⛈️Capítulo 4: Keira Larva

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Cada día que pasa se me hace más difícil, ya solo faltan 2 días para nuestro aniversario, estas fechas son dolorosas... pero como siempre me digo...

—Yo Puedo, No Será Fácil Pero Vamos Un Día A La Vez Emma — finjo una sonrisa.

Cuando llego a la oficina me sacudo antes de entrar para darme energía, me da risa y creo que funciono, trato de poner la mejor sonrisa, para así sentir que es real, trato de engañarme a mi misma, a veces me paso lo sé... decido entrar de una vez así que toco la puerta y entro.

—Hola Lucas — digo mientras hago una revisión de toda la oficina, enserió este desorden no es normal,  se abre la puerta y entra Max.

—Hola...– dice impactado por el desorden quiero reírme, no estoy exagerando enserió esto es demasiado — ¿Qué paso? — y no puedo evitar reír, Lucas pone cara de pocos amigos y se levanta bruscamente.

—¿Por?,¿Algún problema? — pregunta serio y molesto.

—¿Qué sucedió en la noche ? – interrogo, para desviar el tema.

—Se genero una pequeña deformación en el banco 2670, es poco pero de todas formas ojo porque están sacando material de la tronadura de ayer.

—Okey, ¿Hubo caída? — pregunto preocupada.

—No, nada — contesta mientras ordena sus cosas.

—Bueno, Gracias — comento agradecida.

Tomo el libro y reviso los puntos escritos que sucedieron durante la noche, Max se pone a revisar los datos de cada radar, sonrió y el se gira, cruzamos miradas y me giro rápidamente... okey eso no sé que fue... me sentí rara.

—¿Llamarás al jefe de turno? — pregunta.

Cuando me giro esta parado justo frente a mí, nuestros ojos se encuentran, siento mi corazón latir, ¿Qué me pasa?, incluso mi rostro se está sonrojando.

—Sí — digo como poseída porque no quito mis ojos de los suyos.

 Ambos nos giramos bruscamente en direcciones opuestas, esto es muy incomodo, él se sienta y comienza a monitorear, lo miro por un instante y tomo la radio de la oficina.

Llamo al jefe de turno y Max se gira, no deja de observarme, esta serio, lleva sus manos a sus bolsillos, le mantengo la mirada pero me hace sentir incomoda, en verdad no es eso, me pone nerviosa, se lame los labios y quito la mirada.

—Atento jefe de turno mina COMAND — Digo mirando mi cuaderno.

—Aquí jefe de turno mina, ¿Cómo esta señorita Emma?

—Bien, ¿Y usted don Michel? — lo digo muy rápido, estoy nerviosa, me siento observada.

—Bien gracias, le comento que el día de hoy no habrá tronadura, solo se extraerá material hacia botaderos, anoche hubo un sector con movimiento por lo que me informaron, ¿Cómo sigue? — chequeo los datos mientras el me habla.

—Esta Igual se mantiene la deformación, en caso de cualquier cambio se lo informaré de inmediato, buen turno.

—Gracias, Buen turno — anoto lo que me comentó y me giro hacia Max quien aún me observa serio... ¿Qué le pasa?, ¿Por que me mira así?, ¿Estará molesto?

—¿Llegaste bien anoche?, no tenía tu número para llamarte, quedé preocupado...

—Sí estoy aquí, yo creo que llegué bien, ¿no crees? — finjo una risa y el sigue serio muy serio — Tranquilo no vivo muy lejos y nunca me a pasado nada.

—Puede ser, pero aun así, ¿me darías tu número para comunicarnos?

La verdad no es mala idea, ayer quería comprarle algo y no pude avisarle porque no tenia su número.

—Bueno, me parece — intercambiamos números y sonríe, okey estaba preocupado.

Comenzamos a realizar informes, avanzamos rápido es genial tener quien me ayude, en nuestros tiempos muertos, ósea cuando hay que esperar una actualización de datos hablamos de cada sector de la mina para que pueda ir conociéndola mejor y así poder identificar sectores, de pronto golpean la puerta bruscamente y por el simple golpe sé perfectamente quien es... pongo los ojos en blanco y mi semblante cambia por completo. 

Entra Keira, no me agrada nada, es ingeniera geomecánica de otra Mina que se monitorea, pero siempre se viene a meter a mi oficina por lo menos 3 veces durante el turno a lanzar algún mal comentario o critica, siempre la evito e ignoro pero no entiendo por qué sigue molestando es insoportable. 

