33; RECUERDOS

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RECUERDOS

―Es que tú te has obsesionado con algo que ni siquiera sucede, Jungkook —habla frustrado, Taehyung.

Jungkook minutos atrás luego de entrenar durante la tarde, se había acercado a la nevera a buscar una botella de agua. Mientras bebía sintiendo cómo lo refrescaba y sentía como el sudor seguía cayendo por su frente, escuchó unos pasos que llamaron su atención.
Al ver a Taehyung frente a él, frunció el ceño, pues notaba que parecía querer hablar de algo pero no animarse, por lo que llamó más su atención, hasta que al preguntarle y escucharlo, deseó haberse retirado quedándose con la curiosidad.

—No me he obsesionado con nada.

—Claro que sí. Mira, entiendo perfectamente que tengas esas inseguridades, que Heekyung sea la causante...

—Cállate —se acerca con la respiración pesada y este se tensa—. Tú no sabes absolutamente nada de lo que sucede. Tú no has visto cómo buscaba pasar momentos con ella, cómo la miraba, cómo intentaba esconder los celos...

—¡Pero estás hablando de Jimin, carajo! ¡De Jimin! —dice exaltado—. Lo conoces de hace años. Tú más que nadie sabes cómo es.

—No lo entiendes.

—Quizás tienes razón y no lo entiendo. Pero a todos nos duele verlos así, ¿a ti acaso no? —pregunta desconcertado, mientras que Jungkook desvía la mirada, pasando la lengua por el interior de su mejilla—. ¿Acaso crees que si los demás se enteraran el verdadero motivo de la pelea, no se sentirían decepcionados de ti? Jungkook, no estás actuando bien y sé que tú lo sabes. No eres ningún idiota. Sólo estás dejándote llevar por aquellos celos sin sentido.

—Sólo apoyas a Jimin.

—¡No es así! Pero estás actuando mal y como también soy mejor amigo tuyo, tengo la obligación de decírtelo para que abras los ojos —suspira—. ¿Realmente no te duele estar alejado de él?

Jungkook al recordar a Jimin, y sus momentos compartidos, no podía evitar sentir un nudo formarse en su garganta, como también sus ojos arder por las lágrimas retenidas, por lo que bajó la mirada, mientras tomaba una bocanada de aire temblorosa.
Era obvio que mentiría si dijera que no le dolía, porque desde que Park Jimin ya no hablaba con él, no le sonreía provocando que sus ojos desaparecieran, desde que no lo abrazaba demostrando su gran intensidad y el cariño que le tenía, sentía como el vacío en su pecho se extendía. Cada día dolía más que el anterior, pero aún así se esforzaba por tratar de ignorarlo, por no derrumbarse y rogarle que le perdonara.

—Ya no hay nada que pueda hacer para que me perdone, Taehyung —dice con voz débil dirigiéndose hacia la puerta.

—¡Claro que sí! ¡Jungkook, ven!

—Quiero estar solo —voltea a verlo por un momento.

Taehyung al notar que parecía realmente afectado, suspiró asintiendo, permitiendo que se fuese, porque no quería provocar que terminara también molesto con él, cuando lo único que quería era que sus mejores amigos volvieran a ser unidos.
Jungkook se dirigió al baño mientras las palabras de Taehyung y Jimin se repetían en su mente, lo cual sólo provocaba que sintiese como iba a derrumbarse en cualquier momento. Sentía que la situación estaba sobrepasándolo y no sólo por el hecho de haber perdido a una de las personas más importantes para él, sino porque no era capaz de comprenderse.

En ese momento sólo deseaba volver años atrás cuando tenía una vida tranquila, aunque sentía que le faltaba algo. Eso le llevaba a recordar a Heekyung, cuando gracias a ella fue que se sintió completo y  feliz. Por más que quisiera negarlo, repetiría el comienzo con ella una y otra vez, sin dudarlo en absoluto, a pesar de saber cómo terminaría luego.

Jungkook sentía la arena bajo sus pies, mientras que el dulce aroma se colaba por sus fosas nasales, y una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios, como siempre al tenerla en sus brazos. Observaban el mar y como se ocultaba el sol, mientras la abrazaba, llevando minutos sin hablar, pero es que ambos estaban realmente en calma, disfrutando de la presencia del otro en aquella playa solitaria. También de aquel cálido abrazo que le hacían sentir que estaban en su lugar seguro, donde nada perturbaba la mente del otro.

