Capítulo 37

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—Es raro que exista una piscina cuando el clima es muy confuso, ¿no crees? —Comentó Mark para no asustarla. Ella volteó a verlo, estando un poco sorprendida.

—Si eso creo—se limitó a decir, bajando la mirada.

—Lee, sé que hay algo que te ha molestado los últimos días...—Mark comenzó a caminar hacia el jacuzzi quedándose a un lado de las pequeñas escaleras, al igual que de Lazy—. Y quiero que hablemos de eso, sin que me cambies el tema—el tono de voz que usaba era firme pero suave.

Ella volvió a cambiar su mirada ahora observando el agua, que hacia tacto con la piel de sus piernas—. No creo que seas muy distraído para que no te des cuenta—respondió de igual manera, sin mostrar alguna emoción de enojo.

—No, no soy distraído, pero no entiendo por completo qué te ha molestado, ¿dije o hice algo que lo provocó? —Lazy permaneció en silencio temiendo decirle la verdad—Quiero arreglar las cosas, Lee, pero no puedo si no sé bien qué pasó.

—E-es Amber—dijo con una voz entrecortada, por lo que volvió a guardar silencio, en un intento de evitar empezar a llorar.

—¿Qué tiene que ver ella? —Mark ya sabía a qué se refería, sin embargo, quería entender al cien como se sentía la chica.

—Ella... bueno yo...—se abrazó a ella misma, respirando hondo, sacando por fin todo lo que se había guardado—. Sentí algo de celos por cómo habían estado conviviendo, sé que es estúpido sabiendo que tú me demostrabas lo contrario, pero tuve miedo.

—¿Miedo de qué Lazy? —Por primera vez en todo el día ella lo miró a los ojos, empezando a sentir la mirada borrosa, sabía que comenzaría a sollozar.

—Mi-miedo de que... me cambiaras, mi-miedo que de que te a-alejaras de mí si te decía algo, miedo a que pen-pensaras que te prohibiría cosas...—Una pequeña lagrima resbalo sobre su mejilla, por lo que rápidamente intento detenerla con su mano.

—Yo jamás pensaría eso de ti Lee, te conozco y sé que no tendrías problema con mis amistades. Dime, ¿qué te hizo pensar eso?, ¿qué te cambiaría? —Desde que se dio cuenta en que ella empezaría a llorar se acercó más, sin dejar de mirarla.

—Bu-bueno... siempre que te esperaba en la salida te veía riendo o conversando con ella, a-además de que era obvio que te estaba coqueteando con las acciones que hacía y pues...yo jamás vi que le dijeras algo al respecto o que me dijeras algo a mí—ahí también estaba un error que Mark había cometido, el hecho de no decirle nada sobre eso.

Claro que algunas veces no era muy obvio, pero siempre que ella intentaba algo más la detenía. Mark finalmente la tomó de la mano, evitando con la otra que apartara la mirada de él.

—Lamento no haberte dicho que yo siempre supe que en ocasiones intentaba algo conmigo, nunca me quede callado y le decía que ciertas acciones me incomodaban, aun así, ella seguía con lo mismo. Pensé que no era necesario que te lo dijera, pues yo podría solucionarlo.

Lazy ahora se sintió peor que terminó por dejar salir su llanto, ¿cómo pudo desconfiar de él?

—No, yo lo siento por que jamás lo comenté, es que cómo te dije, tenía miedo de que pensaras cosas erróneas de mí y que te alejaras—sin poder evitarlo abrazó a Mark con algo de dificultad por la diferencia de altura.

—Creo que los dos cometimos el error de no decir nada—correspondió el abrazó, cerrando sus ojos tratando de transmitirle paz a Lazy, quién también hizo lo mismo.

Por fin había desecho un nudo innecesario en su vida, no fue tan difícil después de todo, no obstante, se dieron cuenta de una equivocación que ambos hicieron y que sin duda los ayudarán en el futuro.

Después de unos minutos más, estando Lazy más tranquila, Mark dejo el abrazó comenzando a subir las escaleras del jacuzzi, ella lo seguía con la mirada.

