CAPÍTULO FINAL

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CATALINA POV'S:

Hoy es un día muy ocupado y emocionante a la vez ya que en la noche será la fiesta de fin de año.

Mia amigas y yo, incluida Valentina, fue un pedido especial de Antonio,  hemos quedado en ir a las 10 de la mañana a la manicura y la pedicura, luego volveremos a casa.

La amiga de mamá nos estará esperando aquí con nuestros vestidos y lista para que empiece a maquillarnos y hacer un excelente peinado.

- Ya estoy despierta, solo que estoy desayunando - Digo riendo ante la desesperación de mi amiga

- Si no mueves tu trasero hacia tu habitación, te das un baño y sales lista juro que te golpearé, Johnson -

Almendra se altera muy rápido.

Aunque ya estoy acostumbrada a ello.

- Ya estoy lista solo estoy desayunando, ¿puedes calmarte mujer? - Pregunto ya harta de que esté demasiado estresada

- Lo siento - Dice en voz baja

- Bueno, termina de la alistarte y vienes - Una sonrisa se dibuja en mi rostro al ver que Robert se ha levantado y está todo despeinado

- Está bien - Dice y cuelga la llamada

- Hey, al fin despiertas - Paso mi mano por su cabello desordenándolo más

- Estoy de vacaciones, no esperabas que me levante súper temprano si no hay colegio, ¿o sí? - Pregunta achinando los ojos y se dispone a desayunar

- Como sea - digo ante su respuesta irónica - ¿Has visto a Beily? - Cambio de tema

Mi hermano menor se limita a negar con la cabeza y se concentra en sus cereales.

Me dirijo hacia la sala donde están Mateo y papá viendo deportes.

- ¿Pueden cambiar eso por favor? - Digo apenas llego y me siento en uno de los sofás

Mi estado por las mañanas se basa en molestar a medio mundo.

Aunque creo que eso ya quedó muy claro.

- Oh Catalina, no ahora por favor - Dice Mateo aguantando la risa

Le saco la lengua, como siempre y me levanto para irme pero me detengo al recordar para qué venía.

- ¿Has visto a Beily? - Pregunto al pelinegro

- Está en su habitación supongo - Dice él y se sonroja

Algo me dice que ya tuvieron su sesión de besos.

Me dirijo hacia la habitación de Beily con cara confusa y abro la puerta cuando llego.

No me daban ganas de tocar.

O tal vez me daban ganas de molestar a Beily, quién odia que hagan eso.

- Hermanita - Cierro la puerta y me siento en su cama

- ¡Ay casi me matas del susto! - Dice Beily saliendo de su cuarto de baño

- Lo siento - Una sonrisa inocente aparece en mi rostro

- ¿A qué hora irás a la peluquería? - Pregunta mientras me tiro en su cama

El olor a flores inunda mis fosas nasales.

Estar en la habitación de Beily es como estar en un parque por el olor que se aspira dentro.

- A las 10, reservé la cita la semana pasada - Digo recordando cuando mis amigas y yo casi asesinamos a alguien para que nos den el número de la peluquería

No se crean.

Aunque puede que sea cierto.

- Aún faltan una hora - Dice acomodándose el peinado

- ¿Saldrás? - Le pregunto al darme cuenta el atuendo que lleva

- Sí, tengo que dar una exposición final hoy y me estoy muriendo de los nervios - Dice agitando sus manos en el aire

El timbre suena y sé que son las locas de mis amigas.

- Sé que te irá bien, todos sabemos que tú puedes hacerlo - La motivo y le doy un abrazo fuerte para luego abrir la puerta e irme

- Vendré a verte antes de que te vayas a la fiesta - Me dice antes de que salga de su habitación

Asiento y cierro la puerta.

Bajo corriendo las escaleras y saludo a mis amigas.

- Holaaa - Les sonrío

Almendra, Ryan y Valentina pasan y se sientan en los sofás de la sala, donde papá y Mateo ya no se encuentran.

De seguro ya terminó el partido que veían.

- Iré a buscar a mamá - Digo y subo las escaleras por tercera vez en el día

- ¿Mamá? - Toco la puerta

Mamá ha estado tan ocupada estos días preparando todo para la venida de la tía Amanda, su hermana, que puede que diga que le es imposible acompañarnos a la peluquería.

La puerta se abre y su rubia cabellera es lo primero que veo.

- Hola hermosa - Me da un beso en la mejilla

- Hola - Sonrío

- Vamos a ponerte más bella de lo que ya eres - Dice con una sonrisa y bajamos las escaleras

***

- Iremos a vestirnos - Le digo a mi mamá a lo que asiente

Mis amigas y yo subimos a mi habitación y nos ponemos los vestidos que compramos.

La fiesta será formal y por lo que tengo entendido también asistirán maestros.

Mi vestido es color negro, con encaje y pegado al cuerpo.

El vestido de Almendra es color azul noche y es pegado también, pero no lleva encaje.