Todo estaba más que bien y querían mantenerse así, pero el celular de Jungkook comenzó a sonar, provocando que ambos se sobresaltaran y ella dejara de acariciar su brazo, para voltear a ver como este tomaba su celular que había dejado apoyado en su chaqueta.

—¿Quién es?

—Jimin —responde observando su nombre y la foto del sonriente del pelirosa.

—Eso significas que debes irte, ¿verdad? —pregunta decepcionada, por lo que este presiona los labios y cierra los ojos por un momento.

—Seguramente.

—Te he extrañado demasiado, Jungkook.

—Y yo —dice rápidamente.

—Entonces, no te vayas ahora —dice rogante, pasando los brazos por sus anchos hombros.

—Pero si no voy...

—Por favor, Jungkookie.

Al ver como sus cejas se juntaban, su mirada clara rogante y como fruncía un poco sus esponjosos labios rosados, sentía como su corazón se encogía, porque nada amaría más que pasarse todos los días a su lado.

—Quédate más tiempo conmigo, por favor.

Jungkook no lo dudó más y dejó su celular a un lado, escuchando como volvía a sonar por otra llamada del pelirosa, mientras pasaba las manos por la pequeña cintura de su novia, para juntar sus labios, haciéndole saber así, que se quedaría con ella. Esta no pudo evitar sonreír satisfecha en medio del beso, pero él llevó la mano a su mejilla volviendo a juntar sus labios, sintiendo como se estremecía al ser correspondido, al sentir como su lengua rozaba la suya por un momento, por lo que decidió intensificar el beso.

Siempre sentía enloquecerse cuando lo besaba ya sea de manera intensa como estaba pasando, o suave, pero siempre perfecto para él como si sus labios hubieran estado esperando siempre por los suyos, porque lo llenaban de vida.
Quería besar hasta cada particularidad de su cuerpo, para así hacerle saber que para él lo era todo. Para Jungkook, su novia era como otro sueño hecho realidad, porque siempre había soñado encontrar a esa persona que lo llenara, que lo hiciera feliz, y la encontró.
Al separarse ambos sonrieron, aún con sus ojos cerrados y sus respiraciones mezclándose, mientras este acariciaba delicadamente su mejilla.

—¿Algún día podré decirte que no, preciosa? —pregunta con voz suave, escuchando como ella suelta una risilla.

—Espero que ese día nunca llegue, porque me gusta ser consentida por ti, Jungkookie —dice divertida, alejando más sus rostros a la vez que abren los ojos.

—¿Qué me has hecho?

No podía evitar quedarse embobado, observando su cabello oscuro, liso, largo hasta su cintura, su piel pálida como la porcelana y suave, sus ojos grandes y claros por las lentillas, su nariz fina, sus labios hinchados por el beso intenso de segundos atrás. Estaba completamente encantado por ella que agitaba su corazón con una gran facilidad.
Sus amigos siempre le habían aconsejado que fuese con cuidado al tratarse del amor, porque era el más joven de ellos y el menos experimentado, por lo que durante su adolescencia jamás se había dado la oportunidad, pues sólo tenía la cabeza en su grupo, en su carrera, en su sueño que estaba cumpliendo. Pero al conocer a Heekyung, cayó rendido a sus pies, porque había sido como si sus almas se sincronizaran con sólo una mirada, y una sonrisa de ella que parecía ser capaz de conquistar al mundo entero.

Había olvidado por completo los consejos de sus amigos, porque sentía que ella era la joven más dulce y hermosa que había conocido. Era dos años mayor y quién tomó la iniciativa, al él ser demasiado tímido, pero no se arrepentía para nada de haberse dejado llevar tan pronto.

—¿Corromperte, quizás? —pregunta riendo, provocando la de él.

—Te amo tanto, Heekyung —murmura embobado acariciando su mejilla, mientras observa como una sonrisa se dibuja en sus labios.

—No creo que me ames tanto como yo te amo a ti.

—Lo hago. Sé que estar conmigo no es fácil, pero lo que siento por ti es realmente verdadero.

—Créeme que lo sé.

—¿En serio? —pregunta sorprendido.