Quitó sus zapatos, para luego doblar parte de su pants, dejándolo a la altura de las rodillas introduciendo ambas piernas, soltando un suspiro por lo caliente que estaba el agua y finalmente se sentó a un lado de Lazy, haciendo a ambos sonreír levemente.

—Quiero que lleguemos a un acuerdo Lee, para evitarnos volver a una situación así—dijo tomando ambas manos de ella, quien asintió con la cabeza para que continuase—. Si alguno de los dos tenemos problemas, de lo que sea, por más mínimo que sea, hablémoslo con el otro, aumentemos esa confianza que tenemos, para no lastimarlos mutuamente.

Lazy se acercó juntando ambas frentes, al mismo tiempo que cerraba los ojos—. Me agrada ese acuerdo y prometo decirte si algo me molesta.

—Yo también lo prometo. No quiero volver a pelear por alguna tontería—ambos soltaron una pequeña risa.

Se separaron sólo para mirase a los ojos, observando ese brillo tan único que se creaba cuando estaban juntos, para después, juntar sus labios en un beso, un beso que no se había sentido hace mucho tiempo; con amor, ternura y sólo para demostrar que ambos seguían enamorados del otro. El ambiente sin duda era el mejor: estar en Paris, bajo la oscura y fría noche donde la única luz es la del jacuzzi y la luna.

Su beso continuó, ahora ladeando su cabeza ligeramente del lado contrario para hacerlo más profundo, Lazy llevó su mano izquierda hacia el cabello de pelirrojo, acariciándolo y acercándolo más a ella, en cambio Mark, su mano derecha la abrazó por la cintura repitiendo la misma acción que ella.

—Volvamos a adentro, no quiero que te enfermes—susurro Mark cuando por unos segundos se separaron del beso.

—Te amo—dijo en respuesta ella.

—Igual te amo—se quedaron por unos segundos más en esa misma posición, sintiendo sus respiraciones y latidos sincronizados.

Luego salieron del jacuzzi dirigiéndose al elevador, abrazados entre sí. Para cuando estuvieron en su piso se despidieron con un "buenas noches" y un tierno beso. Sin duda extrañaron volver a sentirse así, felices, amados y en compañía del otro.

Esta vez al día siguiente tendrían libre, entonces planearon una salida los seis, ahora que se habían enterado de que las cosas entre Lazy y Mark habían mejorado.

La mayoría al no conocer ningún lugar para pasar el rato, le pidieron a Henry que les mostrar algunos lugares en lo que podrían matar el día, sugiriendo ir a una plaza, donde encontrarían de todo.

Acordaron así verse en el desayuno a las diez para irse a la once puesto a que la plaza estaba maso menos a la misma distancia que el Louvre.

Esta vez el ambiente estaba más animado entre todos, Mark y Lazy no perdieron la oportunidad de sentarse juntos y desayunar poniéndose muy románticos, provocando cierta incomodidad buena con los demás.

Pero ahora en lo único que podía pensar Teresa era en la carta que había encontrado fuera de la puerta de su habitación, la había visto cuando llegaban de cenar el día anterior y por suerte Avril no la había notado. De hecho, fue en medio de la noche que decidió leerla.

"Pase toda la visita al museo observándote, una disculpa por eso, es que es inevitable hacerlo cuando tienes un brillo en tus ojos. Cada día, desde que aceptaste conocerme, tengo esperanza en que no te decepcionare, sin importar si mis sentimientos no son correspondidos. XX"

Al menos ya no tenía miedo de rechazarlo cuando al fin lo viera, aunque ahora no le había dado ninguna pista, sólo que estuvo en el museo, lo cual no le decía nada.

Dejo esos pensamientos cuando sintió un roce en su pierna, llevando su mirada hacia enfrente, donde estaba Henry. Él sólo le sonrió y le guiño un ojo, Teresa desvió la mirada y continuó con su desayuno.

Ahora todos estaban sintiendo cierta preocupación al ver que Lazy y Mark no llegaban a la recepción para irse, ¿tan difícil era buscar unos abrigos y terminar de arreglarse?, no querían pensar en otra cosa, pero el hecho de que ya tenían diez minutos de retraso no les dejaba estar tranquilos.

