⚡Max Ricci : Esperanza

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La observo marcharse y caigo al suelo, estoy destrozado, lo arruiné, la perdí, hice todo por estar con ella y termine acabando con todo lo que teníamos...

Viene seguridad, me tomaran detenido por alterar el orden publico y golpear a un guardia.

—Señor acompáñenos por favor— exige uno de los guardias del aeropuerto — colabore con nosotros y póngase de pie o tendremos que utilizar la fuerza.

Me levanto, me esposan y me llevan a una habitación, hay una mesa pequeña color negro con dos sillas una frente a la otra. Me interrogan para saber el motivo de mi escandalo y locura, exijo llamar a mis abogados cuando comienzan a realizar las diferentes preguntas, ya que sin ellos no diré ni una palabra así que me lo permiten. 

Me dejan esperando solo y en lo único que puedo pensar es en Emma y su expresión de asco, eso es lo que le genero ahora. Llevo las manos a mi rostro, hasta yo me doy asco, como pude hacer algo así, destruí en una noche todo lo que teníamos, no confíe en ella y tampoco la protegí cuando debía, no la merezco, no puedo alejar de mi mente su rostro, su dolor, sus lagrimas y por sobre todo su decepción, confiaba en mi, me amaba, me hacia feliz y le pague de la peor forma. 

Se abren las puertas sacándome de mis pensamientos y entra el abogado junto a mi padre ambos me miran serios, mi padre está molesto.

—Sé que me equivoqué, no quiero un sermón ahora — digo antes que él.

—¿Qué pasó? — Pregunta mi padre serio.

—Alex trato de abusar de Emma — me mira sorprendido e incrédulo.

—¿Qué?, esa acusación es muy grave.

—¿Crees que lo diría si no lo creyera?

—Pruebas — exige.

—Sácame de aquí y te las mostrare — Mi padre me mira — no lo matare si eso es lo que te asusta.

El abogado hace su trabajo y quedo libre en un par de horas. Me subo a mi auto, mi padre se sienta a mi lado y manejo en silencio a toda velocidad, está nervioso, aunque sé que sabe que es verdad lo que dije, necesita verlo para terminar de darse cuenta de quien es Alex.

Llegamos al edificio RADAR y subimos al segundo piso, área de seguridad, en esta zona se vigilan todas las cámaras del edificio, aunque al parecer no todas, si esto sucedió alguien lo ayudo. Entro al despacho que vigila las cámaras del piso trece y pido ver las grabaciones de la oficina COMAND a partir del día martes, pido que me avisen si ven a Alex. Empiezan a revisar mientras camino por el despacho, de un extremo a otro, mi padre está sentado, observándome.

—Creo que este es el señor Alex — comenta nervioso el muchacho.

Me acerco de inmediato y efectivamente es él, llevo una mano a mi barbilla y le pido al guardia que salga de la oficina, se levanta y me cede el asiento, lo tomo y mi padre se acomoda a mi lado, vemos a Alex entrar y cerrar la puerta, mi padre se lleva una mano a la boca cuando ve como Alex afirma a Emma, me comienzo a quitar la corbata, siento que me falta aire. La abofetea y recuerdo su labio roto, cierro los ojos soy un idiota, se desabrocha el pantalón y me levanto de golpe, la afirma de las piernas y llega a sus muslos arrastrándola, por eso no quería que la tocara, me apoyo en la pared, no puedo creer todo lo que veo, Keira entra y lo golpea como loca, mientras Emma sigue ahí en shock, un dolor me recorre lentamente, es intenso y se acumula en mi pecho, no pude hacer nada para protegerla.

Mi padre llama al muchacho de seguridad nuevamente y le pide revisar los siguientes días, sigo apoyado en la pared, me desabrocho un botón de la camisa.

—Señor, aquí está de nuevo — dice y nos acercamos nuevamente.

Se levanta de la silla y sale del despacho, vuelvo a sentarme, la observo, está aterrada, es el día en que los vi... la afirma con fuerza y tira su cabello, está paralizada, la toma a la fuerza y la besa, cuando entro a la oficina, la observo, ella cerrar los ojos y comienza a llorar.

—¿Estuviste ahí?, ¿no hiciste nada?— pregunta mi padre impresionado.

—Pensé que ellos...

—La dejaste...— dice interrumpiéndome.