—Claro. Lo sé por como me miras, por como me sonríes, por como reaccionas ante mí, por todo lo que haces para hacerme feliz, hasta por tus silencios. Con absolutamente todo me demuestras que me amas, Jungkook —responde con una sonrisa—. Por eso no importa qué tan difícil sea estar contigo, voy a mantenerme a tu lado.

—Promételo —la mira rogante.

—Lo prometo. Sería incapaz de lastimarte, cariño —murmura acariciando su mejilla, mientras este disfruta de su cálido tacto, cerrando los ojos por un momento al sentir como la calma vuelve a ser parte de él.

Estaba feliz de encontrar alguien que lo amara de la misma locura desbordante, que sostuviera su mano, que le besara y adorara sus besos.
Alguien que lo abrazara y le demostrara que tenía mucho amor para dar y recibir. Así como él.

Adoraba como iluminaba su vida y estaba seguro que ella era el amor de su vida, la persona que quería tener a su lado apoyándolo el resto de su vida. Porque sabían cómo hacer feliz al otro, sabían perfectamente cómo unirse y ser capaces de crear un incendio, sabían cómo hacer escapar los demonios del otro, también cómo volver a guardarlos.

Estaba completamente perdido por ella. Era capaz de soportarlo todo por tan sólo verla sonreír.

Pero al volver a la actualidad se daba cuenta que, en realidad, se había enamorado inocentemente de la manera más dolorosa, porque lo había hecho de una completa desconocida. Amaba a una versión inexistente, se aferraba a los pequeños trozos que había en ella de esa Heekyung que fue al principio, mientras esta sólo amaba sentirse amada.
Se había dado cuenta de eso meses antes de que terminaran definitivamente, esos meses donde ella lo dejaba sin explicación alguna, pero luego volvía sabiendo que él era incapaz de negarse a aceptarla otra vez, logrando dañar más su corazón.

¿En qué momento se había arruinado todo si estaban tan bien? ¿Acaso a ella le gustaba romper su corazón? ¿No era capaz de dejarlo ir por miedo a que encontrara alguien más? Se preguntaba, mientras se ahogaba en el sabor amargo de la incertidumbre de saber si lo que en algún momento sintió Heekyung, fue realmente amor, porque estaba seguro que lo que él sintió si lo fue en verdad, pues hasta cuando ella lo lastimaba intentaba entenderla, para así seguir a su lado.

En ese momento sentía que extrañaba ese recuerdo, que la necesitaba tanto que por esa razón sus lágrimas rodaban por sus mejillas. Quería ser abrazado nuevamente por ella y que le provocara aquella calma, como también felicidad, no aquel resentimiento por cuánto lo lastimó, por cómo se divertía humillándolo, mientras él esperaba algo imposible.











(...)













Al no haber soportado más al sentir como su sangre hervía decidió darse una ducha, para así intentar calmarse, pero aún así al sentir sus ojos hinchados, como su cabeza dolía y su cuerpo débil, no podía evitar seguir perdiéndose en recuerdos.
Estaba completamente agotado por sus intensos sentimientos, por aquellos recuerdos que sólo lograban abrumarlo de gran manera.

Quizás era hora de aceptar que jamás había dejado de extrañarla, que hasta aún lo hacía y a pesar que de había pasado tanto tiempo, los días no seguían siendo fáciles de sobrellevar. Simplemente, estaba acostumbrándose a llevar con él un gran vacío que le había dejado su ausencia, mientras rogaba algún día dejar de recordarla.
Estaba molesto de que ella no haya sido la indicada cuando había deseado tanto que si lo fuese, y sólo terminó marchándose de su lado. Se había llevado sus besos, sus sinceras sonrisas, su amor, pero no se lo había llevado a él, aún cuando le pertenecía, y eso lo mataba por dentro.

Decidió volver bajar las escaleras mientras se colocaba la capucha de su chaqueta, esperando encontrarse con alguno de sus amigos para así tratar de distraer su cabeza y dejar de pensar en lo que no pudo ser, en las interminables discusiones, los gritos ahogados y en los llantos desconsolados.
Al dirigirse al living vio a Jimin y a Taehyung, que en vez de estar mirando el drama, estaban observando algo en el celular del más bajo que ahora llevaba el cabello oscuro, lo cual ni siquiera fue capaz de halagarle como antes hubiese hecho.