Volvieron a pasar cinco minutos más cuando Lazy y Mark venían corriendo hacia ellos tomados de las manos y muy sonrojados.

-—Perdonen... la tardanza...ya estamos... aquí—dijo Lazy deteniéndose en sus palabras para tomar aire.

—¿Por qué tardaron tanto?, eran máximo seis minutos para lo que iban—cuestionó Avril.

Ambos se miraron mutuamente antes de sonrojarse más y echarse a reír.

Quince minutos antes.

Bien ya encontré tu abrigo, ¿necesitas algo más? —Preguntó Mark dejando ambos abrigos en la cama, después él se sentó sobre está observando a Lazy desde ahí.

No te preocupes es todo, sólo deja termino de arreglarme—respondió mientras se observaba en el espejo.

Segundos después, Mark se levantó de su lugar caminando hacia el baño y recargándose en el marco de la puerta.

—¿Pasa algo? —Preguntó ella al verlo sólo ahí parado y sonriendo en dirección a ella.

Caminó más a ella, donde acto seguido la abrazó por la cintura dejando su cabeza recargado en su hombro—. Nada, sólo me alegro no haberte perdido—besó su mejilla, provocándole una pequeña risa—, también que eres hermosa con o sin maquillaje.

Aww muchas gracias amor, igual me alegra no haberte perdido—contestó continuando maquillando sus pestañas.

Sin embargo, se volvió tarea complicada cuando Mark no dejaba de besarle la mejilla y comenzaba a bajar por su cuello.

Ma-mark ¿q-qué ha-haces? —Dijo con dificultad al experimentar este nuevo tipo de cariños.

Tranquila no haremos nada, sería inmaduro que los hiciéramos aquí—respondió continuando con lo que hacía, ella asintió igualmente continuando con arreglarse.

Los besos no habían cesado, continuando hasta llegar a sus labios, donde ahí Lazy dejo todo para sólo enfocarse en el beso. Llevando ambas manos hacia el cuello de Mark, acercándolo más, él no se quedó atrás y la tomó de la cintura.

Llegaron a un punto en que Mark tomo a Lazy por las piernas para subirla en el lavamanos mientras aún seguían el beso, cortándolo de vez en cuando para tomar aire. De ahí también comenzaron a susurrarse pequeñas palabras que los hacía sentir un cosquilleo en el estómago.

Te amo.

También te amo.

Eres la chica más hermosa que he visto, amo tus ojos.

Yo amo tus pecas y tu cabello rojizo.

Me siento afortunado de tenerte conmigo, en Paris, la cuidad del amor.

Yo también, espere esto por...mierda—dijo separándose de él inmediatamente—. Los chicos nos están esperando para irnos.

Mark soltó una pequeña risa, al mismo tiempo que veía a Lazy terminar de aplicarse brillos en los labios. También, él comenzó a arreglarse un poco el cabello debido que se había vuelto un desastre.

Ella fue la primera en salir del baño, juntando sus cosas y apurando a Mark para ya irse y dejar la habitación.

Una estaba desesperada por que ya iban tarde y el otro iba de lo más relajado posible. Salieron después de unos segundos, donde cerró la puerta sabiendo que este tenía seguro automático, dejo la llave en su bolsa y antes de que pudiera continuar su camino, Mark le robó un beso rápido en los labios antes de tomarla de la mano y salir corriendo del lugar yendo a los elevadores.

Para mala suerte de ellos, estos estaban en revisión, por lo que no podía usarlos por unos minutos, Lazy al no querer perder más tiempo, sugirió que utilizaran por las escaleras, lo cual sin duda fue una pésima opción.

—Es una larga historia..., ¿sabían que los asesores estaban en revisión? —Habló Mark y los otros cuatro negaron con la cabeza.

—Pues eso paso, tuvimos que bajar seis pisos ¡Dios no siento mis piernas! —Se quejó Lazy.

—Lobueno es que están aquí, así que vamos, no hay que perder más el día—dijoTeresa caminando a la entrada del hotel. Ahí caminaría hacia la estación demetro, qué después lo llevaría a su destino final.

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