Chapter One.

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-Hola Hermione- Escuchó

-¡¿Quién eres?! - Gritó desesperada la castaña.

-Volveré, te voy a encontrar princesa-

Hermione veía hacia todos lados en la oscuridad de aquella habitación.

-¡Suelta a la bastarda! -

-¡No! ¡Por favor Harrison! -

Hermione despertó de pronto, estaba cubierta en sudor, vio alrededor en su habitación.

-Solo es un sueño - Murmuró mientras colocaba una mano en su relicario- Solo fue un sueño - Repitió.

La castaña se levantó y corrió a su escritorio tomando su diario de sueños, como lo había nombrado Ron Weasley.

Escribió lo que escuchó en el sueño rápidamente mientras repetía las oraciones para no olvidarlas.

Marco la pregunta al final de la página y la vio.

"¿Quién es Harrison?"


La castaña escondió el diario cuando su madre entró con una bandeja.

-Creí que querrías un té, te quedaste dormida mi niña - Habló amable y sonriendo.

-Gracias mamá -

Hermione tomó las cosas y sonrió a su madre cuando ella se fue.

-¿Quién demonios es Harrison? - Se preguntó a sí misma.

Tener casi 16 años y tal curiosidad no era bueno para ella, los sueños surgieron cuando tenía 11 y fue aceptada en Hogwarts.

Al principio eran simples voces, le cantaban o leían historias que jamás había escuchado  pero que de alguna manera conocía.

Ahora cada noche llegaban esas voces a su cabeza, le dejaban más incógnitas que respuestas y no entendía de dónde venían.

-¡Hermione! ¡Te buscan! -

La castaña bajó corriendo y sonrió al ver a Remus y a un señor moreno esperando en el recibidor.

-Hola Hermione - Saludó su ex-Profesor.

-Profesor Lupin, señor... -

-Dime Kingsley - Pidió el moreno mientras hacía un asentimiento.

-Parte de la orden - Explicó Remus y Hermione asintió.

Casi había olvidado que esa tarde debía irse para pasar el verano en el dichoso cuartel.

El mismísimo Dumbledore la había visitado hace unos días y le había explicado a ella porque debía ir al cuartel aún cuando solo habían pasado dos semanas de vacaciones.

-¿Esta lista señorita Granger? - Preguntó Kingsley y ella asintió.

-Bajaré mi baúl - Informó.

-Te ayudaré Hermione, tengo que hablar contigo -

La castaña asintió y guió a Remus al piso de arriba.

-Sirius envía saludos, esta harto de tener que estar encerrado - Comenzó el Lupin.

-Me imagino ¿Qué debías decirme? -

Remus tomó el baúl de Hermione.

-Quería preguntarte ¿Te pasa algo? Te veo muy... Exaltada -

-Yo... - Hermione puso una mano en su relicario - Tuve una pesadilla -

-Debió ser muy horrible - Murmuró Remus.

El Lupin recorrió con la mirada la habitación como si estuviera buscando algo.

-Que tierno - Comentó viendo una manta enmarcada en la pared.

-Es la manta con la que me sacaron del hospital - Explicó sonriendo.

Remus se acercó y la vio de cerca, una gran H estaba grabada en dorado.

-Profesor, debemos irnos - Recordó Hermione.

-Claro, lo siento - Remus volvió a cargar el baúl para salir al pasillo - Y Hermione, ya no soy tú profesor - Recordó divertido.

La castaña puso mala cara ante el olor del llamado "Cuartel general de la orden de Fénix"

El polvo y la humedad no eran buena combinación, tampoco lo alérgica que es Hermione al primero y lo mal que le sienta lo segundo.

-Ponte cómoda - Pidió Remus sonriendo.

-Claro... Comodidad es lo que menos causa este lugar - Se dijo a si misma.

-¡Hermione! -

Toda la familia Weasley la recibió con una sonrisa y ella saludó a todos y cada uno con alegría.

Ginny guió a Hermione a la que sería su habitación y se sentó en la cama sonriendo.

-Jamás había notado ese collar -

Hermione vio su relicario y sonrió.

-Lo oculto bajo la ropa, salvo cuando estoy en casa, supongo que olvidé guardarlo -

La chica lo puso bajo su camisa y siguió desempacando hasta que algo en su pecho la detuvo, sentía un tirón, como si no tuviera que estar ahí.

-¿Estas bien? - Cuestionó Ginny confundida.

-Sí, solo... Me sentí rara -

-Este lugar causa eso, explora si quieres, así le pierdes el miedo - Ginny se levantó y tomó una blusa - Voy a bañarme antes de la cena -

Hermione asintió y suspiró antes de salir al rellano y ver hacia arriba y luego abajo.

-¿Cuál camino? - Se preguntó divertida.

-Hermione... - Susurraron...

La castaña dio un brinco antes de ver hacia todos lados asustada.

-Hermione - Volvió a sonar.

La chica estaba cada vez más asustada, cuando Harry escucha voces no es nada bueno.

Pero de nuevo su curiosidad ganaba, corrió escaleras arriba siguiendo aquel susurro mientras desaparecía en el eco.

Llegó al último piso y vio que sólo habían dos puerta, una con las iniciales de Sirius y otra con iniciales desconocidas.

-R. A. B-Murmuró leyendo.

-Hermione...- Llamaron.

Entró a la habitación y cerró la puerta.

Era sobria y sombría, muy elegante. El verde y plateado destacaban, como si aquel fuera un altar a Slytherin.