—Es claro que él va a ser el otro protagonista del drama —dice Taehyung.

—También creo lo mismo. Goeun debe estar feliz, porque es como un sueño cumplido —ríe.

—¿Qué están viendo? —interviene llamando la atención de ambos que se sobresaltan.

Rápidamente se acercó arrebatándole el celular a Jimin que no pudo evitar tensarse, mientras que Jungkook al ver el perfil de Instagram Goeun, como ahora la seguía Song Kang, frunció el ceño.

—A ti te dijo que va a protagonizar un drama junto a Song Kang, ¿cierto? —pregunta emocionado, Taehyung.

Jungkook sentía como su respiración se volvía pesada y quiso decir algo, pero Jimin se levantó arrebatándole su celular, provocando que sus miradas se conectaran y este pudiera notar sus ojos enrojecidos como hinchados.
El más bajo sintió como su rabia disminuía por esa razón y al contrario la preocupación se volvía parte de él, pero recordaba sus últimas palabras, la manera de actuar del más joven, por lo que no podía evitar tragar aquellas palabras que querían escapar de su garganta.

—¿Está todo bien, Jungkook? —pregunta preocupado, Taehyung.

—Si ves a Goeun, dile que me pone muy contento de que este logrando trabajar con quien tanto ha deseado —dice Jimin, para luego voltear y marcharse cerrando los ojos por un momento, convenciéndose que lo mejor era ignorar aquella preocupación.

—Jungkook...

Este decidió ignorarlo mientras tomaba su celular para buscar el número de su novia y llamarla, sintiendo su sangre hervir.














(...)












—¡Acción! —grita la directora Kim Garam.

Goeun miraba sus orbes oscuros, como caía un poco el cabello por su frente y apoyaba el antebrazo en la pared, para así acercar más sus rostros. Sentía como los nervios se volvían parte de ella ante su mirada intensa, aunque se repetía que esta vez debía concentrarse porque lo menos que quería era hacerlos molestar, pero su cabeza era un caos del cual no podía escapar aunque lo quería más que nada.

—Pues, yo creo que deberías conocerme para confirmar si realmente soy lo que crees o no —dice sin quitarle la mirada de encima.

—¿Y si te digo que no quiero conocerte?

—Eso es mentira.

La fémina tragó con dificultad al ver cómo empezaba a acercarse, olvidando por completo su línea, mientras ponía las manos en su pecho para alejarlo y salirse, notando su mirada de confusión, como también de los demás. En ese momento se dio cuenta que nuevamente no estaba haciendo bien su trabajo, por lo suspiró bajando las mirada, mientras llevaba los mechones de cabello detrás de su oreja. 

—¿Ahora qué sucede, Goeun? —pregunta frustrada mientras se acercaba, Heejung.

—¿Estás bien? —pregunta preocupado, Song Kang.

—Lo siento —murmura jugando con sus dedos, levantando la mirada con timidez.

—Hagamos la escena otra vez.

—Creo que deberíamos seguir mañana. Saldrá bien a la primera, sólo que hoy estamos todos agotados —opina Song Kang, sonriendo a medias.

Este al verlos hablar entre ellos, volteó a ver a Goeun que rogaba en su interior que aceptaran lo que dijo Song Kang, porque se sentía incapaz de seguir al no poder poner toda su concentración en la actuación. Sabía que era demasiado importante que lo hiciera porque estaba feliz de haber conseguido el papel protagónico y poder trabajar junto a él, era como un sueño cumplido, pero no estaba dando todo de ella, lo que notaba que ya no estaba agradándole a nadie que tenían otra perspectiva de ella, la cual era correcta, y no podía demostrarlo.

—Goeun...

—Está bien. No continuaremos por hoy —interviene la directora acercándose con el libreto, llamando la atención de ambos—. Pero necesitamos más química entre ambos.

—¿M-Más química?

—Mira, entiendo que te ponga nerviosa Song Kang, ¿a quién no? —bromea haciéndolo reír—. Pero entre ustedes hay química al instante de conocerse y el público tiene que notar eso, ¿entienden?

—Sí.

—Sí, lo lamento —dice en casi un murmuro, bajando la cabeza al sentirse apenada.