Se nota que está muy arreglada, debe saber que tenía compañero nuevo, así que vino a "conocerlo por accidente" y bueno por muy mal que me caiga debo aceptar que es hermosa, alta rubia, piel dorada como si fuese a la playa todos los días, ojos verdes que hasta a mi me hipnotizan y se viste muy bien, hoy esta usando un pantalón blanco con una blusa verde que hace que sus ojos resalten más y su cabello ondulado... sí se ve espectacular el día de hoy.

—Hola Emma, oh... ¿Tú eres el nuevo? — pregunta fingiendo no saber quien es, pongo los ojos en blanco nuevamente.

—Max ella es Keira Larva, Keira él es Max Ricci — los presentó y me giro no me interesa interactuar con ella.

—Hola, es un placer — dice Max.

Si claro un placer, porque aun no la conoces, espera 10 minutos y querrás lanzarla por la ventana, me río internamente.

—Max... me gusta tu nombre, ¿Ricci?, no sé por qué me suena... – Max se queda en silencio, mmm raro, ¿se conocerán?

—Tu nombre igual es lindo, tienes unos ojos impresionantes — Okey, ¿Qué? ¿Escuche bien?, ¿Están coqueteando?

—Gracias, que lindo, Como eres nuevo y no conoces prácticamente a nadie, aparte de Emma, que no es por nada, pero no es muy sociable — se pausa y se ríe — ¿te parece si comemos juntos en colación? — Que rápida eres amiga, necesita criticar algo de mi para resaltar... nefasta, Max no contesta, se ríe y me toca el hombro, lo que me hace saltar, me tomo por sorpresa y me asuste, Keira no duda en burlarse y reírse.

—Jefa,¿ puedo ir? — ¿Jefa?, ¿Me dijo Jefa?, Stop me esta pidiendo permiso a mi.

—Obvio que puedes ir, tienes 1 hora — siento pena por él, ni se imagina lo que es estar una hora con esa loca.

—Le dices jefa — comenta Keira y se ríe, sí la detesto, arruino mi día en 5 minutos – pero bueno gracias "Jefa"— dice sarcásticamente se acerca a Max, le da un beso en la mejilla y sale rápido de la oficina, adiós mal educada digo para mi.

—¿Es muy linda y simpática no crees?— me comenta, linda si, simpática claro que no.

—No sabría decirte, no e compartido mucho con ella — contesto seria.

—¿No se llevan bien? — pregunta interesado.

—Simplemente no me interesa — respondo segura.

—Comprendo, quieres que te compre algo, te lo debo por lo de ayer.

—No, después me tomaré mi hora de colación así que no te preocupes.

—Okey — dice, su voz suena decepcionada, pero ignoro ese pensamiento.

Comienzo a sacar datos para determinar si a habido algún cambio en la deformación, la hora pasa muy lento y no hemos vuelto a cruzar palabra, se hace incomodo la verdad, pero no sé que decir, lo miro y esta concentrado anotando datos y haciendo el informe de prismas, no entiendo como sabe tanto y lleva 2 días, esta bien que tenga experiencia, pero se maneja a la perfección, siento admiración es muy bueno en esto.

Miro la hora y faltan 15 minutos para salir a colación, en cualquier momento llegara la vampira, me la imagino contando los minutos desesperada para venir a buscarlo, porque claro no es capaz de esperarlo, su desesperación por tenerlo la hará llegar por lo menos 10 minutos antes, de pronto suena la puerta y no puedo evitar sonreír, no me equivoque, aunque fue antes, llego 15 minutos antes, desesperada, ni siquiera me giro para verla sigo con mis cosas.

—Hola, Salí unos minutos antes, ¿Estás listo? — pregunta rápidamente, esta hiperventilada, hasta aquí siento su desesperación por quedarse sola con Max, pongo los ojos en blanco.

—Hola, no pensé que llegarías antes, ¿Me puedes esperar?, Estoy terminando de pasar datos de prismas y nos vamos — comenta Max, ella respira hondo, la decepción... quizá pensó que él estaba igual de ansioso que ella, pobre...

—Claro que te espero, no te preocupes y tu Emma, ¿No saludas?, donde están tus modales  — ¿Es enserio? Ella llego, ella debería saludarme a mi, ridícula, la ignoro, ni siquiera me interesa interactuar con ella — ¡Ey! te estoy hablando — dice nuevamente pero esta vez toca mi hombro para llamar mi atención, pongo los ojos en blanco y me muerdo la lengua para no decirle algo.

