4

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

JiMin no sabía que clase de karma estaba pagando, seguro en otra vida había sido un bastado, de eso no tenía duda.

¿Cómo se suponía que le explicaría a su novio está claramente dudosa situación?

Hasta YoonGi le miraba curioso y hasta... divertido.

El muy bastado se estaba riendo.

— JungKook, cariño que sorpresa, no te esperaba tan pronto... — el pelinegro le miraba como "debes de estar jodiendome", pero antes de que pudiera pronunciar algo JiMin continuó — Te presentó a Min YoonGi, es un amigo de Nam... — JungKook levantó una ceja.

Como si saber el puto nombre del tipo en pelotas en SU casa, con SU novio fuera a modificar algo.

Tal vez para identificar la tumba luego.


JiMin pudo leer la expresión de su novio, claramente ya la conocía.
No le culpaba por sus celos, él era mucho peor y ni hablar de esta situación tan bizarra.

A todo esto YoonGi se cruzó de brazos, ¿Acaso estaba retando a JungKook?
Este tipo no tenía instinto de supervivencia.

Ambos eran muy altos y fornidos, pero aún así Kook era ligeramente más grande, ni hablar de que practicaba artes marciales mixtas en sus tiempos libres.

— JungKook, escucha. — pidió — Hay una explicación muy razonable para esto. — hizo una pausa — Resulta que lo encontré a unas cuadras de aquí, le habían asaltado y estaba muy malherido. — mintió — Y cómo le habían robado, no podía ir a su casa, no tenía sus llaves así lo traje a casa, le dije que se bañara y me olvidé de darle la ropa antes. — explicó— Claramente no me esperaba que se paseara en pelotas por la casa. — JiMin le lanzó una mirada reprobatoria a Suga, quien sólo se encogió de hombros.


Maldito desagradecido.

Un gran silencio se hizo presente, hasta que JungKook sólo suspiró. Estiró su mano a modo de saludo a YoonGi.

— Jeon JungKook.

JiMin no sabía que estaba conteniendo el aire hasta que lo soltó.
Min no moriría éste día.

*Más tarde esa noche*

Luego de una muy incómoda cena en la que sólo se hablaron lo necesario cómo para pedirse la sal o demás, JiMin le indicó a su invitado donde dormiría esa noche.

El cuarto era pequeño pero acogedor, tenía un aspecto bastante hogareño, como el resto de la casa.

Al final, éste le había prestado ropa de JungKook.

¡Que molestia era para YoonGi tener su ropa!

Pero peor era andar desnudo por allí.

Una cosa era hacerlo para JiMin, otra muy distinta era hacer exhibicionismo.

Todavía no podía creer que JiMin hubiera mentido a su novio por él, aún no sabía cómo sentirse al respecto.

De todos modos, había sido un día demasiado largo y todavía sentía molestias en el cuerpo, lo mejor sería dormirse para poder largarse de allí por la mañana.

YoonGi cerró sus ojos, dispuesto a entregarse al cansancio hasta que escucho un ruido.

Ahh...

Una cama chocando contra la pared.

Ahh...d-despacio...

Gemidos...

JiMin estaba gimiendo.

Esto definitivamente era demasiado para Suga, pero esos sonidos eran tan excitantes, tanto así que un bulto comenzó a sobresalir de entre las sábanas.

Mientras más lo pensaba más increíble le resultaba la idea de estar masturbándose mientras escuchaba a su terapeuta teniendo sexo con su novio.

Nada tenía sentido...
Tampoco le importaba si se trataba de JiMin.


*Mientras tanto, en la habitación de al lado*

— Oh por Dios, Kookie vas a matarme...

JiMin se encontraba sudado en la cama, tratando de callar sus gemidos.

DEMONIOS...
¿Por qué tenían un invitado hoy?

Realmente speraba que Suga no escuchara nada, y si lo hacía que se jodiera,

¿Quién lo mandaba a meterse en problemas?

— Pues te aguantas Minnie, dime ¿Acaso pensabas que te dejaría pasar el encontrar a un tipo en pelotas así como así?— bramó — No cariño, a ésta me la pagas.

JungKook volvió a su labor, entre las piernas de JiMin, tomando su miembro despacio mientras iba preparando su entrada.

Kook podía ver cómo su novio se mordía el labio tratando de callar sus gemidos, eso haría, que su Minnie gritará y que su invitado se diera cuenta de que no tenía posibilidades con él.

JungKook no era tonto, sabía que JiMin era el epítome de la belleza y caliente como ninguno, también sabía que a este tal YoonGi le interesaba al castaño, no podía culparle por eso, pero él había llegado primero.


Uno...

Dos...

Tres dedos cariño, muy bien...— le felicitó— Sólo un poco más y podré hundirme en ti hasta el fondo.

JiMin no podía aguantar más, tanto placer. Ya ni se esforzaba en tratar de calmar sus gemidos, solo quería terminar.

Un poco más, solo un poco más.

Pequeñas gotas lubricaban su pene, estaba tan cerca...

Hasta que Kook paró.

JiMin le miró entre sonrojado e indignado por aquello.

El muy bastardo se estaba riendo.

— ¡JUNGKOOK!

Tranquilo Minnie, ¿Desde cuándo tan desesperado?

JungKook trataba de sonar calmo pero también estaba cerca, cuánto había extrañado a su Minnie.

Tomo su miembro y entró en el apretado centro de JiMin.

Ambos gimieron.

Era la jodida y absoluta gloria.
Kook siguió moviéndose lentamente al principio, acariciando el miembro de JiMin.

V-vamos K-kookie, m-más...

— ¡Q-qué mandon, Minnie!

JungKook no estaba mejor que él, pero todo era culpa de JiMin y su culo tan estrecho.

A estas alturas ya habían montado un lindo espectáculo así que podía complacer a su novio...

Ambos estaban a punto de llegar al orgasmo, así que apuraron el ritmo, fundiéndose el uno en el otro, dos, tres estocadas más hasta que terminaron.

Se quedaron un rato más así, hasta que JungKook salió de JiMin y lo abrazo, para luego entregarse a un profundo sueño.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro