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Cuando Jeffrey conoció a Doyoung fue en una fiesta de bienvenida, no era un secreto que el joven cenizo tenía una muy mala reputación y por ello es que era tan conocido. Tachado como el típico mujeriego, alcohólico y problemático, al menos así lo describían en los periódicos y en las noticias de todo Seúl. A diferencia de su hermano Jaehyuk que prefería alejarse de los reflectores y ser independiente, él prefería ser mantenido por Jaehyun y no se avergonzaba en admitirlo. En realidad la empresa pertenece a los tres hermanos, pero su hermano mayor es el que se encarga de todo lo que de relacione con ella, de ahí la gran fortuna de los Jung. Aún suele comportarse como un adolescente pasando de cama en cama y asistiendo a fiestas en las que ni siquiera es invitado.

El problemático de los Jung jamás faltaba a una y la fiesta de los adolescentes de Han Academy no era la excepción en su lista.

Luces neón iluminaban la gran casa, se veía perfectamente la multitud que bailaba alrededor logrando resaltar los colores neón, incluso la enorme piscina estaba iluminada. Jeffrey caminaba sin rumbo a la espera de su nueva conquista semanal, hoy se divertiría un poco.

— Hola, guapo. ¿Quieres bailar?

El hombre de cabello cenizo se giró para ver a una adolescente ebria que le sonreía de manera descarada, definitivamente un no a las rubias.

— No, gracias. —Respondió rápidamente de forma brusca, no le atraía para nada esa chiquilla, le daba un poco de desagrado.

— Ash, aburrido. —Le dijo la chica antes de perderse entre el grupo de amigos que bailaban animadamente.

— Vaya loca. —Susurró mientras tomaba una cerveza de la hielera, estaba a punto de darle un sorbo, pero se vio interrumpido por un chiquillo que le tiró la bebida encima.

— ¡Joder! ¿Te puedes fijar pedazo de imbécil?—Le reclamó Jeffrey con molestia, pero de inmediato se arrepintió de sus palabras en cuanto notó al guapo joven que estaba ante sus ojos.

¿Acaso era real?

— ¡Y tú quítate del camino, estorbo estúpido!—Respondió Doyoung subiendo su mirada para ver a la persona que se quejaba, sus ojitos se abrieron en impresión cuando notó de la persona que se trataba. —¿Profesor Jaehyuk? ¿Qué hace usted aquí? ¡Vaya! ¡Quién le viera, eh!

Jeffrey lo miró confundido.

— ...Oh, dios mío, ¿Acaso usted se ha teñido el cabello? No puedo creerlo, ¿desde cuándo asiste a fiestas así? ¿Se ha descontrolado?

— Yo no soy el anticuado de Jaehyuk, me llamo Jeffrey, pero tú deberías llamarme futuro esposo esta noche, hermosura. ¿Mhm, qué te parece? —Cuestionó mientras sus labios se curvaban en una sonrisa coqueta, Doyoung lo miró entre una mezcla de confusión e impresión.

¿Acaso este viejo cachondo le estaba ligando?

— ¿Me está ligando? ¡Ew, aleje su calentura lejos de mí! ¡Podría ser su hijo!

— Más respeto, bomboncito. No paso de los veintitrés. —Se quejó el cenizo bebiendo de aquella lata de cerveza entre sus manos, parecía indignado.

Doyoung estalló en risas en cuanto escuchó su respuesta.

— Sí, claro. Primero me engaña diciéndome que tiene un gemelo y ahora que tiene veintitrés, ¡me voy a orinar de la risa!

— Hablo en serio, Jaehyuk es mi hermano. ¿De dónde sacas que ese tonto es el mismo que yo? Hay una diferencia de tamaño muy grande si sabes a lo que me refiero.

— Ajá, sí, claro. Dígame, ¿cuál es el gemelo malvado? ¿Usted?—Le preguntó con un muy notorio rastro de sarcasmo en su voz, se cruzó de brazos sin apartar su mirada intimidante sobre él.

Jeffrey soltó una risueña carcajada mientras acercaba su rostro mínimamente al ajeno.

— Yo puedo ser el gemelo malo si así lo deseas.

Doyoung empujó al hombre con sus dos manos y lo miró con un ligero enfado en su rostro.

— Profesor, me ofende que piense que soy tan tonto para creerme eso de que tiene un gemelo. —Reclamó con sus cejas fruncidas por la indignación, el cenizo le sonrió divertido por todo lo que decía. — ¡Y todavía se atreve a reírse, descarado! Bien, yo me largo ahora.

— ¡Hey, espera! Yo no-

— No diré nada acerca de su presencia en fiestas de adolescentes, profesor. ¡Ni siquiera iba a hacerlo, pero me ofende muchísimo que me tome por tonto!—Expresó el pelinegro caminando hacia la puerta de la casa a grandes zancadas, se giró una última para hablarle al mayor. — Inventar un gemelo es pasarse de la línea y además su cabello es horroroso así de cenizo.

Doyoung se marchó por la puerta sin decir más y Jeffrey rió a carcajadas por la actitud del chiquillo, era increíble.

Tal vez el uno de los trillizos Jung era el primero en caer flechado ante los encantos del adolescente y no había nada para evitarlo.

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