—¿Qué? –digo mientras la miro — Como puedes ver estoy trabajando — indico con mi mano el computador molesta, me tiene harta — Max puedes terminar después, ve comer — pido casi en tono de suplica, para que se la lleve.

—Oye pero que buena jefa eres — dice sarcásticamente y se ríe.

—¿Estás segura?, No me falta mucho — lo fulmino con la mirada y creo que entiende el mensaje, se levanta y ordena sus cosas — bueno nos vemos — comienza a caminar a la puerta cuando de pronto se detiene — aunque no quieras, te comprare algo para comer, espero no seas mañosa — no pude evitar sonreír, bueno ambos lo hicimos, salen por la puerta y siento una sensación rara, no sé por qué...

Son las 13:50 y siento risas por el pasillo, sin duda son ellos ya regresaron, me miro al espejo y acomodo mi cabello, no se por qué, pero creo que así se ve bien, golpean suavemente la puerta y se abre.

—Volví — dice Max acercándose y dejando una bolsa en mi mesa — pensé mucho que traerte, creo que pase mas tiempo buscando que comprar en vez de comer, así que cómelo todo — sonrío, hace mucho no sentía que alguien tenia alguna preocupación por mi.

—Gracias, de verdad.

Abro la bolsa de papel con mucho cuidado, y miro que hay dentro, se ve algo envuelto en papel blanco que se está medio obscuro, abro el papel despacio y se me aprieta el pecho, es pastel de chocolate, lo miro sorprendida y no sé que decir, no quiero llorar, sentí una alegría muy grande sentí que volví a vivir un recuerdo que sucedió antes muchas veces, el pastel de chocolate era algo tan valioso para mi, cada vez que estaba triste, decepcionada o en cualquier emoción que necesitara apoyo, Daryl compraba pastel de chocolate, me hacia muy feliz y él lo sabia eso nunca fallaba.

— Gracias — vuelvo a decir sonriendo, Max me mira, creo que trata de descifrar que escondo, esquivo la mirada y comienzo a comer como una niña feliz –¿Cómo te fue? – pregunto, la verdad me muero por saber que tal estuvo ese almuerzo.

—Bien, es agradable — casi vomito el pastel por un segundo — pero eso, no es mi tipo — sonrío.

—Es linda a pesar de todo — sonrío falsamente.

—Mentirosa — nos reímos – no sabe mentir para nada señorita Ezeiza — el tono que acaba de usar me pone nerviosa.

—Bueno no me agrada nada, pero es linda, muy linda, eso no lo voy a negar, no estoy mintiendo — pongo mi mejor cara de sinceridad.

—No me refería a si es linda o no, me refería a tu sonrisa, pocas veces lo haces de forma real — me pongo seria, como lo sabe, ¿soy muy notoria? —No eres notoria, pero no se por qué yo si lo veo, creo que son tus ojos, reflejan todo lo que sientes.

 ¿Está leyéndome la mente?, me da ansiedad y no sé que decir, me comió la lengua el ratón, lo mejor es seguir comiendo y hacerme la loca.

—Veo que te gustó, eso me alegra — sonrío.

—Sí, lo amo, me hace muy feliz, es como medicina, ayuda a cada emoción en mi interior — sonríe pero algo esconde, lo sé.

—¿Por qué me mentiste? — lo observo sorprendida.

—¿En que? — pregunto confundida.

—Keira, se odian — ahh eso, es bastante notorio.

—Ella no me interesa, yo solo la ignoro por mi paz mental, bueno a trabajar — se ríe y asiente.

La hora pasa volando, con el pastel quede muy bien, así que no me tome mi hora de colación aun que Max insistió en muchas oportunidades para que lo hiciera. Hicimos todos los informes y nos sobró tiempo para tomarnos un café, seguimos revisando datos y analizándolos, la deformación no a variado prácticamente nada, pero de todas formas, todo puede cambiar de un minuto al otro y debemos estar muy atentos a ello, un descuido podría ser fatal. De pronto golpean la puerta y entra lucas, por su cara noto que no descanso bien, le entregamos el turno entre Max y yo, habló mas Max, ya tomo confianza es un experto no tengo otra palabra para él, ama esto tanto como yo, cuando explica se nota su pasión y preocupación, nos despedimos de Lucas y salimos de la oficina.

—Max estoy lista, ¿nos vamos?— pregunta Keira, se irán juntos...

—Bueno los dejo adiós — digo y me voy ni siquiera se si se despidieron, ni me interesan adiós.

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