La chica se acercó a la pared de la cual venía aquel susurro tétrico y leyó la inscripción en ella.

-Hermione - Leyó con susto.

-¿Qué haces aquí Hermione? -

La chica se volteó asustada, pero se relajó al ver a Sirius con una sonrisa.

El hombre se acercó y la abrazó con alegría.

-¿Te pasa algo? -

-Nada - Respondió viendo discretamente la pared - Perdona por entrar, Ginny dijo que podía explorar -

-Claro que puedes, pero por favor no aquí ¿Si? Esta era la habitación de mi estúpido hermanito y la verdad no te agradaría -

La castaña asintió mientras en su cabeza se escuchaba la misma pregunta varias veces ¿Por qué el hermano de Sirius conocía su nombre?

-Alguien va a venir hoy, no te le acerques mucho ¿Si? - Pidió

-¿Por qué Sirius? -

-Es malo - Contestó.

Al rato Hermione escuchó un alboroto abajo, la reunión de la orden parecía un circo y ella, Ron, Ginny y los gemelos trataban de escuchar.

-Creo que tiene un hechizo, la puerta- Insistió Hermione.

De pronto está se abrió y de ella salieron varios miembros con gestos de enojo.

-¡No vamos a confiar en él! - Gritó Moody a Dumbledore.

-Ya suficiente tenemos con Snape ¿Y ahora quieres que recibamos a Snape 2.0?- Preguntó Sirius.

-¡Escuché eso! ¡No me insultes tan feo! -

Un hombre de ojos azules, cabello castaño oscuro, piel pálida y sonrisa arrogante salió de la cocina.

-¡No estamos hablando contigo!- Le recordó Sirius.

-Pero hablan de mi - Recordó el hombre sonriendo.

-Parecen niños - Regañó Remus.

-Lupin tiene razón, contrólate- Pidió Snape al hombre castaño.

-Primero dile al perro que deje de gruñir, ya veo que Remus es quien lleva las riendas y la madurez en la relación - Se burló el hombre.

-¡Y en la suya Snape! - Respondió Sirius.

Lupin y Severus dieron un zape a cada uno de los disputantes, Remus a Sirius y Snape al castaño.

-Ya basta, los niños escuchan - Les dijo Molly señalando hacia su dirección.

Los menores sonrieron inocentes y se acercaron.

El castaño clavó su vista en Hermione con algo parecido a nostalgia.

Sin dudarlo avanzó hacia ella mientras todos lo veían con precaución, Sirius quiso interponerse, pero Severus negó con la cabeza.

-No te atrevas a meterte con él, Black- Amenazó.

Sirius se puso a la defensiva con Snape olvidando al castaño que veía a Hermione con extrañeza.

-Evan Rosier - Se presentó.

-Hermione Granger - Contestó sin dejar de ver a Remus que parecía listo en caso de ataque.

-¿Qué hace un Rosier en la orden? - Preguntó Ron atrayendo a Hermione con él.

-Lo mismo dije yo - Comentó Sirius.

-Evan es miembro de la orden desde antes incluso de la caída de Voldemort - Explicó Dumbledore.

Todos lo vieron ahora sin entender pues parecía que está información no fue comentada en la reunión.

-¿Cómo? - Preguntó Sirius confundido.

-Evan y Severus han sido espías desde la primera guerra mágica - Aclaró.

Los dos ex- Slytherin hicieron un gesto de burla ante la mirada de los miembros de orden.

-Entonces por eso este no fue a Azkabán- Le dijo Alastor a Tonks y ella asintió.

-Y porque sino terminaría como Black, demacrado - Se burló Evan.

-¡Cállate Rosier! -

Evan se burló con un sonrisa para el Black y se puso junto a Severus sin dejar de ver a Hermione.

-Bien, ya saben, el señor Rosier estará por aquí estos días - Les avisó Dumbledore.

El anciano salió por la puerta mientras a los demás les tomó unos segundos comprender lo que dijo.

-Pero yo no quiero estar con estos mediocres- Se quejó Evan viendo a Severus y el rodó los ojos.

-Bienvenido al club - Contestó el profesor.

Varios miembros salieron tras Dumbledore para discutir con él esta decisión mientras que otros se quedaban viendo a Evan de mala gana.

-Entonces ¿Quién tiene hambre? - Preguntó Molly.

Evan Rosier no se quedó a comer, ni siquiera se dignó a despedirse de nadie salvo una pequeña sonrisa hacia Hermione que vio asustada a Remus.

-Me va a matar, es eso, lo juro - Le decía la castaña a Ron.

-No lo creo, pero me sorprende que no te dijera algo - Respondió el mientras iba a lavar sus dientes.

-Está planeando mi asesinato, es amable para que después no lo culpen - Conspiró en su cabeza.

-Mhe tenes pagha defenserte - Contestó Ron con el cepillo en la boca.

-Ya me morí -

Hermione salió de la habitación para irse a la suya con mala cara hacia el mundo.

Nota:

Está es una historia corta que no cuenta con más de 8 capítulos.

Así que la subiré capítulos todo el día, espero les guste y tal vez siga haciendo historias así. ❤️🥀

¿Por qué estaba el nombre de Hermione en esa pared?

¿Por qué Evan la quiere?

¿Por qué Sirius y Remus la tratan tan bien?

Como curiosidad, Severus jamás la a tratado tan mal como a Harry.

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