El vestido de Ryan es color vino, y lleva una correa brillante que va a la altura de la cintura.

Y por último el vestido de Valentina es color fucsia no tan encendido, tiene unas aberturas en forma de triángulos a la altura del estómago.

Nuestros peinados simples, Ryan y yo llevamos trenzas pero de diferente tipo y Valentina lleva rizos mientras que Almendra lleva el cabello totalmente liso.

También estamos maquilladas.

La amiga de mamá se encargó de eso y nos maquillo sencillo pero ahora nos vemos muy bien.

Cuando nos terminamos de cambiar bajamos las escaleras y nos dirigimos hacia la sala a esperar a los chicos quiénes ya están viniendo.

***
Cuando entramos al gran salón donde es la fiesta, el olor a alcohol llega a mis fosas nasales.

Alguien debió traer escondido.

El volumen está demasiado alto y el lugar está lleno.

Algunos están bailando en la pista de baile y otros están en la mesa devorando los deliciosos bocaditos.

La cantidad de maestros presenten es reducida ya que apenas observo unos cinco maestros en la fiesta.

Mis amigos y yo vamos hacia el pequeño bar que armaron el cual hay bebidas con y sin alcohol.

Las chicas y yo pedimos sin alcohol.

Sin embargo los chicos, hacen lo contrario y se arriesgan a consumir alcohol.

Nos dirigimos hacia la pista de baile con nuestras bebidas en mano y nos disponemos a disfrutar de esta gran fiesta.

***

Me siento mareada, lo cual es algo normal.

Solo bebí un vaso de alcohol pero no tardó en hacer efecto en mí.

Me dejo llevar por el ritmo de la canción y el alcohol contenido en mi organismo se vuelve mi amo.

Richard y yo estamos bailando muy pegados, él está demasiado mareado pues se está tambaleando.

- Mejor vamos a sentarnos - Le grito al oído

Él asiente y se sienta junto a mí.

- Iré a los servicios - Digo y me paro para irme

Él me detiene tomando mi muñeca.

Me apega hacia él y me besa profundamente.

Me siento en su regazo y le sigo el apasionado beso.

La calentura no tarda en aparecer y mientras él me besa, yo tiro de su largo cabello.

- Te quiero - Dice entre besos

- Y yo a ti - Le beso el cuello - Pero debo ir a los servicios - Río y me levanto

RICHARD POV'S:

Dios.

¿Por qué es tan perfecta?

- ¿Única, no lo crees? - Antonio aparece entre la multitud y se sienta a mi lado

- Sin duda - Digo yo con una sonrisa boba en mi rostro

- Cuídala - Dice él y me agarra el hombro - Me opuse al inicio pero ahora sé que contigo estará bien - Antonio tiene una leve sonrisa

- No, tú también debes cuidarla - Digo algo nervioso

Debo decirle.

No aguanto tener que ocultarlo.

No se lo ocultaré a Cata por siempre y no pienso dejarla así.

Antonio la cuidará cuando yo no esté aquí.

- Obvio que la seguiré cuidando, ella es como mi hermana pero a lo que me refiero es que sé que eres el indicado para estar con ella - Eleva las cejas - No le hagas daño - Me advierte

- Yo... debo contarte algo - Digo cerrando los ojos con fuerza

En este momento la borrachera que traía encima ha desaparecido, al menos por ahora.

- ¿Qué pasa? - Su cara se torna preocupada

- No quiero que se lo digas a Cata, aún no sé qué haré - Me encojo de hombros frustrado

- ¿Sobre qué? - Antonio está intrigado por saber y preocupado a la vez

- Mañana me iré - Digo rápidamente

- Ah bueno, ¿pero cuando vuelves? - Pregunta con tono relajado

- ¿Es que no lo entiendes? Me iré para siempre, no volveré. Al menos eso no está en los planes de mamá - Miro hacia el suelo, las lágrimas están cayendo y no me importa absolutamente nada a esta altura - No veré más a Cata porque mis padres se divorciarán, mi madre fue transferida a Inglaterra y si no acepta se quedará sin poder trabajar, no tenemos más opción que mudarnos - Digo con voz entrecortada - Y yo no la podré abrazar más, ni besar, ni tocar su hermoso cabello porque a kilómetros de distancia eso es imposible - Las lágrimas forman círculos húmedos en mi camisa - Y soy tan cobarde que no puedo decírselo a Cata - Cierro los ojos - No puedo lastimarla así, debo hacerle creer que no me interesa más, aunque me importe y la ame con cada partícula de mi cuerpo - Abro los ojos con lágrimas en los ojos - Cuídala por mí - Me levanto del asiento y salgo corriendo del salón hacia la calle para tomar un taxi

- ¡¡Richard!! - Aún con gritos por parte de Antonio no me detuve hasta estar dentro del taxi

Soy un maldito cobarde.

Lo siento Cata, te amaré siempre.

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