—¿Saben? Creo que deberían pasar un poco de tiempo juntos, conocerse más para que la química traspase la pantalla —sonríe acercándose a ellos—. Es una buena idea, ¿no creen?

—Por mí no hay problema. ¿Qué dices tú, Goeun?

—M-Me parece bien —intenta sonreír.

Goeun estaba completamente aliviada de que hayan aceptado en terminar con las filmaciones ese día, porque sabía que por más que se esforzara no iba a poder dar lo mejor de sí misma.
En cuanto la directora los dejó solos se tensó ante la mirada de Song Kang, el cual soltó una risilla al darse cuenta.

—Mira, creo que por hoy ambos estamos algo agotados, más que nada tú, así que hoy podríamos empezar por...llevarte a tu casa —comenta con una sonrisa—. ¿Qué te parece?

—¿Que me lleves a mi casa? —pregunta insegura masajeando su nuca al sentir como se ha formado un nudo al haber estado tensionada.

—Sólo si te parece. Podríamos conversar en el camino para conocernos más.

—E-Está bien —murmura no muy convencida.














(...)












Cuando ambos ya estaban con su vestimenta normal, se encontraron en el pasillo lo que provocó que Goeun volviese a tensarse, ya que a pesar que siempre lo había admirado no tenía ánimos para nada de pasar el camino hacia su casa con él, y conversar para conocerse, lo cual se reprochaba. Aunque no lo quisiera, su cabeza no podía evitar volver a lo mismo una y otra vez de manera agotadora, provocando su enojo porque no quería seguir dándole vueltas al mismo asunto, ya que sabía perfectamente que no resolvería nada.

Kang y Goeun iban en el carro, este había puesto música al sentir como la tensión crecía, por más que por momentos intentaba hablarle y hasta le sonreía de manera tranquilizadora, pero lograba notar que ella estaba demasiado tensa. No entendía el porqué, pero tampoco se atrevía a preguntarle al no haber confianza.
Mientras que Goeun jugaba con sus manos, concentrada en sus pensamientos, lo que hacía que su voz saliese algo débil y sus respuestas fuesen vagas.

Pero es que no lograba entender qué era lo que estaba sucediendo en su relación con Jungkook. Pues, a pesar que sus llamadas no eran tan constantes como ahora al estar alejados, ocupados con sus proyectos, especialmente él, aún así siempre provocaban aquellas mariposa en su estómago y que no pudiera evitar sonreír embobada, que quisiera pasarse horas y horas hablando. Le provocaba millones de sensaciones que le hacían saber que estaba cada día más enamorada del pelinegro, que le hacía pensar que había encontrado el correcto, aunque cuando se veían siempre había alguna discusión que la terminaba haciendo quebrar en llanto, cuando todo lo que quería era estar en sus brazos.
Ahora las llamadas eran más constantes como si él necesitara de ella, ya que era el que mayormente llamaba, y eso podría tenerla contenta, como más ilusionada de que significara que sus sentimientos estaban siendo correspondidos finalmente. Pero no estaba siendo así, porque sus discusiones ya no eran solamente en persona, sino estaba siendo también por aquellas llamadas, como por mensajes.
Por más que se esforzaba por entender, no lo lograba. No entendía que era lo que realmente provocaba esas discusiones, porque parecía que lo era absolutamente todo. Siempre había un motivo por el que Jungkook terminaba endureciendo, provocando que ella sintiera como su corazón se agrietaba cada vez más.

Al sentir una punzada en su mano y escuchar una voz, sacudió su cabeza reaccionando a que ella misma estaba apretándose con fuerza y que Kang estaba hablándole.

—L-Lo siento, ¿qué decías? —pregunta girando su cabeza para verlo, sintiéndose abrumada por sus pensamientos y por su forma de actuar con él, pero al escucharlo soltar una risilla, logró relajarse aunque sea un poco.

—Que no creí que fueses tan tímida.

—Sólo un poco.

—¿Un poco? Yo diría que demasiado—la mira por un momento con una sonrisa—. Claro que no creo que esté mal, es decir...

—No te preocupes. Entiendo.

—¿Puedo preguntarte algo? —inquiere algo nervioso.

—Claro.

—No te sientes tan cómoda en las grabaciones, ¿cierto?

—¿Q-Qué?

—Es lo que he notado, quizás me equivoco...

