro y es Serena.

–Hola – digo sonriendo y le doy la espalda.

–Max, ¿Puedes venir un momento? – pide ella, Max toca mi hombro.

–¿Puedo? – me pregunta. 

–Yo me encargo – afirmo, Max sale de la oficina con ella.

Cuando se cierra la puerta me giro, ¿se fue con ella?, ¿enserio?, trato de respirar y calmarme, pero no puedo... está con ella, respiro hondo y trato de concentrarme en los datos, pero no puedo, solo están hablando, continúo dándome apoyo, mientras intento concentrarme. 

Max entra, se sienta y comienza a revisar otro radar, no me dice nada, me levanto y salgo de la oficina, necesito aire, una vez fuera, no se a donde ir, así que voy al baño, me miro en el espejo.

–No estás molesta Emma, estas celosa... muy celosa – me digo – no solo hay blanco y negro, quizá tenían algo que hablar – digo odiando la idea de verlos juntos.

Salgo del baño y me dirijo a la oficina, cuando estoy en la puerta no quiero entrar, me doy una sacudida y abro, Max me mira y lo ignoro, me siento y finjo revisar unos datos, mi cabeza no se concentra, decido sacar mi celular, me coloco los audífonos y pongo música, santo remedio, comienzo a revisar los datos y cada zona, observo un leve salto en la tendencia y vuelvo a los radares, efectivamente hay un salto, el sector nuevamente se está activando... me saco los audífonos y me levanto, tomo la radio y llamo al jefe de turno, él me contesta de inmediato y le comento que el sector nuevamente está presentando actividad, me agradece la información porque justo estaban pensando en pasar una excavadora cerca del sector, finalmente corto y me voy a mi asiento, pero Max se atraviesa y se sienta, toma mi mano tirando de ella llevándome a él, termino sentada en sus piernas, pone sus brazos alrededor de mi cintura, y aquí estoy... siento su contacto, su aroma y no puedo hacer más, ni siquiera intento salir porque no quiero, me mira fijamente y desvío la mirada pero no aguanto ni un minuto y lo miro nuevamente.

–Estoy celosa – digo y sonríe, me apoyo en su pecho.

Me reacomoda para mirarme y estamos frente a frente mientras me sonríe, le doy un beso, me besa con intensidad, mientras pone su mano en mi cabello, coloco los brazos alrededor de su cuello.

–Te Amo – dice y con eso basta para sentir que estoy tocando el cielo.

–Perdón por bajarme antes del auto y alejarte hace un rato, es solo que...– me interrumpe.

–He estado con muchas de tus compañeras, quieres estar segura de cómo se da lo nuestro, para así hacerlo público, y no quedar como una más... – asiento y bajo la mirada, él levanta mi rostro para mirarme a los ojos – lo entiendo y lo acepto pero no sé cuanto pueda aguantar manteniendo distancia – me besa y siento que me derrito completamente.

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