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Cuando Anne despertó aquella mañana, espero cualquier cosa para su cumpleaños, cualquier cosa menos que sería transportada a un loco mundo de bichos enormes y ranas parlantes.

Luego de finalmente reunirse con Marcy las tres amigas se encontraron frente a una tienda pequeña, Anne sin verdadero entusiasmo tomo la caja de la que la azabache y la rubia dijeron era su regalo, y se dirigieron al parque de juegos, y el resto es algo borroso para su mente, sólo sabe que abrió la caja y un brillo la rodeó antes de caer en ese desconocido lugar.

Los primeros días huyó de todo lo que parecía querer matarla, encontrando una cueva donde apenas logró cerrar los ojos un rato, todo eso hasta que conoció a una singular rana rosa de nombre Sprig Plantar, quien a pesar de que al inicio la trato como si fuera un monstruo, después de pelear con una Mantis enorme también la llamo su héroe.

Desde ese momento empezó a vivir en el sótano de la familia Plantar, quienes aceptaron acogerla hasta que logrará encontrar un camino a casa.

Eso fue hace ya más de un mes desde que llegó a ese mundo extraño y emprendió una nueva aventura con una familia de ranas que junto a su pueblo poco a poco le han enseñado cosas, también ahí se fijó que al parecer las castas no existían, pues aparte del aroma a pantano y singularidad de cada uno, no había notado ni aroma de territorio, como cuando recién llego al pueblo y era vista como una bestia, o de cortejo cuando junto en una cita a Ivy y a Sprig, o alguna cosa similar, tampoco presto mucha atención entre divertirse y algunas veces tratar de no morir mientras demuestra ser digna de confianza... eso hasta que aquel fatigoso día llegó.

Después de lo sucedido con la maldición que obtuvieron la niña y la pequeña rana rosa, en donde en un inicio creyeron que era cosa de Maddie por terminar con ella, para al final descubrir que había sido la rana de los dulces y solucionarlo, empezó a sentirse fatigada, tenía aún mucha energía y estaba algo ansiosa, pero su cuerpo también le pedía tirarse en cualquier sitio frío, no siendo eso suficiente, estaba muy irritada por casi cualquier cosa, si alguien se asomaba al sótano gruñia, si alguien tomaba algo de sus pertenencias gruñia, si alguien tomaba un mísero gusano de su plato gruñia... Y eso ya no le pareció normal, es verdad que estaba en constante estrés... pero eso ya era ridículo, no quería ser descortés con quienes le habían brindado un techo y comida, así que sólo se disculpaba excusandose y alejándose provocando más preocupación en los anfibios.

─¿Tal vez este enferma?... ¡puede ser una de esas extrañas enfermedades humanas!─ mencionó Sprig poco después de que la tailandesa dijera que iría por algo de aire al anteriormente haberle siseado a la pequeña renacuajo por haberse acercado mucho cuando la humana estaba viendo algo en su celular.

─sea lo que sea la tiene muy molesta... nunca había hecho ese sonido antes, ¡será que si se está volviendo un monstruo!─ está vez fue la menor de la casa mientras rebotaba en frente del otro par mencionando el desastre que sería que justo después de esa maldición la humana se volviera una bestia de verdad.

─¡hey, ustedes dos!─ la rana más vieja llamo la atención de sus nietos. ─si fuera así Anne ya hubiera dicho algo, lo más seguro es que extrañe su casa y sus amigas y con todo lo que sucedió estará algo incómoda, así que como familia deberíamos darle espacio hasta que se calme─. Fue su respuesta y sin escuchar las quejas de los menores dio por terminada la discusión poco antes de que la persona de la que hablaban cruzará la puerta con un aspecto... espantoso.

─¡Anne, volviste!─. Habló con emoción el recién declarado mejor amigo de la humana acercándose y notando como el sudor recorría su cuerpo, se veía roja y como si fuera a desmayarse. ─wow ¿estas bien?, te ves muy roja... Y sudada─ murmuró dándole espacio mientras está se movía en dirección al sótano. ─lo estoy, sólo necesito descansar... nadie vaya a entrar al sótano─ casi advirtió al final entrando rápidamente y dejando con una gran incógnita al resto.

Por otro lado, la niña humana gimio agarrando su cabello y llevándolo hacía atrás una vez llegó a si cama, no podía creer que eso pasará en ese momento y más aún que fuera tan imprudente de casi olvidarlo, sólo logró confirmarlo cuando cerca de volver a casa un par de ranas que pasaron cerca murmuraron sobre lo "terriblemente fuerte que olía" y algo Sobre "especias y picante", ahí todo cobro sentido, el malhumor, el dolor de su encia, como parecía querer marcar un límite en todo, y peor aún los retorcijones de su vientre.

Llego como pudo corriendo a casa y se encerró sin dar respuesta, y ahora estaba ahí, con un dolor que con las horas se hacía insoportable, sin saber que hacer, sin sus padres o amigas que le acompañarán y en otro mundo donde nadie parecía tener género secundario.

Chillo y se tiro en la cama finalmente, cubriendo su rostro con una almohada y tratando de ignorar el calor y lo incómodo que se sentía su cuerpo.

Notas de autor

Pos aquí está otro capítulo uwu
No actualicé antes porque estaba muy enfermo y no quería ni ver el celular... pero ahora estoy mejor y traigo esto que he querido hacer desde que empecé la historia jsjs

Creo que ya saben lo que sucede con Anne, pero todo será más claro en el siguiente capítulo así que no pasa nada uwu

Eso es todo por ahora, gracias por los votos y comentarios y hasta la siguiente!

Andy♤