¿Qué hice?, llevo las manos a mi cabeza. Observar estás imágenes solo me muestran lo miserable que fui abandonándola. El infeliz la gira y la golpea contra la mesa, mi padre se levanta, Emma ya no esta paralizada, intenta luchar, suplica,  ya no reacciono, pude haberle evitado eso y la deje en esa oficina sola con ese animal. Baja su pantalón y no puedo mas, me levanto y comienzo a golpear la pared, mi padre no dice nada, caigo al suelo, no la protegí, estuve ahí y no hice nada, aun así ella me busco para solucionar las cosas, no le importo que me fuera, me amaba tanto que aun así quiso luchar por lo nuestro.

—Max levántate, debes pensar con la cabeza fría — dice mi padre — pide esos videos y llévalos a la policía, debemos hacer una denuncia, lo que hizo tu hermano es imperdonable, debes hacerte cargo, yo no soy capaz — asiento — ¿Emma donde está?, ¿se fue?

—Sí, la perdí — afirmo mientras me levanto — lo arruine todo.

—¿Qué pasó? — pregunta serio.

—Pensé mal cuando los vi — me quiebro — hoy fue a buscarme, a pesar de todo, ella fue a buscarme — siento caer una lagrima — me encontró con otra en la cama.

Mi padre me mira con decepción y niega con la cabeza. 

—¿En que me equivoque con ustedes? — niega con la cabeza — la perdiste, después de todo lo que paso y tu haces eso, no lo sabias, pero aun así no debías.

—¿La perdí cierto?

—Si la situación fuese al revés, ¿Qué harías Max?, ahí está la respuesta, ¿Podrías perdonarla? — niego con la cabeza.

No me va a perdonar, haga lo que haga no lo hará, tengo un dolor muy grande en el pecho, es insoportable, incluso invade mi garganta.

—Encárgate de tu hermano y no la molestes, deja que todo se calme, si tienes suerte solo te odiara, pero si lo que siente es decepción, no hay nada que hacer, el odio pasa, puede volver a ser amor, pero una vez que decepcionas a alguien esa persona ya no te volverá a ver de la misma manera, ya no vera nada positivo en ti y es ahí cuando ya no puedes hacer nada, por mas que lo intentes y te esfuerces, ese sentimiento es muy poderoso y el mas peligroso, siempre dolerá — lo escucho y solo espero que me odie.

Mi padre se marcha molesto y también decepcionado, me quedo ahí de pie y tomo mi celular, la llamo, pero recuerdo que tengo su teléfono en mi departamento, Keira me lo lanzo. Noto que tengo mensajes de ella, me ataca otra punzada de dolor, cada vez duele más...

Hola Max... espero estés bien, entiendo

que quieras tomarte tu tiempo, viste

algo que te debió doler, pero las cosas

no son lo que parecen, yo jamás haría algo

que te pudiera lastimar, Te Amo

                                                       Emma Ezeiza

Enserio soy un idiota, como pude hacer algo así, perdóname por favor... ¿Cómo pude desconfiar?, tu jamás harías algo para lastimarme...

Mañana me voy y ¿no harás nada?, ¿Enserio?,

¿Así de fácil dejaras que lo nuestro se acabe?,

¿No que me amabas tanto?, a la primera sales

Corriendo, eres un idiota

                                                      Emma Ezeiza

Sonrío al leer su ultimo mensaje, estoy seguro que estaba muy ebria al momento de escribirlo, ¿por que fui tan idiota?, no sé como arreglar esto, no puedo aceptar que no haya solución, no puedo dejarla ir así. También hay un correo, hizo todo para llegar a mi, mi pecho quema de dolor y  las lagrimas asoman sin control.

Leerlo aumento mi tortura, pasaste por una pesadilla, vivías aterrada y acosada, mientras yo no podía verlo, incluso Keira te protegió más que yo. No sé como revertir las cosas y volver a estar contigo, te lastime de todas las formas posibles.

Respiro hondo para intentar calmar mi llanto, tengo que encargarme de Alex, quisiera molerlo a golpes, asesinarlo de muchas formas, incluso torturarlo, pero mi padre tiene razón, debo pensar con la cabeza fría.

Llego al edificio, aparco el auto y subo al piso de ese psicópata, golpeo su puerta y la pateo, pero nadie sale.

—¡Aunque te escondas te voy a encontrar! — grito — ¡Maldito cobarde!

Sé por que debió hacerlo, Vivian, es la principal razón que encuentro, sé que me equivoque, no debí hacerlo, fui impulsivo y un maldito infeliz, pero no soportaba sus trampas.

Ambos luchando por el puesto de director, lo recuerdo, desde que salimos de la universidad, más de seis años atrás, mi padre nos hizo trabajar en cada área de la empresa, un buen director debe manejarlo todo a la perfección y además debíamos crear una mejora para cada una, Alex estudio en el extranjero, Londres, en cambio yo, no quise dejar a papá solo, aparte amaba ir a la oficina y aprender directamente de él. Cuando Alex volvió, estaba diferente, mucho más agradable y menos envidioso o al menos eso creía, llego junto a su novia, bueno más bien prometida, Vivian, era una mujer bella, no lo voy a negar, pero para nada mi tipo.

Nuestra lucha empezó bien, ambos comenzamos en la misma área, Recursos humanos, aunque Alex no solía ir, solo pasaba tiempo con su novia, lo que me beneficiaba, pero cuando toco presentar en la reunión con mi padre nuestra mejora, él suplico hacerlo primero y  mientras presentaba note que esa era mi idea, me la robo, no soporte mi enojo y lo enfrente pero mi padre por no marcar una preferencia conmigo lo dejo pasar y le dio el punto a él, lo que se me hizo de una injusticia impresionante, pero accedí, también lo deje pasar, el punto es que en la siguiente presentación ocurrió lo mismo y eso colmo mi paciencia, Marie ( es una gran amiga, digámoslo así, es una de las mayores accionistas de la empresa y es con la chica con la que más tiempo e estado divirtiéndome), bueno... fue a visitarme como solía hacerlo, cogíamos en mi oficina siempre, solo con un par de palabras lograba convencerme de inmediato y ese día mientras lo hacíamos, note que habían cámaras en mi oficina y supe que así Alex se robaba mis ideas.

Mi irá no tuvo limites... debíamos hacer nuestro primer viaje de negocios, Alex obviamente fue con Vivian y por mi parte invite a Marie, necesitaba su ayuda, quería que le coqueteara a Alex, que hiciera que Vivian explotara en celos y bueno Marie es una experta en jugar así que no dudo en ayudarme, siempre suele hacer lo que le pido. Llegamos al hotel y Marie no se despego de Alex, le coqueteaba o directamente le hacia propuestas, notaba como Vivian se incomodaba y lo estaba pasando mal, Alex le pidió a Marie que se detuviera y para disculparse con su novia la invito a cenar, lo que me pareció la oportunidad perfecta, Marie entretuvo a mi gemelo, para que yo fuese a la cena con Vivian, le conté que había visto a su novio y a mi acompañante entrando a la habitación de Marie, con solo eso basto para que ella me invitara a su habitación, no lo dude, ella quería y yo estaba dispuesto, ni siquiera tuve que insistir para cogérmela. Lo peor de la situación es que aunque Alex no llego a la cena, tampoco la traiciono, simplemente se encargo de frenar a Marie y dejarle en claro que él amaba a su chica... cuando volvió a la habitación nos encontró en la cama y a Vivian montándome, lo vi en su rostro, lo acepto supe en ese instante que lo que hice estaba mal, ni siquiera dijo algo, solo menciono su nombre ¨Vivian¨ y se marcho, mientras ella ignoro la situación y quiso continuar, una verdadera zorra.

Después de eso, nunca me dijo nada, pero siempre busco cogerse a las mismas chicas que yo, por eso en cuanto vio a Emma lo quise lejos, sabia que lo intentaría, porque yo no podía ocultar mi interés por ella, yo la quise desde siempre y él lo noto enseguida, fui un maldito idiota y quien lo pago fue ella...

Subo por el ascensor y la imagino junto a mi, no soporto esta sensación, este vacío, camino por el pasillo hasta la puerta, entro y veo sobre la mesa sus cosas, miro hacia arriba y me apoyo en la puerta, enserio estoy jodido, me acerco y tomo su collar su pulsera, las llaves y tarjeta, no quiso guardar ni un recuerdo nuestro, cada una de estas cosas ahora duelen, cuando en su momento eran recuerdos hermosos.

—Hola cariño — escucho.

Miro en dirección a la mujer que viene caminando, es la chica que conocí en el bar, verla me hace sentir aun peor, ¿Por qué aun no se marcha?

—Pensé que ya te habías marchado — digo seco.

—Quise esperarte, pensé que querrías comenzar lo de anoche — dice de forma en la que ella debe creer suena sexy, la observo confundido.

—¿Comenzar lo de anoche? — pregunto y ella sonríe.

—Sí, no quisiste hacer nada — siento que el alma me vuelve al cuerpo, me levanto en cosa de segundos.

—¿Es enserio? — pregunto, necesito su confirmación.

—Sí, abriste el condón y lo sacaste pero luego te acostaste y me ignoraste — cierro los ojos dando gracias.

—Puedes irte — le digo sin mirarla y me voy a mi habitación.

No lo hice, no la traicione, aunque lo intenté... eso no lo voy a negar, no quita mis culpas, pero por lo menos tengo esperanza.

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