—Lo haces. Es sólo que...no estoy teniendo tan buenos días, pero prometo dar lo mejor de mí para no decepcionar —intenta sonreír, pero le sale una mueca.

—Estoy seguro que harás el papel de Jieun, de una manera maravillosa —dice con una sonrisa.

—Y tú el de Bokrae.

Este la observó aún con una sonrisa, provocando un poco la de ella y que sus respuestas dejasen de ser tan vagas, porque estaba logrando concentrarse más en la conversación al tratarse sobre sus papeles en el drama. Este iba a llamarse I hate u, i love u, donde en un principio mostrarían como se conocieron en la Universidad. Jang Jieun estaba aferrada a la idea de encontrar el amor verdadero, que fuese su primera vez en todo, mientras que Choi Bokrae era demasiado mujeriego, por lo que estaba cerrada a la idea de caer por más que este intentaba acercarse a ella, logrando que ella lo odiara porque aunque intentaba negarse, sentía una pequeña atracción que sabía que no era nada correcta.
Hasta que volverían a la realidad, donde llevaban un gran tiempo juntos, y toda la felicidad y amor que un día tuvieron, creyendo que envejecerían juntos, se desvaneció. Al menos, para Jieun, pues Bokrae seguía perdidamente enamorado.
La relación dejaba toda la ternura y amor de lado, convirtiéndose en una que estaba llena de discusiones, provocando el odio por momentos de ambos de lados, volviéndose completamente tóxica, como desgastante. Ambos lo notaban, pero no eran capaces de dejarse, mucho menos Bokrae que seguía amándola, por lo que intentaba luchar porque siguiesen manteniéndose juntos.

—Entonces, mañana nos volvemos a ver para seguir desarrollando química, ¿cierto?—pregunta divertido, mientras estaciona el coche, lo cual hace que ella no pueda evitar soltar una risilla.

—Está bien.

—Perfecto. Por cierto...

Song Kang no pudo terminar de hablar al ver como Goeun giraba al cabeza sorprendida al ver como un coche Mercedes Benz estacionaba detrás de ellos.

—Oh, Dios...—murmura sorprendida, sintiendo como un escalofrío recorría su espina dorsal.

—¿Quién es? —pregunta confundido, volteando a ver como de este se bajaba un joven vestido de negro con capucha, lo que no le permitía ver el rostro al tener la cabeza algo gacha.

—Lo siento. Debo irme —dice volviendo a girar para abrir la puerta, pero este la toma del brazo.

—¿Está todo bien, Goeun? ¿Por qué pareces tan nerviosa?

—Estoy bien. Nos vemos mañana —se despide rápidamente.

Se bajó del coche, dejándolo completamente desconcertado, lo cual no le importó en lo absoluto al sentir los nervios a flor de piel al ver nuevamente a Jungkook, luego de la mañana donde la dejó en el edificio, tuvieron una discusión porque ella le pidió que hablaran de porqué siempre debían discutir.
Mientras escuchaban el coche marcharse, este quedó frente a ella y aunque no pudiese ver su rostro, el notar la diferencia de sus tamaños, como también el sentir su intensa mirada, provocaba que sus latidos se aceleraran, porque podía darse cuenta que este —otra vez—no parecía estar para nada de buen humor, como en la mañana.

—Jungkook, ¿p-por qué no me dijiste que vendrías? —su voz suena débil, como temblorosa.

—¿Qué rayos hacías dentro de ese maldito coche, Goeun? —inquiere entre dientes, tomándola del brazo, aplicando algo de fuerza, lo cual la hace jadear y mirarlo asustada.

¡Hola!

Lamento la tardanza en actualizar, creo que nunca me tardé tanto, ni en los bloqueos de escritor, pero la verdad es que no estoy sintiéndome para nada bien y más que estoy a unas tres semanas se recibirme, la ansiedad está consumiéndome jajajs
Pero en fin, prometo tratar de actualizar más seguido

Capítulo dedicado a YoSoyValu705
Ya te lo escribí por comentarios, pero espero que la hayas pasado hermoso en tu día. Gracias por todo el apoyo le das a esta historia y espero que te haya gustado el capítulo.
Te adoro, cielito ♡

Espero que les haya gustado, si es así no se olviden de votar y comentar

¡Nos leemos pronto!

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